Visita guida (Ness, Eddie, Libre)

Aun estaba dolida por mi conversación con Jacob, asi que decidí concentrarme con todas mis fuerzas en correr hacia el bosque de Forks. La intensidad con la que lo hacia hizo que al parar me dolieran la spiernas asi que suspiré y me senté en el suelo bajo la sombra de un gran abeto.
¿Porque jacob me rechazó de ese modo? No le importó mis carias, ni siquiera mis palabras... respiré hondo para no volver a llorar, sentia lo ojso rojos e hinchados pero me recosté y cerré los ojos para esperar a Eddie.

Había quedado con Renesmee para que me mostrara los bosques de Forks, y tenía unas ganas irrefrenables de volver a verla. Corría a una velocidad vertiginosa por los bosques hacia el inconfundible olor de la híbrida. Cuando llegué hasta ella pude ver en sus facciones y sus gestos que estaba preocupada, y no era para menos: tener bajo tu responsabilidad a nuevos lobos, vampiros e híbridos y tener a media familia lejos debía ser bastante estresante. No quería ser una carga, así que ese día decidí que ya era lo suficientemente independiente como para solucionar mis problemas, y que ya era hora de que alguien le ayudara a ella.
Me acerqué a ella y me arrodillé delante suyo:
-Qué te pasa? -pregunté preocupado.

No respondí enseguida porque tuve que calibrar mis cuerdas vocales para asegurarme de poder hablar sin romper en algun sollozo. La verdad que la actitud de Jake me habia desmoronado pero ahora necesitaba despejarme y Eddie estaba alli, de rodillas a mi lado con un tono preocupado. Respiré y abri los ojos, con una voz tranquila y despreocupada respondi:
-No te preocupes... solo he tenido un... desacuerdo con un amigo pero todo marchar bien -las imagenes de solo hace unos momentos en la habitación de jake me golpeaban como ráfagas de acero contra la piel pero sonrei y me levanté- Igual no es nada que no pueda solucionar, Jacob solo estaba un poco molesto por el tiempo que pasó fuera pero todo volverá a la normalidad. -tenia ganas de morderme la lengua ¿Que le importaba a él mis problemas con mi imprimado? Tal vez solo era una forma d eintentar convercerme ami misma, de apabullar la verguenza que habia sentido, el rechazo, el dolor.- Y bien.... por lo que puedes ver este es el lugar más hermoso del bosque, pero iremos donde quieras. -cuando dije la primer parte abarqué con mis manos toda la extención de la meseta. Un circulo de arboles dejaban xpuestos en el centro un gran circulo de pasto y bellas flores, todas de distintos colores, formas, olores... Ese lugar era simplemnte hermoso.

Observé el prado, era bellísimo. Aspiré una bocanada de aire, y se podía sentir el olor de toda la variedad de flores y plantas, mezclado con el dulce olor de Nessie. No tenía palabras para describir ese lugar, y sería capaz de pasar horas y horas allí sin cansarme.
-Esto es...maravilloso -fue lo único que pude decir de ese lugar-. Pero...creo que deberías enseñarme más. Hagamos una cosa...hoy dejamos fuera los problemas, tanto los tuyos como los míos, creo que te mereces un descanso, no? -le ofrecí mi mano, y me di cuenta que seguramente no se fiaba de mi desde que leí sus pensamientos- Te prometo que hoy nada de leer la mente, es más, te lo juro.

Miré su mano e intenté encerrar todos mis problemas y preocupaciones en una minuscula parte de mi mente, las enterré en lo más lejano y las cerré bajo llave para poder disfrutar de ese dia. Tomé delicadamente su mano y sonrei, a la vez que daba un paso en su direccion.
-Si... seria fantástico poder pasar un dia sin problemas, sin antibajos -supiré y entrelacé sus dedos con los mios, jalando de él hacia un monton de flores color violetas- estas flores son sumamente hermosas, solo florecen en esta época porque es en la qu emenos llueve y no se ahogan.
No hablaba mucho, solo lo llevaba de aqui para alla por el pequeño prado mostrandole flores y riendo, no sabia porque sentia mi alma más liviana, como si pudiera olvidar realmente todo lo que me abrumaba. En un momento mientras volteaba hacia él para señalarle un pequeño nido donde una familia de ardillas comia, vi sus ojos y no pude evitar sonrojarme al perderme en ese dorado brillante e intenso. Bajé la mirada y solté su mano, dejandola caer lentamente y luego solo susurré.
-Si quieres podriamos cazar, y te diré una formas para que la dieta se te vuelva más... irresistible y deseable. Para que sientas que esa es la unica forma de conseguir la paz en tu interior....

Me llevaba de la mano de un lugar a otro, y yo me sentía genial, casi...me sentía humano. Después me miró a los ojos y yo me perdí en los suyos, esos preciosos ojos de color chocolate...Me soltó la mano y, si no estuviera seguro de que era absolutamente imposible, diría que me ruboricé.
Me dijo de cazar, a decir verdad no me vendría nada mal, hacía varios días que no lo hacía.
-Genial, la primera clase práctica de mi "adiestramiento" -le sonreí-. Lo que tu quieres es ver mis habilidades de lucha...-le reté intentando que me siguiera el juego, así tal vez dejaba de pensar en aquello que la tenía tan preocupada.

Levanté una ceja y lo miré seria.
-¿En serio crees que me sorprenderia tus habilidades? Es posible pero eso lo dices porque jamás haz visto cazar a una hibrida, verdad? -me rei y comencé a dar unos pasos hacia atrás, repleta de la fascinación que me producia salir de caza. Volteé e inspiré, llenando mis pulmones de todo el aire que me fue posible. Mas alla de las flores y el olor a pino, a tierra y ardillas pude captar una pqueña familia de... ¿ciervos?. Miré hacia su rostro con una cara de niña buena, intentando ocultar la impotencia que me daba no poder reconocer tan facilmente a esa distancia- ¿Puedes oler... los animales a unos kilometros de aqui? -esperé su respuesta para comenzar con nuestra pequeña "clase".

Decidió seguir el juego, excelente. Aspiré una gran bocanada de aire y pude notar el olor de una familia entera de ciervos, no me llenarían mucho pero era mejor acostumbrarme a ellos.
-Ciervos, buen comenzamiento, aunque me hubiera gustado más algún puma. Que te parece si nos jugamos al más grande? El primero que llegue se lo queda.
Me puse en posición para salir disparado, estaba dispuesto a ganar.

Lo miré levantando una ceja, ¿Como queria que haya un puma merodeando por alli cuando habia unos lobos tamaño extra grande? Me rei y negué con la cabeza, al tiempo que me colocaba a sus espaldas y me colocaba de puntas de pie para tomar sus mejillas con mis manos.
-Lo primero es no pensar en personas, mientras caces debes encerrar todos esos recuerdos en una parte de tu mente, debes ser capaz de solo pensar en la sed y en el animal -me acerqué más a él, y ahora practicamente estaba colgada a su espalda susurrandole al oido. El contacto con su piel hacia que mi corazón se acelerara, pero debia calmarlo. Lo siento, debe ser incómodo para alguien con tu temperatura tener pegada a alguien con unos 42ºC más. Se lo transmití voluntariamente a través del contacto y rei- Piensa en la sangre, solo piensa en ese ardor que tienes en la garganta.... y ahora piensa en ese animal que esta tan cerca tuyo, con un cuello fráfil y debil donde su sangre corre de manera tranquila y especial... ¿Puedes sentir ese sabor? Esa delicia....- Esperé a que funcionara y pueda ver la caza de manera seductora, de una forma placentera que proporcione un climax pleno para los de nuectra especie.

Cerré los ojos e intenté concentrarme en la presa, dejando todo lo demás... Podía sentir su olor, olor a sangre fresca que hizo salir un gruñido desde lo más profundo de mi ser. En un instante ya estaba preparado para saltar y correr guiándome tan solo por mis instintos. La sangre de arce empezó a dejar de parecer tan insignificante, y mi garganta parecía arder. En tan solo unas milésimas de segundo salté hacia delante y corrí hasta llegar cerca de mi presa, mi único objetivo. Ahora no solo podía oler la sangre, sino que también podía notar como corría por las venas del animal. Dejé de ser racional y me concentré en matar al arce, que bebía tranquilamente agua del río. Corrí hasta alcanzarlo y me lancé a su cuello, girándoselo y matándolo en el acto. Bebí hasta la última gota de la sangre del herbívoro, que ya no me parecía tan desagradable como antes. Cuando vi el cuerpo inerte del animal tirado en el suelo pude sentir que, de alguna forma, volvía mi parte compasiva y "humana". Vi que había conseguido que la sangre animal no me pareciera tan mala, aunque no me satisficiera del todo, y ese era solo el principio.

Luego de que hablaba vi como se concentraba y todos sus instintos se preparaban, como un autentico animal depredador. Me esremecí cuando un gruñido salio de su garganta, pero ese mi objetivo, poder lograr liberar todos sus intintos.. asesinos. Se avalanzó hacia adelante con tanta fuerza que caí hacia atras mientras él desaparecia con una velocidad unicamente vampirica por los arboles, inmediatamente lo segui, aunque siempre manteniendo una distancia adecuada. Al llegar a un pequeño rio vi como Eddie bebia la sangre del animal de manera salvaje y desesperada, al punto que me dieron escalofrios de los resultados que habia conseguido con solo unas palabras. Me apoyé en un arbol y aspiré el aroma, era delicioso el olr a sangre que despedia el animal, pero no podia distrae a mi amigo, ese dia él debia hacerlo solo y concentarse sobre todo. La garganta me ardia de forma compulsiva y molesta, e instintivamente llevé una mano hacia ella y la presioné.
-Las demas se fueron al noreste, mejor apurate porque se ve que tienes sed -le dije casi en voz de grito cuando vi que dejaba al animal inerte en el suelo, con sus venas completamente vacias de ese elipsis tan embriagador.

Me limpiaba unas últimas gotas de sangre que tenía en la comisura de los labios, y noté como mi garganta ya no ardía como antes, de todas formas, la última vez que sacié mi sed fue unos días antes.
Me fijé en Nessie, que se había llevado una mano a su garganta, estaba sedienta, solté una carcajada a la vez que le decía:
-Yo ya no tengo tanta, pero veo que tú si! -miré hacía la dirección por la que se habían ido los otros ciervos- Yo me voy a por los otros, tu quédate aquí sedienta, si quieres -le guiñé un ojo, desafiándola.

Lo miré unos instantes, escrútándolo para ver si habia atismo de mentira en su voz, pero estaba completamente sereno con una sonrisa en su rostro y sus ojos de un color dorado brillante. Aunque estaba alejada, llegué a él en una fracción de segundos y deposité mi campera en sus manos, que se habian quedado en el aire luego de soltar el animal, al tiempo que sacaba mis zapatos.
-De acuerdo, si en verdad crees que tu lección llegó hasta aqui cazaré yo entoces. -miré con una sonrisa hacia donde los ciervos habian huido y cerré los ojos para concentrarme.
Estan.. cerca, pero siguen desplazándose hacia el norte por el susto que Eddie les dio. No es bueno que esten nerviosos al momento de cazarlos, puede caerme mal pero... -sentí como parecia que mi garganta era recorrida por una corriente de fuego y bufé- tengo demasiada sed, luego de mi batalla con Chelsea perdí toda mi reserva de conciencia y no cacé. He sido demasiado imprudente
-Creo que podrias verme cazar, aunque lo más inteligente seria mantenerte alejado, hace bastabte no cazo y no quiero que tomés una mala lección de tu profesora.- me rei y comencé a correr hacia donde mi institnto señalaba, atravesé el bosque sin siquiera saltar o ir por las ramas para evitar los troncos caidas y el fango del lugar. Tenia sed, tenia la necesidad primordial de sentir ese líquido resbalar por mi garganta, necesitaba alimentarme para que mi alma volviera a tranquilizarse. Divisé delante de mi a la madre con sus crias, dos pequeñás criaturas que corrian por el prado con ferocidad, al oler mi aroma tan cerca tuyo. No pude evitar desplazar esa tierna imagen a un costado de mi mente, porque siendo sincera se me hacia agua a la boca tener esas criaturas tan cerca de mi boca, con sus corazones latiendo desenfrenados y la sangre recorriendo con furia esa venas tan....-frágiles. Ni siquiera lo pensé, era sentido comun saber que lo primero era acabar con la hembra mayor, evitando que siguiera huyendo y para poder darle un respiro a mi cuerpo que se hallaba desenfrenado. Aun a unos metros de ella, salté y cai sobre su cuerpo, arrojándola al piso y produciendo un estruendoroso grito que provino de lo más profundo de animal, pero la maté y clavé mis colmillos en su cuello, donde el flujo de la sangre era mayor y más apetitoso. Comencé a beber y podia oir como cada una de las gotas de su sangre entraban a través de mi boca, eran saboreadas por mi lengua y finalmente caian hasta mi estómago. Fui vaciando su cuerpo, a medida que sentia como el mio se recuperaba y fortalecia; al terminar deposité el cuerpo en el suelo y me dirigí haci alas dos crias que andaban por alli, esta vez más despacio porque la mayor parte d emi sed habia sido saceada.

Vi como se iba alejando con movimientos rápidos y silenciosos, un gran espectáculo. Salí de mi ensimismamiento cuando vi que ya estaba muy lejos, y me dispuse a seguirla. Salté y me puse a correr siguiendo el rastro que había dejado ella, pero prudentemente, se le veía sedienta y no quería interferir en su caza. La pude ver unos metros más adelante, acabando de vaciar las venas de la que parecía ser la cierva madre. Nessie no se había saciado, y la dejé seguir su caza, quedándome como espectador. No pude evitar reír al verla toda despeinada, ni siquiera había intentado esquivar las ramas de los árboles. Me apoyé en un árbol, todavía riendo, esperando a que continuara con la caza.

Mi sed iba siendo saceada poco a poco, mientras la sangre se ectendia por mis evnas hacia mis órganos. Divisé a los pequeños a solo unos metros de alli, su ternura y gracia al correr me conmovieron, deslizando a un apartado de mi mente a la bestia que le habia arrebatado la vida a su madre. Pero no podia, en esos dias sabia que no tendria nuevamente la oportunidad de cazar, y si yo no los mataba algun animal se aprovecharia de sus indefensas existencias. Aun con un nudo en mi garganta corrí hacia ellos y salté sobre uno, dejándolo inmovilizado en el suelo, tal vez desmayado pero sabia que su corazón aun latia, y luego me arrojé contra su hermano para matarlo antes que el miedo lo invadiera.
-Lo siento pequeño, lo siento de verdad -acaricíe su cuello, donde el flujo de sangre disminuia hasta que el palpitar se consumio junto con una lágrima que escapó de mi rostro. Sabia que era demasiado altruista, incluso los humanos mataban animles para comerselos, e inclusoi lo hacian de manera más violenta y desagradable. Suspiré y miré hacia Eddie, con los ojos suplicantes y luego le sonreí, volviendome hacia el otro animal dormido que habia a unos pasos de mi -Vamos Eddie, un poco más no te hara mal, aparte es mejor que estes fortalecido. -no me detuve a mirar si aceptaba mi invitación o no, inmediatamente ladee la cabeza y mordí el cuello del ciervo más joven, sintiendo como un liquido tibio se exparcia por mi boca.

Tenía razón, estaba saciado pero no del todo, aún notaba una pequeña irritación en mi garganta, y además ahora que lo había mencionado, no pude evitar soltar un gruñido. Me acerqué al animal, que yacía inconsciente en el suelo, me agaché y mordí su cuello, sintiendo como la sangre entraba en mí, haciendo desaparecer la irritación y dándome una sensación de bienestar increíble. Me separé de él lentamente, era tan pequeño... Sentí remordimientos, pero después pensé que era mejor eso que matar a gente.
Me giré y miré a Renesmee, que acababa de vaciar el cuerpo del otro ciervo, y intenté esbozar una sonrisa, pero tan mal que pareció una mueca. Aspiré una bocanada de aire, que me trajo el olor de los árboles, la tierra mojada, las plantas y las flores, todo ello mezclado con el dulce aroma de la semivampira. Miré al cielo y vi que no tardaría mucho en atardecer. Suspiré, el día se me había hecho corto. Pensé en que yo no tenía a nadie que me esperara al llegar a casa, estaba solo. Pero ella si, ella tenía una familia maravillosa que le quería mucho, y seguro que ya le esperaban.

-No te estarán esperando en casa? -le pregunté, muy a mi pesar- Me refiero a tu familia, a...Jake -lamenté haber dicho esta última persona, parecía que las cosas no iban bien entre ellos.

Sus palabras se deslizaron como cuchillos en mi piel y fueron penetrandose poco a poco, sus rostro estaba demacrado, mostando miles de sensaciones de dolor y tristeza; pero sus palabras fueorn incluso más dolorosas para mi y no pude evitar voltear hacia otra dirección.
-No... Jacob no estará en casa -mi voz fue un simple susurro que se deslizó por el aire y desapareció silenciosamente en el ambiente. Luego suspiré y me levanté lentamente mientras me dirigia hacia donde Eddie habia dejado mis pertenencias- Mis padres... si tal vez esten en casa pero no van a preocuparse, esta noche no volveré a casa. -llegué hasta mis zapatillas y deslicé mis pies adentro mientras buscaba un tema que no sea tan doloroso y que un lastimara más el momento. pero no se me ocurria nada, todo estaba demasiado oscuro entorno a esa tarde con Jacob y no sabia porque algo me decia que lo peor estaba por venir. Miré hacia eddie y le sonrei al tiempo que me ponia la campera- Si vas para el pueblo aqui nos separamos, lamento no haberte presentado a mi familia pero en unos dias te llevaré a casa.. ¿si?

Esa sonrisa que intentó esbozar me demostró que algo no andaba bien, no se le veía feliz al hablar de su familia y Jake. Necesitaba apoyo, pero no se quería dejar ayudar. Renesmee... siempre intentando solucionar lo de los demás antes que sus propios problemas. Me acerqué lentamente, ella estaba de cara a mi y me miraba, yo lo único que pude hacer en ese momento fue abrazarla, quería que sintiera mi apoyo, quería que supiera que estaba ahí para ayudarla. Aspiré el suave aroma de su cabello una vez más, y me separé.

-Sabes que estoy aquí para lo que necesites -le sonreí- No estás sola, Nessie.

No pude hacer nada más, algo me decía que debía irme, y dejarle pensar, mis piernas se movieron casi solas, y en un segundo yo ya no estaba ahí.

Sentí su cálido abrazo, porque aunque su piel se hallaba a unos grados extremadamente bajos por encima de mi cuerpo expresaba calidez y dulzura. Sus palabras parecian acariaime de forma tierna en medio del dolor que me intentaba consumir. Estiré mi mano para tomar la suya, pero él comprendió que lo mejor era dejarme sola en ese momento y se marchó, alejandose a una gran velocidad del lugar. Miré hacia donde se habia marchado, su escencia aun se encontraba fresca. Di un paso al frente, pero me detuve y negue con la cabeza. No podia ir tras él, aunque me atrayera y me gustara estar con él, aunque su precencia me invadia y curaba todo mal.. debia ser fuerte y seguir. Respiré ondo, dejando la sangre de los ciervos corren por mis venas, sentia como recuperaba toda la energia y mis huesos parecian más fuertes que antes. No heché ninguna mirada mñas atrás, heché a correr hacia el pueblo, hoy montaria guardia toda la noche gracias a la energia de la sangre y deberia alejar todo pensamiento de mi.