Caminando en silencio

Miraba con detenimiento las hermosas construcciones arquitectónicas de Italia impresas en el techo del castillo.
Con ojo de águila observaba sus detalles, sus defectos.
Las formas y figuras de yeso, tan sensibles, pero tan hermosas.
Llevaba mis manos en la espalda y caminaba cual monarca de mi propio imperio.
Pero la misión no estaba ni siquiera cerca de ser completada. Jane y Chelsea habían sido enviadas a Forks.
Le había informado sólo a una de ellas lo justo y necesario que debía conocer sobre Akasha. Un ser totalmente curioso.
Ni siquiera ella, habría descubierto el verdadero motivo por el cual la había enviado a fiscaizar que todo marchase bien.
Hasta ahora, todas las piezas encajaban perfectamente y en armonía, al igual que en el tejado, no cabía lugar para los errores innecesarios.
Era poderosa, es verdad. Pero necesitaba descargar su ira. Esto me servía teniendo en cuenta que todo había estado demasiado calmado para mi gusto estos últimos años. Olfateaba que en cualquier momento cometerían un error, que me permitiera imponerles condiciones.
Si causaba el caos, la tierra escondida bajo la alfombra sería más visible. Por ese motivo mis dos servidoras habían acudido luego bajo mi mandato. Una invitación a un banquete. La excusa perfecta.
Confiaba su intuición y que sabrían interpretar mis deseos, pero escencialmente, que descubrirían algún secreto que los Cullen estuvieran guardando.
Mientras tanto, el destino de Akasha no me preocupaba. Si vivía, serviría enormemente como seguidora ya que habría descargado la furia, dando lugar a los pensamientos lógicos y frívolos. Pero si moría sólo sería una menos. Aunque su poder...
Apreté los identes lamentando que algo tan valioso pudiera perderse. Sin embargo, si con esto conseguía comprometer a los Cullen y reclutarlos, todo habría valido la pena.

Estaba cansada de estar en mi habitacion, un minuto mas ahi adentro y terminaria loca, lo bastante para que Aro me depositara en un lugar de locos,solte un gruñido tan solo de pensarlo.
Me levante de la cama, la cual no sabia por que tenia ya que no dormia, pero Aro queria que yo estuviera comoda, no podria contradecirlo por mas que quisiera.
Sali de la habitacion siguendo el rastro de mi querido esposo hasta econtrarlo, lo vi alli, no pude evitar formar una sonrisa en la comisura de mis labios, camine moviendo instintivamente mis caderas, me coloque a su lado, le tome de la mano y mire sus ojos color escarlata:
-Mi Señor...- Bese la mano que sostenia

La angelical mano de Suplicia repentinamente se encontraba sosteniendo la mía y sus delgados labios se posaron en ella.
De repente, mis problemas se disolvieron pues una idea se me vino a la mente. Una perfecta excusa para visitar Forks y poder dar mis órdenes desde allí. Una invitación, dirigida por mi persona y por supuesto hecha por nosotros mismos.
Le devolví una sonrisa de admiración cuando sus ojos se posaron sobre los míos y tomé instintivamente su mentón entre mis manos.
_ Querida, finalmente tú eres la solución a mis problemas. ¿Desearías hacer un pequeño viaje a América a mi lado?_

Asenti de inmediato, aprete la mano que sostenia la suya y con la otra mano le acarisie su perfecta mejilla:
-Contigo voy hasta el fin del mundo...y ¿se puede saber para que tenemos que ir a America?
Dije haciendo mueca de disgusto, no me gustaba mucho salir de italia, pero si Aro me acompañaba, no tenia ningun problema

Le dediqué una sonrisa complaciente _ Celebraremos nuestro aniversario en un mes mi amor... pretendo dar una gran fiesta y quisiera que nuestros amigos, los Cullen tuvieran el honor de recibir la invitación de mano de los anfitriones_. Mi rostro se tornó calculador, pero sin dejar de lado una sonrisa algo macabra.
_ Pediremos hospedaje a nuestro buen amigo Carlisle y tendremos una excusa perfecta para manejar la situación desde su punto base.._ Dije mientras la envolvía con mis brazos y olfateaba suavemente su cabello.
_ Aún, no han tenido el placer de conocerte._ Susurré en un soplido.

No borre mi amplia sonrisa, entrelase mi mano con la suya y le bese la mejilla:
-ya veo...amore mio...¿crees que nos resiviran como se debe? algunos de ellos no estan muy felices por la visita que le hiciste hace poco
dije poniendome pensativa

_ Esa visita fué estrictamente reglamentaria y necesaria... Deberían estar agradecidos y demostrarlo con buenos modos..._ Respondí algo enfurecido por su pregunta. Mientras dirigía mi vista hacia otro sector de la habitación.
_Sabes qué... mejor olvídalo. Tendrás un aniversario digno amor, pero no iremos a ningún lugar. Quizás sea más favorable dejar que las cosas sigan su rumbo. Depositaré mi ocnfianza en Jace y Chelsea. Más les vale no decepcionarme._
Dije tornandome serio y estricto, con el puño cerrado a modo de determinación tomada.

Acarisie su rostro para intentar su rostro:
-Como tu digas mi señor
Dije besandole en sus finos labios.