Pleito de justicia

PARTE 2:

No había sinó recuperado el equilibrio tras el violento ataque de la híbrida, que hubiera roto en dos muy fácilmente la espalda de un humano corriente, o la suya propia, cuando los eventos se sucedieron demasiado rápido.
De repente, en medio de la batalla, irrumpieron las Vulturis. Jane atacó a Reneesme, mientras la otra sonreía. Era una emboscada.
Noté como Chelsea clavaba sus ojos rojos en mí y mantuve su mirada. Una sonrisa maligna se posaba en su rostro. Fruncí el ceño cerrando ambos puños y masticando la rabia.
Era mi batalla.
Y no sólo eso, era injusto. No podía permitirlo, había prometido que sería una pelea limpia y ahora esto...
Me paré en seco bloqueando a mis compañeras el alcanze a su víctima.
_A un lado, no deben entrometerse... Es mi castigo, es mi pelea... ¡Largo!_ Gruñí al tiempo que intentaba espantarlas. Quizás fuesen parte de mi futuro clan, pero no serían parte de ese instante.

vi muy bien la postura que habia tomado akasha seria mejor que nos ayudara si no queria salir herida en eso momento mire a Chelsea y le dije - encargate de la vampira es mejor que coopere si save lo que le conviene

No entendia la postura de Akasha, porque, claramente me estaba defendiendo, pero ella podria aprovechar esa posibilidad para alianse con las Vulturis y matarme. El punzante dolor en mi cabeza dismuinuyó unos instantes cuando Jane se dirigió a su compañera para incitarla a pelear con la vampira, por lo que estiré mi mano y tomé la pierna de la pelirroja y le transmití mi pensamiento: No tienes porque defenderme y lo sabes, pero si vas a hacerlo... necesito que distraigas a Jane para que me libere de su poder lo suficiente para atacar a Chelsea. No se que pretendes porque me sorprende que no te alies con ellas pero... Mi pensamiento era debil y tenia un tinte torturoso pero sabia que ella lo escucharia perfectamente.

//Opcion A: Akasha obedece mi pedido y ataque a Jane, entonces esta Vulturi debe responder haciendo una Tirada de dados como lo indican las reglas
Opcion B: Hace como si nada y toma su propia decision de ocmo manejar todo.
Opcion C: Nos atacan fisicamnete las Vulturi a Akasha y a mi

Era extraño. Sencillamente nuevo y maravilloso. Acostumbrada a oír mi propia coonciencia enviar órdenes mentales jamás había experimentado una sensación tan particular como aquella. Otra voz en mi mente.
Sonreí. Me encontraba en posición de elegir. Lo natural en mi hubiese sido tomar el camino más provechosoen cuanto al deseo de sangre, pero debía actuar con lógica.
Si ayudaba a las Vulturis aún rompiendo lo pactado inicialmente en a batalla y traicionando mi honor, si es que había uno que defender, tenía muchas posibilidades de supervivencia. Mis problemas habrían terminado, ganando prestigio y formando parte de la nobleza. Sonreí ante la posibilidad de descuartizar a un infractor.
Recordé el susurro que había oído en mi cerebro y algo meforzó a dirigir mi mirada a su posición. Una criatura indefensa.
De mantenerme firme en mi posición no le perdonaría la vida. Pero si elegía defenderla de una batalla injusta de seguro lasVulturis terminarían por matarme luego. No era una opción con muchas esperanzas.
Cerré los dientes forzando mi mandíbula.
No era justo.
Había llegado a ese pueblo con una determinación tomada. Lucharía por mi vida y por mis ideales. No cambiaría nada.
Volví mi mirada a Jane, con una sonisa malévola. No podía creer lo que haría, pero si todo salía bien, no sólo saldría excelentemente parada, sino que podría terminar mi batalla sin interrupciones.
Mis intenciones se basaban en ello, sentir su cuerpo cayendo inerte tras sucumbir frente a mí... Era una rival honorable, la cual estaba apartada unicamente para mi persona.
_ Oye Jane,... mírame, te lo imploro._
Había elegido un tono que no fuese descubierto por las vampiras, pero lo suficientemente obvio parala híbrida. La estaba defendiendo, o al menos eso se diría sin contar que luego pretendía destrozarla en batalla.
_ Jane, Chelsea, necesito que me veáis a los ojos por un instante,debo transmitirles un mensaje muy importante de nuestro líder, y sólo podré lograrlo si os concentráis en mis ojos._

El tono de voz de Akasha era muy suplicante solo esperaba que los que nos quisiera mostrar valiera la pena si no de una forma u otra le enseñaríamos a no jugar con nosotras, voltie a ver a Chelsea y le hice una señal de que hiciera lo que Akasha decía deje a la hibrida en el suelo al parecer estaba demasiado a dolorida y pensé que no podría moverse por algunos minutos voltie a ver a Akasha y le dije:
-muy bien Akasha muéstranos el mensaje y mas te vale que sea bueno o si no, no sabes lo que te esperara
Esperamos atentamente y ansiosamente a la muestra de su mensaje

Oi lo que akasha decia asi que me dispuse a ver que rayos queria decirnos esto empezab a complicars eun poco peor a la ves era entretenido espere a que akasha nos trasmitiera su mensaje peor antes de eso observe a Jane y le dije -que planeamos?- le pregunte con sumo interes y observe directamente a akasha a los ojos esperando

No podia creerlo, ¡había funcionado! Ahora ambas vampiras me observaban directo a los ojos. sin saber lo que les esperaba.
Lancé mi órden mental totalmente fortalecida por la fiereza de mi mirada. Mis ojos resplandecieron al tiempo que las palabras nacían en mi ocnciencia y las obligaban a obedecer debido al contacto visual.
Apartaos de la batalla, no podréis moveros hasta que yo lo ordene... Ah, casi lo olvido, Jane no puedes mirarnos ni a Reneesmeni a mi
Las tenía. Era mi poder hacerlas obedecer si miraban a mis ojos y lo habían hecho. Todo funcionaba correctamente.

Por un momento dudé de lo que estaba haciendo ¿Confiar en Akasha, intentar que me ayude? pero todas mis dudas fueron dispersas cuando su voz, en un sonido bajo y gutural llamó la atención de las Vulturi y las aprisionó bajo su mirada. Ambas vampiras estban ya bajo su poder y el alivio se sintió directamente cuando el poder de Jane liberó mi cabeza y me dejó moverme libremente. Solté la pierna de la pelirroja y me fui poco a poco hacia trás para sentarme en el árido suelo, llevando mi brazo herido hacia mi cara, el ácido mne habai dejado las marcas de cada uno de sus dientes, y la ponzoña se mezclaba con mi sangre y me ardia por todo el cuerpo. Maldita sea, debí cuidarme más durante la batalla Miré por unos segundos a las dos vampiras que tenian sus ojos clavados fijamente en Akasha, con sus miradas expresando bronca e impotencia; y al mismo tiempo sus cuerpos tensos en posiciones de cansancio.
-Al menos podremos continuar la batalla en paz- intenté levantarme pero me tambaleé y cai al suelo. Mi cuerpo estaba debil y parecia que mis células habian sucumbido bajo el poder de Jane, peor lo intenté una vez más y pude sostenerme en pie.- Aro dio una orden, asi que espero que no vuelvan a desobedecerlo

No podía creer Akasha había usado su don para detenernos estaba muy enfada
Tarde o temprano me las pagaría pero estaba claro que iba a pagar un castigo intente en pensar en otro plan así que mire a la hibrida y a la vampira y les dije
-muy bien continúen con lo que deben hacer Chelsea no comprendía lo que pasa no entendía por que me había dado por vencida solo veía en su cara una nota de inconcreción.

Observe a Akasha intentado usar mi poder con ella y haciendo que se aliara a nosotras pero ese poder era debil condemasiada fuerza d voluntad pude despegar la mirada de la de akasha anque me senti extraña observe a Jane y espere a que saliera del transe.
Maldiat vampira algo nos habia hecho y eso no se lo perdonariamos o por lo me nos yo no lo haria la haria pagar ese gran error

Sonreí de oreja a oreja al notarlas inmóviles tras la orden. Ahora las tenía bajo mi encantamiento.
Suspiré al voltear mis ojos hacia la híbrida. Se encontraba débil. Quizás demasiado.
Cerré mi puño con una ira intensa. Parecía demasiado cómico que jamás lográsemos finalizar nuestros enfrentamientos. Era muy probable que no estuviésemos destinadas a acabar la una con la otra.
Me dirijí verbalmente a las Vulturi, deshaciéndome de mi sonrisa y en un tono serio.
_Lamento esto, pero a Aro no le agradaría que violasen el pacto de la batalla de este modo. Estoy segura de que se pondrá de mi parte en cuanto a que no respetaron los términos acordados para una pelea limpia._
Volteé hacia Reneesme. _ Estoy dispuesta a continuar con esto, pero te advierto que si lo hacemos no tendré piedad. Sin embargo te ofresco la oportunidad de olvidarlo todo y marcharte a tu pueblo..._ Mis palabras eran frías y un tanto autoritarias.
_ Si prolongásemos esto, debes saber que tus fuerzas no resistirán mucho más. Es tu desición._
Entrecerré los ojos aguardando una respuesta. En mi interior la sabiduría crecía al igual que el conocimiento. Las estrategias, las sitaciones, eran mucho más claras.
Me sentía fuerte, poderosa. Incluso conforme y dispuesta a llegar a un acuerdo pacífico.

Ambas cayeron bajo su poder, siendo como dos débiles niñas humanas, presas de una fiera inconsolablemente hambrienta. Estaba en pie, si, pero eso no significaba que mis fuerzas habian recobrado su estupor. Golpeé con firmeza la punta de una de mis zapatillas en el suelo y luego con la otra, para ir corroborando que mis músculos ya estaban bajo mi poder y sin daños demasiados severos. Me alejé un poco de las vampiras mientras observaba con detenimiento sus posturas, tensas y al mismo tiempo forzadas, lo sabia, ambas luchaban con todas sus fuerzas para liberarse del poder de Akasha. Jane habló pero no sonó a amenaza,al contrario, nos animaba a continuar con nuestra pelea. Suspiré y mis ojos se cruzaron con los de mi contricante, quien despues de aclararle a Jane que ella ya debia tener incorporando las pautas de esa clase de peleas, me advirtió sobre lo peligroso que seria para mi continuar con aquello. Yo también hice mis cálculos mentalmente, las probabilidades que tenia de ganar verdaderamente no eran muchas, pero al menos le daria su merecido, lo que le habia tocado por meterse en mi vida. Un atisbo de esperanza me iluminó cuando una chispa roja recorrió mis ojos chocolates y mi sonrisa cruzó fugaz como un rayo mi rostro. Tal vez... solo tal vez entre las técnicas y la fuerza que aun tenia.. pudiera empatarla.
-Me ateneré a las consecuencias- dije finalmente mientras movia mis dedos para estirar mis musculos- Se mi posición y mis desventajas.... se tambien que estas en tu.. derecho de matarme porque es lo que yo haria contigo.... pero decidí que voy a luchar. Tu mataste humanos cruelmente, intentaste atacar a mi familia, quisiste escapar de nosotros... y luego de esto si sales viva seguirá matando arbitrariamente personas inocentes para satisfacer tu sed... no puedo dejarte asi como si nada- respiré una bocanada de ese árido aire y salté hacia atras en una ventisca de arena y polvo que chocó contra esos seres tan bellos y pálidos. Cuando apoyé mis pies en el llano, flexioné mis rodillas y me lancé hacia ella con mi brazo derecho extendido y mis garras en direccion a su cuerpo.

REPLY -LANZADA DE DADOS.

Invitado ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Batalla Paulden :

4: Cuando se acerca hacia ti te da la posibilidad de agarrarlo entre tus manos

Sonreí antesu determinación y coraje. Al parecer había maduradobastante desde nuestro último encuentro, pero no lo suficiente como para mantenerse con vida.
De repente se lanzó en mi contra. El aroma de su sangre continuaba fresco y me proporcionaba instintivamente fuerzas para el combate. La tierrase removió aún antes de que se impulsara en su carrera, por lo que pude predecir sus movimientos.
Mis músculos se tensionaron, listos para efectuar una reacción de contrataque mientras notaba como extendía su brazo intentando herirme con sus garras. _Demasiado lento._ Susurré casi inconsientemente al tiempo que la tomaba del codo y la inmmovilizaba, cortando su alieto en un abrazo y llevando su hombro hacia su espalda.
Durante ese instante pude percibir su esencia. Tan jóven, tan aguerrida.
Junté mis fuerzas en mi extremidad inferior y sin piedad le dirijí una potente patada hacia la columna, esperando arrojarla al suelo y de ser posible partirla en dos.

El miembro 'Nessie Cullen' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Batalla Paulden' :

5: Te colocas hacia un lado y puedes intentar golpearlo

Al lanzarme hacia ella no calculé que mi fuerza y velocidad no serian lo suficientemente ágiles para alcanzarla, por lo que apenas estuve cerca suyo sus manos actuaron de forma rápida y me tomó por los hombros haiendome presa facil de una llave. Con todas sus fuerzas llevó su pierna a mi columna. Una parte de mi mente habia entrado en pánico, pero otra más clara revisaba como en una computadora todos los datos obtenidos de batallas por libros, historias y demostraciones de mis tios. Segundos antes, o más bien milésimas, que su extremidad reventara mi cuerpo con una potencia descomunal, logre llevar mi brazo por detrás de mi cabeza y con un empujó me corri hacia un lado. Sin soltar el brazo que me habia aprisionado, clavé mis uñas en su piel y lancé una feroz patada a la boca de su estómago; que aunque en seres que respiraban eran efectivas podria ser que si la fuerza era suficiente le haria algun daño. La batalla habia comenzado finalmente, y a partir de ahora cualquiera podia ser presa de una cruel e inexorable muerte.

OFF: ME HABÍA TOCADO EL SEIS LO JURO. POR ALGÚN MOTIVO NO ME PERMITE MOSTRAR EL RESULTADO.

Sus uñas se clavaron en mi carne al tiempo que tras haber hallado un escape a mi golpe intentaba asestar uno en mi vientre.
Su modo de batalla había mejorado bastante. Parecía calcular con presición sus movimientos. Sin embargo algo no terminaba de serle suficiente.
Aún no lo había comprendido, necesitaba actuar con mayor rapidés.
Esquivé con sencillés el ataque y aprisioné su pierna.
Junté todas mis fuerzas y me dispuse a levantarla por los aires, pretendiendo golpearla contra el suelo habiendo tomado impulso.
Así sucedió.
Su rostro dió frescamente contra la arena en un golpe aparentemente devastador. La solté, aguardando una respuesta.
Si mi destino era morir en batalla, me alegraba de que fuera contra un contrincante tan digno como ella. Sonreí... aunque no debió entender el motivo de mi sonrisa. Jamás me hubiera permitido darle tal relevancia a un ser inferior. Una híbrida. Realmente me sorprendí a mí misma habiendo subestimado sus habilidades, pero escencialmente, su espíritu.

Solo e quede viendo ya que era lo unico que podia hacer como nunca, habia recordado lo que akasha podia hacer pero creo que estabamos mas exitadas por desasernos de la hibrida, el tesoro de los Cullen la cual nos hubiera sid util en la guardia.
No le tenia miedo a las amenazas de Akasha y sabia que Aro nos apoyaria si no ya me las ingeniaria para poder usar mi don con el anque casi nunca se daba cuenta cuando lo hacia anque a veces kllegaba a ser meligroso para mi pero se que Jane lo entenderia.
Nesesitaba que el efecto de ste pasara pa doder recuperar fuerzas y poder usar mi don el cual ayudaria en mucho.

No podía moverme sentía una gran rabia contra Akasha y savia que no dejaría las cosas asi me vengaría de ella de alguna manera no soy de la clase de personas que se dan por vencidas y no cumplen su cometido volteé a ver a Chelsea savia muy bien que ella daría el primer paso que seria de ayuda después trataría de volver a atacar así que solo le dije –tomate tu tiempo y toma muchas fuerzas esta vez no se salvaran le dedique una sonrisa maliciosa.

Iba a todo lo que mi cuerpo me lo permitía, lo más velóz que hubiera corrido antes. Ness estaba en peligro y debía llegar rápido a ayudarla, no faltaba mucho para llegar a donde la batalla se desarrollaba. Cada zarpaso que daba era un paso de un nivel mayor de preocupación, frustración y de exploción, mi mente empezaba a desbanecerse al tocar la idea de que todo terminaría ántes de que llegara, y terminaría mal.

Sólo pasaron segundos para llegar, y ahí estaban, Akasha y Ness, pero el inconveniente era que no estaban solas, con ellas estaban las Vulturis. No tardaron mucho en darse cuenta de que estaba cerca de ellas. Me convertí en humano para hablar con Ness.-¡Ness, ya llegué, no te pasará nada, no lo permitiré!- Ahora ellas me lanzaban una mirada desafiante. Me acerqué a Ness, y esperé a entender lo que estaba en curso y lo que podía suceder, lo que yo podía hacer.

Sentí su carne entre mis uñas, provocandome una satisfaccion inmensa. Pero esa felicidad desvaneció al instante, cuando sus manos tomaron mi cuerpo y lanzándome por los aires. Fue tan rápido y repentino que no pude hacer nada para defenderme. Si no hubiera sido porque estaba confirmado que mi piel tenia la fortaleza de un vampiro, hubiera creido que el aire cortaba mi piel como a una fina seda. Impacté contra el suelo y fue recien ahi cuando los frios brazos que me aprisionaban me dejaron en libertad. Duele... duele... Mi mente tenia una nube de polvo densa que me impedia pensar alguna táctica de lucha. No debo... no puedo perder, tengo que seguir... Apoyé mis manos a ambos lados de mi cuerpo con la intención de pararme, pero en ese momento mi corazón dejó de latir cuando sentí un dulce y cálido aroma que corria hacia nosotras. El característico olor de un lobo desapareció y un hombre robusto pasó por entre medios de las vampiras inmovilizadas y se arrodiló a mi lado. Su voz dulce sonó con un tono preocupante por lo que decidí incorporarme para estar a su altura. Era tan lindo, tan protector... pero ya habia tomado la determinación de que las razones del corazón las arreglariamos en otro monento. Apoyé mis brazos alrededor de su cuello y apoyé mi frente contra la suya para sostenerse. No queria preocuparlo pero todo salió mal, porque mi respiración era un jadeo estridente y una de mis mejillas sangraba en varias partes.
-No te preocupes... la batalla debe ser entre Akasha y yo, no podés intervenir...- sentía su calor a mi lado, mientras buscaba en mi cabeza poder organizar todo para no salir más dañada.-Por favor no intervengas... Chelsea y Jane saben que fue Aro quien declaro que para que yo me vengue por sus ataques debia castigarla, aunque no puedo matarla...
Con una ultima exalación me paré y dandole la espalda me dirigí a mi rival, pero esta vez esperando su ataque.

Su voz fue dulce, pero muy preocupante la noticia que me entregó. Sentía cada vez más ancias, pues no sabía que hacer, me sentía como un idiota enfrente de ellas, sin poder hacer nada; era sofocante aquella atmósfera que a cada momento se hacía más densa.
Necesitaba evitar que Akasha la dañara, pero ella me advirtió que no interviniera o algo peor podría pasar.
Mis nervios y la frustración corrían cada véz con más cantidad en misangre, sabía que si no me iba a algun lugar al que no pudiera ver aquella pelea brutal me dejaría llevar por el instinto y no escucharía aquella petición que tan clara y célebremente me ordenó Ness.
Decidí correr hacia la densidad para evitar que mis ojos la observaran.

Mire que el perro, laal mascota oficial de los Cullen llegaba me le quede mirando intuitivamente si el can entraba en accion seria lo mejor Akasha perderia fuerza y podria estar totalmente liberadas y podriamos conseguir nuestros propositos.
Me quede mirando a Jacob la mascota oficial intentando poder usar mi don en el y hacerlo sentir que debeb intervenir en aquella pelea si se resistia usaria mas poder poara lograr mi objetivo.

Mire a Jane de reojo ella ya se habia percatado de lo que tramaba asi que solo sonrei sin dejar de mirara al perro esperando alguna rspuesta de su parte.

El transcurso de nuestra vida nos va otorgando nuestra forma de ver aquello que nos rodea, es nuestra forma de vivirla la que finalmente la definirá. Así mismo forjamos nuestra tolerancia a ciertas cosas y aprendemos de pensar las cosas con más detenimiento, o sin él. Sin embargo ninguno es un ente que responde a ciertas reglas o comandos. Y los vampiros en especial somos aquellos que aprendemos a vivir con el corazón, y nuestros sentimientos son los que definirán nuestra forma de ser y actuar ante cualquier hecho.
Los vampiros que llevaban su eterna existencia a coste de vidas humanas, prácticamente tomando desprecio a ellos, terminarían obviamente por actuar bajo los sentimientos que demarcase su fría existencia. Pero era notorio como, aquellos que comprendíamos el valor de la vida y sentíamos un mínimo de aprecio al prójimo, nuestros sentimientos no perdían su pureza. Y que en vez de ello fortalecían aún más los lazos que nos unían a las personas que apreciamos.
Una persona que vive con el corazón es mucho más probable que siga las decisiones que este toma y. en muchas ocasiones, se sobreponga a nuestra manera de pensar y que termine reemplazándola.
Necesite de muchos años para comprender esto, aproximadamente un siglo. Aunque, más exactamente, lo había aprendido cuando aparecieron éstos sentimientos hacia Bella. Era ella por quien yo ahora podía diferenciar éstas formas de vivir y, obviamente, cuál deseaba yo.
Desde aquel entonces empecé a vivir momentos de indecisión, en los cuales no sabía que pensamiento seguir. Aunque finalmente siempre me terminaba por convencer por mis corazonadas o, dicho entre entendidos, lo que mi corazón me estaba diciendo. Y así comenzaron éstas acciones “imprudentes donde terminaba escogiendo la opción más alocada para poder sentir que ella estaba resguarda, porque mi corazón no podía aceptar inseguridad en las decisiones que sobre ella respectaba.
La seguridad de Bella había peligrado en muchas ocasiones, casi todas por mi culpa, y en todos los casos no pude concebir ninguna decisión que permitiera un mínimo de peligro para su persona. Sentía una especia de veneno que me consumía en cada latido, como si en cada uno viviera la posible muerte de Bella.
Ella ahora contaba la protección de la Inmortalidad, pero eso no era descanso alguno para mi corazón. Físicamente resultaba casi imposible herirla de muerte. Pero al estar bajo la mirada de los Vulturi, temía que ella estuviera guardando miedo a ellos en su interior. Por lo tanto en mi existencia no existía descanso alguno a mis paranoias, no con un ser con tanta mala suerte como lo era Bella. Era por esto que ahora, cuando nuestra presencia en el campo de batalla, ella no se encontraba a mi lado.
Reneesme corría peligro, eso era lo que Seth me había dicho. Al parecer se había animado a desafiar a los Vulturis, y no quería pensar en lo que ellos eran capaces de hacerle por su atrevimiento. El combate se estaba dando a lugar en Paulden, seguramente para evitar la posible muerte de gente inocente, y era allí donde yo me dirigía.
Mi corazón latía que debía ir al socorro de mi amada hija, pero también me obligaba a resguardarme de que Bella no correría peligro. Así que lo primero fue para mí evitar de que ella se enterase, cuando leí la mente de Seth fui yo sólo a hablar con él y le pedí expresamente que no le dijese nada a ella. Una vez que él se retiro de nuestra casa hice uso de todo tipo de chantajes para asegurarme de que ella me esperaría y que no se le ocurriría seguirme. Y al escuchar su promesa me sentí mucho más aliviado, al menos en eso.
Ahora me quedaba encontrar a Reneesme y poder asegurar su vida también No me interesaba la disputa que se debatiese en aquel campo de batalla, el mismo podía ser arreglado con la presencia de toda la familia y con la manada y aquelarres amigos si fueran necesarios para detener a los Vulturis. En este momento lo único que importaba era evitar que una vida se perdiese en vano, y mi prioridad era mi hija.
La ausencia de humanos en la desértica zona de Paulden me había permitido llegar hasta allí a toda velocidad, sin necesidad de utilizar un vehículo para evitar ser descubierto. Una vez allí comencé la búsqueda de Reneesme, corriendo a toda velocidad cerca de las abandonadas casas, las cuales me servirían para evitar que me viesen de lejos y a su vez poder oír sus sentimientos antes de que advirtiesen mi presencia. Sólo así podría lograr una aparición provechosa para poder resguardarla y finalmente huir de aquel lugar.

Aquella pelea no progresaba muy satisfactoriamente, Akasha llevaba un poco de ventaja, yo no resistía más saber que mi pequeña estaba siendo herida; fue entonces cuando mi ira, mi frustración y desesperación me obligaron a cambiar en la materia, mi cuerpo se dobló,puesto a que sentía dolor al convertirme, éste dolor no fue común, sucedió así porque mi subconsiente sabía que no debía intervenir, mi instinto me obligaba a no obedecer lo señalado.
En esos momentos gritaba, era más confuso que doloroso; no podía hacer nada, ni siquiera respirar, mi mente y mi consiencia luchaban en contra de lo que quería hacer mi corazón, los sentimientos y la resignación de ver a ese ser tan maravilloso caer.

Las vulturi ya sabían que sucedía, al parecer una de ellas sonreía, y la otra permanecía seria, observando cada uno de los movimientos tan cortantes y velóces de aquél escenario de tristeza, enojo, deseo, odio, enemistad, posibilidades, dolor, nerviosismo y tantas desiciones que se po´rían tomar si algo salía mal o sucedía de manera benéfica.

Mis ojos se tornaron hacia los de Ness, ella y Akasha seguían con un ritmo más lento, pero Ness necesitaba de mi ayuda, yo lo sabía, lo presentía en mi interior; y estaba a punto de abalanzarme sobre su contrincante; pero ella gritó hacia mi:-¡¡NO!!- Mi voz no tuvo fuerza, entendí instantaneamente que no debía mover ninguna pieza, no debía hacer "NADA", tendría que atacar para evitar lo insoportable. Las vulturi apenas dieron un paso cuando salí de aquella penumbra forestal, pero no sabían lo que estaba a punto de hacer. Mi mente se volvió estratégica y me ordenó ir tras de ellas. Sabía que ellas eran algo crucial para evitar algo malo, y debía ser cuidadoso porque eran uy pelgrosas y letales, así que me acerqué cautelosamente a ellas, demasiadamente cerca como para que en unos segundos mi mandíbula pudiera desgarrar a una de ellas, pero sólo trataba de hacer que se fueran de esa área que se volvía de guerra titánica.
Nadie que haya presenciado esos instantes en que mi niña y Akasha se agredían con gran rudeza, olvidaría qué tan feróz eran en batalla y cómo se mostraba el odido de una hacia la otra en cada miembro que ágilmente deslizaban para hacer daño a quién estaba frente a ellas.

Los ojos de Akasha estaban clavados en mi con una determinación que gritaba una sentencia de muerte, pero mi mente se preocupaba más en esos instantes por la vibra de impotencia que se hallaba a mis espaldas. Jake.. aguanta, si intervienes todo se irá al diablo, pero su respiración se iba volviendo más agitada al tiempo que corria lejos de nuestra posición. Mis ojos revolotearon hacia él con el dolor grabado en ellos, pero no podia hacer nada para mantenerlo a mi lado, debia concentrarme en la batalla, en la lucha que ya habia comenzando y no terminaría hasta que alguien cayera.
-Te haré pagar todo lo que hiciste, no importa como o el precio que deba pagar con mi cuerpo para lograrlo, pero ten presente que es una promesa.- tragué saliva al tiempo que todo mi cuerpo se tensaba y la adrenalina aumentaba con cada latido. El lugar parecia, por el momento, inmutable a nuestra batalla, ya que la aridez y la soledad continuaban reinando de forma indiscutible. Respiré aquel aire mezclado en arena y cal, pero este parecia quemarme las fosas nasales e ir hiriendome por donde pasaba hasta llegar a mis pulmones. Era extremadamente doloroso como corria por mi cuerpo y como chocaba con brutalidad en mis heridas, de las cuales descendían hilos de sangre que iban cubriendo el suelo en manchas brillantes sobre la polvareda. Ya quiero que esto termine… no soporto este maldito clima…
El tiempo parecia más lento, la brisa más presente, y las ansias de las tres vampiras por que la sangre derramaba sea mayor iba aumentando. Cerré mi puño y lo llevé hacia atrás para atacar, pero toda mi mente se bloqueó cuando un grito desgarró aquella tranquilidad con una ferocidad prominente de un hombre consumido por el enojo. Desde ese momento todo parecia ocurrir en camara lenta, incluso para un vampiro que veia todo desde una mejor perspectiva que cualquier criatura, pero era tanto la inseguridad mezclada con los nervios, la venganza y el dolor que parecia que durante cada movimiento ocurrian millones de cosas que fluían a cada instante y a través de gestos, miradas y movimientos. Volteé hacia donde el contexto parecia tener mi corazón, ya que habia dejado de acompañarme cuando mis ojos vieron la imagen de un enorme lobo que corria con la furia impregnada en cada pelo de su manto chocolate, y que en ese mismo instante dio un gran salto entre mi y mi contricante.
-¡No!-mi grito fue cortando y cargado de la ultima bocanada de aire que habia en mis pulmones. Jadeando y con mi mirada clavada en sus movimientos, sentia como mi cuerpo se iba aflojando, hasta que lo vi cambiar nuevamente de posición y sus grandes músculos tomaron un nuevo rumbo: dos figuras completamente inmóviles que se hallaban a mis espaldas.
¿Qué deberia hacer en esos momentos? ¿Debia interponerme y hacer desistir a Jacob de cualquier intervención o preocuparme porque al distraerme Akasha podria atacarme fácilmente? Mi mente era un desorden, una gran falta en mi contra en una situación tan violenta y decidida. Suspiré, ya que no sabia como habia tomado esa determinación. Me balanceé durante una milesima con las rodillas flexionadas y salté en diagonal hacia donde calculé que caería el ataque de mi aliado. Cai justo antes que sus patas tocaran la tierra y apoyé ambas manos sobre su cara, dandole la espalda a ambas vampiras, causa de los escalofrios que recorrian mi cuerpo.
-No lo hagas, en verdad, ellas no pueden moverse por el poder de Akasha asi que no interferirán, esta lucha será solo entre nosotras…. Jake por uan vez confia en mi, no soy una niña y puedo cuidarme