Dulces bienvenidas...

EL viaje en avión había sido largo, tedioso y muy cansador. Ya no veía la hora de llegar al hotel y darme un buen baño caliente de bienvenida. A pesar del agotamiento, no pude evitar admirar el pueblo que iba a recibirme durante mi estadía. Las personas caminaban lento por las calles húmedas, todo estaba repleto de humedad, No había rastros de rayos de sol, ni tampoco de vientos tibios sino todo lo contrario. Parecía ser frío y misterioso. Iban a ser las vacaciones en las que haya estado más alejada de mi querida madre, me había prometido a mi misma, no extrañarla. Ella se debía su tiempo de compras sin restricciones o criticas constructivas. Anna, era una persona excepcional, ella había echo la mujer que ahora soy. Suspiré ante los recuerdos, cuando la voz del conductor del taxi, me indicó que habíamos llegado al destino previsto, el Hotel Peumayen. -Gracias...-le pagué al hombre con amabilidad, tomé mi bolso de rasó y descendí del vehículo. Una fuerte brisa fresca golpeo mi cara, al momento que una figura desconocida se posaba aun costado y abría la puerta del automóvil con educación, pero al parecer, no formaba parte del equipo de confort de ese hotel, seguramente precisaba del coche en el que me encontraba...

Decidi despejarme e un poco de algunas cosas asi que decidi ir a E.U como no lo conocia muy bien que digamos me perdi y no tenia idea de donde estaba, encontre un lindo hotel y decidi hospedarme ahi mientras, era tan tentativo ver tantos humanos pero sabia que devia respetar mi dieta. Lo bueno de aqui esque no es soleado me dije para mi misma iva a preguntar si este hotel era bueno asi que me acerque a un taxi donde ahi se encontraba saliendo una chica, seguramente ella sabra algo de aqui pense para mi misma. La observe fijamente y le dedique una sonrisa... estaba perdida asi que no me iva a poner a peleear con ella o algo por el estilo lo que necesitaba era informacion.
-Hola, ammm disculpa eres de aqui?-

Que delicioso perfume, me dije a mi misma, levanté la vista en busca de su dueño y una figura impactante estaba a solo unos pasos de mi. Una bella y alta mujer. De un rubio diferente al mio y con un vestuario combinado, no denotaba ser simple y práctica como las personas del hermoso pueblo. Sus ojos, parecían ser de una amarillo intenso, únicos, jamás había visto al alguien con ese color ámbar en su mirada; casi me había olvidado de responder cuando, tomando un mínimo impulso salí del taxi con delicadeza propia de una dama, quedando a su altura. -Lo siento, acabo de llegar...¿Usted también es nueva aquí?...-Fui lo más cordial posible. No quería parecer un turista chismosa o una niñita maleducada. Quería mostrarme como lo que era, una mujer madura, capaz de relacionarse con personas sin casi dificultades en la comunicación. Ese iba a ser mi primer reto... Suspiré y con una sonrisa leve, me corrí un paso hacia adelante, ya que si necesitaba el taxi era libre de subirse a él sin que yo entorpeciese su elegante y silencioso paso.

La chica humana actuaba de una forma muy elegante, era linda, se veia agradable y como de mi estatura me respondio que ella tampoco era de aqui y luego se hizo a un lado como para cederme el paso al taxi.
- Si tambien soy nueva aqui y no tengo idea del lugar donde me encuentro, jaja ironico no?- le dije con una sonrisa ya que al parecer esta chica me estaba agradando mas rapido de lo que habia esperado.
-No necesariamente me tienes que hablar de usted si quieres hablame de tu, por cierto mi nombre es Angelina Keller, encantada - le dije estirando mi mano...

Estaba llegando al hotel en donde me hospedaba, después de haber estado toda la tarde paseando por los alrededores de Forks.
Cuando me encontré frente a la puerta del gran establecimiento, llego a mi un aroma no muy común. Voltee y descubrí a dos mujeres hablando. Las dos eran hermosas, pero una de ellas me llamo la atención, sus ojos ámbar y su olor, ademas de la perfección en todos sus rasgos, demostraba que era una vampiresa vegetariana.
Disculpen, pero no puede evitar oírlas. ¿Son nuevas aquí...?, entonces somos tres. - dije sonriendo.
Dmitry Záitsev, encantado de conocerlas. - dije mientras le extendía la mano a cada una.

Reí junto con ella ante su súbito comentario de no saber donde se encotraba exactamente ya que, me encontraba en la misma situación extrambolica. -Un gusto Agellina, tienes un muy hermoso nombre...-Mi sonrisa seguía presente mientras tomé con pacienca su mano, estrechándola con la fuerza suficiente, pero... estaba helada, su piel era suave y estremadamente tersa pero muy fría...me asusté, tal vez tenía fiebre o alguna enferemedad incubada -¿Te sientes bien? Estás, muy... fría. Puedo brindarte toda la ayuda que necesites si es así...No dudes de mí, solo que...-Miré a mi alrededor y mis maletas seguía alli, petrificadas a mi lado. ¿Como podría invitar a alguien a mi nuevo hogar si aún no me había instalado yo?. Dude porque eso sería ser descortés aunque la invitaría igual si lo necesitaba, ella era muy amable y por supuesto una mujer con clase y educación, no había motivo para dudar. Sin previo aviso, un perfecto modelo de revista se acercó a nuestra pequeña y agradable reunión de nuevas amigas. Su voz era increíble, me quedé atontada ante su belleza. Reacciona...me dije a mi misma muy bajito, como susurrando hasta en mis pensamientos y mis mejillas se colorearon ante esa aparición. -Mucho gusto señor...Zai..-Oh dios! ¡Trágame tierra!, jamás me había sucedido algo así, era muy complicada la pronunciación y ya que mi ioima natal era el francés se me hacía más dificil que a los demás. -Dimitry...- Grité un 'lo siento' con mi mirada avergonzada; con todo esto, no quería seguir siendo maleducada ante mi torpeza, -Sepan disculparme...- pedí inocentemente pero con un toque de ruego -El primero es para el señor Dmitry y el segundo para ambos por no haberme presentado. Mi nombre es Mina Dupont, acabo de llegar desde Francia, mi país natal...¿Ustedes de dónde provienen?-Les sonreía a las dos figuras modelos que había insultado sin haberlo deseado, con frescura y vergüenza.

La chica empezo a reir junto conmigo, a decir verdad era muy agradable, cuando estrecho mi mano noto que estaba fria, por un momento se me habia olvidado ese pequeño detalle, no la conocia demasiado como contarle realmente sobre el por que estaba tan helada asi que seguramente por el momento inventaria algo sobre el clima o asi. Aunque empezaba a suponer que llegariamos a ser muy buenas amigas...
-Oh no te preocupes me encuentro muy bien gracias por preocuparte, yo creo que ha de ser el clima o algo asi jeje- le dije sonriendole . De repente aparecio un chico, parecia modelo, tenia algo particular, eran sus ojos ambar lo mas seguro esque fuera un vampiro y siguiera la misma dieta que yo. La chica trato de pronunciar su apellido y no pudo en ese momento pense: seguramente me hubiera pasado lo mismo. Sonrei ante ese pensamiento. De pornto supe que la chica se llamaba Mina a decir verdad sonaba muy bonito, decidi responder su comentario.
-Mina tu nombre tambien es muy bonio y el tuyo especial aunque tambien algo dificil de pronunciar Dmitry, asi que disculpame si me equivoco jeje-
-Bueno yo soy de Australia pero la mayoria del tiempo me criaron en España y tu Dmitry?..-

Reí cuando Mina se disculpo.-No hay problema, se que es complicado para la gente pronunciar mi nombre.- en el momento en el que dije eso vino a mi mente el recuerdo de un amigo de la infancia, -¿Como me llamaba...? ¿Dim? ¿Dimi? ¿Doom..? ¡Si! Eso mismo, Doom.
Si les parece mas cómodo, pueden llamarme Doom.- dije aun pensando si era o no así como me llamaban.
Concuerdo con Angelina, es lindo tu nombre Mina. - dije sonriendo le.
Yo provengo de Rusia, pero estaba cansado de vivir ahí, por lo que, gracias a un amigo, llegue a Forks y bueno... me gusto. En este momento me estoy hospedando en el hotel Peumayen.

Lo raro de nuestro encuentro fue, que eramos tres perfectos extraños conversando de forma tal como si estuviesemos en medio de una hermosa tarde con sol, sentados alrededor de una mesa con varias tazas de té. Y, jamás me había sentido tan cómoda que estando con ellos dos. Angellina era increible, no solo su belleza sino tambien su personalidad. Un extraña onda magnetica me atraía sin creces hacia los dos. Aunque el confiarme demasiado de las personas me había traido muchos problemas en el pasado, era así mi naturaleza y no tenía intención alguna de cambiar mi modo de ser. Sí, los riesgos de tropezarme con la misma piedra otra vez eran muy altos, pero no exitsía, o tal vez, no conocía motivo para evitar ser lo que soy. 'Mina, sonríe si eres hermosa...' halagaba mi madre cuando niña, siempre que me avergonazava por mi comportamiento muy diferente al de las demás niñas. Un suspiro resegado y memorioso escapó y ocultandolo en mi interior le respondí a su halagador comentario sobre mi nombre con mi más sincera sonrsa. -¿Australia? ¡Que maravilla! Yo jamás he ido por esos lados, apuesto a que debe ser hermoso...-No podía ocultar mi entusiasmo, mis ojos celestes lo demostraban. Los sentía fuertes, brillantes, como si estuviesen aún más grandes. Realmente era maravilloso. Luego dirigí mi vista a Dimitry. Era alto, y tenía una forma caracteristica de pararse. Erguido, importante. Demostraba su precensia, debía ser una persona muy segura de si misma... Él hablaba con tranquilidad y yo, quería convertirme en luz y desaparecer por lo avergonzada. -Doom...-pronuncié su nombre para ver como sonaba. -¿Está seguro?...-Arrugué la nariz, no convinaba con su belleza. Y de pronto, una sonrisa se pintó en su cara halgando también mi nombre. -Oh...Gracias...- Mis mejillas deltoras, tomaron su habitual tinte rosado y proseguí. -¿Rusia?! Jamás creí que me iba a encontrar con personas de tan lejos. Confieso, que me alegra haber conocido a un futuro vecino Dmitry. Aunque, eso solo sucederá cuando logre instalar mis maletas en la habitación...- Pequeña ironía. Debía pedir ayuda...Era entrometido a más no poder perdirle a él ayuda así que, simplemete me dirigiría a algún miembro del confort del hotel.

Cuando Dmitry o mejor dicho Doom dijo donde nos encontrabamos me aliviane un poco ya que bueno hace unos instantes no tenia ni idea de donde me encontraba aunque a decir verdad nunca habia conocido a cerca de Forks. Aunque bueno siempre algo de informacion ayudaba.
No se por que pero me sentia demasiado comoda con ellos dos.
-Si Australia es muy bonito, pero bueno ni que hablar Rusia y Francia han de ser bastante bonitos.-dije sonriendo mientras me dirijia a los dos. Mina dijo un comentario referente al hotel, y ahora que lo pensaba era mejor hospedarme mientras conocia este lugar, ademas ahi contaba con dos personas conocidas bastante agradables.
-Ahora que lo pienso creo que no seria mala idea hospedarme aqui, mientras conosco este lugar, ademas ustedes resultan muy agradables- Dije con una sonrisa. Observe que Mina tenia varias maletas, creo que un poco mas del equipaje que yo traia y ahora que me acordaba lo habia dejado en una esquina cercana, mire de reojo y por suerte seguia ahi.
-Mina quieres que te ayude? No es ninguna molestia, encerio.-

Lamento decepcionarte, pero Rusia no es mas lindo que Forks. Su gente es demasiado...'mente cerrada' y eso lo hace algo pesado.- dije poniendo los ojos en blanco.
Luego de unos comentarios, Angelina le ofreció ayuda.-Se supone que soy yo el caballero... debería haberme dado cuenta de que necesitaba ayuda. Tonto.- pensaba para mi mismo.
Note que la vampiresa miraba miraba sobre su hombro hacia la esquina mas cercana. Habían unas maletas y bolsos que supuse eso era de ella.
¿Aquello es tuyo? ¿Te molestaría que lo traiga?- dije sonriendo.

-Tener una mente cerrada es pesimo- dije con el comenario de Doom sobre Rusia, seguia observando mi equipaje, al aprecer Dmitry observo eso y ofrecio su ayuda.
-Oh si es mio, no es ninguna molestia jeje al contrario... gracias- le dije un poco apenada y sonriendo...

Caminaba con mi piloto blanco que me cubria casi toda y una boina escosesa en tonos de grises por las calles de Forks. El dia era uno típico de alli: frio, nublado y húmedo; algo que en realidad me desagradaba bastante pero soportaba pro todos mis años viviendo alli. Los vecinos del lugar caminaban lentamente en pequeños grupos, y mis ojos volaban directamente hacia ellos buscando algo que pudiera considerarse sospechoso o inquietante, pero solo eran humanos en un dia más.
Es tan estupido hacer esto, antes solo eran guardias de control..pero ahora que Forks parece punto de urbanización para vampiros carnivoros y vegetarianso con problemas de dieta... tenemso que salir todos los dias para ir registrando quienes llegan y como se relacionan.- suspiré al tiempo que al levantar la mirada hacia la vereda del frente confirmaba mi ultimo pensamiento. Una chica de extravagantes ropas y rasgos hablaba con una mujer bastante oven pero de piel pálida y ojos ambar; a su lado, un musculoso y grande hombre de cabello rubio hablaba con amabilidad con aquellas chicas. ¿Otra vegetariana más? Sus cabellos claros cubrian su espalda en cascadas de brillo y lacio, recordándome en cierta manera a mi tia Rosalie con su imponente belleza.
Sin meditarlo mucho más esperé que un auto que cruzaba terminara su recorrido y crucé la estrecha calle casi corriendo mientras formulaba rapidamente un plan para aquella "intervencion casual". Confiaba casi plenamente en Dmitri aunque no lo conocia, pero aquella otra mujer estaba demasiado cerca de una humana que jamas habia visto, y por el lugar donde charlaban era una turista, y tampoco conocia su historia o su dieta estrictamente.
-¡Dmi!-grité como niña al tiempo que saltando tomaba al chico por los hombros y me colgaba de él. Le di un beso en la mejilla al tiempo que le lanzaba una mirada cómplice y volvia la vista hacia sus acompañantes-¿Todo bien? llevaba rato buscando algo que hacer..¿Que estabas haciendo?

Recorrí con gran velocidad (pero no sobrehumana) la ancha vereda hasta llegar a la esquina donde se encontraban los bolsos y maletas de Angelina. Tome sin ningún esfuerzo los paquetes que para un humano, podrían haber sido algo molestos. Retorné al lugar de encuentro y sin soltar las maletas me quede parado observando a las muchachas allí presente.
De pronto sentí un aroma conocido. Ese aroma estaba presente el día de los problemas en la mansión Cullen. Nessie.- dibuje una sonrisa.
Me voltee y sentí como la dueña de ese aroma se abalanzaba sobre mi cuerpo. Su calor me sorprendió. No había pensado en eso.
¡Nessie!, ¿Todo bien?.- dije sonriendo.- No esperaba verte por acá.
Voltee nuevamente y comprobé que ambas mujeres seguían allí.
Angelina, Mina, ella es Renesmee Cullen. Nessie, ellas son Angelina Keller y Mina Dupont.

Dmitry fue amablemente con mis maletas y yo me quede hablando con Mina que me caia muy bien, luego voltee a ver a Dmitry y vi que una chica, seguramente humana se abalanzaba sobre el ...¿que era de el? me preguntaba con curiosidad, nos volteeo a ver a mi y a mi Mina, Dmitry se acerco nos la presento, decidi responder con amabilidad.
-Encantada Renesmee, yo soy como ya habia dicho Dmitry ,Angelina encantada- dije extendiendo mi mano..

En su rostro se dibujó una sonrisa que me demostró o que no le habia incomodado en lo absoluto mi forma de llegar o que comprendió a la perfección mi plan de observación. Sea como sea demostró su amabilidad y cortesia al presentarnos con aquellas jóvenes mujeres. Me bajé de él y me puse a su altura, inclinándome hacia ellas de forma formal y usando una voz amable.
-Como él ay dijo, Renesmee Cullen, residente permanente del pueblo de Forks. Mucho gusto a ambas- volvi a erguirme y dirigí una mirada al chico que llevaba en sus manso unas maletas. No me respondiste si todo marchaba bien, tonto- Todo bien, solo paseaba pro el lugar y me aseguraba que todo este en tranquilo, ordenes de la familia- le guiñé un ojo, ya que aunque podia referime a mi abuelo policial no era eso a lo que iba mi indirecta.- Asi que.. ¿quien se nso une a los 220000 habiatntes?

Escuché sus palabras con atención, las de ambos. Tenían visiones diferentes, pero, como siempre uno prefiere el exterior a su lugar natal. Lo mejor, lo de afuera...A veces coincidía con ese pensamiento, pero, no siempre era cierta. -Gracias...- Respondía cuando Angelina me ofreció su ayuda. Y le entregué un bolso de mano que tenía muy poca carga, apenas pesaba. Al momento que nuestro amigo Doom iba por el equipaje de Angelina el viento freso recorrío cada centímetro de mi cuerpo, parecía filtrarse a través de la fina tela que vestía. Debí haberme abrigado más... Observé y al cielo aún lo cubría nubes oscuras, estaba nublado y el aire era húmedo, los pocos automóviles que pasaban por la acera parecía levantar agua a su paso. Tomé las maletas y mi bolso de mano. El peso era relativo, no estaba incomoda, a parte eran solo unos cuantos pasos a las habitaciones. Tomé una gran bocanada de aire que hinchó mis pulmones decididamente...permitiendo el paso de esa humedad como si mi traquea fuese un tobogán y de pronto una preciosa chica saltó a los hombros de Dmitry luego de que este tragese el equipaje de Angelina. El hombre nos presentó muy cordialmente. Pero yo ya no tenía fuerzas y el frío comenzaba a calar mis huesos, por lo que me quedé simplemete observando su belleza pura. Quieta, evitando que mis manos comenzacen a temblar. Aunque eso no era todo y un nuevo problema surgió, el idioma...Nessie, así la había llamad él. Me iba a resultar mucho más facil que pronunciar su nombre completo por lo que la saludé con una sonrisa a su comentario. -Nessie, creo que hoy es tu día de suerte si es que andas recolectando nuevos habitantes...- Mi sonrisa cálida era lo único con esa temperatura que quedaba de mí. Me rodeaban personas completamene hermosas por un segundo mi autoestima cayó al piso dándose un fuerte golpe, la sentía congelada. -Me encantaría invitarlos a tomar el té o lo que prefieran..Pero, primero debo registrarme, si me disculpan, regreso en unos instantes...- Moria... de frío. Hice un esfuerzo inhumano para no tartamudear. Me encaminé a la enorme bienvenida de sencilla pero exquisita decoración rústica. -Muy buena combinación...-dije bajito mientras observaban maravillada. Mi pasión eran los edificios.

Le sonrei a Mina cuando dijo que la espraramos unos instantes, la chica me caia bien, se habia alejado un poco y ahora que lo pensaba no seria mala idea estar alojada en este hotel un tiempo, a conocer Forks.
Me quede pensando eso unos segundos y luego volvi mi mirada hacia Doom y Nessie y trate de hacer conversacion.
-Y ustedes cuanto hace que se conocen?- les dije en un tono amable y con algo de curiosidad, mientras esperaba a que volviera Mina para preguntarle donde podia registrarme ya que viendo de roejo no encontraba la recepcion.

La chica de platinado cabello medianamente corto que aun no habia hablado me saludó con una sonrisa y luego pude observar como nos miraba a los tres con unos ojos curiosos y un deje de melancolía.
No es tristeza, es como nos ven todos los humanos a los vampiros... como estatuas perfectas y bellas
Me alejé un poco de Dmitri porque mi calor se dispersaba al chocar con su temperatura característicamente helada, y además, queria dejar de molestarlo ahora que habia conseguido meterme en el pequeño grupo para mirar sin haber tenido que inventar algo. La humana temblaba levemente y podia notar en su piel desnuda pequeñas imperfecciones que sufrian los cuerpos mortales con el frio.
-Adelante, y disculpa por retrasarte-murmuré cuando se iba hacia el interior del hotel. Luego me volteé y dirigí mi mirada hacia los que quedaban, dos vampiros vegetarianos poseedores de una sonrisa y un timbre de voz tan amables que nadie diria que tipo de criaturas eran. Intenté pensar con claridad y detenimiento lo que iba a responderle, ya que si confiaba en mi me iba a contar sus planes, pero tampoco la veia muy rehusa a colaborar si el hacia alguna que otra pregunta, por lo que dije la verdad-Un par de dias.. creo que semana y media o algo asi, Dmitri se nos unió temporalmente a Forks por lo que tuvimos que... enseñarle nuestras reglas y ciertos tratados. Algo que si vas a quedarte por aqui, no puedes pasarte por alto
Siempre con simpatia pero firmeza y autoridad, terminé mi oración fijando mis ojos en ella peor revisando que ningun humano o la chica que habia entrado a la recepción nos escuchara.

Me quede un poco confundida ante sus comentarios ¿reglas? ¿tratados? simplemente no entendia.
-Disculpa pero a que te refieres con eso?- dije con una pequeña sonrisa pero con curiosidad y confusion..

¿No es conveniente hablar de este tipo de cosas en un lugar mas privado?.- dije observando el entorno.
Angelina tenia una pequeña sonrisa dibujada en la cara y las cejas inclinadas levemente hacia arriba.
Nessie, por otro lado, tenia un gesto severo y formal. Resultaba algo gracioso que una mujer tan pequeña posea una mirada tan penetrante.

-Creo que no deberia ponerme a explicarte este tipo de cosas que excepto que seas una neofita es por demás de obvia, ningun aquelarre funciona sin reglas- a continuación, escuché el comentario de Dmitri y observando delicadamente a mi alrededor, asentí.-Creo que tienes razón, aunque no hay nadie ahora...
Además seguramente vendrá Mina pronto y nadie tiene tanta suerte. El viento soplaba helado y aunque llevaba abrigo no pude evitar que un escalofrio me recorriera el cuerpo. Miré a Angelina y al chico que parecian inmutables no solo al clima si no tambien a fingir un poco ante los humanos. Suspiré, creyendo que seguramente deberia encargarme de ese consejo, pero solo solté:
-Por favor, me gustaria qu enos encontremos un dia a charlar, lo más pronto posible y si es esta misma noche podriamos hacerlo en mi casa.

Al parecer debia saber mucho mas cosas de las que yo pensaba y no me vendria mal tener algo mas de informacion...
-Umm de acuerdo Nessie, tu casa queda cerca de aqui?- le dije con curiosidad...

Un agradable hombrecillo me recibió a la entrada del rústico hotel y luego de un saludo cordial tomó mi equipaje. Sus palabras exactas fueron: 'la estábamos esperando', le dediqué mi más respetuosa sonrisa y le pedí que me indicara donde se encontrase la recepción. El hombre me guió por unos pasillos a paso lento, más lento que el mío mientras me hablaba sobre el clima de Forks, no podía hacer otra cosa más que escuchar atenta, y observar cada detalle con disimulo silencioso. Un aroma amaderado impregnaba el ambiente, pero no era artificial, parecía ser natural, propio del lugar como si todo lo que me rodease tuviese ese olor a bosque, a cabaña. Me hospedé muy facilmente, antes de haber puesto un pie en Forks yo ya había echo reservaciones en el hotel, solo tenía que registrarme; por lo que fue sumamente rápido, y ellos se encargarían completamente de todas mis pertenencias. Tomé mi abrigo de una de mis maletas, lo coloqué sobre mis hombros sin las mangas y dirigí mi vista al exterior ya que se podía ver a través del grueso vidrio. El grupo seguía con una conversación agitada y no me pareció correcto intervenir en tan poco tiempo. Por lo que prefería dar una vuelta por el reducido espacio de la planta baja, investigando mi 'nuevo hogar'; mi cabello se había alborotado un poco, por lo que pasé mis dedos armando de memoria mis ondas sobre la gran capucha del abrigo, mientras me dirigía a lo que parecía el restaurante de día y el bar de noche. La combinación de los dos ambientes en un solo espacio físico encajaba a la perfección. Debo conocer al arquitecto de esta obra... pensé, no era antigua, era bastante nueva y de muy buen gusto. Con un suspiró y un giro precipitado, me decidí a volver junto con las demás personas. atrapé mi torso con los brazos al acercarme a la puerta mientras toda esa iluminación amarillenta se iba transformando en el gris del exterior, también la temperatura descendía y bajó mis pies, el sonido de mis zapatos cambiaba. Estaba en donde ' los había dejado', me acerqué con sigilo. Sus semblantes eran extraños; la niña que se había acercado ultima con su andar divertido y su voz dulce, ahora estaba bien firme en el suelo y con expresión dura miraba a Angellina, esta se encontraba de espaldas y Dmitry parecía sorprenderse de las otras dos. -He vuelto...-anuncié con mis brazos aun atrapando mi pecho y los tres a la vez me vieron. Hubiera jurado que tan solo por unos segundos, el miedo me atacó, gritándome en silencio que corra...aunque eso no era lo que realmente quería o haría.

Esperaba la respuesta de la chica pero de pronto volvio Mina, ya no me sentia tan fuera de lugar ya que bueno se veia que Nessie y Dmitry se conocian desde hace un tiempo..
-Que bien que hayas vuelto, todo bien por alla?- dije sonriendole y refiriendome a lo de su alojamiento en el hotel.