Confesiones antes del enfrentamiento (Mediodia, Jake)

//Continuacion de "Contraataque, Bella libre"

Decidí alejarme de alli luego de negarme a creer que en las viles mentiras de Alices y mi madre, que por más que se esforzaban en sobreprotegerme sabia muy bien que solo eran mentiras. Escuché unos murmullos a mis espaldas mientras los pasos de un gran hombre comenzaron a seguirme, primero tranquilamente y luego acelerándose de forma constante hasta que casi me alcanzaba. Podia rozar su piel con la mia, mi brazo, y mis pensamientos.
Su contacto, su cercania, todo lo que lo representaba me hacia subir la sangre a mis mejillas, porque con él florecia mi lado más romantico, más infantil. Frené cuando decidió tomarme con su gran mano dorada y mirarme a los ojos d euna manera que mis pies ya no pudieron moverse y mi respiración se ajitó por un instante.
-Lo siento- pronuncié casi imperceptiblemente bajando la mirada- No me gusta que me mientan, prefiero encargarme de algo hasta que decidan ser sinceras
Sus ojos penetrantes, su corazón latiendo tan cerca del mio, todo removia un lado mio que jamás habia experimentado. Mi lado de niña se veia opacada por un sentimiento fuerte e imponente, y aunque no comprendia que era lo que significaba me permité acercrme a él y rodear con mi pequeño brazo su espalda, pegando mi cuerpo al suyo, sintiendo su pecho contra el mio. Y en ese momento, mientars observaba sus labios por enciam de mi cabeza descubrí que lo que sentía hacia él era el puro deseo de tenerlo a mi lado.

Me decidí a no esquivar sus pensamientos. -Sabes que si las cosas no son buenas prefieren ocultarlas.- Dije mientras la tomaba por los brazos. -Es mejor esperar a que estén listas para decirnos la verdad.- Pura fue la intención que en sus ojos se reflejaba, fue tal infantileza que mi reacción fue recargar mi frente en la suya, besé su frente con ternura mientras mis brazos se convirtieron en una prision a su alrededor.

Me alejé lento de su frente, abriendo los ojos para observar los suyos, mis manos se abrieron paso hasta las suyas para enredarse entre sí. -Dime, ¿quieres que hagamos algo para que te dicipes?- me sentí extraño por un momento, empezaba a ser latente aquella necesidad de ser más sutil y atento con ella.

Por sólo tenerle una satisfacción la abrecé y acerqué a mi pecho, escuchaba orgulloso su corazón. -¿Quieres que te acompañe a ver a los vampiros?- Intuí que eso sería algo que ella querría hacer para ganar distancia con los Vulturi, aunque la inquietud brotaba con fuerza desde mi pecho, que exaltaba esa perturbación de la duda. -Debes estar tranquila Ness, estaré contigo en todo momento, eso te debe hacer sentir feliz.- Incliné mi rpstro a la altura del suyo para descubrir una vez más el brillo particular de sus hermosos ojos y respirar de cerca ese aroma dulzón que tanto me encantaba. Una sonrisa fue capricho mío, mis labios se curbaron para dejar entrever mi satisfacción al estar a su lado.

Al principio solo apreció querer justificar al mentira de mi familia por las inseguridades que podian tener, mientras a diferencia mia, me sostenia alejada y solo manteniendo un leve contacto. Aun me trataba como una niña, por más que ahora él mismo habia decidio que seamos pareja, sus actitudes decian que parecia verme solo como a alguien que proteger. Busqué su mirada cuando se separó aun mas d emi y noté que sincera preocupación por distraer mis pensamientos, pero aun asi, solo queria que se calle y se de cuenta que solo el hecho de estar juntos me traia paz y alegria. Escuché hasta el final su propuesta y no pude evitar soltar una risa con su último comentario.
-Por supuesto que me hace feliz Jake, tenerte a mi lado es más que suficiente para recordar que siempre hay esperanzas...- tomé sus manos y las acerqué a mi boca para besalas con delicadeza- Pero lo de los vampiros lo haré sola más tarde... seria problemático que se sientan amenazados por la presencia de un lobo
Sonrei sin casi razon por la broma y volvi a mi ensueño al observar sus ojos, tomando su rostro con mis pequñas manos y acercándolo hasta mi altura para rozar su mejilla con mis labios. De pronto la curiosidad y al duda me invadieron en una mezcla que me hizo habalr sin siquiera entender bien que queria saber:
-Jake, realmente, ¿qué es lo que sientes por mi...? ¿Aun me vez solo como una...niña?

Me atacó inesperadamente por donde menos pensé, su jugada fue directa y tajante, no me sorprendió su espontaneidad, sino su pregunta.
-Ness..- Tomé profundamente un respiro, lancé mis manos a las suyas, miré con seriedad y cariño dentro de sus ojos intentando encontrar una sonrisa en ellos que respondiera ala mía. -...sabes que la pregunta puede ofender, bajo la imprimasión que tengo contigo hay muchas cosas que me ligan a tí inmensa, infinita y gustosamente, lo que siento hacia tí es algo indescriptible, no logro definirlo más allá de una necesidad, un gusto, un placer, una comodidad, una alegría, nuestra felicidad, una sensación de inconformidad ante un sólo beso o abrazo que recibo a cada segundo de tí...- Besé sus labios dulcemente, sentía el calor emanando de sus dudas, sentía cada vez más cerca la felicidad de su inocencia. -...de tí he recibido más de lo que cualquiera puede darme en toda la eternidad, contigo soy un hombre lleno, a tu lado me siento...- Mi voz se apagaba entre el querer amable que le tenía y un tierno beso que se sofocaba entre sus dulces labios curvados una vez más.

Me aparté abrazándole una vez más, pegando su frágil cuerpo a mi pecho, con intenso amor buscando acurrucar su rostro angelical.
-Debo aceptar que aunque para mí siempre tengas esa imágen de una niña, ya eres más que una dama, incluso estoy de acuerdo en que suelo ser muy sobreprotector y exagerado contigo, pero eso lo hago más por instinto, por el miedo que me invade ante esa perspectiva que Bella y yo tenemos acerca del peligro que vives a diario.-

Pasé mi mano por entre su nuca y sus cabellos caoba. La inmensidad del lugar no me hacía ´lograr mentir, fui sincero, hablaba con ella como lo que éramos, una pareja. -Mi niña debe crecer, y ahora sé que no me puedo oponer entre tú y el mundo, sólote pido que no te dejes llevar por la mente, a menudo el corazón es lo que mueve los mundos...- Declaré entre bromas justo al colocar su mano en mi pecho, para que pudiera sentir, oír y oler que tengo un corazón que rige sobre todo lo que hago, y que gracias a ello soy capaz de estar a su lado.

Tan solo concluir con mi curisa pregunta, él se vio invadido por una oleada de shock, ya que mi espontaneidad lo habia agarrado con la guardia baja, pero de todas formas, no tardó en volver a acercarme a su cuerpo y sin despejar sus ojos de los mios pronunciar sus sentimiento en dulces palabras. Me estremeci con cada descripcion de lo que ocurria en su interior cada vez que nos veiamos, que nuestras presencias se juntaban, cada vez que nuestras pieles entraban en contacto. Mientras mis ojos lo miraba empalagándose, sus labios se acercaron a los mios y se unieron en un tierno beso que ardió en ambos todo el cariño que nos invadia, sus palabras chocaban contra mi rostro con suavidad y tibieza, removiendo en mi interior todas las mariposas que solo él creaba. Sus labios se alejaron de mi, al igual que su rostro, y en cambio, me tomó por la cintura con delicadeza y me acunó contra su cuerpo de forma protectora. Yo no hablaba, solo me dejaba llenar por su forma de comportarse y los pensamientos que me invadian con cada gesto, pero cuando pareció finalmente acomodarse a mi alrededor, sus palabras llamaron mi atención y busqué su miraba mientras mis manos se posaban con suavidad en sus brazos.
- Lo se, conmigo debe ser muy dificl lo referido al crecimiento, la edad.. pero en verdad soy feliz de tener a alguien a mi lado que pueda comprender todo esto, o al menos que lo intente porque desea permanecer conmigo- rocé su mejilla con mis dedos como un juego y luego besé su pecho, que era lo más cercano a mi rostro.- Pero también me alegra que entiendas que no soy una niña normal, que en lo que a mi respecta no soy una niña, lo que hago, lo que pienso, lo que decido, lo que quiero, lo que siento... ya nada le pertenece a una niña.
En esta oportunidad me pusé en puntas de pie y besé su mejilla mientras lo tomaba de la nuca para sostenerme, con gracia y delizadeza. Sentia su calor quemando mis manos, y mi cuerpo al borde del descontrol con un pequeño temblo que me provocaba la cercania con él.
-No importa lo que pase, estoy preparada para luchar con quien decida intervenir en nuestra felicidad, voy a luchar como cualquier otro de la familia para mantenernos en paz, no quiero que sigas temiendo, yo soy tu compañera, no voy a luchar detrás suyo, sino, a tu lado- le dediqué una sonrisa tarqnuila y sincera, acariciaba sus brazos para que mis palabras fueran provocando efecto poco a poco y no lo tomen por sorpresa. Volvi mis ojos a los de él, envolviendolo con toda la decision que simbolizaban mis palabras. Luego, miré sus labios y me acerqué a ellos, rozandolos con fuerza hasta que lentamente profundicé el beso sintiendo como nuestras bocas se iban vovliendo una. Solo sentia su presencia, su aroma, su sabor, su latido, todo mi mundo era Jacob.