Un encuentro para nada oportuno

La lluvia caía sobre el lecho del río salpicando y generando todo un espectáculo de colores y aromas. Húmedo, frío. No era de noche, pero los truenos y ventarrones de la tormenta oscurecían el bosque.
Un ciervo vacío y sin sangre reposaba a mi lado. Acababa de terminar mi cena.
Suavemente lavaba mis manos y mi rostro. Procurando eliminar toda evidencia de la cacería.
De repente un árbol crujió detrás de mí, junto con una ráfaga de viento que arrastró el cuerpo del animal hacia el otro lado del caudalozo río.
El clima se tornaba cada vez más violento y estaba a punto de marcharme, cuando una sombra me detuvo.
Ahora que se encontraba cerca, podía percibir su edor a sangre humana, mezclada con la de mi hija y Rose... Ella... Era una vampira... Y no sólo eso.
Se acercó hacia mí con una sonrisa malévola, mientras las luces del cielo dejaban a la vista sus rizos de fuego y sus resplandecientes ojos desorbitados.
Akasha.

Parecía mi día de suerte. Corría frenética cerca del río cuando el aroma de la esposa de Edward Cullen se cruzó en mi camino. Estaba sola.
Me detuve en seco y cambié mi recorrido persiguiendo ese olor. Las ramas de los árboles amenazaban con doblarse y sus mismos troncos no parecían dispuestos a soportar el temporal.
El edor se hacía cada vez más cercano y perceptible. Hasta que fugazmenta me encontré con ella.
¿Quién hubiera pensado en una mejor forma para traer sua tención que asesinando a su propia madre?
No pude evitar una sonrisa mientras caminaba hacia su encuentro.
_ Hola Bella, ¿tan sola por el bosque?

No podía creer lo que Nessie me contó en el supermercado. De nuevo una chupasangre había atacado, y debía de evitarlo. Corrí por cada lugar de Forks, sin saltarme ninguno pero sin éxito. Por último, me adentré en el bosque. La lluvia dificultaba la búsqueda y distorsionaba los olores.
Corría en mi forma humana cuándo olí algo. Un vampiro. Me acerqué un poco más con el fin de oler algo mejor y descifrar quién era. Bella. Bella Cullen. Era ella la que estaba en el bosque.
Me sacudí el agua del pelo cuándo oí una voz no conocida. Me acerqué sigilosamente, con paso decidido y procurando no pisar ninguna rama. Su olor se hacía mas intenso, aunque era imposible saber si era algún chupasangre amigo de la Cullen.
Me acerqué aún más, hasta que las vi. Bella estaba allí, como había pensado, pero había otro vampiro en frente de ella. Y era peligroso. Tenía un tono de voz desafiante. Me asomé para verla mejor la cara cuando me dí cuenta quién era. Era la asesina de la mujer inocente.

Cuando la vampira me dirijió la palabra mis músculos se tensionaron. Hasta ese instante el olor a sangre de Nessie y Rose no me habían dado vueltas en la cabeza. Sin embargo el sentimiento de pánico me invadió cuando relacioné el aroma con una posible muerte. O dos.
Mi ira crecía, al igual que mi preocupación. El único modo de saber si Nessie estaba bien era deshaciéndome de la intrusa, no había otra salida.
El viento arremolinaba mis cabellos y los relámpagos iluminaban partes fraccionadas del bosque. La lluvia caía estrepitsamente sobre el bosque, delatando con su sonido a todos los seres con vida en el lugar.
Pero al mismo tiempo otra presencia apareció de la nada. Me sentía desorientada. La tormenta había limitado mis sentidos, pero podía distinguir el olor de Leah a pocos metros de allí.
No te acerques por favor... no quiero más heridos. pensé mientras entrecerraba los dientes intentando captar la atención de Akasha.
_ Leah, te lo suplico... Esta es mi batalla..._ Dije en un susurro, pero segura de que ella pudiera oírme.
Me volví nuevamente hacia la vampira, clavada como estaca frente a mí.
_ No estamos solas, y lo sabes... pero jamás te perdonaré haber lastimado a mi hija. Llevas su sangre esparcida por todo tu cuerpo y... y simplemente no puedo permitirlo_ Cerré los ojos fuertemente imaginando el peor de los escenarios.
Me enfrentaría a Akasha. El miedo no podía interponerse entre mi deseo de preservar la vida de todos mis seres queridos y aunque las consecuencias podrían existir, no podía concebir que continuara lastimando a más inocentes.
Cerré los puños. Dispuesta a ser la primera en realizar un movimiento.
Las agujas de agua que caían sobre el marfil de mi piel me proporcionaron las coordenadas exactas y con un movimiento veloz me lanzé hacia ella, tomándola del cuello.
El dolor en mi pecho crecía con cada tronar del cielo, los pensamientos, las dudas... Mi hija. Debía terminar con esto para poder correr a su lado.

También pude oler la peste de un licántropo a mis espaldas, pero decidí ignorarlo hasta que fuera oportuno prestarle atención.
Venganza, odio, dolor. Esos sentimientos me nutrían y me daban fuerza.
La lluvia había conseguido amainar un poco las llamas que ardían en mi piel, pero mi interior fogozo continuaba intacto.
Aún así su atque fué inesperado para mí. Jamás hubiera esperado que realizara el primer movimiento. Me tomó fuertemente del cuello, estrangulandome con cada leve movimiento de su mano.
Intenté con todas mis fuerzas librarme, pero parecía poseída por el deseo de venganza.
Mis ojos destellaron, pero pronto recordé su don y dejé de lado la posibilidad de controlar sus acciones.
Extendí mi brazo y le propicié un golpe directo en el pecho, con las garras abiertas, pretendiendo atravesar algo de carne y reluciendo mis colmillos como bestia enjaulada.

La sostenía contra el firmamento encapotado por las nubes cuando el dolor de su ataque me obligó a liberarla. La sangre comenzó a emanar de la reciente herida hecha por sus filosas uñas y el corte era muy profundo.
Dí un grito agudo de dolor, pero mantuve la palma abierta para que Leah no interviniese. Aún herida, no abandonaría jamás.
Moviéndome como pude intenté morderla, pero resbalé con la hierba húmeda y no direccioné correctamente hacia ella.
La frustración era inmensa, pero seguía con el objetivo inamovible de no rendirme. Tomando fuerzas la empujé contra el tronco de un árbol que se mecía a punto de doblarse y el peso de su cuerpo lo terminó de tirar abajo, junto a ella.
El tronco cayó de lleno sobre su cuerpo mientras que el viento se encargaba de dificultar su escape.

Oí el tímido susurro de Bella dirigido a mi. Me quede quieta, esperando mi momento para intervenir. No iba a permitir que esa chupasangre la matara. Vi a Bella dando el primer paso. Mis músculos se tensaron, aunque seguí parada, solo observando, mientras mi ira aumentaba.
Bella la tenia, pero en un movimiento rápido Akasha le hizo una herida. Vi sangre y eso me altero más. Pero un árbol cayó, atrapando a Akasha, pero no por mucho tiempo.
Me acerqué junto a Bella, tocándole la herida. Era profunda.
-No es solo tu batalla, Bella -dije en un susurro- Yo soy protectora, y una mujer ha muerto. Ahora puedo rectificar, asi que por favor, dejáme.

Era verdad. Repentinamente Leah salió de su escondite y pude verla. Me sostuvo mientras la sangre brotaba de mi pecho y amenazaba con desgarrarme del dolor. No tenía opción, me sentía débil po la herida y Akasha se recuperaría de un momento a otro. El tiempo no corría a mi favor y tampoco mis condiciones.
Suspiré. Realmente no quería que se hiciese daño, pero asentí mirándola a la cara.
_Tienes razón, también es tu batalla_

Me emocioné a oírla. Vi que hay dos clases de vampiros. Miré hacia donde se encontraba Akasha. Seguía atrapada. Cogí a Bella y la lleve a un rincón donde los árboles no dejaban pasar la lluvia. La deje acomodada, apoyada en una roca, mientras me arrancaba una manga para hacerle un tapón en la herida. Se lo cerre fuertemente y hizo un susurro de dolor. Le acaricié el pelo, intentando calmarla.

-No pasará nada. Yo te protegeré. Es mi deber ¿recuerdas? -dije mientras sonreía.

Me depositó suavemente contra el tronco de un árbol mientras que Akasha luchaba por liberarse.
Olí el fresco aroma de su cabello cuando se agachó para tapar mi herida y sus suaves manos al consolarme. Jamás la había visto tan amable. Le dediqué una sonrisa.
_Así es, es tu deber, lamento haberte interrumpido_ Dije lanzando una risita y apoyando mi mano sobre su hombro.
_Mucha suerte_ Susurré con voz ahogada.

Vi como su voz de apagaba cada vez más. Posó su mano fría sobre mi hombro ardiente y le devolví la sonrisa.
-Bella -dije mientras le cogía del mentón la cabeza-, gracias.

Me volví para Akasha y la miré. Sus ojos rojos me desafiaban como nunca antes un vampiro lo había echo.

-Sabes que te mataré -le dije en un susurro-, estoy diseñada para eso.

Mientras la miraba, mi ira aumento. La tenía delante mía. Ella me había desafiado, tanto a mi como a los Cullen y a la manada. Y no se lo podía consentir. Apreté los puños y en un segundo me transformé en un licantropo rabioso. Ahora era cuándo empezaba todo.

Nuevamente la situación se había vuelto como para escupir al piso con desdén. Observaba fríamente desde debajo del árbol como la vampira era ayudada por nada menos que una sucia licántropo.
Conseuí salir, arrojando llena de rabia el tronco hacia un lado y echando gruñidos de ira.
Finalmente sucedió.
La loba se transformó, enfrentándome, desafiándome.
Sería mucho mas fácil controlar el cerebro de un perro. O eso suponía, pero debía centrarme en la pelea.
Mis músculos se prepararon. Las venas de mi cuello se marcaron y me agazapé, dispuesta a darle una batalla inolvidable.
Yo no era cualquier oponente y se lo haría notar a como de lugar.
Sonreí nuevamente bajo el manto de agua y tormenta que nos cubría y una sombra lúgubre de dibujó en mi rostro al tiempo que tomaba carrera para encestarle un golpe brutal, empujándola de una patada en el estómago.

Akasha salió del árbol, junto con su sonrisa malévola. Se agazapó. Y al instante, casi sin darme cuenta, la tenía encima. Me asestó una patada en el estómago, cosa que me hizo daño, pero no lo suficiente para inmovilizarme. Volví a mi posición y me arranqué en una carrera que terminó en un mordisco en su brazo. Sentí su carne fría en mi boca y disfruté como nunca lo había hecho. Le gruñí mientras se recuperaba y me agazapé para asestarle otro golpe.
Sabía que podía matarla.

Sus colmillos consiguieron atravessar mi carne. Era cierto. De todso los seres, aquellos se diseñaron exclusivamente para exterminar vampiros. Aún así había casos de licántropos muertos por sus presas. Ignoré mi brazo herido y aunque el dolor me molestaba pude sobreponerme. Esquivé su intento de golpearme y rápidamente clavé mis colmillos en una de sus patas traseras. Desgarrando las fibras lo más que me fué posible.
No estaba dispuesta a morir. Mi pasión por la lucha, la haría temblar.

Al poco tiempo de morderle en el brazo, senti sus dientes en mi pata trasera. Mi carne se deslizó entre sus dientes, causandome un dolor agudo. Gemí de dolor. Pero cuando dejó mi pierna trasera me agarre a su cuerpo y le di un zarpazo en un su cara, acompañado de un mordisco cerca del anterior.
Me alejé de ella para agazaparme de nuevo y esquivar el siguiente golpe.

Mi cara resultó marcada por su pata delantera. Y otra mordida terminó de acuchillar mi brazo. Creí verla cojear así que supuse que ahora estábamos iguales.
Las heridas en mi rostro eran levas, pero mi brazo palpitaba de dolor y emanaba sangre. Me encontraba envuelta en remolinos de ira y llamas de rabia. Corrí hacia ella y nuevamente le oficie un golpe, pero esta vez lo dirijí exactamente a la pata en la que había recibido mi mordida. Mi intención era inmovilizarla y puse toda mi fuerza en mi brazo sano para romperla

Despues de terminar el asunto en el hopital con Nessie y las demas, tenia un nombre en la mente...Akasha, era mi vengansa no podia dejar que haga todo eso y saliera por una ventana como si nada. Esta ves no llegare tan tarde como la ultima, mejor que este preparada...
Empese a recaudar informacion de su paradero, cuando observe un sendoro de gotas de sangre que cada ves era mas debil y espacioso. Pero gracias a mi olfato pude seguir adelante sin muchos problemas. Segui el rastro que se adentraba en el bosque, me guiaba en direccion al rio cuando la lluvia solo borro las guellas, pense-Mas mala suerte no podia tener, llego tarde y ahora la lluvia molesta me retrasa mas...-
Sin darme por vencido continue mi busqueda, entre tanto sentia el olor de Leah. Sin darle importancia no pare, solo tenia una direccion y la lluvia empeorando las cosas, pero se iva a necesitar un poco mas para darme por vencido. Mientras corria atravesando el bosque y frustrado por no encontrar nada escuche un alludo de dolor, al intentar localisarlo suponia que era de la direccion de Leah, mientras tenia una solo pregunta pendiente-¿Devo ir a ver como esta una amiga o seguir la busqueda de vengansa?-. Entre mis pensamientos confusos y llenos de rabia tuve que cesar la busqueda y acegurarme de que todo este bien.
Mientras me acercaba a Leah con la desepcion en la mente y una cara triste, una sonrisa me salto de la cara al ver a Akasha herida, pero se sofoco con la sangre de Leah que emanaba de su pata. Sin que se cruce nada en mi mente, deje mis ropas atras de un arbol y con un salto me transforme en lobo poniendome enfrente de Leah, no iva a dejar que mas personas sean heridas y no pueda hacer nada.
Con un fuerte gruñido ice que Akasha retrocediera unos pasos. Siendo que Leah estaba en estado lobuno y con mas razon pense-Leah... necesito hacer esto, ademas estas herida, si queres ayudame pero...-
Lansandome hacia Akasha libre un sarpaso siego de ira y rencor, acompañado de un rugido estruendoso.

Me encontraba sumida en un trance. Como si el ataque de Akasha hubiera esparcido algún tipo de veneno por todo mi cuerpo. Quizás su sangre era simplemente tóxica , pero no tenía fuerzas para abrir los ojos. Había sido descuidada y ese era el precio. Su mano había atravesado mi pecho y me costaba mucho trabajo reponerme.
De repente sentí un aroma familiar y abrí los ojos. Jacob.
Lo observé en silencio mientras adoptaba su forma lobuna y se lanzaba contra la vampira.
Mis labios apenas podían efectuar más que sonidos sordos y casi inaudibles, pero articularon suavemente las palabras que deseaba pronunciar. _Jacob, ten cuidado... puede... controlarte, no la mires a los ojos._

Sin previo aviso un nuevo licántropo surgió del frondoso bosque y del mismo modo me atacó con sus garras. Apenas pude escapar, pero consiguió razgar el marfil de mi espalda, arañando y lastimando la piel sobre su superficie.
Me moví ágilmente hacia un lado y los observé algo más calmada, mientras oía el feroz gruñido del nuevo perro.
No podía ganar. Eran demasiados y estaba herida.
Me dolía admitirlo, pero debía escapar sin vacilar o acabaría entre los dientes de alguno de los sucios animales. Le lanzé una mirada venenosa mientras me escabullía entre los arbustos e intentaba desaparecer.
Las pequeñas hojas y espinas rozaban mis heridas y me recordaban la debilidad de mi brazo izaquierdo, pero la fortaleza de mis piernas.
Así mismo la tormenta me daba un camuflaje perfecto, especialmente por el rastro de mi aroma.
Salté hacia una rama lo suficientemente alta como para servirle de obstáculo a cualquiera de los lobos y continué haciéndolo de rama en rama, sin rumbo fijo, pero escapando lo más velozmente que me fue posible.

Al finalizar el ataque de furia y ese sarpaso me tomo un tiempo volver a mi postura, y cuando lo hacia una mirada vacia y desesperada me gui los ojos dandome un tiempo de una suabe atadura. Al volver en mi descubri la triste realidad... estaba escapado, pero peor aun Bella y Leah estaba Heridas..., lo que suponia la misma pregunta de hace unos instantes,¿Mi presa o mis seres queridos?. La respues salio a la luz cuando retorne a mi forma humana atras del arbol y despues de ponerme el pantalon, me hacercaba a Bella que tenia sangre en el pecho a causa de la pelea, y volteando la mirada hacia Leah les dije-Necesitan atencion medica,¿Leah podras caminar con esa herida?, yo me ocupare de ella- Viendo alternativas esperaba que esta lluvia paraba ya que seria mas tedioso. Esperando que alguna de las dos de una propuesta me preparaba para alzar a Bella y llevarla a su casa donde la podrian curar mejor que en otro lado, pero casi olvidaba a Leah... probablemente sea un poco incomodo cargarlas a las dos pero dudaba que sea un problema.

Me quedé confusa un instante, después del golpe de Akasha en mi pata herida. La lluvia me impedía ver, empezaba caer mas fuerte. Veía borroso, pero una figura apareció, aunque fue imposible de darme cuenta de quién era. Según pasaba el tiempo, empecé a ver claramente. Oí a Jake en mi mente y rápidamente me levante. Estaba allí y venía a ayudar. Ví a Akasha volviendo hacía atrás, tenia miedo. A los pocos segundos desapareció en los arbustos. Me volví hacía atrás, con mirada de despedida y seguí el rastro de Akasha. No podía dejarla viva.

Todos se movían y las palabras me taladraban los oídos. Jake, Leah... Yo estaba herida, pero la loba también, no debía marcharse... Me arrodillé temblorosa y le susurré a Jacob en el oído.
_Por favor, ve con ella, no podrá ganar sola... Yo estaré bien, creeme._ Intenté ponerme de pie, pero tropecé y caí.
Disimuladamente y con una sonrisa forzada reí, volviendo a intentarlo con suavidad.

AVISO: En las batallas los post deben ser sugerentes, no pueden manejar al otro personaje y todos lo hicieron ¬¬. Ejemplo:
POST INCORRECTO: La miré con furia y me lancé sobre ella, y con toda la fuerza que pude golpee su estomago. Voló contra un arbol
POST CORRECTO: la miré con furia y con toda la fuerza que fui capaz le tiré una patada, esperando golpearla.

Es decir, deben poner su accion pero el otro es quien pone si recibe el golpe o no. Deben ser justos y no esquivar siempre, y si no, mandenme un MP a mi (porque soy la unica admin temporalmente) y yo vigilaré la batalla, cumpliendo al funcion de una GM. Espero entiendan y no se repita. Avisen cuando debo cerrar el tema .

Off: Che que es eso de que: " todos lo hicieron".... yo lo hice bien )=
Por algo pongo el ataque al final XD
Ah por cierto si lees esto primero, necesitamos un admit, bue un gm pero un admit tambien vale, para determinar si alcansamos a Akasha ya que las provabilidades no estan mucha a nuestro favor y para que sea justo necesitamos una opinion imparcial. Nos vemos besos

Lamentablemente la desicion de Leah me obligaba a seguirla y dejar a Bella, no me podia imaginar que podria hacer Akasha con ella. Me volvi a desvestir y transformar en lobo, antes de marcharme en busca de Leah mire fijamente a Bella con una miarda de promesa, no la iva a olvidar aca. El rastro de la loba estaba fresco era facil seguirla, pero mas dificil era alcansarla. Parecia que estaba demasiado ocupada para sentir mi precencia o escuchar mis pensamientos ya que me sentia ignorado, ya cansandome de seguir el rastro de Leah la pude alcansar y con un gruñido suabe capte su atencion-Supongo que no vas a abandonar esta busqueda facilmente, parece que tendre que asegurarme de que no te lastime mas-. El rastro de la vampira era debil y confuso hasta que divise en frente mio una rama caida que tenia algo muy peculiar, algo rojo acuoso, podria ser sangre mesclada con la lluvia, no tenia olor pero esta lluvia dificultaba mis capacidades olfativas. Era lo unico que se tenia, valia la pena seguir esas "guellas" no importaba donde fueran a parar.
Mientras la llama de vengansa empesaba a tener esperansa para comensar un fuego dentro mio, recordaba las palabras de Bella-"Jacob, ten cuidado... puede... controlarte, no la mires a los ojos"- no dejaba de pensar en eso, era mi obligacion protegerlas, no iva a dejar que mas personas sean heridas por que llego tarde, eso me frustraba. Con todos estos pensamientos recorde que Leah los podia ver y leer... la mejor idea que tenia era la de tranquilisarme y continuar la caza.

Seguí corriendo, mientras la lluvia golpeaba mis ojos y mi vista se debilitaba. Pero ni mil tormentas me detendrían. Sabía que si la dejaba huir no tendría otra oportunidad para matarla. El rastro de la chupasangre se debilitaba, pero yo era más rápida que ella, y pronto la alcanzaría. De repente, la voz de Jacob penetró en mi cabeza. Estaba siguiéndome. No quería que luchara sola. Jake, siempre tan protector. Por un momento sonreí, pero al instante siguiente recordé a Akasha y aumenté mi ritmo.
-Jake, puedo sola -pensé.