El cambio (atardecer húmedo, Andres, libre)

Después de todo algo tenia que agradecerle a esa mujer que se había aparecido sin avisar en mi casa, lo cual ya me había explicado Andres "los halle por ahí, y después de conversar y me pidió conocerte" había dicho cuando lo interrogue cruelmente, al parecer, según sus excusas, solo quería que yo viera que poco valía Antonio, no me quedo mas que creerle, el no quería a Antonio.
Aun así, su aparición ayudo a que me desquitara con algunos humanos que andaban haciendo fechorías en la calle, jamas había sido tan sangrienta mi hora de comer, al primero lo mire desde el techo de un comercio luego caí sobre sus hombros y le rompí el cuello con un "ligero" movimiento coordinado de mis brazos y muñecas, después fácilmente logre zafarle la cabeza completa, a la segunda fueron los brazos, algo muy parecido, solo que a ella le llegue por la espalda. Después lanzamos los cuerpos a un rió en el bosque.
No quería volver a casa, suponiendo que aun se hallaban ahí esos dos, no quería verlos, así que entretuve a Andres con una platica sobre su vida antes y después de Roberto.

El sol se estaba poniendo de nuevo, haciendo clara evidencia de la pronta aparición de la lúgubre noche. Una vez más corríamos a toda velocidad, yo en la espalda de Franco, sostenida con vehemencia. Sentía el viento frio golpear mi rostro cálido, pero no importaba, este día había sido de lo más exhausto y largo que jamás había tenido. Encontrarme con otra hibrida era casi imposible. Encontrarme con una licántropo y un carnívoro se me hacía aun peor. Esta vida está llena de complejidades que el ser humano es incapaz de creer, concebir y entender, para mi mala suerte yo si las entendía, las concebía y las creía. A veces sería bueno ser un simple mortal, sin agobiarse siquiera. Y cuando crees que la vida está mal y no esperas a que empeore pasa justamente eso. Cada vez nos acercábamos a lo que ahora llamábamos hogar, para poder descansar después de cazar. Podía sentir en mis labios la sangre del animal cuya vida había arrebatado. Aún estaba sorprendida por esa acción pero mis instintos vampíricos me traicionaban, y ahora deseaba sangre. Franco se paró de golpe por alguna razón, yo mire al rededor para encontrarme con Andrés y Luna que caminaba despacio, dándonos la espalda. Salte de la espalda de Franco y casi corrí en dirección a Luna, con euforia y alegría.-Luna!!!! Que agradable es verte otra vez, después de tu desaparición, estaba muy preocupada.-Dije agarrándola de un gélido brazo.

Me desconcertó escuchar la voz de Any, estaba tan entretenida con las historias de Andres que no les escuche acercarse.
Al tomarme del brazo me hizo girar hacia donde estaban ella y mi hermanito, Franco, se veían tan lindos juntos, eran como dos piezas de rompecabezas que encajaban a la perfección.
Algo en mi interior me decía que no verían bien mi "cambio" de alimentación, así que mire hacia el piso, al fin ya estaban acostumbrados a que no miraba a la gente para no controlarles.
-Hola mis niños, por cierto Any, tu padre esta en mi casa, quiere verte, lleva ahí toda la tarde. - dije sonriendole de manera tonta al piso., que es lo único que veía.

Después de habernos encontrado con Nessie, una hibrida, Dmitry, un carnívoro y Sabrina, una licantropa, esperaba que el día terminara en algo menos enredoso. Jamás había estado tan confundido en mi vida y creía que nada más la podía confundir.
Corría a toda prisa para llegar pronto a la casa de mi hermana, para que así Anya descansara del fatigoso día. Si creía que esta vida estaba loca, solo era el principio de una eternidad llena de sorpresas. Y Anya había contribuido en ello al cazar un animal, sorprendente, sí, pero no tanto como la joyita que estábamos a punto de encontrarnos
Varios kilómetros antes de llegar a la casa de Luna pude sentir un par de aromas en el bosque. Cuanto más nos acercábamos más veía a las figuras caminar con paciencia y sin ninguna preocupación. Era Luna y un tipo al cual ni conocía, de cabellos negros y más alto que Luna. Algo andaba mal, era Luna físicamente pero su olor era diferente. No tuve tiempo de decirle algo a Anya porque ya estaba platicando con Luna. Y en cuanto Luna abrió la boca para charlar llego hasta a mí un olor enloquecedor y cejador. El olor más delicioso que había en esta vida: Sangre de humano. La mente se me nublo al sentir el aroma, la ponzoña salía a borbotones inimaginables. Sentía que me abalanzaría sobre mi hermana... Pero era mi hermana no debía hacerlo. Poco a poco recobre la postura y volví a tensarme ¿Por qué olía de esa manera? Me agazape y le gruñí, miraba con ansiedad a Anya y fulminaba a los dos vampiros con la mirada.-Aléjate... De ella.-Le advertí con esfuerzo sobrehumano a Luna]

La actitud de Luna para conmigo me desconcertó por completo. Rehuía a mi mirada, escondía algo lo sabía. Me desconcertó aún más que Franco se pusiera tan tenso en presencia de ella, cuando normalmente estaba calmo a su alrededor. Mis ojos volaron de Luna a Andrés en busca de una respuesta ante la actitud que había tomado Frank. Ni siquiera alcance a preguntar cuando el olor que se desprendió de Luna me lo aclaro todo. Me aleje unos pasos de ella, confundida. El olor que se desprendía era el de la sangre de un humano. Pero eso era imposible, no Luna. Ella no podía hacer es, ella tenía alma... Ella... Simplemente no era permitido ni debido. Ella se había vuelto una asesina, sin conciencia, sin pudor, sin nada que la aferrara a ser buena. Pero si eso no era bastante las noticias que me daba, dejando fluir el olor de humano, de que Max estaba presente me hacían sentir aun más confundida ¿Porque estaba aquí? No sabía si sentir alegría y paz u odio y miedo. Conocía a Maximiliano y sería mejor confiar en él, en vez de Luna.- Tu... ¿Porque?... ¿Maximiliano aquí?-Dije parpadeando completamente sorprendida.

No me sorprendió la reacción de Franco, y por supuesto tampoco la de Any, pero debía explicarles muchas cosas, yo con ellos jamas cambiaría, los quería, como a mis hermanitos, no les podría hacer daño solo porque cambiara mis hábitos alimenticios.
-Oh, sabia que esto iba pasar, pero Max no esta aquí por eso, cuando se lo dije básicamente se burlo de mi, tu conoces a tu padre Any, - entonces me di cuenta de algo que había pasado por alto- ademas, mi querida Any, yo no soy la única que acaba de cambiar su alimentación, cierto linda? - dije sonriendo ampliamente, quería enterarme porque ella que quería ser lo mas humana posible, decidió dar un enorme paso y beber sangre.

Luna por favor, ya advertí que no se permitia por el momento ni que nadie se cambie de dieta y MENOS a carnivoros.
Tema cerrado y movido a papelera.
Arregla los post anteriores que hallas hecho.