Tratado Territorial (Nessie, carnívoros, día oscuro)

Comenzaba a sentirme aburrida y desesperado por ir a otro lugar lejos de la hibrida y su mascota que no hacía nada más que mirarnos con odio y exasperación, o por lo menos a mí que me ponía en una posición poco afable.
La hibrida le entrego un papel ya todo arrugado a Matthew, este lo leyó rápidamente y me lo tendió para que yo le diera una repasada, estaba a punto de tomarlo de sus manos cuando la estúpida niña se lo arranco sin darme oportunidad de siquiera leerlo, ¿Como esperaba que respetara tales reglas sin siquiera leerlas? Sonreí de lado y negué con la cabeza. Se creía tan madura y responsable, pero era todo lo contrario, actuaba como una niña caprichosa e inmadura. Se necesitaba más que una inteligencia lo bastante desarrollada, para su edad, para alcanzar la madurez que poseían los de más. Cierto yo era caprichosa, egoísta y de vez en cuando inmadura, pero antes de decir las cosas o siquiera hacerlas lo pensaba con detenimiento, algo que ella hacia más por impulso. No me pondría a pelear con una insignificante personita que no hacía nada más que irritarme, solamente me agradaba molestarla, sacarla de sus casillas con mi lado aniñado que permanecía tan latente en mi persona.
Suspire y mire a Matthew decir que prometía no hacer nada problemático y mantenerme a mí a raya. Eso se lo creía la hibrida, al igual que sus ojos dorados, esas mentiras que el tejía yo no me las tragaba, lo conocía bastantemente bien para saber que solo era para ganarse la confianza que no se merecía, y que pese a todo la obtenía.
Me encogí de hombros y di por terminada aquella reunión que prometía ser divertida, en el pasado, pero que ahora solamente ganaría problemas para Matthew.
Tome la mano de Matthew, entrelazándola con la mía, ya no quería pasar más tiempo con esos mocosos que se sentían los jefes del pueblo, mejor pasar tiempo a solas con mi pareja a estar ahí donde claramente no era bienvenida.- ¿Nos podemos retirar de una vez?-Pregunte y jale con más fuerza a Matt, hacía el bosque, esperando cruzar la frontera y llegar a mi cabaña para por fin estar a solas, cosa que me agradaba más en tantos sentidos.

La tensión comenzaba a pasar lentamente. Ya había obtenido lo que quería, siempre lo lograba no importara cuales fueran los precios a pagar.
Mire el rostro de Nessie tornarse serio, sus palabras reflejaron que esto no era una broma sino la simple verdad, si Katherine volvía a pisar aquel suelo infestado de animales en cuatro patas moriría. La idea no se me antojo en lo absoluto y mi rostro se tornó duro y frio como una roca o el mismo mármol, no perdería a lo que más amaba por sus juegos tontos, pronto hablaríamos del asunto, lo mejor era salir del pueblo sin hacer ningún tipo de agravio, pero eso era lo que quería Nessie y, lastimosamente, yo no era una buena persona. Me quedaría el tiempo que se me antojara y regresaría una y otra y otra vez.
La mano suave y cálida de Katherine, a mi contacto, me jalo con determinación, la mire y se veía aburrida y desesperada por salir del territorio de los lobos, no me molestaba ya que estar ahí solamente amedrentaba mi agudo sentido del olfato. Asentí a lo que pedía con una sonrisa de satisfacción y volví mis ojos a la Cullen. - Solo te prometeré lo que esté a mi alcance, como ya podrás saber, no tengo el poder para doblegarla ante mí.- Una promesa que quizás no cumpliría dada mi naturaleza. Suspire y mire a la bestia que no había participado en tal tratado, suponiéndose que era el quien debía hablar, parecía más un lacayo que el jefe de alguna pandilla de lobos gigantes, con su actitud poco audaz no llegaría a ningún lugar.- Nos retiramos. Fue un placer volver a encontrarnos mi pequeña niña, espero la próxima vez sea en una forma más amable.- Sonreí y di un paso hacia ella, me agache lo suficiente para besar su frente y salí disparado hacía el bosque con Katherine a mi lado.
Esto solo me confirmaba varios puntos en lo que habían escogido los Cullen, pero agradecía que eso no interfiriera en mis planes previos.

Lamentable. Era la palabra correcta para describir la actitud de Kath, totalmente impredescible, siempre actuando de manera tonta, arriesgando más que solo su cuello. Mi cuerpo ahora actuaba por reacción a lo que Kath hacía, sentía su aburrimiento, su fastidio, no me quedaba otra reacción más que la seriedad y la tranquilidad.
En esos momentos más ningun otro deseaba que la paciencia de la que nací carenete viniera a mí, para no arrancarle la cabeza a ese par de... hipócritas, que a fin de cuentas eran más eso que vampiros; presentía una mentira en el chico, no me convencían sus ojos, no por su color, sino por que, como dicen: "Los ojos son el espejo del alma", veía una ligera inquietud, tal vez una preocupación personal, una que no podía adivinar, pero que tenía presente.

A pocos momentos el tratado volvió con Ness, quien lo había tomado de mi mano. Reflexioné la situación unos momentos, varios segundos talvez, la verdad era que esto de tratar las cosas de una manera diplomática no era lo mío, así pude llegar a la conclusión de que cerraría la boca hasta que esto de tomar decisiones se acabara.
Por cada segundo que pasaba, el aire soplaba más energéticamente, ayudaba a relajar mis tensiones un poco, y por más que quisiera deshacerme de ellos, no podía, y menos con Ness a mi lado.

Ví como Kath se desesperaba al estar ahí, al igual que Matt se veía estrezado. No consevía la idea de dejar ir a Kath, pero así debía ser, ella del otro lado, y yo...en donde me encontraba, desesperado, frustrado, deseoso, serio, inmóvil, pensativo, del otro lado del río, junto con quien más deseaba, odiando el aroma de dos vampiros, quienes sin previo aviso se aparecieron, de igual manera que lo hacían en aquel momento en el que regresé de mis pensamientos, dándome cuenta que la conversación se había convertido en vapor, que había apartado mi voz de unas decisiones que talves me llevarían a actuar de manera equivocada, a intuición lobuna.

A lo lejos ya podía persivir en lomínimo el aroma tan tedioso y fatídico que me envolvía hace momentos atrás. Ahora estabamos de regreso Ness y yo, en el mismo escenario, ya sin preocupaciones o problemas. Sólo que regresaba la vista a un paisaje oscuro, cerrando los párpados suavemente al recargar mi torso en un árbol que crecía desdetalladamente en el río.
Estiré un brazo, abriendo la mano, hechando un audible suspiro, rogando, suplicando tener a Ness de nuevo en protección. Suspiré de nuevo. -Nessie, te amo.- Confesé de nuevo al momento que la brisa trajo consigo su aroma fascinante y acogedor. -Si no fuera por ti, pequeña, ya tendría a Kath entre mis patas.- Dije sonriéndo, alabando la actitud placentera e infantil que tanto me encantaba.

Finalmente, luego de indirectas, enojos y una buena dosis de control, los vampiros se fueron prometiendo no volver a meterse en la zona que se les estaba prohibida, llevándose consigo los problemas y posibles enfrentamientos que eran inevitables en aquellas circunstancias; y la paz intentaba acomodarse nuevamente alli, siendo parte de todo el encanto de aquella porción del bosque. Volteé hacia Jacob mientras volvia a cruzar el rio con seguridad y paso lento, meditando sobre aquel encuentro y las consecuencias o beneficios que podria traer; y nuevamente todo me resultaba un remolino de ideas, un remolino de zumbidos y tendencias, de perpectivas. Pero el calor que se disponia ante mi, envuelto en un aroma tan dulce y exquisito, me proponia otra cosa, me arrastraba a un mundo de amor y en el que solo reinaban la felicidad y la utopia, la linea de los deseos, la marca de la despreocupación. Con un último salto y una sonrisa plasmada en mi rostro alcancé su mano y la tomé con fuerza, adentrándome entre su fortaleza de protección y escuchando esas palabras con un latido casi humano.
-Jake...- mis ojos se tornaron dulce, y las palabras florecieron de mi garganta con fuerza y amor, de la forma más pura y sincera que mi cuerpo fue capaz de expresarlo- yo tambien te amo, mi lobo guardián
Una pequeña risa se escapó entre mis dientes y lo tomé por el cuello, acercándome a él cerrando los ojos y respirando todo lo que representaba, hasta rozar sus labios y apretarlos con fuerza y ansias, saboreando la dulzura que ellos desprendian.

Me quedé atónito al beso dulzón y acaramelado que tanto me encantaba sentir. Al momento que recordé a una nueva persona en la Reserva, Sabrina, y también recordé que le había prometido llevar a Ness para que se conocieran, además para tratar asuntos. Sin más rodeos correspondí su beso con otro; y luego me separé sutilmente de sus labios, aún con sus manos sobre mí. -Ness, ¿quisieras acompañarme, bella damita, a conocer a alguien?, es una nueva licántropa, quisiera que estuvieras presente cuando le cuente acerca de todo.- Confesé con una sonrisa pintada en el rostro.
Dí un beso cálido, tierno e intencional, uno en la frente, rodié su cintura con mis brazos e intenté caminar con ella sobre mí, para motivarla a decir un "si", un "si" que no caería nada mal.

//OFF: ¿Respondes y cierras?, para abrir otro en casa de Sabrina. ¿Parece?

Me devolvió su beso de uan forma tan dulce que mis sueños se dispararon y llenaron mi mente, ¿Cuántas veces habai añorado ese momento en la slargas noches que pasaba separada de él? ¿Desde cuando sabia que nuestras vidas deberian ser asi y estábamos separados? Mis manos no soltaban aquel cuerpo que tanto añoraba, pero luego de unos instantes, frunció los labios y fue ese el indicador para saber que un pensamiento nuevo habia invadido su mente, por lo que me aparté, aunque sus manos aun me ataban a su figura. Su divertida voz de niño grande me invitaba a conocer a una nueva loba, y su sonrisa se volvió irresistible junto con sus malabares para llevarme en direción al pueblo. Era extraño que una licantropa apareciera, pero la información parecias precisa para el momento que estábamso atravesando, donde la manada dividida era débil contra los nuevos seres que buscaban irrumpir la paz de Forks. Asentí to tomé delicadamente sus cabellos y lo acerqué a mi para darle un último beso en la fente y voltear hacia la zona de casas.
-Por supuesto que le acompaño querido Alfa, si habrá un nuevo integrante en la manada incluso deberiamso hacer una reunion con los sabios y darla a conocer a la familia, para que sepan que tendremos una nueva aliada y aprendiz.
Mi entusiasmo era transmitido con naturalidad por mi voz y mis pasos danzantes y largas, buscando su mano para tenerlo a mi lado y su respuesta a que me indicara dond ela veriamos.

//OFF: Avisame si cierras y quien abre el post, asi indicamos aca donde sigue.