Vigilancia en una tarde mas (tarde, libre)

Habia concluido de pasear por el lugar tomando fotografias y habia decidido finalmente volver a casa. Llevaba una campera fina color roja y un pantalon corto blanco, el calor de ese dia era impresionante por lo que decidí regresar a mi hogar a tomar agua y refugiarme un poco. Caminaba suavemente entres las calles depejadas, hasta que un ruido de acero me llamó la atención, levanté la vista hacia la pequeña casa que tenia os postigones abiertos y se mecian con el viento escandolasamente. Es la casa de... Fruncí el ceño, normalmente evitaba pasar por la casa de los Black porque tenia muy presente que podian descubiri que pertenecia a "su manada" si me les acercaba, pero parecia tener una conexión especial con ellos, con él. Hacía dos años me habia mudado a esa reserva y desde entonces habia notado que cada vez que me topaba con Jacob Black mi cuerpo sufria una serie vergonzosa de transformaciones. Suspiré ondo, con un leve dolor en el pecho, cuando un ruido a mis espaldas llamó mi atencion. Me di cuelta sorprendida, ya que no habai notado que tenia espectadores.

Una furia inhumana recorrio mis extremidades, maldita responsabilidad, grité con los tonos más altos que mi mente podia alcanzar. El día estaba húmedo ideal para tirarse un chapuzón, necesitaba repirar aire fresco y refrescar ideas tontas, si entraba en fase en ese momento, mis ideas se tranquilizarían pero no quería que nadie más supiera mis problemas, por lo menos no estando tan enojado como lo estaba en en ese momento. Abri la puerta de chapa con un golpe seco, a menos el ruido interrumpia mis intentos de transformacion, y me recoste con lo brazos cruzados, amarrandome fuerte el pecho, para controlar impulsos. Pero una figura morena interrumpio mi ira, al parecer no se habia percatado de mi precencia. Debatía si acercame o no. Su cara reprimia vergueza, me rei dejando escapar una sonrisa de cariño vago hacia la extraña -¿estas perdida, nña?- le dije poco amable... pero me arrepentí al instante de haberlo echo, estúpido, ¿que culpa tiene ella? Pero, estaba demasiado enojado como para disculaprme, solo baje la cabeza avergonzado.

Mi campera se despegó de mi cuerpo cuando voltee rapidamente, y su rostro me miró curioso. Sus facciones perfectamente marcadas eran serias, oscuras; con sus ojos negros clavados en mi. Su voz tambien fue dura e hizo que retrocediera impulsivamente hacia atras mientras que luchaba por responder.
-En realidad no, y tampoco soy una niña - no solia ser ni descortéz ni caprochosa, pero no me gustaba la gente que se hacia la superada. Pero algo sucedió, algo que estaba fuera de mi consentimiento porque su mueca cambió y su mirada desendió al suelo. ¿Tan mal lo habia tratado? Intenté suavizar un poco mi voz mientras que subia el cierre de mi campera, la cual se ajustaba a mi cuerpo marcando mis curvas, algo a lo que él no podia mirar con enfado- lo siento, solo pasaba por aqui y... te he visto varias veces desde que me mudé... mi nombre es Sabrina Licardi