Meditando y razonando (libre)

Me encontraba allí, apreciando el hermoso lugar. Me senté en la sima de una roca y me quede observando el agua fluir.
¿Quien es esta persona?- pensé cuando sentí otro aura ademas de la mía en la zona.

Caminar tan pacificamente por aquel paisaje era un regalo maravilloso del cual disfrutaba desde hacia dos años cuando me mudé a La Push y comencé alli con mi nueva vida. En ese tiempo habia aprendido el inglés, las culturas, los hobbies de los habitantes, las leyendas... pero si habia algo que aun no comprendia era como rodeados por bosques y demás paisajes tan bellos y pacífos seguian con sus vidas apresuras y monótonas. Mi paso era lento mientras con mis manos recorria cada una de las superficies de los árboles que se extendian a mi alrededor, queria conocer sus texturas, estar en contacto con ellas verdaderamente.
-Todo es tan perfecto, una creación tan bella.... - sonrei mientras dejaba que el viento golpeara ni tercia piel y mis pómulos se exponian a esa suave sensacion. Mis pasos siguieron andando hasta que choqué practicamente con una presencia, de aroma dulzón y mezclado con algo que no identifiqué. Bajé mis ojos hasta la criatura que se hallaba casi inmutable en una roca. Maldita sea.. no lo sentí antes porque mi olfato no esta desarrollado.. Lo miré unos segundos e instintivamente retrocedí, hasta que noté que era algo estupido porque era lo mismo que aceptar que sabia que no era muy "humano". Reflejé en mi rostro una mirada calmda y unos ojos casi inexpresivos.- Lo siento.. no sabia que habia alguien por aqui, no queria molestar

No molestas, es un lugar libre.- dije mientras de un salto bajaba hasta el piso. Era una joven con un olor algo extraño. No es humana, eso seguro...- pensaba para mis adentros mientras observaba con mirada penetrante sus peculiares ojos color verde.
Disculpa, no me he presentado, mi nombre es Dmitry Záitsev, es un honor conocerla señorita....? - dije mientras tomaba y besaba su mano, dedicándole una ancha sonrisa.

Su voz era dulce y baja, casi un susurro bailando entre la brisa de aquella tarde. Bajó de un salto y con pocos movimientos ya estaba casi pegado a mi posición con una ancha sonrisa que me permitia ver sus perfectos dientes brillantes. Tomó mi mano, hirviendo comparandola con la suya fria y petrea y la besó con la delicadeza extremista de un científico que tiene el máximo cuidado para que su trabajo sea perfecto y no se entorpezca con su impaciencia. Lo quedé mirando casi congelada, observando su perfecta piel y sus movimientos tan pausados y elegantes. Con la cercania percibí mejor el aroma que desprendia, algo dulzón y frio... resultaba algo desagradable, pero en esos alrededores el olor a... esa criatura ya estaba instalado... Esperé que levantara la vista y observé sus pupilas doradas, las cuales tenian grabadas su raza y su alimnentación. Finge, por el amor de Dios Sabrina no tiene que saber lo que sabes... Sonrei, estaba tensa pero su presencia no me incomodaba, parecia tranquilo y pacífico.
-Sabrina Licardi, mucho gusto... vivo en La Push pero salí a caminar un poco, el dia esta genial... Tu no eres de aqui, ¿verdad?

Sabrina Licardi, que nombre mas hermoso.- dije sonriendo aun mas.
Yo no soy de aquí, mis orígenes se encuentran en Rusia. Si debería elegir, prefiero este hermoso lugar antes que aquella tierra que tantos malos recuerdos me trae.- saque la vista de sus llamativos ojos y los clave en el río nuevamente.
Puedo sentir que estas algo nerviosa, te aseguro que yo no voy a realizar nada malo. Por otra parte, ¿Que hay sobre ti? No eres humana. - dije borrando cualquier rastro de felicidad y mostrando un aspecto severo.

So sonrisa se ensanschó más e hizo brotar en mi más de una palpitación apresurada. A pesar de su origen me resultaba bastante atractico con su piel pálida y su sonrisa perfecta, contrastando con mi piel dorada que brillaba de manera distinta a la de él baja la leve luz del sol que lograba filtrarse entre la vegetación. Asi que de Rusia... ¿y como habrá venido a parar aca? Bueno.. no lo puedo juzgar, yo tampoco soy de aqui Iba a responderle precisamente que yo tampoco era nativa de alli cuando alejó su mirada y su rostro cambió repentinamente, dando a conocer que ya sabia sobre mi verdadero yo.
-Yo... ¿Cómo crees que no soy humana? ¿Que soy entonces..? -me mordí el labio y avancé unos pasos hacia el rio, agachándome y sumergiendo levemente mi mano en su agua cristalina. Es una estupides mentirle a un vampiro, se inteligente Sabrina Suspiré y sin mirarlo susurré- Se supone que soy una loba, pero desde que me mudé a La Push no me transformo... amo mi naturaleza pero quiero una vida normal alejada de todo lo.... sobrenatural.- mis expresiones se habian tornado tristez, por lo que intenté volver a recuperar la compostura.- ¿Y vos.. hace mucho eres.. vampiro?

No sabia que existían lobas, escuche unas historias autóctonas pero solo involucraban hombres.- dije mientras colocaba mis manos en los bolsillos y miraba hacia el cielo.
Note como su expresión se transformo. -Yo fui convertido en 1942, durante la guerra. En ese entonces no sabia lo que hacia. No es que ahora este arrepentido, pero vi morir a toda la gente que me importaba sin poder hacer nada. Sus recuerdos...no dejan de atormentarme.
Nos quedamos en silencio por un breve periodo.
Bueno, eso no importa, no voy a molestarte con mi vida.- comente en voz baja mientras soltaba una risa.

Su vida.. parecia tan tormentosamente oscura y absorta de felicidad... Sentí pena, más bien angustia, por aquella criatura que aparentaba ser tan pacífica y silenciosa.
-No lo lamentes... en verdad es interesante y no me aburres-sonrei para intentar animarlo y volteé hacia él, por alguna extraña razón queria que el viera un rostro sereno para que este tranquilo- Se que debe ser dificil.. y wuauh... yo solo tengo 22 años, soy una bebé en comparación contigo-rei y acomodé mi cabello castaño detrás de mi oreja, al tiempo que me sentaba mirando su postura- Yo nací en Rio de Janeiro... pero cuando tenia 14 años unos vampiros aparecieron y mataron a mi familia, fue por todo ese dolor y la angustia que sentí que terminé por descubrir que era una loba.. yo tambien vi morir a todos los que queria, y desde entonces estoy sola...

Lo siento, enserio. Pero nunca estarás sola, ellos, tus seres queridos, siempre van a estar con vos en tu corazón.- dije sonriendo mientras me sentaba en frente suyo.
Mis padres murieron en la guerra y quede huérfano, luego de un tiempo un vampiro apareció en mi vida y me dio...un nuevo comienzo. En ese momento fue cuando YO entre en guerra, tenia tantas ganas de destrozar al enemigo, al que había asesinado mi familia y tanto daño había causado a la gente. La furia me controlaba y la sed de venganza no ayudaban.
Las personas masacradas, la ciudad destruida...era un verdadero infierno aquel lugar. Estuve al borde de la locura, pero cuando termino la guerra sentí la paz que tanto tiempo había deseado. Aunque aun hoy en día los recuerdos brotan de mi interior...
Me quede en silencio observándola con una mirada de felicidad.
Uno debe encontrar la luz en el medio de la oscuridad, y si no la encuentra, la debe crear.- solté una risa y clavé la mirada nuevamente en el agua.

Mi corazón saltó y se regocijó cuando escuché su triste relato… ¿Cómo habia podido sobrevivir a ese calvario, a esa serie de sucesos desafortunados? Parecía fuerte, capaz de poder salir de todo ellos sin problema, pero el tono de su voz decia todo lo contrario, reflejaban en carne viva el dolor y la angustia que marcó su vida, incluso luego de comenzar nuevamente. No sabia porque sentia esto, porque me habia contagiado tan fácilmente el dolor y había hecho nacer en mi la comprensión. Lo miré detalladamente y me paré, acercándome a él. Sus ojos de oro derretido eran tan hermosamente sinceros que estiré mi mano hacia su rostro, pero la atrajé a mi cuerpo nuevamente antes de tocarlo. ¿Pero que haces Sabrina? Podria enojarse, tomarlo a mal.. lo que sea, ¡es un vampiro! ¿No habian sido acaso un par de vampiros quienes mataron a mis padres? ¿No los odiaba yo con todo mi ser?.
-En verdad lo lamento mucho… no creo que alla nada que pueda decirte para alegrarte, solo que… todo sucede por algo, tal vez tu destino era simplemente ser un vampiro eternamente para ver las consecuencias de esas guerras….- finalmente exhalé aun algo confundida y pensé en su optimismo, en su idea de seguir adelante, crear tu propia luz. Me pareció algo tan extraño ese lado humano tan positivo en aquella criatura fria y muerte que llevé mi mano y acaricié su mejilla- Tienes razón, hay que ser optimista..por eso me mudé aqui, para empezar de nuevo como una humana normal...

En el preciso momento que su mano toco mi piel, sentí su ardiente calor. Era demasiado, pero se sentía tan bien...¿hacia cuanto no sentía el afecto de una persona?- me pregunte a mi mismo.
Esbocé una ancha sonrisa y me levante lentamente sosteniendo su mano.
Yo creo que el destino no existe, que es el hombre el que trabajando, forja su futuro segundo a segundo.
Su piel tenia un brillo descomunal bajo la luz que lograba pegarle.
Muchas gracias Sabrina. Aprecio que me hallas contado sobre tu vida. - dije mirando sus preciosos ojos verdes.
Mi cuerpo se movió por su cuenta y llego a estar a unos pocos centímetros de ella, a continuación la abrase, demostrando verdadera gratitud. Unos segundos después la solté, me había quedado hipnotizado.

Era tan extraño como su olor se iba volviendo cada vez menos insoportable y comenzaba a agradarme de manera adictiva que extrañaba demasiado y mi consciente discutía ferozmente con que ese hecho solo era mi imaginación. Dmitri es un vampiro, como cualquier otro, son maestros del engaño y jamás el hedor de un vampiro va a resultar agrdable para uno de mi especie, no debo caer en su trampa. Levanté la vista con sus palabras, tan positivas y filosóficas que lograron arrancar de mi un pedazo de cemento y pude por un instante sentirme más liviana.
-Realmente me resulta utópicamente agradable hablar con vos....-le sonrei inconscientemente, pero no sabia si me escuchaba porque unos segundos después sus brazos tan blancos como el marfil me estrecharon por la cintura contra su cuerpo. La diferencia de temperaturas era impresionante, su piel parecia un fragil hielo que se iba a derretir completamente bajo el fuego que yo representaba. Me soltó y mis ojos inmediatamente buscaron su rostro, pero los sentimientos de una niña me invadieron y al cruzar mi mirada con una ambar del amanecer tuve que apartarla inmediatmente. ¿Porque me da....verguenza?- Cuando quieras... aunque no se si quieres a una loba como amiga, y tampoco si te vas a quedar mucho por aca... pero si necesitas habalr con alguien, teneme en cuenta- con mi mirada en el suelo y mi brazos en dos puños terminé mi frase lo más tranquila que me permitió mi control.

Disculpa si te molesto eso. No...no lo pude evitar.- dije mirando sus cada vez mas hermosos ojos.
No me importa si eres loba, vampiro, humana, o lo que fuese. Siento que tienes un enorme corazón, de lo contrario, no me estarías hablando.- Soy vampiro, y lo sabe.- recapacite.
Me quedare aquí. Este lugar me gusta, y su gente parece muy alegre.- Le demostré una ancha sonrisa.
En cuanto a lo de que si quiero tenerte como amiga... seria un enorme placer. Pero...¿tu quieres a un vampiro como amigo? - dije observándola con gesto de interrogación.

Se disculpó por su acción mientras buscaba mis ojos pero yo con un carraspeo dirigí mi mirada ala cristalina agua y di un paso hacia ella para sentir esa brisa cargada de humedad que revoltoteba siempre sobre las masas de agua. ¿Yo un enorme conorazón?... No me sorprendia que alguien me lo dijiera, ya que jamás habia sido alguien triste o encerrada en mi mundo, pero él era distinto y completamente diferente, él era otra criatura a lo que yo siempre etiqueté de muertos sin sentimientos y siempre completamente mentirosos; pero sin embargo cuando dijo que se quedaría en el pueblo, que iba a estar por alli.. mi corazón dio un explicable salto y de inmediato volvió a acompasarse con mi respiración.
-Eso suena bastante bien...-susurré al tiempo que él volvia a lanzar una interrogativa hacia mi. Tragué saliva mirando por encima de mi hombro, y alli estaba él esperando con cautela mi respuesta, con esos ojos color oro sobre mi. ¿Que tiene él que lo hace diferente a todos..? ¿Qué hace que dude sobre todos mis prejuicios contra esas desagradables y asquerosas criaturas?-La verdad no lo se... creo que la amistad se forma sola y a través del tiempo, pero es agradable tu presencia... y siendo sincera aunque no me convierto muy a menudo, a mi lado lobuno no le gusta el olor a vampiro....-intenté que fuera un alago, era mi forma de decir: "Contra todos los pronosticos, hay algo en ti que es diferente al resto",. pero las palabras no salian de mi boca, y mi cuerpo se encontraba tenso ante esta situación tan imprevista y utopica.

Me alegra que te guste, o eso creo, la decisión de que me quede en Forks. - dije mirando su brillante cabello y su hermosa piel dorada.
Bueno, supongo que si nos seguimos viendo y hablando, el tiempo lo dirá...- intente sonar lo mas alegre que pude.
Yo no tengo lugar donde quedarme aun, en este momento estoy viviendo en el Hotel Peumayen, si algún día quieres conversar conmigo, puedes visitarme.- dije mientras me colocaba paralelamente a su posición mirando el suelo.

Aun sentía su mirada a mis espaldas mientras hablaba, esa inconfundible sensación de... ¿incomodidad? o tal vez solo verguenza, extrañeza de estar en aquella situación con una criatura que, al igual que yo, pertenecia a otro mundo. Seguirnos viendo...¿ él tambien habia descubierto algo que lo... incentivaba a vernos? Estas admitiendo que hay algo en él, lo sabes...¿no? Negué con la cabeza inmediatamente ese pensamiento pero me distraje cuando una brisa trajo más de cerca ese aroma que parecia desprender copos de nieve a su alrededor.
-¿Peumayen...?- claro estúpida, ¿conoces en Forks algun otro?-Si, se donde queda.. aunque como vivo en La Push y trabajo allí...-¿y para que querria que lo visite...? - Bueno, claro... normalmente vengo al bosque asi que seguro nos veremos....-volteé hacia él y le sonrei, y por alguna extraña razón sentia la esperanza reflejada en mis ojos....

Perfecto, nos veremos aquí.- dije sonriendo.
Voltee y me quede en silencio mirando unas aves que daban vueltas en el cielo con los brazos cruzados.
La suave brisa movía las hojas de los arboles y acariciaba mi cara lentamente. Había mucha calma en aquel lugar.
Siempre tuve una duda ¿que se siente transformarse en lobo?.- termine de decir esas palabras y me retracte. ¿Y si no le caía bien que yo halla dicho eso?. Intente mostrar una apariencia despreocupada y calmada.

Me pareció que él disfrutaba tanto como yo de ese silencio que solo era interrumpido por el correr del agua y el silbido del viento entre las hojas, hasta que me preguntó algo sobre mi naturaleza. Lo miré sorprendida, curiosa... Que extraño, ¿porque a un vampiro le puede interesar eso? Pero él tenia su mirada clavada en alguna otra parte, asi que suspiré y fui lo más sincera que pude.
-Es como... incendiarte, sientes un gran fuego que recorre todo tu ser y las cadenas.. "humanas" se rompen, vuelves a tu origen, eres un animal completamente salvaje que se rige por sus instintos.-mientras hablaba mi voz sonaba cada vez más convencida y terminé casi con el corazón en la mano, creyendo fielmente lo que decia, lo que me habia inspirado su pregunta. Me corrí un poco hacia atras y descolgué la mochila de mis hombros, donde salia con otra muda de ropa en caso de que fuera necesario transformarme. ¿hace cuanto ya no me transformo? No lo hago porque no me interesa que los quileutes sepan que hay un "eslabon perdido" de su manada, peor en Forks es lo mismo porque estan los Cullen. Suspiré y volvi a colgarla a mis espaldas, mirando con una sonrisa melancolica a mi "amigo"- Pero ya fue mucho tiempo, creo que unos cinco meses desde que no me transformo... además de que te dominan los institntos, los... sentidos son más sensibles y no se si resistiria... el olor a vampiro- luego de decirlo me arrepentí, habai sido sincera, pero ¿y si lo tomaba a mal?

Me respondió sin demostrar que no le gustaba que le halla preguntado eso, así que me relaje un poco.
Debe ser genial convertirse en lobo.- dije sonriendo. Y a continuación me acosté en el verde pasto, con mis manos cruzadas detrás de mi cabeza, estaba muy cómodo.
Nos quedamos en silencio nuevamente.
¿Se sentirá cómoda con esta situación?, ¿Le molestara mi aroma a muerto?, no podía dejar de pensar ese tipo de preguntas.

Su postura se relajó un poco, de tal modo que se recostó en la hierba a unos metros mio; y si, no supiera por "naturaleza" que los de su especie no podia dormir, hubiera jurado que se hallaba en un profundo inconsciente.
-Lo es.. pero... no se, quise tener una vida tranquila y por eso decidí no transformarme más.. pero vine a vivir a este sitio porque sabiendo la cantidad de criaturas, se despertó mi curiosidad..- queria imitarlo, pero mi sentido comun, o más bien mi desconfianza lobuna e impedia relajarme completamente con un vampiro tan cerca. Avancé hacia él pero me senté contra un arbol y lo miré fijamente, recorriendo con mis ojos esmeraldas su piel del color del marfil. Esta tan tieso... no se parece a mi prototipo de vampiro sin corazón, indecente y sanguinario- Vine aca para estudiar más a los de mi especie pero jamás tuve intencion de unirme a su "hermandad", eso me ataria y yo ya asumí que no hay nada en el mundo que me pruduzca eso...

Abrí los ojos y con gesto serio voltee la mirada hacia ella.
Pero... si te gusta combertirte en loba, ¿porque no lo haces?, que tiene que ver que hayan otros lobos aca. Vos estas por tu propia cuenta.- dije mirándole directamente a los ojos.
Espere unos segundos y seguí.
No es necesario que seas tan desconfiada. No te voy a hacer nada...- la confianza en mi cuando dije esas palabras fue gigante.
¿Que tipo de vampiro creerá que soy?- mientras pensaba eso volví mi cabeza a su posición original y mi mirada se perdió en el basto follaje.

Mientras hablaba, yo tambien clavé mis ojos en los mios, pero mi mente se encontraba completamente lejos de alli, buscando si la respuesta a su pregunta que en realidad, era más profunda de lo que él creia. Mis recuerdos eran vagamente oscuros y lejanos en lo que respectaba a convertirme en lobo, solo el sentimiento de aquellos dias conservaba, pero guardado muy profundamente. Reacioné recien con sus ultimas palabras, que más que pertenecer a una conversación comun, parecia una defensiva. Cuando volteó noté que su rostro tenia un rasgo que hasta ahora no habia demostrado... ¿Frustación? Bajé la mirada algo avergonzada mientras mi voz se escapaba entre mis finos labios casi inconscientemente:
-Es mi naturaleza... es como el racismo para los humanos... es dificil sacarte de la cabeza un prejuicio, y aunque me estas demostrando ser diferente... son actos reflejos, no quiero hacerte sentir mal...-no sabia si quiera si los vampiros se podian sentir mal, pero como queria tratarlo como "persona" me parecío adecuado decirlo. Ahora me sentia algo incómoda por lo que habia dicho, no queria fastidiarlo o algo asi.. ¿deberia irme y dejarlo de molestar con mi presencia o, darle la oportunidad que me demuestre que era diferente?

Levante mi torso y apoye mis codos sobre mis rodillas.
No me haces sentir mal. En realidad... nunca hable con un lobo, y suponiendo que somos 'enemigos' naturales, no quiero imaginarme como seria otro conmigo.
Tome una hoja que había tirada en el piso y empece a jugar con esta.
Empezaron a aparecer unas pequeñas nubes en el cielo... ¿Irá a llover?- pensaba.
Si te resulta molesto estar junto mi presencia, me voy. No tengo problemas con ello.- dije mientras me levantaba y le sonreía.

De pronto tomó una actitud que parecía no ir de acorde a su edad, recostado en la hierba de un verde precioso mientras jugaba con una hoja que habia caido de uno de los grandes abetos. Le sonrei, pero cuando interpreté las palabras que había dicho y casi no habia escuchado de verdad mi cara se transformó completamente. No queria que se fuera, pero tampoco sabia la razón por la cual quedarse. Tome aire y hablé, jamas era vergonsosa o tímida precisamente, más bien aunque no socializaba mucho era todo lo contrario a eso.
-Aunque resulte muy extraño, contra toda ley natural o lo que sea hace mucho no me sentía tan bien charlando con alguien- Quitando el hecho que nunca hablo con nadie... Miré hacia otro lado, casi ofendida con mi propio inconciente que me recordaba "mi gran vida social". En ese momento, una gran gota de agua que se escurrió entre las hojas me cayó en el brazo. Miré hacia el cielo de forma casi impulsiva, del cual comenzaron a desprenderse varias de esas gotas. En realidad la lluvia no me molestaba, peor no queria un resfriado, asi que me tiré más hacia atras para queda al abrigo del arbol. Desearia traer abrigo en la mochila...

Empezaron a caer gotas lentamente, y ella se posó cerca de uno de los tantos arboles que habían en el lugar.
La lluvia era una de las cosas que mas me gustaba. En realidad el agua era lo que me llamaba la atención, limpiaba impurezas, sanaba heridas y purificaba el alma. Su tranquilidad era contagiosa.
Caí en la cuenta de que la señorita que tenia en frente, se estaba mojando. Me quite el abrigo que tenia y sin preguntarle se lo coloque en los hombros lenta y cuidadosamente mientras la miraba con gesto preocupante.
Discúlpame si te molesta el olor que tiene. Pero creo que es mejor aguantarse que estar enferma.- dije mirando al horizonte.
Su calor era muy acogedor, pero no tarde un segundo en pensar que quizá le molestaba que este tan cerca. Así que decidí alejarme un poco.