Desafortunado encuentro (Rosalie, Adisson, Libre)

Despues del encuentro con las vampiras vegetarianas y la carnivora, en el hospital, sali del pueblecillo, seria mejor no meterme en problemas y menos si la tal Katherine no me ayudaba. Corri hasta llegar a Phoenix, donde por fin me alimente de un humano. Despues de eso me dedique a vagar para conocer el lugar, era de noche, ya que en el lugar el sol birllaba de una manera descomunal y no me permitia salir libremente a las calles. Camine y llegue hasta una plaza comercial, traia suficiente dinero asi que me meti a una tiendo donde compraria cualquier baratija que me gustara. Encontre una hermosa gargantilla de oro, tenia incrustados varios diamantes que formaban figurillas de tal gracia que me atrajo como mosca a la luz, me alla facianada con la baratija y estaba tan decidida a comprarla, solo por complacerme a mi misma.

Había pasado ya un dia del enfrentamiento en el hospital...Supuse que en el tedioso, aburrido y largo día no me venía mal salir de compras. No había nada mejor para relajar tensiones y nervios de haber podido asalir herida bajo las garras de Katherin, esa vampiresa me odiaba sin razón. Pero...la otra, casi ni había hablado, no recordaba ni su nombre. Las ruedas de mi coche chirriaron al doblar en la esquina. La calle céntrica estaba repleta de personas., las luces contaminaban mi vista, pero eran tan hermosas. El clima era perfecto, los sonidos parecían estar sincronizados, voces por todas lados, aunque mi garganta molestaba por el olor a humano, por lo que inhale suficiente aire, tome mi bolso y baje del coche sin respirar. Pero, un pequeño humano con cabellos extremadamente rubios tropezó a solo unos pasos de mi, la sorpresa hizo que olvidara que debía aguantar la inutil respiración de mi cuerpo para no tentarme, y entonces el aire entro atropellado y a gran velocidad infectado de un aroma agrio, a sangre coagulada.Un vampiro. Tomé al niño por el brazo y lo ayude a ponerse de pie regalándole una hermosa y amplia sonrisa que me fue devuelta y luego salió corriendo en dirección al que venía ese aroma peculiar. Allí estaba...una vampiresa rubia, la otra que había estado en el hospital de forks. -Hey...-la llamé suavemente, su oído me escucharía y esperé que volteé la vista a mi.

Me encontraba maravillada con la preciosa gargantilla, entonces el viento arrastro hasta a mi un aroma dulzon y embriagante, ese eflivio se me hacia completamente conocido, pero aun asi no me volvi para averiguar quien era, no merecia mi tiempo.
Entonces escuche por lo mas bajo que alguien me hablaba, su voz sonaba como la de una campanilla tan hermosa, me volvi lentamente para averiguar quien era, por que solamente yo, que tenia el oido demaciado agudo, pude oirla. Cuando voltee vi que era la rubia que me habia encontrado en el hospital del pueblecillo, justo cuando pensaba que ya me habia desecho de esas vampiras vegetarianas, y mas de esta que se habia tornado mas autoritaria, esperaba que aqui no quisiera mandarme, ordenarme, que me largara del lugar. Entonces me asalto un pensamiento velozmente, que surgio de la nada; si ella venia significaba que la pequeña de apspecto de duendecillo la seguiria, y quien sabe tal vez la peligrosamente carnivora, Katherine, venia detras de ella, despues de la amenaza que habia lanzado no me sorprenderia que estaviera cazandolas.
Me estremecia ante tal pensamiento, vi como la rubia, cuyo nombre se me habia olvidado por completo, se acercaba a mi con gracilidad, sin quitarme la vista de ensima, sonrei y la mire con extrema curiosidad.
-Hum...- frunci el ceño- ¿se te ofrece algo?

Mis tacones preferidos sonaron en la acera muy fuertes mientras avanzaba hacia el lugar donde se encontraba aquella niña...Por lo visto me recordaba y su aroma se intensificaba pero era inconfundible a comparación del de los humanos. -El oro es lo mejor para nuestra tez... disimula la palidez- no sabía si le interesaba mi dato, pero hablé lentamente y con un tono bajo. No buscaba dañarla, por Dios que no lo haría. -¿Cómo es que puedes estar en un lugar así? Aguantando al olor de los humanos sin descontrolarte- La curiosidad me gano y pregunté sin pensar. Esperaba no enfadarla,parecía buena chica. Tome un anillo de plata del pequeño mostrador que se hallaba frente a nosotras, -Lo ves? La plata intencifica la palidez...veo que tienes buen gusto- Le sonreí y seguí observando la vitrina

Al parecer no venia con intenciones de dañarme, mas bien me daba consejos de belleza, sonrei ente su comentario, yo adoraba el oro y claro que sabia que disimulaba un poco lo palido de nuestras pieles, entonces me pregunto como sorportaba yo el olor a humanos, a dercir verdad me encontraba con el estomaga lo suficientemente lleno para aguantar el aroma irresistible de los humanos.
-Creo que es costumbre, a lo largo de los años te acostumbras- le dedique una sornrisa amable.
Mire atentamente el anillo que sostenia, era sumamente precioso, pero la plata no me agradaba. Compre la gargantilla, no espere a que el vendedor la empacara me la puse al instante, baje mi capucha, me habia tomado el tiempo de ponerme unos pupilentes que hacia que mis ojos se viera de un color violeta, me molestaban, no me dejaban ver muy bien y el veneno comenzaba a deshacerlos, parpadee un par de veces.
-Disculpa, ¿como dices que te llamas?

Su postura se relajó de inmediato. Mis conjeturas no estaba erradas. Era una buena chica. Tomó su gargantilla nueva y se la colocó con el más grácil y rápido movimiento con el que se podría hacer algo así. Su piel pálida aunque un poco descuidada quedaba a la perfección con el tono dorado del accesorio... ¿Costumbre? uno puede acostumbrarse a contener la sed insaciable pero, solo si se tomaban unas medidas como las de los vegetarianos...o había alguna otra opción?
-Rose...Rosalie Hale...como prefieras. Y el tuyo era...- avancé la oración para que concluyera con su nombre.
-Costumbre? Lo lamento, es casi increíble...no creí capaz a un carnívoro como tu de hacer eso.- Me di cuenta de mi error al llamarla carnívora, pero no era algo despectivo más bien lo había usado como un simple adjetivo. Esperaba que no se ofendiese, no estaba de humor como para pelear o algo por el estilo. Las miradas de humanos se posaban en nuestros rostros, quedándose boquiabiertos al observar nuestro o mi magnánimo aspecto. Lentes de contactos...violetas. Bueno, por lo menos ocultaba sus ojos carmesí de una manera extraña pero segura. Por qué no se dejaba su color rojo...?el violeta era más extraño aún, pero era su elección. No debía juzgarla, no en ese momento. -Caminamos?-ofrecí el paso

La vampira se encontraba muy relajada, quizas debia de confiar yo en ella asi como ella en mi. Le sonrei, tenia un nombre muy lindo..-Mucho gusto Rose, yo soy Adisson Writhe.- le extendi mi marmonea mano del color de la cal- Pero me puedes decir Addie.. No creia en ninguna de mis palabras, pero nimodo de decirle que tenia el estomago a reventar, sri mejor mentile, quizas le molestaria el hecho que hubiera matado a un humano por mis costumbre alimentarias.-Tengo el suficiente autocontrol para hacerlo, creeme. Pero tu como has podido llevar las cosas, digo, no se te antoja ni un poco la sangre de los humanos?- pregunte en un susurro mientras caminaba a su lado

Su semblante se relajaba muy lentamente, rezagaba sus sentimientos pero era muy transparente, se veía claramente cada una de sus emociones reflejada en una amplia gama de gestos que provenían de su cara. Fui identificando cada uno, como un pasatiempo. Observando hasta que punto era capaz de contenerse al estar en medio de una multitud importante de deliciosos humanos a su merced, como un gran banquete. La conversación continuo ajena a mis pensamientos. Se presentó cordialmente, pero mi misma duda estaba implantada en su ser "soportar la sed". -Es una larga historia, soy de un clan de "vegetarianos" mi padre, Carlisle, él me encontró y transformó...yo adopte su dieta. -No iba a confesar debilidades, apenas nos conocíamos...--¿Dónde.... vives?- No sabía exactamente si era correcta mi pregunta, si era eso lo que quería saber o si, estaba siendo descortés...Tal vez vivía como un primitivo o no poseía ningún hogar...Pensamientos libres y extraños me invadieron, creí poder ocultar reacciones, pero me estremecí con la simple idea de imaginarme viviendo debajo de un puente alimentándome para sobrevivir, sin nada terrenal que me uniera al mundo de los mortales, solo...alimento, ganado.

La pregunta que habia formulado Rosalie me tomo por sorpresa. Quizas pensaba que vagabundeaba por el mundo solamente alimentandome, perdiendo todos mis instintos humanos que pudiera conservar ante esta vida. Sonrei de forma burlona al precensiar una imagen comica donde solo cazaba por sobrevivir, aun que tal vez veia a los humanos como una simple divercion y eso de vez en cuando. Rosalie se estremecio ante algun pensamiento suyo y yo frunci el ceño.-Claro que tengo casa. De hecho es una cabaña... Y que ironia esta en Forks, pero solo voy ahi cuando deseo meditar algunas cosas.- dije sonriendo. Valla que era una ironia vivir en Forks y no poder cazar en ese citio.

Su respuesta inmediata, me sorprendió. Giré la cabeza y fije mis ojos dorados en los suyos ahora violetas, mantenía el ceño fruncido pero una sonrisa estaba dibujada en su cara. El tono de voz que había empleado era extraño, salían atropelladas las palabras pero lo decía cómicamente. En Forks, tenía una cabaña en Forks... Debía ir muy poco allí, porque jamás me había percatado de su olor por los alrededores estando en en el pueblito húmedo de la Península Olimpic, era una buena señal de que iba a 'meditar' demasiado poco. Tal vez, la 'cabaña' estaba echa trizas, o no. Me era muy difícil intentar imaginar lo cotidiano de su vida, sin nada en especial en que ocuparse, sobreviviendo, en vez de vivir realmente. Por un momento único e irrepetible, sentí compasión por la vampiresa. Yo tenía a Emmett, él era mi razón para sobrevivir en este mundo...sin él, estaría completamente perdida, sola y desprotegida.
¿Ella a qué estaba atada en este mundo? -...entiendo. Adisson, creo que las lentes están perdiendo efecto muy rápidamente- Las lentes de contacto violetas que estaban sobre sus grandes ojos carmesís comenzaban débilmente a desintegrarse, yo, podía ver con claridad como desaparecía lentamente una parte a cada segundo dejando entrever el color rojo sangre de su mirada animal. Seguramente, ella se habría dado cuenta, era estúpido que se lo recuerde por lo que cambié la dirección de mi mirada hacía unos humanos que nos observaban muy cuidadosamente. ¿Delincuentes? Eso era lo último que faltaba.

La vampira se perdio por una fraccion de segundo en su mente, imaginando quiensabe que cosas. Nadie, ni un estupido humano lo habiua notado, aquella breve pausa, solo yo. Mientras tanto sentia como el veneno que fluia por mis ojos comenzaba a deshacer los lentes que se suponi debian ser verdes claros. Mire al rededor en busca de una tienda donde comprar unos lentes negros y la capte enseguida, aunque seria algo sumamente extraño siendo de noche. Me percate de inmediato que un par de humanos nos miraban con mucha atencion, entre cerre los ojos si querian atacarnos no tendria piedad, a menos que la vegetaariana se pusiera afavor de ellos, daba la casualodad que este no era su territoria y no planeaba hacerle caso en este lugar.-sera mejor que compre unos lentes-dije caminando hacia los humanos.

-¿lentes?...- Era la primera vez que conocía a un vampiro que intentase esconder su naturaleza de una forma tan extraña, ni siquiera yo, con mis ojos amarillos pretendería alguna vez ocultarlos detras de lentes de sol. Decir que comenzaba a admirarla era exagerar, pero sentía algo de curiosidad por conocer lo que pasaba por su cabeza. De pronto, su mirada se desvió subitamente hacia el grupo de humanos que nos observaban desde hacia ya un rato. Teniéndole terror a la escenas en la calle o a ser descubiertas, no era buena idea pasear por el centro de Phoenix de la mano de una extrañamente sensible vampiresa carnívora. Inhalé profundamente, necesitaba relajarme. Ya no sabía que hacer para disipar la desconfianza, era mi naturaleza desconfiada. El riesgo simpre existió, simplemente apareció cuando decidí hablarle. -Por lo que veo, eres bastante independiente...por que te encontrabas con alquella vampira en el hospital? Quién era, la conoces? Había sido coincidencia nuestro encuentro pero, aún no olvidaba la desdichada disputa que habíamos tenido en el hospital, cuando intentaba almorzarse a una humana. Se alejó de mi solo unos pasos, pero no dude en seguí sus pasos, seguramente tenía en mente esos lentes para ocultar el color de sus ojos.

Rosalie me acompañaba, ambas caminando a un paso humano. Mientras caminabamos para llegar a nuestro destino la rubia murmuraba cosas y se perdia en sus penamientos, yo mantenia la vista fija en las personas, al parecer estos se intimidaron y optaron por huir suspire satisfecha, asi por lo menos ya no tenia que matar a mas gente. Mire a Rosalie que mantenia una curiosidad en sus ojos dorados.- La vampira...-hice memoria y habia dos vampiras- Pues una tu la conocias y a la otroa... llego sola por alguna razon. No la conosco pero se veia mucho muy peligrosa.-musite y entre en la tienda para comprar los lentes en un triz, igual que las joyas, los compre rapidamente y me los puse.

Me daba la impresión de que me ignoraba pero luego de golpe, se volvia y contestaba con naturalidad. Su extraño comportamiento me estaba volviendo loca. Sin contar que, el simple echo de que por momentos ignorase mi presencia olímpicamente, no era para nada de mi agrado. Seguí sus pasos, mientras escuchaba atenta sus palabras... Con rapidez se movía mientras se probaba lentes y se veía frente al espejo ¿Cómo lograba apreciar si el accesorio le quedaba bien o no, si se movía así de rápido? por lo menos una lección aprendí de todo ese embrollo: ¡Jamás salir de compras con un carnivoro...!-Yo estaba convencida de que se conocían con la chica... Owen en si no mal recuerdo su, nombre. Y Alice, si, ella es mi hermana...- Dude, tal vez me mentía, tal vez eran 'amigas'... Por lo que decidí someterla a una prueba perezosa; la reacción ante mi comentario debelaría sus verdaderos pensamientos, o por lo menos hacía debería funcionar mi 'plan' -Esa Katherine no tenía escrúpulos ni límites, los Vulturis deberían darle una buena lección para que aprenda...-Jamás había sonado tan fea fea mi voz. Fuerte, agría, gruñi y me quejé. En si, no era por Owen, sino por lo mal que había sonado mi voz...pero era mejor que pensase que era por la carnívora.

Rosalie me veia y se mostraba sorprendida y algo incomoda con mis rapidos movimientos. Hacia gestos de inconformidad y desesperacion a lo cual yo los ignoraba, habia decidido acompañarme ahora debia aguantarce. Creí que habia dejado el tema de la vampira agresiva a un lado pero continuaba hablando de ella. Me volvi para verla en lo que esperba el cambio y le dedique una sonrisa-Creo que algun dia encontrara lo que esta buscando, a mi me tiene sin cuidado.- Musite con mi voz cantarina completamente tranquila, a decir verdad la tal Katherina no era mi amiga y por eso no me importaban sus acciones, fueran buenas o no.

De mi lado...eso me daba satisfacción. Había completado la prueba y la había resuelto completamente bien, si mis cálculos de vampiro hermoso no fallaban, esa chica no tenía muchos conocidos aquí. -Creo qeu no es muy normal usar lentes oscuros en medio de la noche...- Que importaban los demás, ¿verdad? Al fin y al cabo, solo eran ganado, el simple almuerzo... -¿Por qué no me cuentas de tu pasado?...-Si mis palabra la llegasen a incomodar se alejaría o por lo menos, simplemente, tal vez de una manera no muy sutil me lo hiciese saber... Quería saber sobre su pasado incierto y vampirezco, yo 'nací' con familia, no conocía lo que era vivir fuera, en el exterior, o lo que también se podía llamar 'realidad'...Parecía un karma: cuidada en vida así como en la muerte. Iba a preguntar por sus planes, pero callé, primero quería su respuesta.

Sali de la tienda con los lentes puestos y me dirigia una banca donde tome asiento e invitie a Rosalie a acompañarme palmeando el lugar vacio.Ahora en su rostro se reflejaba satisfaccion a comparacion de antes.-Pero tampoco es normal tner ojos rojos o ¿si?-dije en tono burlon y con una amplia sonrisa.
En cuanto preguntoss sobre mi pasado, y eso significaba mi vida como humana, todas las perdidas y la transformacion... Hice una mueca de disguto al recordar todo aquello. Tome mis segundo para contestar a su pregunta. Creo que ningun pasado era hermoso si al final acababammos siendo lo que eramos, seres que vivian con un solo proposito, drenar sangre de algun ser vivo para mantenernos. -Vivia en Canada con mi familia y nos sustentaba nuestra madre....Mis hermanos murieron y años despues camianaba con mi madre y un vampiro nos ataco matandola a ella y dejandome a la deriva...a mi suerte.-Frunci el ceño ante el recuerdo de mis dias como neofita.-¿y la tuya como fue?

Paseaba por la zona comerciial de Pheonix ya que estaba por Estados Unidos debia áprobecharlo lo mejor que pudiera. Era una noche muy calurasa como era debido en este citio.
Camianaba dentro de la plaza viendo las tiendas unas llamativas otras no tanto, pero todas seduciendome a entrar comprar alguna baratija. Las personas pasaban con sus inutiles vidas sin sentido, estas proto acabarian de una u otra manera pero hoy estaba la suerte de su lado ya que no tenia ganas de cazar, recien me habia alimentado de unos humanos que andaban por ahi molestando, aun sentia el sabor de la sangre en mi boca.
Llevaba la capucha de mi elegante abrigo color azul cubriendome los ojos y escondiendo mi cabello quebrado y largo.
Algo inusual llamo mi entencion. A poca distancia se encontraban dos rubias sentadas en una banca, el cabello de ambas llegaba hasta la mitad de su espalda. Frunci el ceño mientras me quedaba plantada enmedio de la pasadera de personas admirando a las rubias, en el habiente existian diversos efluvios todos ellos de los humanos, deliciosos y tentadores. Pero habia otros dos que ya conocia, ambas rubias habian estado en el hospital conmigo y al parecer eran Rosalie, la vampira superficial la cual me irritaba de manera constante de tan solo verla me daban ganas de arrancarle la cabeza por varias razones. La primera se sentia dueña de todo lo que abarcaba en este mundo, la segunda se sentia el ser mas precioso y sentia que todo el mundo debia detenerce a admirar tal belleza, cierto era sumamente bella pero eso no significaba que era inteligente. La tercera razon era que se sentia atraida por el mismo ser que yo. Todo eso se volvia uno solo haciendo mi odio mas grande hacia ella. La otra era la rubiecita carnivora que no habia dicho ni pio en le hospital, por tanto no me interesaba, si se entrometia en algun plan mio simplemente la aniquilaria en un triz.
Sonrei malevolamente y alce una ceja. Camine hasta donde estaban las rubias sentadas y me plante detras de ellas con los brasos cruzados.-Valla que sorpresa, hermosa Rosalie-musite en tono burlon y con cierto desden al mencionar el nombre de Rosalie

Los finales felices, esos que terminan con una brillante sonrisa en los rostros de todos los protagonistas, que tiene amor incondicional y por supuesto que es inocultable el príncipe azul. En fin, no existen... yo más que nadie sabia que el final no existe y que si algo termina, ya de por sí, no es feliz...pueden ser bueno, cómodos pero, a personas como nosotros nos tocaron los tristes, melancólicos... Su mirada gacha y los suspiros que provenían de su boca sin aliento daba firme argumento del dolor que le causaba contarme todo aquello, recuerdos... -Conoces a tu 'creador', lo has visto o hablado con el? - pregunte lentamente arrastrando las palabras, no quería incomodar. Pero, ya había confianza mutua como para compadecernos de nuestras historias...-Mi historia no es muy diferente...-comencé pero, algo interrumpió y me giré en secó ya que una aroma agrío, penetrante impregnó de lleno en nuestras espaladas al momento que una brisa fresca lo acompañaba. Su voz,tan fría y cruel como su aspecto...pronunció mi magnifico nombre con desdén -¿Que tal querida Kathie? - le dediqué mi más hermosa sonrisa con la mas putrefacta ironía...

Aun existian esas imagenes borrosas en mi mente de mi vida como humana, todas ellas pasando como una pelicula de mi propia vida en donde deseaba regresar y dehacer todos aquellos accidentes, pero la vida no circula de esa forma, hay que seguir adelante y enfrentar los nuevos obstaculos que esta te pone. Ahora la vampira comenzaba a contar su historia cuando un olor extravagante llamo mi atencion. Ese olor provenia de nuestras espaldas asi que me volvi lentamente para mirar a la vampira amenazante que nos habiamos topado en el hospital. Llevaba la capucha de su hermoso abrigo sobre su cabeza ocultando los ojos. Me sorprendio el tono amargo que uso para referirce a Rosalie, no podia ver su exprecion pero suponia que no era en lo absoluto agradable. Decidi intervenir ya que esto estaba poniendoce de un color poco agradable.-Katherine...que te trae por aqui?

Las rubias se voltearon para encararme y parecian algo sorprendidas ante mi presencia. Rasalie me dedico una sonrisa, sabia que no le hacia ni una pizca de gracia mi precensia en este citio pero ¿que mas daba?Yo era libre de ir y venir a mi antojo.
Comenzaba a creer que el destino me estaba jugando una broma pesada por que donde quiera que asistia estaba la prepotente rubia con sus ademanes de diva que hacian que la furia corriera por mis venas y desataran una furia incontrolable. Ahora que lo pensaba esta vez no se irira limpia, me cobraria esos dos encuentros en los cuales pretendia mandarme como una reyna a una lacayo.
La otra rubiecita se mantuvo serena y esperaa pacientemente una respuesta-No me digas asi-le dije en tono amenazador a Rosalie. Era desagradable que me llamacen asi y mas si lo hacia esta mujer, solo los seres que de verdad apreciaba podian llamarme de esa forma. Bajel lentamente mi capucha dejando ver mi angelical rostro que se mantennia serio y con la ceja enarqueeada. Me daba igual si los humanos se me quedaban viendo o no, si era algo normal o algo extraño. La voz de Adisson corto la tencion que se habia elevado en el habiente volviendolo mas pesado.-Solo paseaba. Uno es libre de hacerlo ¿no es asi?-espete la pregunta con algo de burla a Rosalie.

Lo que me faltaba... Esa ridícula vampireza, traía furia y ¿olor feo? a su paso. Fruncí la nariz, ¿acaso no se bañaba? Se acercó con 'elegancia' hacia nosotras, lastima que era muy exagerada -Oh! pero si solo era un gesto de cariño hacia tu inminente persona- me burlé con despecho de ese mamarracho exagerando yo también mis gestos con la mano -Esta bien,¿Entonces cómo prefieres que te llame?...Sabes se me ocurre una palabra que te describe completamente...es muy corta, la adivinarías muy facilmente- Podía ver a 'la maldad personalizada' dejar su rostro a la vista; No podía negarlo, el color de su capucha no combinaba con el resto de su vestuario y mucho menos con su color de ojos, ¿Pero, eso a ella que le importaba? Por un momento me vi sumergida en una situación un tanto complicada pero todo se serenó al momento que Adisson, mi nueva amiga, habló y la distrajo. Suspiré... te debo la vida, pensé. Por supuesto que no lo escuchaba, pero era un alivio saber que ella existía, se lo recompensaría de algún modo luego. -Por supuesto, querida. Oh! disculpa mi torpeza olvidé que te molestaba que te llame así...Estás en lo cierto,todos somos libre de estar en donde queramos, siempre y cuando nos comportemos como lo q se supone que somos: 'todos' vampiros civilizados...- Ya había intentado hacer las pases con ella una vez, por qué intentarlo de nuevo, solo significaria repetir un fracaso. Matt vino a mi mente, su presencia, su aroma; si no estaba mal informada, ellos dos eran pareja. No tenía idea ni de donde había salido ni nada. Pero, él había sido motivo de la irritación súbita de Owen cuando nos reunimos en la mansión. Recordaba bien ese día, más que nada el encantador trato de Matt hacia mi...simplemente irresistible...

Estas dos chicas tenian que limar asperesas. No se agradaban y las cosas se ponian de color de hormiga. Suspire aliviada cuando por un mmento distraje a Katherine, asi por lo menos no trataria de hacer nada malo aqui. Error, eso cometio Rosalie en cuento hizo de las suyas burlandoce de Katherine, tentaba demaciado a su suerte y no sabiamos de lo que era capaz esta vampira, que no tenia niguna buena intencion.
Ahora todo pendia de un hilo, la suerte nos diria como lo tomaria Katherine si en forma de ofensa o le seguria el jueguito a Rosalie. Frunci el ceño, Rosalie estaba metiendoce en un grave lío. Voltee a ver a Rosalie, se encontraba muy comoda bufandoce de Kath.-No tienes por que molestarte Katherine

Hacía tiempo que supe Charlie había hablado con Renée, quería ver a Bella, y mejor fui a visitarla, a decirle que ella se encontraba bien. Pero al llegar a menos de 5 minutos de viaje, ahí estaba, mi amiga preferida, Rosalie. Estaba en un corredor de la zona comercial, con otras dos vampiros, ambas carnívoras. Fui en paso hacia Rose a ver que sucedía, al llegar ya era humano de nuevo, y con una mirada atenta a las carnívoras. -¿Te has portado bien por aquí?- Solté una risotada. -Veo que tienes una pequeña discusión, es una de esas veces que te salvaré, no esperes que se repita muchas veces.- Dije en tono bromísta.

-Hola, ¿que se supone que hacen dos carnívoras porlugares tan calurosos como Phoenix?, creo que no es nada bueno, espero que no sea así.- Les dije pensando en lo que había sucedido en Forks con Ness, en tono agresivo y delatante; colocandome al flanco de Rose, tratando de protegerla si algo pasaba, el fuego recorrería rápido y un lobo estaría posado frente un cadáver vampiro.

Entre cerre los ojos ante los comentarios de Rosalie para luego estallar en una grandiosa risotada de burla. La vampira tenia demaciada suerte, o no tanto. Hoy me encontraba de un humor excelente como para reir antes sus insultos insultos. Adisson se puso a la defensiva, apoyando en todo momento a la deserebrada de Rosalie. Eso si que era bastante malo crei que era diferentes pero no era cierto solo aparentaba ser agresiva. entonces sus ojos rojos y la alimentacion eran parte de un´perfecto disfras para distraer la atencion de sus verdaderas intenciones, era una "buena persona", solo llevaba la vida de vampiro carnivoro para que no le hiciscen daño alguno.-Tu sabes, cariño, que yo nunca tengo buenas intenciones y mucho menos tratandoce de ti-le dije con una gran sonrisa a Rosalie-Y no te preocupes Adi, no estoy molesta, en lo mas minimo. Solo vengo a divertirme..- ahora me estaba comportando de manera civilizada. Esperaba que a Rosalie no le molestara perder su rubia cabellera que tanto amaba y cuidaba o una de sus uñas tan preciosas y presentables.
Mientras me burlaba de Rosalie y su altaneria un olor totalmente desagradable me distrajo por completo. Mire hacia el frente donde se encontraba un gigantesco chico muy bien bronceado que vestia solo unas bermudas muy maltratadas. A este lo acompañaba ese asqueroso olor.
Nunca habia estado en presencia de un licantropo, siempre habia escuchado hablar sobre ellos pero jasmas toparme con uno.
Notaba como cada musculo se movia ligeramente, todo su cuerpo hacia ese sincronizado movimiento. Este impresionante joven se acerco y hablo a Rosalie, al parecer eran amigos.
Puse los ojos en blanco cuado escuche todo lo que decia y sonrei burlonamente. ¿Podria con dos vampiras y un licantropo'? Tal vez pero por el momento me dispuse a tranquilizarme.-No querido lobito, todo esta en perfecto orden, no tienes por que preocuparte...¿o si Rose?-Musite aun burlandome de los dos "amigos"