Coociendo el lugar (Libre-Noche)

Habia tomado un nuevo camino. Me gustaba salir de viaje a lugares que ya conocia pero que me agradaban mucho que deseara verlo de nuevo.Seattle era uno de esos lugares que me agradaban.
Salimos temprano de Italia haciendo un viaje en avion y ahora nos encontrabamos en el lugar. Aryann decidio quedarce a descarnsar en el hotel mientras yo paseaba y memorizaba el lugar, un vez mas.
Todo esto era dificil, desde que haiba conoido a ese ser encantador habia dejado la dieta de humanos apenas unos años atras. Inhalar las fragancias seductoras se volvian tentadoras e iresistibles, era como ponerle a un alcoholico que se esta reabilitando una copa llena de el vejor vino frente a el y no poder tomarlo. Esa era mi situación. Me habia prometido a mi mismo no volver a cazar a ningun humano en la faz de la tierra y yo era un hombre de palara asi que debia cumplirla al margen.
La inminente obscuridad se posaba sobre mi cabeza, el cielo era estrellado y con una hermosa luna que brillaba en su apogeo. Era una noche maravilosa. Los sonido llegaban de varios lugares hasta mis oidos, los carro, musica de bares, platicas de personas, risas. Pese a que era noche existia mucha vida en la zona. Los olores eran diversos, acantarillas, vino, contaminación, y los eflouvios humanos tan seductores.
Camine a pasos lentos hasta llegar a un pequeño parque donde me sente y disfrute la vista que me bindaba eta mismo.

Viernes a la noche. Momento exacto que la ciudad se viste de gala y todos salen de fiestas por las calles, las cuales se hallaban justamente atestadas de jóvenes o vendedores del tipo ilegal. Yo, por mi parte, habia ido para salir un poco de mi encierro en esa pequeña localidad que no prestaba mucho para divertirse más que paseos por los bosques y salto de acantilado. Caminaba con paso lento entre los muchachos, sin socializar con ellos pero observando que hacian y con que me podia entretener.
Las horas pasaron bastante rápido, pero los negocios seguian abiertos y se escuchaba la música de los boliches y los gritos de grupos de adolescentes en el centro de la ciudad. Me compré unos sándwich y me dirigí a un lugar tranquilo para disfrutarlo con más tranquilidad, terminando en un pequeño parque donde habia unos cuantos bancos y faroles del estilo colonial. Me acerqué a uno de estos y me apoyé en el frio poste, disfrutando un poco del silencio y de la paz. Peor no lo pude hacer por mucho tiempo cuando unos fuertes brazos me tomaron por la cintura y una gruesa voz me dijo algo asi como "Que lindo disfrutar de la compañia de una chica tan linda en esta noche". Hice estupidamente un recordatorio mental de como estaba vestida: shorts de jeans corto ajustado, remera de lycra negra y una tolera arriba con capucha, la cual llevaba puesta.
Igual no te ha elegido precisamente por como luces.. si no porque eres uan chica y estas sola. La voz en mi mente me asustó más inclusos que esas gruesas manos que me recorrian la cintura. Me retorcí inquietamente entre esos brazos pero solo lograba que él me golpeara contra el duro farol.. ¿Que haria?

Mantenia la vista en los visitantes que paseaban alegremente. A cada uno le prestaba atencion. Habia unos pequeños niños en los juegos, donde estallaban sus risitas de pura diversion. Las madres se mantenian observando a los pequeños y de vez en cuando intercambiaban algunas palabras. Un grupo de amigos caminaban pacificamente por el parque discutiendo asuntos sin importancia alguna. Otra chica paso a su lado a toda prisa. Frente a mi habian una joven pareja de novios, eso me hizo sonreir. Recorde a Aryann y me imagine con ella sentada a mi lado. Mantenia mi sonrisa cuando desvie la mirada a una chica que estaba apoyada contra a un poste, tenia en sus delicadas manos unos sandwich en ellas. Era extraño que una chica estuviera sola a estas horas de la noche.
Un hombre se acerco a sus espaldas y le abrazo, por un momento crei que eran novios pero la chica se estremecia en cada caricia que le brindaba el tipo. Sonreia complacido y de momento su mirada se engancho con la mia y ahi fue donde utilice mi magnifico don.
De un momento a otro ya no estaba en mi cuerpo ahora mantenia las manos pegadas a una cintura muy delgada y extremadamente caliente. Y mi cuerpo estaba ahi en la banca con la mirada perdida.
"Lo lamento tanto señorita, la confundi con otra persona"-Inquiri con una voz aspera, una que no me pertenecia. Hice que el cuerpo caminara hasta que quedara sumergido en los espesos arbustos. Pronto regrese a mi cuerpo la chica se veia menos agobiada lo mejor era ver si se encontraba bien.-Disculpe, ¿se encuentra bien?

Las rudas manos me apretaron más, al punto que sentí pequeños calambres en donde ese sujeto me "abrazaba". Un rugido salio de mi garganta y por un momento crei que iba a poder transformarme, porque la ira me consumía y los temblores eran más contantes y pronunciados. Pero de repente el sujeto robusto me soltó y con voz aguda, aunque no intimidante en esta oportunidad,se escusó y se retiro casi como un zombie de lugar, en zarcada grandes y se perdió entre la malesa del lugar.
Tuve que agarrarme del poste para no caer al pasto, con mi comida aun en una de mis manos y todo mi cuerpo temblando por lo sucedido. La ira y la confusión chocaban pero deje de hiperventilar cuando un muchacho rubio que estaba cerca en un banco se acercó y me pregunto como estaba.
-Bi...Bien, gracias-tartamudeé un poco, ya que tenia un nudo en mi garganta que me dificultaba hablar.- Solo me asusté...el tipo no se que pretendia

Esto es estupido! Mi mente no paraba de maldecir inconscientemente. Pudiendo utilizar mi coche debía caminar entremedio de toda esa gente para conseguir ese bendito frasco de Dulce de leche, solo para que Esme siga coleccionándolos. ¡Que fastidio!... Mi bolso bailaba con furor al compás de mi paso acelerado. De pronto un humano insulso se postró en mi camino. -Muévete -le espeté con dureza.Se sonrió, pero me dio el paso. Daba asco simplemente respirar su mismo aire. Esas brisas que traían consigo aromas inimaginables, la delatora de todos, esta vez, tenía un aroma a perro mojado. Volteé sin dudarlo y concentrando mi vista y mi olfato lo pude rastrear sin mucha dificultad. El olor inmundo de las papas fritas y las hamburguesas me había asqueado aún más que el olor a perro. Por lo que con dudas, me acerqué despacio a donde se encontraba la 'loba'. Podía sentir su calor a la distancia, su corazón palpitante a una velocidad extrema y lo mismo ocurría con su respiración. Su piel morena era clara para mi ojos en la oscuridad de la noche...Estaba nerviosa, o esa sensación me daba. Consigo, un hombre, de ojos dorados... Vete de aquí... me dije a mi misma, pero una barricada de humanos intrépidos me intentó empujar, no quería que me rozaran por lo que intenté esquivarlo usando velocidad humana ante esos ojos pero delataron mi posición y no me quedó más remedio que quedarme allí viendo como me veían.

La chica tenia leves movimientos en todo su cuerpo. Frunci el ceño, al vez las temblorinas eran por que estaba dmaciado asustada por el hecho de que el hombre la abrazara de forma insolente.
Cuando me acerque a ella un olor totalmente desagradable se estampo en mi cara. Arrugue la nariz y deje de respirar, al paecer ese olor poco agradable provenia de la chica. Podia oir con perfeccón su corazón andar veloz mente, cada latido era apresurado, tambíen emanaba cierto calor dee su cuerpo, era mucho mas calido que el de los humanos. Todo esto era raro, jamas habia conocido a unapersona asi. Me causaba tanta curiosidad.
Se encontraba apabullada, tanto que se le dificultaba hablar y tragar saliba. De un momento a otros sus ojos se clavraon en alguie detras de mi. Tal vez era el hombre que no recordaba nada y venia a reclamarla de nuevo. Me di la vuelta lentamente para encontrarme con una mujer que nos miraba con abierta curiosidad.
La mujer de cabellos rubios y piel palida, tenia esos ojos dorados. Al igual que los mios. Era de una hermosura exagerada. Era un vampiro. No hic ni dije nada me quede ahi plantado en el mismo lugar. Voltee a ver a la chica con ciertas dudas reflejandoce por mis ojos.
-Soy David Copper, un gusto.- Inquiri quebrando el silencio que se habia hecho por un par de segundos y sonriedo levemente.- La señorita de alla¿es algo de usted?- hice un leve movimiento de cabeza en dirección de la vampira.

El chico se acercó más a mi, dejando a su paso una estela de seguridad y formalidad que solo puede entender cuando el farol dejó caer de lleno al luz sobre él y su piel extremadamente blanca pareció adquirir destello propio. Abri la boca para responder a su cortés saludo, pero al intentar distraerme para fingir que era una persona normal, mi vista voló hacia una mujer que nos observaba con curiosidad y desagrado, unos ojos dorados que se movian rápidamente sobre nosotros y nos escrutaba.
¿Quién es esa mujer? Su... todo su ser parece ser ficticio, tan perfecto enc ada detalle de la piel, la ropa, el cabello.. Si habia alguien que podia imponerse solo con su imagen era aquella rubia, pero mi concentración volvió a la realidad cuando David, el chico que habia presenciado la extraña escena con el tipo rudo, me preguntó sobre esa mujer. Al parecer no soy la única a la que le llamó la atención, ¿No es esa una de las Cullen? Creo que, una vez escuché a los del consejo y Jacob pronunciaba algo de esa mujer con desagrado...
-La he viso alguna que otra vez en Forks, pero no la conozco personalmente.- mi voz habia salido casi inconsciente de mi garganta, por lo que fijé expresamente mis ojos en los suyos, a pesar de que me costaba trabajo cuando sabia lo que él y esa chica eran. -Mi nombre es Sabrina Licardi, soy de La Push... disculpa por asustarte, creo que ya estoy mejor

Dos personas observaban con asombro mi perfecta y escultural figura. Estaba tan acostumbrada a sentirme observada que ni me molestaba como quedaban con los ojos en blanco cuando yo me encontraba en su frente. Comenzaron a hablar, mi refinado oído podía escuchar con claridad sus palabras. A pesar del bullicio de humanos que se encontraban a nuestro alrededor. El hombre, mejor dicho, el vampiro tenía voz delicada, con un atisbo de canto y la niña, la loba, seguía nerviosa aunque intentaba convencerse a sí misma y a los demás de lo contrario. Hablaban de mi...Bufé, no me quedaba otra que acercarme. Pero, si ella tenía suficiente fuerza para defenderse, ¿acaso le temía a un simple humano asqueroso y baboso? Que ironía...Me acerqué a paso lento y elegante. -Rosalie Hale... pertenezco a la familia Cullen...-les indiqué con buenos modales y una débil sonrisa, por si conocían a nuestra familia. Me dirigí a la chica que era de la Push con una distancia favorable. -¿Eres del grupo del chico Black? -

La chica ya se habia tranqulizado de forma considerable. Eso me dejaba un alivio profundo en el alma. Comenzo a hablar de la rubia que estaba a nuestras espaldas observandonos. Esta se acerco y se presento velozmente y con un toque de arrogancia y desden. Al parecer sabia de su exagerada harmosura y sabia que todos se detenian a verla. Conmigo no era asi, estaba acostumbrado a ver seres de las misma hermosura, sino era que mas. Mas aparte, en mi mente, no existia una mujer mas hermosa que Aryann.
Las chicas comenzaron a intercambiar un par de palabras, al parecer venian del mismo lugar. Fork, sabia del lugar mas no lo conocia y la Push, eso ni siquiera lo habia escuchado mencionar en toda mi existencia.-Me alegra que se encuentre mejor.-dije con plena sinceridad. Mi mirada se encontro con los ojos dorados de la vampira. Aun miraba con arrogancia a la chica. Parecia algo descortez de su parte mirarle a si, sin siquiera conocerle.-Disculpen, damas, pero no se de que hablan-me dirigia ambas con amabilidad.

Levanté la ceja cuando la extravagante y elegante mujer se acercó con cara de disconfirmida y un bufido, claramente la mujer que tanto detestaba Jacob y de la que habia escuchada infinidad de bromas.
Pero miren quien tenemos aqui, al reina Rosalie y su manto de desdén hacia el resto de los mortales...-sencillamente no entendia ni buscaba entender el comportamiento de las personas que se creian capaces de poner una revuelta de gente a su favor por su apariencia fisica, pero la ignoré, como tambien lo estaba haciendo el chico.
Me preguntó si era del grupo de los Black, a lo que sonrei sin poder evitarlo y siguiendo el juego que el muchacho no entendia nada me escusé diciendo:
-No, no veo cual es mi relación con ellos y además me sorprende que hallas podido escuchar de tan lejos, y con tanta atención-mi voz tenia un tono de ironia y complicidad que disimulé buscando con mis ojos esmeraldas los del chico-No te preocupes, yo tampoco entiendo...Gracias por ver si estaba bien, es que no salgo mucho a la ciudad d enoche y.. ya habia olvidado el tipo de gente que suele haber

//Rose no rspondi a ts preg porq fijat qe yo lo dije en pnsamiento q eras Cullen, solo q t habia visto x ahi

Esa niña tenía a la ironía como mejor amiga ya que, estaba presente en cada una de sus palabras. Su sonrisa, no era como la de un bello ángel moreno, sino como una pequeña y maliciosa cucaracha... Los lobos, seres peludos y rabiosos, incapaces de controlar su mal genio. En fin, tenía entendido que estos poseían sentidos desarrollados, que mis ojos y mi aroma me delataban a medida que avanzaba el paso. Jacob, lo describía como un dulzor extremo, demasiado asqueroso para ellos. En cambio, a mi me fascinaba. Me quedé dubitativa, yo, me encontraba en lo correcto. Ella era una loba. -Oh!... tengo unos encantos que son únicos... ¿tu no?- bromeé jugando con las deliciosas campanas que parecían sonar cuando yo pronunciaba un sonido. -Te has pegado un buen susto...Los humanos son tan decadentes...-me crucé de brazos manteniendo la distancia anterior -Cooper, ¿nos conocemos? Su nombre se me hace muy familiar- Mis gestos acompañaban mis palabras, luego de que ellos acabaron de dirigirse el uno al otro. ¿Qué hacía yo en mdio de ellos dos?

OFF:// perdón... ni me di cuenta xD

La chica de piel muy bronceada y hermosa le hablaba con cierta malicia e ironia a la rubia de movimiento exagerados y arrogantes.
No hacia nada mas que mirar, podia notar una tension que levitaba en el aire donde nos encontrabamos. Los comentarios tan egocentricos que soltaba la vampira de nombre Rosalie me hicieron poner los ojos en blanco. Al parecer se basaba en su fisico y tenia demaciada confianza por lo mismo. Jamas abria creido conocer a un vampiro tan arrogante y lleno de desde, pero claro este mundo estaba lleno de personas como la rubia.
Le sonrei a la morena y luego a la rubia, valla que contraste daban la una de la otra.
-Claro, siempre hay personas con malos habitos.-Dije sonriendole a la morena esperando a que entendiara mis palabras de doble sentido, refiriendome especialmente a la rubia. -Y creo que no nos conocemos, Rosalie. si me permites decirte asi.

Bastó que cerrara mi boca dando fin a mis comentarios para que esa vampira tan desagrablemente grosera y narcisista comenzara a hacer despliegue de sus "habilidades". Pero al menos, el chico a mi lado no parecia tan superficial como ella, ya que su actitud era repelante y su mirada demostraba abiertamente su desconformidad con la mujer de su especie.
-Te entiendo, nunca se vive lo suficiente para conocer tanto- lo dije con una sonrisa, y obviamente no precisamente por mi edad si no porque seguramente ambos vampiros tenian muchos más años de los que aparentaban. Una brisa hizo que instintivamente me agarrara la campera, y al sentir mis manos juntas recordé que aun no habia comido, aunque en ese instante hacerlo delante de ambas criaturas resultaria incómodo. Y poco sofisticado con la realeza enfrente
-Verdaderamente yo no conozco a ninguno de los dos...pero bueno, es bueno en cierta medida conocer siempre gente tan.. "extravagante"-ya no me dirigia solo a la barbie, si no al chico, pero no de manera hostil si no refiriéndome a su "forma- David, ¿Hace mucho eres...bueno, vampiro?

Oh... la niña no me conoce... su forma tan extraña de dirigirse a mi, grosera y maleducada no me enfurecían, al contrario me daba gracia. No tenía nada que hacer entremedio de esos dos engendros, que podrían llegar a caerme bien, pero no. Comenzaron a hablar como si nada, de una forma cómoda entre medio de un barullo insoportable y de olores sumamente apestosos y denigrantes. -Oh...que hermosa charla. Me encantaría quedarme a conocerlos mejor, son dos personas excepcionales, pero tengo muchas cosas que hacer... así que, si me disculpan- exageré sin querer mis gestos y sonrisas, no había sido mi intención ser falsa, pero...era mi naturaleza, no podía evitar sobrarlos. -Si alguna vez necesitan algo de mi o de mi familia, nos encontramos en el pueblo de Forks... todos conocen a los Cullen.- Los saludé con la mano y me giré pero, mientras caminaba por el empolvado camino, me di la vuelta maravillosamente y me dirigí a la loba -Querida... te quejas de mí, pero...mírate en un espejo y me verás de nuevo...por supuesto, la piel morena y otro pelo, otros ojos, otra vida...-suficiente...pensé, no quería que se enoje...Y seguí mi camino. Ella era tan altanera y soberbia como yo. O mucho más, con la única diferencia en la educación. Pero, no se puede esperar mucho de personas...así. Tomé mi dulce de leche con fuerza, lo levante en el aire para que no se contaminara tanto de olor a humanos y salí rápidamente de ese rejunte de ganado.

OFF:// au ravoir! un placer rolear con ust, pro debo irme srry

Sonrei abiertamente en cuanto note que la chica de piel morena entedio a lo que m referia. No pasaron ams que unos segundos para que la vampira de exagerada bellaza y exagerados moviemientos se enfadara de la conversacion que teniamos la chica y yo. Nadie te invito, asi que te puedes ir cuando quieras, si ese pensamiento lo hubieran escuchado tal vez la rubia me hbiera golpeado y la otra chica se hubiera atacado de la risa.-Un gusto enorme, Rosalie.-Dije en tono formal y amable. No podia creer lo hipocrita que era, pero mi antigua vida como vampiro soberbio aun tenia una influencia sobre mi actal persona.
Observe como se alejaba Rosalie con un andar elegante y exagerado al mismo tiempo, espere a que desapareciera entre el bullicio de gente que habia, cuando por fin lo hizo me volvi a concentrar completamente en la chica morena.-Pero que arrogante y prepotente mujer.-Le dije un tono agrio.-En cuanto a tu pregunta...Tiene mucho tiempo que de verdad no lo recuerdo y de tener casi un siglo de vida. Perdon que le pregunte...¿tu que eres? Me doy cuenta de que no eres un humano.-Mi curiosidad habia desbordado sus limites y mejor preguntarle a quedarme con la duda.

La mujer en serio era insoportablemente altanera, demasiado creida y maleducada para mi gusto; pero luego de dirigir unas palabras a la miseria, osea nosotros, se marchó con un paso que parecia flotar en medio del polvo del lugar. Ver como se alejaba me ayudó a conectarme nuevamente con al ciudad, con ese pequeño descampado solitario en medio de la gran ciudad, decorada con fiestas nocturnas y ruidos altos y estridentes.
-Totalmente de acuerdo-levanté una ceja mientras me controlaba para no arrancarle esos pelos teñidos a la mujer, era desagradable y me habia comparado con ella.
Como si yo pudiera ser igual que un vampiro, asesinos sin alma... Ese pensamiento solo fue un rayo fugaz en mi mente, porque enseguida las imagenes de Dmitri se aparecieron en mi mente y tragué saliva. Me relajé un poco estirándo mis músculos y luego me apoyé en el poste para estar así más comoda y conversar con el chico.
-¿Un siglo.....? Eso es.. demasiado tiempo, perdona, aun me resulta extraño y me cuesta no... reaccionar de forma negativa- no sabia como lo iba a tomar, si como asustarme o enojarme por esas criaturas, pero no queria aclarar.-Digamos que soy una licantropa, pero convengamos que no me transformo mucho... al principio era para no llamar la atencion y porque no podia controlarlo, ahora ya ni se porque no lo hago....- sonrei, y algo muy en el fondo de mi conciencia me perturbó :él era un vampiro, ¡yo los odiaba! Y ahora estaba charlando con uno de ellos tan tranquilamente... ¿hasta que punto habia cambiado?

No lo habia notado pero era sumamente extraño que la chica supiera de la existencia de vampiros pero cabia aclarar que ella no era un humano, si bien era otra cosa totalmente distinta.-Cierto, mucho tiempo-recalque cada palabra. Pero tener un siglo de vida tenia sus contras y sus pros. Por ejemplo ahora sentia una gran satisfaccion al saber que tenia una copañera y que viviriamos toda la eternidad juntos sin envejecer y sin siquiera morir.
Me sorprendio mucho saber que Sabrina era un licantropo, si habia escuchado hablar sobre ellos pero no me habia encontrado con uno y mucho menos ponerme placidamente a platicar con tales seres. Tambien sabia que eran muy diferentes a los hijos de la luna, y aqui estaba la prueba, pese a que era luna llena ella seguia en su forma humana. Si fuera una hija de la luna ya estaria haciendo destrosos por todo el lugar, esas criaturas eran salvajes pero la licantropa era diferente. Debia de ser una especie diferente de metamorfosis y por tanto me causaba una curiosidad tremenda. Fascinacion.-¡de verdad puedes cambiar de fase cuando quieras?-Dije en un susurro poco audible.

¿Curiosidad, fascinacion o desconfianza? ¿Cual era el sentimiento que surcaba los ojos de esa criatura? Mis ojos volaban entre él y el escenario que nos rodeaba, donde varios jóvenes comenzaban a abandonar los atestados boliches y caminaban en busca de aire puro. La música de estos antros seguian llenando algunos silencios, mientras que gritos y risas llenaban estos espacios para que yo haga vagar mi concentración en estas cosas.
-Si, aunque por mucho tiempo oculté tanto esta parte que ya no se si la puedo dominar tanto como antes... no es como que naces sabiendo como controlarlo.-me mordi el labio mientras caminaba en pequeños circulo alrededor del chico. Era extraño como mi cerebro se habia reconfigurado al conocer a Dmitri, un vampiro tan desconocido como lo era tambien David Copper. Suspiré y miré como esos chicos que antes paseaban por las calles se iban juntando en el parque, y era peligroso que escuchen- ¿No te gustaria alejarnos un poco? Hay barrios más peligrosos pero al menos son tranquilos y desiertos
¿Estaba... pensando en alejarme con un vampiro? Irme a un lugar donde los gritos son tan comunes que nadie les presta atención.. ¿Podria confiar en él?

La chica caminaba a mi alrededor de forma desesperada y agobiante, en realidad resultaba algo desesperante para mi tambien. Poco a poco el pequeño parque comenzo a carecer de privacidad, era la hora pico donde todos los jovenes que se divertian dentro de los bares y centros de divercion salian placidamente a tomar aire para despejar sus pequeños cerebros del bullicio auq existia adentro. No fui el unico que lo noto, tabien ella. Lo mejor era ior a un lugar menos solicitado por los humanos.-Es mejor estar lejos de las personas.-Sonrei ante la perspectiva de saber mas sobre lo ella y los seres que eran como ella.
Caminamos alejandonos cada vez mas de el parque, las calles estaban menos trancitadas y se podia sentir la paz flotar por el aire.

El chico aceptó cordialmente mi propuesta, ya que seguramente el creia como yo que no podiamos charlar de verdad en medio de humanos. Esas criaturas tan débiles e ingenuas que aun creian que su mundo normal era seguro. Asentí y me acomodé a su paso, algo lento en esa ajetreada noche pero cómodo. El silencio iba ganando terreno en nuestro entorno y también sobre nosotros, ya que la comunicación no era muy fluida.
Piensalo de este modo Sabri, él es un vampiro.. capaz no esta acostumbrado a socializar, no le gusta conversar o tu aroma le parece tan desagradable como a ti el suyo...
El momento de transición entre el centro y los suburbios ocurria lento a cada paso, cada bocanada de aire parecia más limpio y tranquilo, los colores y los tamaños de casas y tiendas también se manifestabal claramente.
-¿Entonces.. eres de aqui o estas de paso?-sabia por el Concejo que varios vampiros se acercaban a nuestros alrededores para conocer a los Cullen, ya que su dieta era extravagante incluso para sus pares, algo que ni yo siendo tan humanitaria como era, no entendia.

Me sentia tan sola sin la compañia de Dav y de Anya, me pare con un poco de flojera. Me bañe, me vesti formal traia unos pantalones entubados, un bluson cafe y una chaqueta de cuero. Pense que Dav estaba en el centro de seattle le encantaba el centro lo fui a buscar hasta que me llego un olor muy conocido se le parecia al de Dav alcee la vista y era Dav corri hasta los brazos de mi amado lo bese y lo abrase.-Dav!!!!!! que haces a qui?-.Estaba una mujer muy bella de color de piel morena muy bien cuidada con uos shorts cortos su pelo erabello al igual que ella.-Hola soy Aryann Russo mucho gusto.-dije con una sonrisa

El silencio se hizo presente durando tan solo unos breves segundos que pude notar con lujo de detalle, aun que para ella pudieron pasar volando y ni siquiera los habia notado. Caminabamos a pasos humanamente lentos. Note con claridad que la chica era mas bajita que yo, podia ver por ensima de su cabeza el otro lado de la calle con total claridad.- En verdad soy de Alemania, y recido en Italia. Y por el moento me encuentro de paseo por este lugar. ¿Y tu eres de aqui?- Pregunte curioso. Queria saber mucho sobre su vida como licantropa.
La chica de piel perfectamente bronceada no alcanzo a responder mi pregunta cuando Ary aparecio en escena. Su olor dulzon me envolvio en un manto grato y el rapido andar de su corazon era inconfundible. Reaccione del todo cuando sus calidos labios rozaron los mios, le devolvi el beso con una sonrisa en mi rostro. -Ary, ellas una chica que acabo de conocer se llama Sabrina.

Mientras me contaba algo de su historia, una chica de entre los viejos edificios bajos que nos iban recibiendo en los suburbios de la ciudad, abrazó al chico que me acompañaba y con un fuerte pero tierno beso lo saludó. La chica era indiscutiblemente bella, de piel pálida y cabello azabache callendo sobre su espalda. Su cuerpo desprendia un extraño aroma que no me era familiar, no completamente desagradable pero ardia un poco; su corazón latia desbocado y el aire entraba y salia...estaba viva. Me encontré a mi misma algo desconcertada, ya que aunque habia escuchado hablar de esas criaturas extrañas de aroma agradable y habilidades hibridas jamás pude encontrar alguna. Ella se acercó amablemente y se presentó, mientras que David la saludaba con la expresión sincera del enamoramiento en cada una de sus facciones..
-Como el dijo, Sabrina Licardi- no era del todo una sonrisa, pero lo intenté, estirando mi mano algo dudosa hacia ella por temor a que le molestara; aunque podia sentir claramente el calor erradiar de su cuerpo.- Soy de Brasil pero me mudé a las cercanias hace unos dos años.. mucho gusto-nos detuvimos en una calle oscura y algo desetica, contrapuesta al centro donde habia mucha cantidad de jóvenes y por unos instantes dejé de ver a los vampiro como eso, simplemente eran personas.

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