Cuando la sed comienza a consumirte...¿es posible resistirte? (Mina, libre.Mañana)

El dia era perfecto, el sol se estaba metiendo era un buen dia para salir a cazar a los humanos era doloroso comermelos pero no podia cambiar mi dieta no conocia a nadie que me ayuddara ha cambiar me dieta iba saliendo de el hotel en el que me hospedaba sali del hotel, paseaba como una persona comun y corriente. Estaba una mujer linda sentada en una banca y otra en un poste recargada me acerque a la que estaba sentada me sente junto a su lado.-Hola-.dije con una sonrisa mala en mi cara.
La jale a la mujer y me le acerque poco a poco lanze la mordiada hacia la mujer.

Se suponía que el dueño del departamento debía recogerme en su coche para firmar los papeles de la entrega. Yo había firmado los planos, era unos de mis primeros trabajos, pero ya entraba la noche y aún no me recogían. Me pareció una falta de respeto pero, tal vez, algo le había sucedido, el trafico congestionado o algún imprevisto, no me precipité. Fui hacía un asiento, pero al momento justo me incorporé para atender el celular, era él, me aseguraba que en unos minutos estaría allí y me pidió mil disculpas. Recosté mi espalda en un poste que había allí cerca, al momento que observaba a una mujer increíble acercarse al sector. Sus pasos era seguros y su mirada estaba concentrada en la chica que se encontraba en el banco, era carmesí? Me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Suspiré y relajé mis hombros, cerré mis ojos y respiré profundo sin prestar atención a mi alrededor. Seguro sería un adolescente con lentes de contacto, me dije a mi misma. Pero, un grito me sobresaltó... Me paralicé completamente, la extraña mujer mordió en el cuello a la otra. -Qué...? Suéltela!- grité. Pero no se detenía. Esto no está pasando, esto no está pasando... Oh Dios!

Drenaba lenta y fluctuosamente cada gota de sangre que contenía mi preciada víctima. Había desconectado el cerebro por completo, solo pensando en mi incesante sed y como pararla. De verdad quería cambiar mi dieta, lo anhelaba, pero nunca podía tener convicción suficiente para llevarla al cabo. Los latidos del corazón de la chica comenzaban a apagarse, no deseaba matarla por completo así que la deje con la suficiente vida, solo se había desmayado. Me volvía a ver a la otra humana que jalaba de mi gritando con pavor, mire a todos lados en busca de algún humano cerca, lamentablemente no existía ninguno cerca y mi sed seguía latente, la poca sangre de la chica desmayada no había sido lo suficiente para calmarla del todo. Me pare y me limpie la sangre que corría de mis labios y con una mirada amenazante me levante quedando de frente a la otra humana.-Prometo que esto no te va a doler.-Dije con una voz hipnotizante.

Los papeles que traía conmigo se cayeron de golpe en el suelo. Impactádose. Mi cabeza daba vueltas, sudaba frío, hasta las puntas de mis manos temblaban. -Qué... eres?- mi voz era ronca y vibraba. Sentía un dolor que oprimía mis sentidos, y apenas me permitía dar equeñas bocanadas de aire; de apoco comenzaba a perder la conciencia. -Esto es un sueño, esto es un sueño...tiene que serlo, tiene que serlo. Mina, respira- Me hablaba a mi misma para no perder la cordura. Cerré mis ojos, tomé aire._No quería ver eso, pero algo me decía que tampoco podía detenerlo. Mi corazón latía a mil por hora y las lágrimas corrían por mis ojos. Cuando reaccioné el cuerpo, el cadáver de la chica estaba en el suelo, desarmado como un miserable trozo de carne. Su vida se apagó en un abrir y cerrar de ojos. Apreté mis puños a mis costados, sequé mis lagrimas y con la única fuerza que me quedaba pedía auxilio, haciendo caso omiso de su promesa. Si debía morir, lo haría, pero antes ella sería capturada. -Auxilio!- De golpe, me giré y comencé a correr en dirección opuesta de donde nos encontrábamos. No había absolutamente nadie a mi alrededor. Seguí corriendo, debía escapar,correr, en eso era lo único que pensaba mientras mis lágrimas corrian nublando mi vista. Escapar.

Todos los intentos de su parte eran inútiles, no podía huir de mí por más que lo quisiera y nadie la ayudaría, lamentablemente. Corrió despavorida aun gritando por su vida, puse los ojos en blanco y espere a que se alejara un poco de mí. Cuando creí que estaba suficientemente lejos eche a correr tras de ella y sin esfuerzo alguno la pase y me pare frente a ella denegándole la accesibilidad.-Esto es inútil, debes de comprenderlo. Nadie te ayudara.- Dije aun con voz tranquila.

Rosalie Rosalie.. desaparece cuando te plasca... total me encanta andar buscándote por todo New York Refunfuñaba mientras giraba en el auto perla en la esquina y recordaba las palabras de mi tia antes de salir corriendo a visitar una nueva tienda. ¿Para que comprar aca si puede irse a Roma en cualquier vuelo y comprar todo de primera mano?
Giré nuevamente la calle atestada de personas y decidí alejarme un poco del centro urbano, para poder dar una vuelta tranquila antes de llamar a mi tia para avisarle que volveria a la mansión sin ella. Bajé la ventanilla y el aire entró frio hacia mi rostro, lleno de humaredas y olor a gases de automoviles; pero cuando estaba por volver a cerrar hubo un aroma que insitó a mi olfato a continuar percibiéndolo.
Sangre Aceleré el auto de forma inmediata. Podria ser un accidente, pero no, ese dulzor se hallaba junto a la presencia inconfundible de un vampiro, y no se hallaba demasiado lejos. Ni Katherine, ni Matt, tampoco Dmitry o Betmany.. ¿Quien era? Al doblar bruscamente en un callejón algo desolado y ver a las dos siluetas al final de la calle, bajé la velocidad y me acerqué a ellas de forma natural, estacionando a su lado.
-¿Disculpen, ¿Algun problema?-sonrei inocentemente mientras bajaba del auto con mi vestido corto, mis lentes de sol y un sombrero con un gran moño beige; ignorando el cadaver a un lado de la chica de ojos escarlatas. -Lo siento, ¿Interrumpo algo?

La deliciosa brisa infectada de aromas artificiales, prácticamente era reconfortante mientras dejaba que mi dorado y resplandeciente cabello bailase con el viento por la velocidad en que me dirigía en mi hermoso coche colorado. Persiguiendo a Nessie bajo el ronroneo del motor. Mi celular se había quedado sin una gota de batería, y ella debía volver conmigo. Estaba a mi cargo, y por más grande que fuese solo era una niña de 6 años. Di vueltas interminables, fui de contramano, todo a una velocidad exagerada y de pronto su aroma especial y sencillo, se dirigió a las afueras de la ciudad. Intenté nuevamente encender mi teléfono, no deseaba alejarme, pero era inútil. Maldije por lo bajo y apreté el acelerador. Se sentía fresco, estaba cada vez más cerca, pero de pronto, sin previo aviso algo me obligo a dejar de respirar. La garganta comenzó a arder con furor, mis músculos se tensaron a tal punto que el volante crujió debajo de mis dedos al momento que mis uñas se clavaban en el plástico. Sangre? No era sangre de mi sobrina, era humana. A la distancia divisé tres figuras y una que ya había dejado de ser figura por que estaba tendida en el suelo, formando un charco de roja sangre a su alrededor.
-Ness!!- grité a lo lejos -Qué sucede aquí?- Me bajé en guardia y con furia. -....Addison? Qué has echo?- dije espantada.

Mi cabello se había desenganchado, el moviemiento brusco de la corrida me tapó la vista por solo unos segundos. Al lograr apartarlo con apuro, la mujer apareció en frente mío. -Quién eres?!- Comencé a retroceder, haciendo lo posible para poder continuar respirando. Tenía miedo de voltearme, por lo que me quedé mirando fijamente sus ojos, eran rojos, era alta y bella a pesar de que toda su mandíbula, su cuello y parte de su ropa estaba embetunada con la sangre la chica. La había mordido...la mordió. -Que quieres de mí?!- Escupía cada palabra con ira ya que no me contestaba, lo único que me dio era que no me dolería. Una sonrisa malévola se plantó en su boca al momento que extendí mis brazos, me planté firme y le dije -Esta bien, matame de una vez...- el sonido del chirrido de las ruedas de un coche aterrizó prácticamente a solo unos pocos metros de nosotros. Yo temblaba desesperada, pero pude ver a una adolescente -Aléjate!- le grité junto con la otra -Fuera de aquí, váyanse ahora!- Seguía gritándole desesperada a las dos personas que acaban de llegar, una con una paz desesperante y la otra con la furia de su mano. ¡¿Por qué no me escuchan?!

La chica temblaba, dándole a la vampira la mejor satisfaccion de todas, sentimiento que muy pronto dejaria de poseer porque le arrancaría las ganas de volver a beber humanos en mi presencia. Antes de que siquiera las palabras de temor de la muchacha me llegaran otro coche paró detrás de mi Alfa Romeo 8C Spider, y el olor a perfume francés fue más que necesario para saber que los repiqueteos de esos tacos tenian una dueña con muy buena presencia.
-Rose-dije de forma maliciosa, como tantas veces habia oido mi nombre de los diabólicos labios de Chelsea- creo que... conoces a la chica ¿acaso nunca le haz enseñado educación?
No esperé una respuesta de ella, la vampira estaba demasiado cerca de la humana y esta al ver nuestros rostros despreocupados nos habia pedido que huyamos del lugar. Conocia a la chica, la habia visto con Dmitry y Angelina en el hotel de Forks hacia unos cuantos dias, su nombre era Mina. Le sonrei a la chica y con un rapido movimiento llegué a su lado y la tomé por los hombros, alejándola.
-Tranquila, mejor te saco de aqui y dejo que Adisson, por lo que veo se llama asi, resuelva algun asunto pendiente con mi tia- debia tranquilizar a la chica, pero era irremediable lo que habia visto, y mentirle ya no era una opcion. Luego miré los penetrantes ojos rojos y continue: - ¿Te opones?

El corazón de la humana caminaba a una velocidad desmesurada, si no la mataba yo morirá de un infarto. Entonces de la nada apareció un auto conducido por una encantadora niña, cuyo corazón latía de una forma desmesurada, al igual que la humana, pero esta niña era diferente totalmente. Todo en ella me indicaba que era humana pero su aroma me indicaba otra cosa totalmente contraria. Hablo tratando de distraer mi atención, pero mis ojos carmesí estaban bien puestos sobre el cuello de la humana. Pronto se escuchó el frenar de otras llantas, alguien más había llegado a la escena del crimen.
Su voz llena de furia me distrajo por completo, haciendo que alzara la vista y le mirara. Rosalie estaba ahí y llamaba a la otra chica a quien ignoraba por completo. Sentí la vergüenza apoderarse de mí, pero lo hecho ya estaba hecho, no podía regresar a la vida a la humana que desafortunadamente murió desangrada.- Bien sabes de mi dienta, Rose, y nada ni nadie me impide cazar aquí ya que esta zona no es de tu pertenencia.- Dije con amabilidad y respeto.
Pase a la humana y a la niña que pretendía hacerme enojar con sus insultos, preferible ignorarla.-Lamento tanto que hallas presenciado esto, amiga.-Volvía a decir, solamente a Rosalie, puesto que era a la única que conocía.

A pesar de mi furia, los gritos de la humana se hacían presentes. -Que voz chillona...- me quejé con un tono imperceptible para cualquiera que tuviese el pulso como lo tenía ella. Hice caso omiso al insulso comentario de mi pequeña. -Cariño... yo no soy tía de ella, soy tu tía. Y la próxima vez que te desaparezcas de mi lado cuando yo no...- Aghh, no terminé de regañarla, eso podía esperar, habían cosas más importantes que resolver. Se acercó con sigilo a la humana que se encontraba demasiado nerviosa. La tomó por los hombros y con amabilidad comenzó a sacarla de la escena mientras intentaba tranquilizarla con su tono de voz suave, acaramelado. Me sentí tan orgullosa de ella, que no pude evitar sonreir, era preciosa, como su tía. Tal vez...un poquito menos. Lo era y punto. Me esfumé de mi ensueño y mi mirada se clavó fija y frustrada en la de mi amiga, Addison. Recordé inmediatamente lo que habíamos pasado cuando nos encontramos con la loca de Owen, me había ayudado y se lo tenía profundamente agradecido pero, eso había echo que olvidase la naturaleza de su ser.
-Lo se perfectamente... pero te creía diferente, creí que aun había esperanza que yo sería capaz de ayudarte. ¿Por qué de ese modo cruel? ¡¿Por qué la asesinaste así Addison?! y encima quería a la otra también. Decepción... eso sentía, y a la vez frustración ya que yo quería ayudarla a cambiar, quería que supiese de la otra opción, pero comenzaba a fracasar.

Debía de encontrarme en un estado de shock crítico. Mi visión estaba borrosa, apenas y me salían las palabras, y ni hablar del mareo y el temblor brusco que predominaba en mi cuerpo. Mientras todo eso me pasaba a la vez, el aturdimiento no me permitía reconocer a aquellas personas que me rodeaban. Nessie, había gritado la mujer rubia que había llegado última y ese nombre sonó en mi cabeza, pero no sabía en donde lo había escuchado.
Noté sin esfuerzo que ellas no le tenían miedo a la asesina, se acercaba como si fuese por el pasillo de su casa. Mi músculos tensos, me mantenían firme acompañados de mis sentidos alertas y a la vez suspendidos. Todos se movían tan rápidos... que olas de calor y frío alternadas me atraparon con fuerza bruta, un dolor punzante subió hasta mi cabeza y comenzó a oprimirme con fuerza. Esto era demasiado, creí que me desmallaría, cuando sentí que el suelo comenzaba a desaparecer bajo mis pies, pero alguien se acercó a mi y me sujetó. Su voz fue mágica, reconfortante; pero no impedía que mi corazón latiese a mil por hora, sentía como si quisiese escaparse de mi pecho. -Qué...Quien...-No sabía con exactitud que preguntar primero- ¿A dónde me llevas?- fue lo único que pude pronunciar mientras me sostenía la frente con una mano e intentaba caminar en linea recta...

Rosalie comenzó a gritarme pero solo le dirigí una mirada fria y a la vez sorprendida pro enciam de mo hombro, ya que ovbiamente eran asuntos que podiamos resolver despues. Volví hacia la vampira pero ella pasó por nuestro lado con desdén, con su mirada suplicante pero a la vez divertida clavada en Rosalie, por lo que un gruñido casi se escapa d emi pecho, pero me contuve solo porque sentí como la humana se volvia más pesada. Su cuerpo parecia inestable, con un centro de gravedad quebradizo que la hacia girar y hasta prácticamente vulnerable al estar parada.
-Ven, solo acompáñame al auto asi puedes sentarte- mi voz era dulce y tranquila, y agradecia tener una temperatura "humana" porque si no no serviría para mi escusa. La hice caminar con leves empujones hasta la calle para alejarnos de las demás, y rodeando el auto le abrí la puerta y la invité a subir con un amable gesto, ya que si la obligaba podria reaccionar mal o creer que iba a secuestrarla- Por favor sube, prometo explicarte todo pero creo que no es el lugar apropiado.

Todo en mi mundo pasaba a una velocidad desmesurada, pero ya estaba acostumbrada a ver la fluir de la manera más rápida posible. Les di por su lado a la humana y a la hibrida, no eran de mi importancia. Rosalie parecía sorprendida por mi actitud, pero debía de esperarlo yo era una carnívora y eso significaba una sola cosa, cazaba humanos para poder vivir, siempre tentada por la sangre dulzona y alegre que pasaba por mi garganta aliviando mi dolorosa sed.
En mi semblante se dibujó una sonrisa de esperanza. Necesitaba dejar de cazar humanos, ya no los quería más. Sus palabras entraron en mi cabeza creando una sutil esperanza de un cambio de vida totalmente diferente y nueva. Algo que debía probar sin más preámbulos.- Nunca fue mi intención matarla de ese modo, se supone que estaba con vida hasta hace unos segundos...Luego murió desangrada, por eso iba a alimentarme de la otra, pero parece que ya está en buenas manos.- Dije mirando de refilón a las chicas desaparecer del callejón.- Pero no quiero mas esta vida, Rose, no la quiero mas.- Dije con molestia mientras volvía los ojos hacia ella, llenos de súplica y un atisbo de esperanza iluminándolos.

El peso infinito de la decepción era impresionante. También lo era el fino hilo que nos separaba a los de nuestra especie de los humanos para convertirno en animales asquerosos. Mi gargamto lo recordaba una y otra vez con mucha intensidad, yo también era como ella pero, no había algo que repudiase más en el mundo, que ser un vampiro.
Sus voz fue agría al principió y luego la súplica y el arrepentimiento la invadió por completo. Ayuda era lo que me pedía, pero sentí miedo. No sabia era la persona correcta que lograría poner fin a la masacre de su propia vida personal. Apreté con fuerza mis puños a los lado y me serené con una gran exhalación. -Tranquila, yo...lo prometo, prometo que te voy a ayudar adisson...Pero debemos salir de acá inmediatamente, me entiendes?- La humana traumada se habia alejado con Nessie, habia visto demasiado, ese era otro problema que resolver. Tanto, en tan pocos segundo... -Sigueme... - le dije a Adisson, alguién debía limpiar el desastre pero no nosotras. Me mantuve lo más cerca posible, aqulla chica era una tentación para mi amiga carnivora, pero con esperanza de que todo se haya resuelto le di paso hacia mi coche. -Ness, cariño llevatela de aquí... podés sola?-

Subí finalmente a la chica al automovil y miré sigilosamente como las dos vampiras se acercaban a la ventanilla de mi auto, asintiendo a lo que Rose me decia son voz preocupada y aterciopelada.
-Por supuesto, aunque me gustaria ocuparme de otra cosa especificamente- mi mirada fria y el tono de mi vos distantes se dirigieron a la rubia de ojos escarlatas a unos pasos.-Por favor cuidate mucho y ve que puedes hacer con tu.. amiga- me alargué por encima de la humana que parecia temblar con al situación en la que se encontraba envuelta y cerré la puerta. Llevé mi mano a la llave y arranqué el auto que soltó un gruñido que rompió el sonido de la mañana. Sin esperar que alguien tuviera alguna oportunidad de matar, temer, adivinar o pelear con otra me alejé de alli con la muchacha para llevarla aun lugar que descansara del shock que estaba sufirendo.

//Mina te parece que te saque del rol o prefieres que edite?

Cierro el tema porque esta libre el puesto de Rosalie.