Perdida en un lugar desconocido (tarde lluviosa, libre)

No estaba completamente segura de como habia llegado hasta aqui, tenia el vago recuerdo de Max, en un aeropuerto, una enorme casa, igual a todas las cosas que le pertenecian.
Luego un sentimiento de desesperacion y acontinuacion yo aqui, en un rio.
Lo que sabia era que estaba intentando, de una manera verdaderamente estupida de terminar con el dolor que me estaba matando, este dolor de no tener nunca mas a mi lado a mi Andreu, todo por ser tan poco precavido, andar matando gente en via publica, lo que me llego a molestar, e incluso trate de advertirle lo que le podria pasar, pero no hizo caso; y ahora yoo, por absurdo que sonara, estab asotandome contra las rocas del rio, sabiendo que a mi no me causaban el mas minimo daño, aun asi mi locura y depresion me obligaban a continuar haciendolo.
Era consiente de la locura en la que estaba sumergida, de la cual no deseaba salir, esi me era mas sencillo ebadir el dolor que me consumia.

Corría a una velocidad descomunal por el bosque, el follaje pasaba a mi lado sin pasar a ser un rayón verde, los árboles, rocas y demás cosas seguían teniendo su forma natural y correcta. Esto parecía ser un día de "solo chicos" ya que Anya y Luna salían de la cabaña a tempranas horas de la mañana acompañadas de su padre por una supuesta sorpresa que tenía preparadas para ambas. Por mi parte me alegraba estar alejado de aquel vampiro al que intuía no caerle nada bien, en lo absoluto.
Pronto estuvimos lo suficientemente lejos de la cabaña y cada vez más cerca de donde se escuchaban las pisoteadas de animales beber agua. Justo como lo pensaba ahí estaban unos preciosos alces que pronto concluirían su vida trágicamente gracias a mí. Suspire dispuesto a desconectar el cerebro y dedicarme a lo que iba, entonces un sonido poco común llamo mi completa atención. Voltee a un lado y vi a una mujer golpeándose fuertemente contra las rocas. Abrí los ojos como platos al reconocerla. ¿Pero qué rayos le sucede?, musite para mí. Luna se golpeaba fuertemente contra las rocas que estaba a escasos metros, corre en su dirección y la tome por los hombros obligándola a parar su frenético y desquiciado acto-¿Pero qué demonios es lo que pasa por tu cabeza, Luna?-Pregunte con tono desaprobado y volteándola para que quedara frente de mí. Cuando así fue la solté de inmediato y retrocedí unos pasos, apantallado por lo que mis ojos veían a la perfección. Eran sus ojos y su mismo cabello, pero no era Luna era otra tipa muy parecida a ella, esta parecía estar loca.- ¿Tú quién eres?-Pregunte en un leve susurro.

Mi dosis de Luna aun no se agotaba, así que podía permanecer unas horas alejado de ella din perder el control, ademas que sabia que se encontraba con Max, quien la quería igual que yo, pero de una manera mas paternalmente, lo cual me agradaba bastante.
Corríamos los tres juntos, no imaginaba como lucíamos a los ojos de los animales asustados, tres bestias corriendo de una manera que casi parecía ensayada.
En cuanto llegamos al rió cada uno se fue por su lado.
Un sonido llamo nuestra atención, a lo lejos, en el rió una mujer, golpeándose una y otra vez contra las rocas, con tal fuerza que solo se podría tratar de alguien de nuestra especie.
Franco, quien era el que se encontraba mas cerca de ella, corrió a su auxilio, no sabia de quien se trataba hasta que Franco le hablo.
¿LUNA?, corrí rápidamente. Entonces vi como la soltó, como si tuviera alguna enfermedad contagiosa, intente evitarlo pero eso me molesto muchísimo.
La levante y la tome entre mis brazos - Luna, cariño, que te sucede, por que te haces daño?
Entonces Franco volvió a hablar, era imposible que el no la reconociera, así que la aleje de mi, y efectivamente, yo tampoco sabia quien era ella, tenia rangos parecidos a los de Luna, pero no era Luna; sus ojos eran color escarlata, y su cabello mas oscuro, aparte de que su estatura era aun mayor a la de Luna, poco mas de 20 centímetros mas alta que Luna, ademas que aparentaba mas edad.

Algo me saco de mi trance, mas bien alguien, ¿Pero qué demonios es lo que pasa por tu cabeza, Luna?, me dijo, entonces noto que estaba equivocado, yo no era quien el creía.
Me soltó de inmediato, causando que me golpeara una vez mas contra las rocas, el golpe hizo que ese nombre con el que me había llamado retumbara en mi cabeza, Luna, LUna, LUNa, LUNA, así se llamaba mi hermana.
Luego llego otro chico, quien me llamo de la misma forma, seguido de un dulce abrazo engañado también por creer que yo era otra persona.
El abrazo me hizo recordar a Andreu, lo cual me molesto y estalle.
-Ya dejen de tocarme, ya vieron que no soy Luna, soy su hermana, Sendra, de quien al parecer jamas les hablo. Claro, al igual que yo, se olvido de que existía. - dije en un tono frió y arrogante, del simple hecho de recordar lo que tuve que hacer por ella me molestaba.

Mire sorprendido y anonadado todo lo que pasaba, primero esa mujer no era Luna, y Robertto y yo habiamos caído en una simple mascara...Ella no era Luna, punto. El abrazo que Roberto le brindo a esta desconocida la hizo enfurecer de manera extraña, sus hermosos rasgos se crisparon por la furia que emanaba, la habiamos hecho enojar. Su mirada arrogante y furica nos atraveso, sus palabras que sonaron frias y llenas de desden me sorprendieron aun más que su parecido, tan fatal, con mi hermana Luna. Sentí como la boca se me abría de pura impresión, parpadee un par de veces tratando de ordenar mi ideas.
La mujer decía ser hermana de Luna, una idea disparatada por donde se viera. Pero si me ponía a analizar bien las cosas podría ser verdad lo que decía. Sus razgos físicos eran tan parecidos, el hecho de como fruncia el ceño era igual al de Luna, se veía unos años más grande que mi hermana, pero aún así debía saber si era cierto lo que decía la tal Sendra.
-Lamento tanto esta confución.-Dije sonriendo.-Dices que eres hermana de Luna, tienes razón nosotros no sabíamos sobre ti. Yo soy Franco, un gusto Sendra.-ME acerque lentamente a ella, tal vez podría ser menos civilizada .

Como alguien podía olvidarse de un ser tan maravilloso como mi Luna, y peor aun como su hermana podía olvidarla?
-Y yo soy Roberto el prometido de tu hermana y la verdad no conozco la historia, y no me interesa, seguro que cada una tenia sus razones para hacer lo que hizo, así que SENDRA - dije con voz llena de odio- que buscas en este lugar? no me digas que buscar a tu hermana perdida olvidando rencores o lo que sea que las haya separado? porque dudo que ella haya tenido la culpa del distanciamiento, ella no es esa clase de personas, ademas que seguramente es mucho menor que tu, supongo estaba a tu cargo, que acaso la dejaste a su suerte?

Trataron de ser civilizados, estúpidos vampiros vegetarianos, como si me interesara quienes eran, el amor hacia "ella" se les veía en los ojos.
Intente relajarme y pretender ser igual de cortes que ellos pero el de cabello negro decidió hablar mas de lo necesario.
-Mira que te contradices querido cuñadito, si no te interesa la "historia" para que preguntas, no te metas en lo que no te importa, es asunto de ella y mio. Y no, no vengo a buscarla, su padre, me trajo hasta aquí después de que los desgraciados Vulturis no supieron que hacer conmigo, me creyeron loca jajajaja, así que me mandaron con Maximiliano quien creyó conveniente devolverme a ella, no vine por gusto, si fuera por mi, yo ya estaría muerta, pero no he hallado la forma de hacerlo, como ya se dieron cuenta, así que si se alejan me ayudarían mucho, gracias - dije fijiendo una dulce sonrisa.

De pronto me senti sumergido en una olda de odio incomprencible. Los vampiros jamas se habian conocido en su eternidad y prontamente se caian mal, sin darse la oportunidad de conocerca, aun que deberian hacerlo por el bien de Luna, que era lo mas correcto y factible. Tome con cuidado a Robbie de los hombros jalandolo, por si deseaba cumplir el deseo de la loca de morir.-Creo que somos civilizados, Robertto, asi que no debemos de actuar de la misma manera en que ella lo esta haciendo.- Dije en un murumullo poco audible, aun que tal ves ella podia haberlo escuchado como si lo hubiese gritado a los cuatro vientos.
-Tienes razon Sendra, no te conocemos, pero dices ser hermana de Luna...Debemos de ayudarte, aun que no te paresca, por que eso es lo correcto. Dije acercandome hasta ella.

No podía creer que alguien tan idéntico a Luna estuviera tan podrida por dentro, y si quería morir, pues que lo hiciera, no dejaría que fuera a arruinarle la vida a su hermana con su loca amargura, tenia el camino libre para hacerse lo que quisiera, el mundo no extrañaría su ausencia, y para Luna todo seguiría como hasta ahora.
-Adelante, eres libre ve y mátate antes de que Luna sepa que aun existes- entonces Franco me tomo de los hombros, hablando un poco bajo mientras yo miraba a la mujer detenidamente, pero estaba bien la idea de Franco, así haría que la loca sufriera, que su eternidad no terminara, pagaría el haber abandonado a mi Luna - aun que es cierto, que malas personas seriamos si te dejáramos a tu suerte, tienes razón Franco, aun que sea a la fuerza debemos llevarla a un lugar seguro.

Al tal Roberto no le importaba en lo mas mínimo lo que me pasara, y tampoco a Franco, pero estaba haciendo lo que el creía era lo correcto, cuidar de mi por aprecio a Luna, muy amable de su parte. Esto hizo cambiar de parecer a Roberto, y entre indirectas dijo que cuidarían de mi hasta llegar con mi hermana; así que antes de que tomaran su ultima decisión amenazaría un poco en contra de su querida amiga, para ver que tan dispuestos estaban para cuidar de un maniática como yo.
-Vaya vaya, entonces están dispuesto a llevar con Luna a una maniática que en cualquier momento pierde totalmente le control de sus actos, sin saber que hace y mucho menos a quien lo esta haciendo; oh y claro, deben tomar en cuenta que como ya notaron hay un "poco" de rencor dentro de mi hacia Luna. Piénsenlo bien queridos, no lo tomen tan a la ligera si?- dije mientras acariciaba un poco la suave cabellera de Roberto.

La hostilidad con que se trataban Sendra y Robbie flotaba en el aire. Tras sarcasmos e ironias aceptaron mi petición, pero tal vez llevarla a casa, donde se encontraba Luna y Anya podría ser peor.
Puse una mano en mi barbilla y me sumergi en mis propios pensamientos, si llevarla con Luna, a sabiendas de que Sendra la odiaba, podia causar una pelea innecesaría, y eso lastimaria tantas personas. Pero Sendra habia mencionado al padre de Luna, sabía que Luna y anya compartian al mismo padre, o asi queriamos verlo todos, entonces Maximiliano había traido a Sendra bajo alguna circunstancia, ¿cual? Quien sabe. Ahora Ni Anya, ni Luna ni Maximiliano estaban en casa, asi que era un lugar seguro, por el momento. Suspire y dirigi mi miarada a Sendra, que acaribiaba el cabello de algodon de Robbie, mientras sonreia con malicia. -Creo, que por el momento, es mejor que estes en casa de mi hermana Luna, que aqui golpeandote contra de las rocas.-Dije con una sonrisa en mi rostro y estirando mi mano para que la tomara.

El odio hacia Sendra iba en aumento, yo estaba dispuesto a dejarla correr libre por el mundo, hasta que se encontrara alguien que se deshiciera de ella de una ves por todas, pero Franco parecía no oír nada de lo que ella decía, seguía en suma calma, lo que en verdad me impresionaba, ni siquiera una mirada o un gesto por mínimo que fuera, nada, tranquilo por completo.
Fue entonces que ella encontró como hacerme enojar en verdad, que se creía, podía ser idéntica a Luna, incluso en algún lugar de mi cabeza crear el mimos efecto que ella cuando me tocaba, lo que repudie por completo, así que quite bruscamente su mano de mi cabeza y la coloque sobre la de Franco.
-Ya esta decidido, te llevaremos a casa, quieras o no, ahí ya encontraremos quien controle tus locuras querida cuñada - dije mirándola firmemente, y si se resistía entre Franco y yo podíamos cargarla con gran facilidad, era como un simple palillo al igual que Luna, solo que mas alta, no tendríamos problemas.

No les importo mucho el hacerles saber que en cualquier momento descargaría mi ira contra su querida Luna, que interesante, lo que si había logrado era que Roberto me odiara, no era necesario que casi quebrara mi mano para notarlo.
-Uh, obviamente tu yo no nos llevaremos bien nunca, ni por el bien de mi hermana, pero que culpa tiene en todo esto el pobre Franco?- entonces recordé lo que había dicho Franco "mi hermana Luna"- que al parecer es mi hermano adoptivo o lago parecido a ello? como que tu hermana Luna?, según yo, yo soy su única familia.

¿Algún día dejarían de llevarse mal los vampiros? Cerre los ojos y suspire, no dejaría que esto me molestara y si lo aunaba a la tremenda sed que sentía... Podía destruir a los vampiros y despues la conciencia no me dejaria vivir en paz, aun seguía siendo neofito y mi fuerza seguía siendo tremendamente debastadora. Deje que ambos vampiros siguieran tratandose con hostilidad, al final eran ellos los que se metian en problemes consigo mismos.
Encarcele la mano que, bruscamente, Robertto me habia concedido, no la soltarpia hasta llegar a casa. Sonrei a su comentario, sin perder la amabilidad y la calma y comence a caminar tirando de su mano.-Con el tiempo se llevaran bien.- Dije, mirando de reojo a Robertto, con cierto toque de burla en la mirada.- Y podriamos decir que si, soy como tu hermano adoptivo, si asi es como lo deseas, Sendra.- Dije mientras devolvia una mirada tiena y amable.
Hablar de hermanos me hacia tener recuerdos nublosos sobre mis padres y mis hermanos, mi familia a la cual había abandonado sin previo aviso, todo por culpa de un vampiro lleno de celos.

Odiaba oír su voz cantarina diciendo lo que era mas que evidente. Lo peor es que en Franco comenzaba hacer efecto ese encanto que tenia Sendra y al parecer poseían ambas, pero yo no caería, podía notar que tan vacía estaba esta mujer como para caer en su encanto.
Camine detrás de ellos con los brazos cruzados sobre el pecho, no quería ver los ojos llenos de odio que tenia esa mujer.
-Lo dudo Franco, y si ese día llega a pasar - y esperaba que no - seguro sera por Luna, supongo que a ella le toco todo lo bueno que a ti no se te dio no Sendra?

Mi hermana, siempre buscando en quien descargar todo ese exceso de amor que tenia desde siempre, ahora hasta un hermano se había conseguido; siempre era la misma historia, comenzando con Andreu, siempre le fascino la idea de tener un "cuñado" como ella solía decirle, por supuesto, a el le simpatizaba mucho ella, y el no la veía como una simple cuñada, el en verdad la quería como a una hermana menor, un cariño que yo siempre envidie, por lo que prefería alejarlo de ella antes de seguir viendo cuanto amor se tenían, y luego a Maximiliano, que siempre lo veía como a un padre, hasta que se dio cuenta que el estaba enamorado de ella, otra razón mas para envidiarla. Ella siempre se ganaba el cariño de la gente, yo en cambio tenia que esforzarme mucho para al menos, lograr ser de su agrado. Lo detestaba.
Iba ignorar el comentario de Roberto y charlar con Franco, pero quise dar por terminada nuestra nada amena charla -Para ser franca, tienes toda la razón Robertito, ella tiene muchas cosas que yo no tengo, pero así son las cosas, en eso coincidimos, ademas de que ninguno de los dos queremos que el día que nos llevemos bien llegue- entonces volví a mirar a Franco, ignorando por fin a Roberto- Que interesante, ya no somos solo dos, ahora somos tres, la familia se hace mas grande, me gustaría saber la historia de como paso todo esto de tu amm ¿ adopción?, pero supongo que contándomelo entre tu y Luna sera aun mas entretenido.