Simple chica de coraza (Jacob, Nessie, Libre. Tarde soleada)

El sonido del ventilador de techo era lo único que evitaba que me desconectara totalmente de la realidad, pero mis párpados me pesaban y en mi cabeza un enjambre de avejas con un nombre grabados en ellas no me permitia hacer nada que no seas estar tirada en el sofá. Desde que habai llegado al poblado me habia mantenido alejada, a la espectativa d elos extraños hechos que vinculaban a sus habitantes con las criaturas mitologicas, con eso seres irreales que oslo se permitian dar a conocer su naturaleza a otros de su especie y a sus enemigos; pero esa mañana habia tomado la determinación que si habia ido tan lejos de ir a vivir alli, debia dejar de lado mis estúpidas barreas de encierro y tomar la iniciativa de conocer las historias que alli se tejian, ir directamente a la fuente de la información, pero las cosas habian sido francamente impredecibles.
Aun sigo creyendo que eso me pasa por intentar ser amigable, ¿ahora recuerdas por qué hace anti socialismo y la soledad? El chico me habia demostrado su mayor hospitalidad y paciencia, pero de un momento a otro algo en su cabeza hizo que todos sus gestos corporales cambiaran rotundamente y se fue con determinación al bosque, mientras me dejaba en el umbral de su puerta pasmada y desconcertada.
Saboree mi boc ay jugué con mi lengua en modo de continuar carcomiendome con aquello, hasta que decidí dejar de darle tanta importancia y seguir siendo como habia sido siempre: distantes, despreocupada y cero comprometida con un tema con el cual no me encontraba realmente interesada. Levanté las piernas y las coloqué perpendicualres al techo, distrayéndome con ese movimiento mientras mi cabeza se iba relajando y sumergiendo nuevamente en paz y desinterés. En ese momento a través del gran ventanal dos figuras parecieorn asomarse a la puerta con movimientos cordinados y lentos, y esto hice que me quedará quieta y posara mis ojos esmeraldas muy curiosamente sobre ellos.

No podía evitar mantener una gran sonrisa sobre mi rostro.
Ya llegábamos Nessie y yo sobre la calle empedrada y aguijarrada en la que se encontraba la casa de Sabrina, sostenía a Ness de la mano, con sumo cuidado dando pasos en dirección al pórtico, pude ver al rabillo del ojo que dentro de la ventana estaba una figura distraída y aburrida, talvez despreocupada y desatenta.
Podía sentir en Nessie una felicidad y una alegría incomparables, ahora como pareja debíamos tratar los problemas en pareja, y resolverlos juntos, sin ninguna excepción.

Ante el pórtico se asomaban en mi memoria las imágenes que viví junto con Ness en el trayecto, no podía evitar ver como jugaba con ella, la abrazaba y la besaba, tan dulce y tierna mente como siempre lo había deseado.
Mi pequeña Ness, me contagiaba de su actitud infantil y envolvedora, como una lluvia de sentimientos satisfactores y placenteros.

Al detener en seco nuestros pasos y tocar sutilmente a la puerta abrí porfin la boca. -Hemos llegado, espero que abra su confianza contigo, almenos.- Recobré la postura de ternura y recordé cuando conocí a Sabrina, quq me mostraba un lado frío de sus sentimientos.

La fria y oscura mañana se fue transformando en un mediodia soleado que buscaba atravesar la espesura de las altas copas para brindar un poco de luz a las vegetaciones más pequeñas. Mis pensamientos tan temerosos y lúgubres también parecian iluminarse con los hechos, las risas y las breves y despreocupadas conversaciones que manteniamos por el camino hasta la casa de la chica que Jacob buscaba unir a la manada. Por su descripción, parecia alguien muy distinta a él, con una personalidad cerrada y testaruda. Me rei al pensar que para enfrentar a la muchacha, me habia buscado a mi casi como “mediadora”, cuando era capaz de luchar contra los vampiros más peligrosos, pero una mujer, era tema de riesgo. El bosque iba desapareciendo lentamente, con casas pequeñas y chozas, pero en un momento, una casa sobresaltó del todo el resto: era grande y espaciosa, de madera clara y grandes ventanales, con un pequeño patio completamente verde y una entrada igual de impresionante para el lugar.
-Esto si que es no encajar-mencioné sinceramente mientras observaba el tan marcado contraste entre esa vivienda y las demás, pero mientras avanzábamos hacia la puerta y Jacob estiraba su mano para llamar, callé mis comentarios inoportunos y me hundí en mi mente para abordar el tema de la mejor manera, positiva y tranquilamente. Respiré y me posé al lado del Alfa con una mirada pacífica y acomodando mi ropa.
Me percaté que la chica, de aspecto aburrido, nos observaba por un ventanal mientras avanzaba con desdén a la puerta, con una mirada verde clavada en Jacob demostrando sus cejas juntas y algo enfadadas, ¿qué era lo que pasaba por su mente? Lo miré a él, contestando a su comentario levantando una ceja, ¿creeria que mi aspecto dulce y aniñado la convencería de ser agradable y colaboradora? Suspiré y esperé junto a él, escuchando los pasos y mirando fijamente mis posibilidades en mi mente: según lo que me habia relatado en el camino la chica solo buscaba obtener información sobre la manada y los enemigos que ésta presentaba, no hacer amigos ni entablar vinculos con nadie… Si fuera una impostora no seria tan obvia con sus intenciones de averiguar sin encariñarse, y si buscara pertenecer a los quileutes, no se cerraria de entrada a conocer a quien seria su lider. Realmente me confundía pensar sus intenciones, por lo que cuando vi que la manija empezaba a bajar dejé mi mente en blanco para ser sorprendida por ella.

Esos dos bultos que veia cruzar con paso firme el bosque que rodeaba mi casa, se posaron en mi puerta entre bajos comentarios y mentes vacias. Bajé las piernas con rapidez y me senté en el sillón acomodando mi cabello hacia atrás y respondiendo al toc toc instintivamente con un suspiro de resignación y pasos arrastrados.
¿Acaso el chico no entiende que solo quiero un vinculo “licántropo”? Mis actitudes frias por lo visto no habian sido suficiente para que entendiera que las amistades no eran lo mio, y encima, habia traido con él a una muchacha alta, delgada y de piel extremadamente pálida…No… no podria haber sido tan tonto. Me detuve en seco con la mano rozando el metal de la manija, ¿acaso la muchacha era un vampiro? El olor que se filtraba por las hendiduras de la puerta no era de un vampiro, pero su aroma no era humano ni de lobo, y se podia percibir la sangre mezclada con su dulce y extraña esencia. Tomé la manija con una cara de poker, sin expresiones, sin hipótesis, sin una minima idea de que esa era esa criatura. Cuando la vi, todos mis pensamientos se desplomaron: un rostro angelical en el cuerpo de una adolescente, con la sangre fluyendo ferozmente entre sus venas pero contrastando en todo aspecto con Jacob. No me moví, mi instinto de desconfianza se disparó y el calor inevitable comenzó a correr rápidamente en mi cuerpo junto con la adrenalina y no pude evitar retroceder con mis ojos clavados en ella, en su extraña aura y en esas características incompatibles con todo lo que conocia. Odiaba sentirme asi, vulnerable y con una prueba mental delante mio, con una paralisis que se extendía en todas mis articulaciones y hacia concentrar mi mente solo en lo que veia.
-Jacob... ¿que has traido a mi casa?-no me importaba la cortesia o la delicadesa en mis rudas palabras, en ese momento mi instinto de lobo se estaba disparando y solo atiné a buscar algo de cordura en mi autocontrol.

Tras ver que Sabrina no conocía lo que sucedía con Ness, y menos que me sucedía a mi al estar junto a ella, reacción ocacionada por la falta de información y confianza, lo que siempre había de manera palpable entre los habitantes de Forks y La Push.
Por instinto me olvidé del lugar, de la bella casa, del tiempo, de cualquier otra cosa que no fuera Ness, me coloqué de manera protectora entre Nessie y Sabrina, esperaba que ahora Ness entendiera porqué la había traído. No solté la mano de laa niña adolescente que era mi centro de atención en todo momento. -Sabrina, hola de nuevo.- Quise tomar una postura de tranquilidad. -Para comenzar a cumplir con lo que habíamos quedado...- A leguas pude notar que el aroma de Ness alteraba a Sabrina de igual manera que si estubiera un vampiro a su lado. La preocupación de que no pudiera contener sus instintos me tomó preso e incluso me pribó de la realidad por un momento. -...te presento a mi novia imprimada, Reneesme. La imprimación es como un enamoramiento a primera vista, imposible de prevenir o detener; es más que imposible definir con certeza que tan enamorado se vuelve uno al caer en la imprimación, pero sólo se da en los "machos".- No encontraba la manera adecuada de contarle primero de la imprimación, del tratado, de la manada, de los asuntos con los ancianos y con los Cullen.

De alguna manera intenté pedirle ayuda a Ness con la mirada, la verdad no tenía idea de quién debía empezar a hablar con Sabrina, para que pudiera entender las cosas como debía ser, en órden y bien.

¿Mi primera impresión? Definitivamente que la sorprendida era ella. No solo al verme, al sentir mi presencia todo su cuerpo de congeló y demostró dolor, angustia, una electricidad que le recorrió por el cuerpo y la obligó a retroceder mientras sus músculos se tensaban y sus ojos parecían desorbitarse en los mios. Su nariz aspiraba mi aroma pero parecía cortarla, desconcentrarla y sus palabras representaban ese filo que hería y distanciaba. Al igual que ella, también me paralicé con mis ojos como platos solo observando su reacción de estremecimiento y sintiendo la culpa recorrerme entera por no haber pensado en que seguramente jamás, se había cruzado con alguien de mi naturaleza, y a su instinto de lobo, era un simple vampiro o algo muy similar.
En ese momento que los genes femeninos de ambas estaban estáticos, Jacob se movió de forma protectora sobre mi postura y me hizo retroceder unos pasos, mientras él hablaba con voz rápida y segura, yo noté que no respondía su pregunta y aunque le explicaba una excusa importante de porque yo me encontraba allí, no satisfacía su ansiedad de saber que era yo y en síntesis, porque me había llevado a su casa si había especificado con casi todos sus gesto que prefería no encariñarse con nadie. La mirada suplicante de mi novio era tan directa que luego de escuchar su explicación para nada adecuada a la situación negué con la cabeza y una pequeña risa se escapó de mi boca.
-Por favor Jake, creo que lo que ella necesita más que un “estoy enamorado de ella” es un: ella no es un vampiro.- tomé su hombro y lo aparté, exponiéndome a la chica que aun no había modificado su expresión de incertidumbre, y cuyo cuerpo temblaba como intentando controlar las fuerzas del interior que se habían desatado. Pero confié que mientras no me mostrara amenazante o invada su espacio, debía estar tranquila.- Por favor, se que puede ser confuso pero si prestas atención estoy viva y mi corazón late como el de ustedes, incluso a la misma velocidad y asimilando también la temperatura de un lobo… aunque por mi aroma tan distinto a la esencia salvaje de lobo notarás que tampoco soy una de ustedes.- hice una pausa, respirando tranquilamente y dejándome inundar por la paz mientras me acercaba a ella con pausa y dejando atrás a Jacob- mi nombre es Renesmee Cullen, pertenezco a un clan de vampiros vegetarianos, lo que significa que no nos alimentamos de sangre humana, y nuestro objetivo es cuidar la vida humana de los vampiros que si se alimentan de ellos, por eso tenemos una fuerte alianza de confianza con los lobos.
No sabía si había tranquilizado un poco su metabolismo, porque aun quedaba decirle algo muy importante, pero al menos aclarando que los lobos depositaban su confianza en nosotros y que no matábamos humanos, le daba la pauta que podía relajarse y nadie la atacaría o usaría su forma humana para atacarla. Dudaba que se abriera a nosotros, pero pro el momento me conformaba con que no atacara. Finalmente con un largo suspiro y una sonrisa, extendí tímidamente mi mano y pronuncié unas palabras firmes:
-Soy una hibrida, es cierto, tengo una porcentaje de vampiro, pero también soy humana…soy una mezcla, como ustedes, pero me rigo por mi lado de la vida y la protección a los demás… y creo que seria maravilloso que nos dejes explicarte donde has terminado Sabrina

La muchacha de rostro angelical no apartaba sus desorbitados ojos de mi mientras Jacob, el tan persistente y desprolijo chico, se interpuso entre nosotras para agrandar las distancias y protegerla si no podia controlar mi transformación; pero sus palabras no adquirían significados para mi, no respondia a mi duda, mi desconcierto era insasiable en esos momentos que no podía detener la adrenalina corriendo por mis venas a una velocidad que mi cerebro no comprendía. Mis manos temblaban pero retrocedí hasta el interior del living para intentar que se ambiente más tranquilo me ayudara a relajarme y no hacer nada, mis pensamientos no dejaban de debatirse sobre aquella extraña criatura, que me demostró que estaba desconforme con ser reducida a una figura detrás del enorme chico, porque lo apartó con firmeza y se dirigió a mi como un pequeño pero esbelto duende dulce, afirmando y borrando parte de mis dudas de que su origen no era la de un vampiro, y de pronto su fuerte latido llegó a mis oídos con repiqueteos constantes que parecía no haber notado en mi desesperación por verla. La chica me explicó lo que era, algo que en mi fuero interno veía como una abominación, un vampiro embarazando a una frágil humana, condenándola a tener un engendro como él… pero ella no parecía ni demoniaca ni chupasangres, y Jacob la apoyaba…
¿Vampiros vegetarianos? ¿Ese concepto existe? No podía concebir la idea de que esas criaturas, diseñadas para el fin de subsistir a base de sangre humana decidieran administrar su alimentación con animales, decidiendo por voluntad propia no matar humanos…. Pero la prueba de ello era esa muchacha que aunque decía ser vampiro, parecía tan humana y sincera en sus palabras. La joven se acercó más a mi, extendiendo su mano en un cordial saludo, pero no solo mi naturaleza de lobo, también mi experiencia humana me alejaba de esa tibia mano que buscaba demostrarme paz y otro mundo, un mundo al que yo pertenecía, pero nunca había aceptado del todo. Respiré hondo y sus palabras resonaron en mi mente, intentando, no bajar la guardia, sino al menos, ser capaz de no atacarla mientras permaneciera con el lobo en la casa. Yo también buscaba explicaciones, y por lo visto esta era la primera que debia afrontar. Tal vez quedó muy descortés mi gesto, pero sin volver mis ojos hacia ellos, me interné en el living y me fui a sentar al sofá, sintiendo como mi cuerpo se calmaba de a poco y mi mente racional y calculadora volvía a controlar mi cuerpo.
Recopilemos… hasta ahora sé que esa chica es una hibrida y está aliado con los lobos, y eso es asi porque Jacob siente una extraña atracción lobuna hacia ella, y eso hace que quiera protegerla. Seguramente alguna vez escuché sobre eso, ese extraño lazo que une a los lobos para seguir con su pelaje e ir fortaleciéndolo… pero no tenia ni idea que no había barrera con respecto a las razas. Respiré y mi mente iba desasiendo nudos innecesarios y atando cabos, cubriendo mi rostro con mis manos doradas mientras aun oian sus palabras en mis oídos. Respiré unas cuantas veces para lograr relajar mis músculos e intentar verla como una humana, como una pieza más en ese extraño juego de ajedrez que cada vez tenia más reglas y más trucos para ganarlo. Mis ojos se clavaron en ella, peor ya no de forma violenta o desesperada, simplemente buscando las palabras con las que me quería presentar.
-Sabrina Licardi… lo siento, deberías haber tenido cuidado con aparecerte asi… mi instinto me lleva a aniquilar a cualquier vampiro que se me presente. –fui dura, lo se, pero quería aclarar de entrada que no era de aquellas personas que le tenían piedad a los asesinos- Igual esta bien, tengo suficiente autocontrol en mi transformación, asi que espero haber pasado la prueba- sonreí a la chica y me paré del blanco moviliario, invitándolos a pasar con las manos. La muchacha entendió mi mensaje porque en seguida devolvió mi sonrisa, aunque creo que el chico terminó más desconcertado con mi intención. Cuando me aseguré que ya podía mover mi cuerpo sin necesidad de pensar los movimientos continué explicando- Es muy raro para mi el concepto de un vampiro vegetariano, o como quieras decirle, he conocido y acabado con varios y puedo asegurarte que uno era más asesino que otro... Pero vine a aquí luego de viajar por el continente buscando a estas criaturas, sé que en la zona hay una concentración amenazante de vampiros y quiero ayudar, pedi audiencia con los antiguos para ingresar a la manda pero creo que debería empezar por conocer la historia

No de nuevo Resonó esa voz en mi cabeza unas cuantas veces al escuchar que quería saber toda la, para mí, aburrida historia. Me dije aún con la mirada perdida y el pensamiento desconcertado que aunque pareciera maduro, aún no llegaba al pensamiento franco de Ness.

No podía entrelazar concretamente lo que Sabrina me había dicho con lo de su dificultad al socialisar y lo que hacía en el momento, entender de sopetón la situación. Me era completamente inesperada esa reacción por parte de Sabrina.
Dejé escapar una pequeña sonrisa al ver que gracias a lo que adoraba de Nessie, su diplomacia grácilmente infalible, había aclarado las cosas de una manera maravillosa.
No dudé en tomar a Nessie de la mano una vez más, esperando que ella diera el primer paso al lugar que Sabrina nos invitaba para relatar desde el inicio. Así Nessie se me adelantó, entró en la habitación, no me quedó más que seguirle los pasos y disfrutar de su niñez tan motivante.
Hize que Ness se sentara frente al sillón de Sabrina, en uno un poco más pequeño y de aspecto cómodo; yo preferí quedarme en el flanco de Ness, mejor dicho, sentado en el brazo del sofá.

Me descubrí comprendiendo a la perfección el punto de vista de Sabrina, igual a mí me era preocupante el hecho de que en cualquier momento algún vampiro cometería una estupidez, lo que me recordó ir a visitar a la familia Cullen en otro momento, para saludar a Bella e informarle de la formalización entre Ness y yo, y de paso preguntar a Alice si ve algo venir.
Después de vagabundear en el pensamiento reincorporé mi habla al lugar. -Pues...- Dudé un segundo en mi futura fatiga al hablar sobre lo que Sabrina me demandaba, y en verdad necesitaba saber. -...todo empieza en una leyenda: Nosotros, los Quileyutes se supone que somos descendientes de los lobos, y desde hace miles de años vivíamos en esta región.- Hize una pequeña pausa para dar a conocer a Nessie que me correspondía contarle aquello.- Una vez, hubo un acercamiento con un vampiro, que venía con su pareja, y atacó la aldea; así, los hombres de la aldea descubrieron que algunos de ellos poseían la capacidad de convertirse en sus antepasados: los lobos.
Algunos de esos hombres, entre ellos el líder de la tribu, podían convertirse, y así pudieron enfrentar al frío, al chupasangre.- Me detuve ante el adjetivo. -Perdón Nessie.- Acepté discriminar a los de su raza. -Los de la tribu lo destruyeron y quemaron, pero la mujer quizo tomar venganza, y así atacó una vez más la aldea. El líder, tras varios años de perder la capacidad de la transformación, la recobró para defender su gente de aquella mujer. Él tenía muchas desventejas, la mujer estaba a punto de vencer, pero la esposa del lobo hizo correr su sangre, se hirió para distraer a la vampira con la sustancia carmesí, y así la vampira desconcertada, fue tras la dama, y el lobo pudo deshacerse de ella.
Esa fue la primera escaramuza entre licántropos y vampiros. -Hize saber, intentando encontrar una introducción divertida para el resto.
-Luego de eso, pasaron muchos años, cuando se encontraron con otros de esa naturaleza, debes saber que se trataba de los Cullen, la familia vegetariana que ahora vive aquí, en estos lugares.
Mi tatara abuelo, Efrain Black, fue el líder de la tribu en aquel entonces, y estableció un tratado de paz con ellos al informarse que su alimentación no era humana, sino bestial. Eso se basó en que los Cullen no podían convertir a los humanos, no podían beber su sangre, y no podían ingresar a las tierras de la tribu, eso era así hasta que nació Ness, al verla me imprimé de ella, y ella estaba en peligro de...- Me dió pavor mencionar el miedo que tenía si las cosas no hubieran pasado como fueron. -de los Vulturis.- Hize un final a mi historia, pues ahora empezaba la de Ness.
Me limité a silenciar mi pensamiento para escuchar que explicación tenía Ness para Sabrina, y qué cosa omitiría para no hacer de la conversación un ambiente más denso. Mis ojos viajaban del semblamte de Sabrina y el rostro de una niña pensativa.

Tras unos minutos que Sabrina parecía ir digiriendo las palabras, mi postura fue relajada e intentando animar a Jacob por el avance que estábamos teniendo. Tomé su brazo y susurré palabras dulces y tranquilas en mi mente, y aunque entendió mi intención, sabia que debía ponerse firme con aquello. La chica se adentró a su living, un lugar muy claro e iluminado que transmitía tranquilidad, y mientras ella apretaba su cabeza con sus manos para relajar sus músculos, por mi parte recorrí la habitación con la mirada. Quería conocer más de ella, saber cómo era su estilo, a que se dedicaba y poder ocupar mi mente en algo para dejarla tranquila a ella. Pero su voz fue surgiendo del escultural cuerpo que poseía, una voz dura y seria, pero que se podía traslucir toda la sinceridad contenida del mensaje: nos contaba su historia, su forma de vida, su odio hacia las criaturas frias, las muertes que había visto a su paso… Me estremecí al pensar en lo que había sufrido, como todos, a lo largo de su vida, pero enseguida Jake me tomó del brazo y nos sentamos en uno de sus sillones, yo observando a la muchacha y él, como un guardaespaldas, rígido detrás mio, comenzó a relatar al extensa historia de sus antepasados. Durante todo el relato, Sabrina no apartaba sus ojos de él, o de mi, dependiendo el fragmento de historia, y en sus ojos se observa un profundo respeto y ansiedad al conocer finalmente de un descendiente directo, toda aquella magia contenida en los licántropos. Mi mente vagabundeaba por los hechos de ese dia, el Tratado que ahora tenia en mi pequeño bolso, la actitud fría de la chica pero que seguía mostrando interés de ser una más en La Push… y todo era gris hasta que todo se puso rojo… las palabras de Jacob me sonaron tajantes con la mención de las figuras temidas: Vulturis. Y mis ojos no pudieron evitar cerrare con fuerza y que en mi mente en un fugaz “flash back” pasaran todos los recuerdos dolorosos y llenos de angustia a los que fuimos sometidos por ellos. Pensé que continuaría, pero por el contrario, me había dejado el pie para que yo relatara la otra parte de la historia, nuestro presente como manada, o mejor, como familia. Necesitaba tanto como nosotros la explicación de porqué vampiros actuaban como humanos y eran aceptados por lobos, porque el Alfa estaba enamorado de una hibrida, porque vampiros mataban vampiros, y porque vampiros querían acabar con los hibridos. Pero mi mente era un caos y en ese momento, para no explotar, tuve que relajarme y jerarquizar cada explicación para ella.
-Ellos son, para la mayoría del mundo vampiro, la realeza, quienes establecen las leyes y las cumplen a rajatabla… pero con el tiempo la ansia de poder los nominó, los encegueció… y ahora se rigen solo por la fuerza- tragué saliva y mis ojos se dirigieron instantáneamente a la ventana, donde la luz demostraba paz y vida, para no hundirme en esos temidos recuerdos ni quedar como lo que era en realidad, una niña de nueve años demasiado vulnerable como para andar luchando contra esas criaturas. Cerré mis manos en un puño y me paré del sillón, caminando por el lugar. Ya que en ese momento parecía más una sección de “Deprimidos anónimos” que otra cosa, y mi intención era informarla para que todos estemos en igualdad de condiciones si íbamos a enfrentar algo juntos.- Ahora son pura maldad y su cometido es desintegrarnos porque somos un clan que cada dia nos volvemos más fuertes, un aquelarre de integrantes fijos y con dones y con una fuerte alianza con licántropos.
Mis mirada y mi sonrisa se dirigieron felizmente hacia Jacob, extendiendo mi mano mientras me acercaba a él y le daba un corto beso en la mejilla. Solo él me daba fuerzas y era capaz de fortalecerme para ser capaz de abrirme así, de luchar para agrandar nuestro bando y defender nuestra vida. Luego volvi hacia ella y me acerqué, aunque manteniendo las distancias para no sofocarla, hasta mitad de la habitación y continue:
-Con tal de destruirnos están dejando vagabundear a vampiros carnívoros que alertan a la sociedad, pero saben que al enfrentarlos, ellos intentaran acabar con nosotros, y por supuesto, la vida de muchos humanos esta en juegos, pero para ellos solo son peones en su estúpido juego-mis palabras derrochaban asco y frialdad, sintiendo como ahora era yo la que tenia su cuerpo en convulsión y la sangre vibraba con fuerza pro mis venas, por lo que me acerqué al vidrio y apoyé mi mejilla contra el frio, hablando con más suavidad- esa es nuestra historia y nuestro propósito, no sabemos como terminará esto ni si podremos seguir defendiéndonos, pero continuaremos y es lo que tenemos para ofrecerte


//Off rol: si no les molesta, aunque se que ambso tienen mucha creatividad creo que para no extender demasiado el rol deberiamos no repetir tanto las acciones que otro ya puso o hacerlo, pero escribir menos... al menos solo para adelantar el tema, si les parece seguir asi, respeto la idea.

Al par de Ness dirgí mis pasos perezosos a mitad del lugar, intentando regresar aquel beso tibio y cautivante. Y así lo hize, le dí un beso en la mejilla, tierna y lentamente.
-Y aunque no es seguro estar vagabundeando por todo el país, hacemos lo que podemos para detener a los carnívoros, en cuanto a algun diisturbio tenemos ventaja, la familia conoce amigos de todods los lugares: Alaska, Brasil, Europa, Egipto, y si con eso no fuese necesario, viajaríamos hasta Asia y Australia para reclutar. Los Vulturi dejarán de ser un problema pronto.- Me sentí seguro de mí mismo al ver que la situación me causaba alegría, al hacer verídico el hecho de que sería difícil que los Vulturi causaran mucho daño. -Supongo que después de todo podemos contar con tu ayuda en la manada, ¿no?- Dije a Sabrina, intentando recibir de su parte una aceptación a lo que se podía llamar manada. -Además, hay otra nueva licántropa en la región, luego será momento de hablar con ella.- Hize enterar a ambas de Victoria, quien aún me era interesante el hecho de no convertirse en ese lugar lleno de vampiros.
Aún permanecí con Ness en la sala, la tomé de la mano con delicadeza y la rodée con el otro barzo por la cadera, buscando en la mirada tajante de Sabrina una respuesta. Símplemente me limité a sonreir y a dar la mano a Sabrina, en ademán de aceptarla si ella lo quería, e igual si no era así.

No sé si fue un alivio o un dolor de cabeza, pero ahora Sabrina estaba en la manada, si es que ya la había aceptado por completo, sin ningun prejuicio. Limité mi felicidad a una sonrisa sofocada y a estrechar tonta y francamente la mano de Sabrina. -Me alegra saber que contamos contigo.- Fui sincero con Sabrina, más aún sabiendo que ahora, formando parte de la manada, estaba sujeta a seguir mis órdenes, cosa de las peores que odiaba y podía hacer.
No teníamos mucho que hacer en ese lugar luego de lograr nuestro plan, en ese preciso momento planée la huida a casa de los Cullen, para compartir mi felicidad con esa familia que ahora estaba más unida a mí de una manera inentendible.

Simplemente quedé perplejo a mis pensamientos, había mil y un formas de salir de ahí, pero Ness debía saber lo que en esos momentos tramaba. Discretamente giré mi rostro hacia Ness y dije en un tono casi inaudible: -¿Iremos con tu familia?- Pregunté en tono íntimamente tierno. ¿Porqué no puedo dejar de hablar como un niño mimado con Ness? Me quejé de mi vocecilla con Ness. Girándo la cabeza hacia donde estaba antes observaba a Sabrina, no podía yo tener la percepción de algo impensable en aquellos momentos en los que mi felicidad brotaba abundante e indetenible dentro de mi ser, cuando escuchaba pasos cercanos a la Frontera, había veces en las que adoraba tener esos sentidos superdesarrollados, pero por eso mismo me dí cuenta que las voces consecuentes me eran conocidas: de Alice y Bella de hecho.
Me sentí confundido, desconcertado, casi impresionado, pero no me bastó saber que me inquietaba la presencia de ambas en aquel lugar para quedarme junto a Ness y notificaarle la presencia de su madre y su tía en ese lejano lugar, pero no tan lejano para poder ser captado por mí, a travez del bosque, los animales que desesperadamente se ueven en intervalos desenfrenados, la brisa del viento que cada vez era más notorio y a fin de todo eso, las voces cantoras de las Cullen.
-Ness, escucha.- Mi voz revotó en las paredes, resonaba hasta ser un murmullo tímido al aire libre. -¿Conoces esas voces?- Quize ser un poco obvio para apresurar mis impacientes pasos hacia aquellas dos figuras níveas que se debatían junto a la Reserva.

OFF//: Así está mejor, ¿no?

Fue una gran satisfacción cuando sentí los brazos de Jacob rodeando mi fino cuerpo y más tarde, la presencia de Sabrina tan dispuesta a colaborar con nosotros y unirse, por fin, a nuestra causa. Sabia que la chica no seria fácil de integrar completamente al grupo, pero haría lo posible para que sea lo menos molesto para todos. Por fin, ya teníamos una nueva integrante en la manada, y esto ayudaría mucho con los sucesos que estaban ocurriendo.
Iba a hablar para demostrar mi gratitud con la chica pero como era de costumbre en el chico que no podía mantener su concentración en temas adultos por mucho tiempo, se separó de ambas y comentó que seria mejor ir a ver a mi familia. ¿Queria comentarles que acabamos de unir a alguien más a nuestra causa? ¿O eran otras sus intenciones? Lo miré levantando una ceja, pero decidi no desobedecer al Alfa delante de Sabrina, por lo que miré a ella con una mirada seria y solté yo también:
-Creo que entiendo su punto, con estos idas y venidas de nuestros enemigos debemos ir a informarles sobre que decidite ayudar a la manada, y creo que seria una buena oportunidad si no te parece mucho por un dia que con acompañes…- sabia su odio hacia los vampiros y que tal vez no era lo más indicado, pero debía acostumbrarse y dominar su autocontrol, ya que si no lo hacíamos ahora, con el tiempo seria más difícil y podría transformarse en un momento menos oportuno.- Se que puede resultarte chocante pero como todos pertenecemos al mismo bando y ya te comentamos que somos muy diferentes a los vampiros que has conocidos.. por ahí podrías…
No pude continuar con mi relato cuando mi telefono sonó y un mensaje de mi tia brilló en la pantalla plateada con palabras cortantes y preocupantes: "Nessie, necesitamos que nos encontremos lo más pronto posible en la frontera, es un asunto urgente, no me llames ni a tu madre. Trae a Jacob contigo, y si es posible, a algún otro miembro de su manda.
Alice"
No entiendo... ¿desde cuando ella presenta ese caracter tan sospechoso? Seguramente pasó algo demasiado complicado o tal vez lo vió...
-Hay algo que olvidé mencionarte-dije mientras cerraba el celular y volvia mi vista a ella- en mi familia algunos tienen habilidades especiale sincluso para un vampiro. Mi tia por ejemplo, puede ver el futuro, y creo que vió algo..-ahora mi mirada tambien iba dirigida a Jacob, preocupante- Casualmente, me pidieron que por favor vayamos a la frontera, parece que pasó algo.. y eso afirma lo que te pedi Sabrina, deberias venir con nosotros
Me habia puesto nerviosa por lo que podria significar ese mensaje, y ya no era capaz de articular palabras coherentes o siquiera continuar con el mismo hilo de ideas. Solo atiné a tomar del brazo al chico para empujarlo hacia la puerta con ojos suplicantes y mirar a Sabrina para quew terminara de asociar todo lo que le dije y nos siguiera.

Interesane Fue lo único que pude pensar en el momento en que al rabillo del ojo pude leer el mensaje en la pantalla del aparato. Pero luego comprendí que lo que escuchaba a la distancia y lo que leía en esos momentos no era algo bueno, ¿debía preocuparme entonces?
Sin tardar, Ness me tomó del brazo, ahora ya no me eran necesarias excusas o palabras para salir del lugar, hize resbalar su mano de Ness hasta la mía y avancé unos cuantos pasos, detenidamente ví a Sabrina, y con mi semblante ahora preocupado lancé la primera orden: -Sabrina, acompáñanos porfavor.- Ordené en tono suplicante, casi rogando con la voz. Seguido escuché a Ness recordándo que ella carecía de alguna manera, de autocontrol, así me recordé decíselo cuando estuviéramos con Bella y Alice.

No tardé más, sabía que Sabrina no se podía negar a quedarse, fuera por la orden o por su voluntad, aún así era de su incumbencia estando ya dentro de la manada; me apresuré con Ness hacia la puerta, la jalonée un poco para que despegara los pies de la duela del interior y avanzara junto conmigo. Sólo podía pensar en que yo debía mantener la calma, conocía a Bella, y ella seguro estaba mal, si se trataba de algo malo, y si no fuese así, seguiría estando preocupada; me convencí que la prudencia debía caber en alguien, y me tranquilicé a talpunto de ser casi un refrigerador, sin sentimientos, no me quedó más que hacer sentir a Nessie que todo estaba bien con un beso en la frente.

Las cosas seguian transcurriendo demasiado rápido para mi: la información, sus pensamientos, sus planes, su familia... ahora hablaban de que estaban presionados por sus enemigos y que necesitaban armar una reunión urgente con sus familia para conversar y ponerse al dia. Básicamente, armar un plan de ataque o defensa.
No me dejaba inundar por tantas ideas, si no que las organizaría para ir digiriendo por importancia lo que salia de la boca de ambos individuos. Pero algo trajo más movimiento y nuevas ideas a lo que me estaban contando: el celular de la chica sonó y un texto fue el disparador para que ambos decidieran sin hablarse, solo intercambiando miradas, ir al encuentro de los vampiros vegetarianos. Me senté, asociando pensamientos y decidí que no retrasaría más eso tan urgente que parecía disparar las emociones más desesperadas en ellos.
-No se preocupen por mi, los alcanzaré más tarde…-titubee casi con desdén mientras me sentaba en el sillón y hacia memoria de todo lo que me decían, asociándolo también a mis instintos de cazadora, sabiendo que no debía atacar a los Cullen pero necesitaba ponerme en sintonía porque a lo que ellos se enfrentaban era otro nivel. Ambos que se hallaban tan serenos ahora destilaban nervios y urgencia, por lo que no esperé que alguno intentara entender mi situación. Se acercaron hacia la salida y no tuve el valor de seguir reteniéndolos, debían marcharse y yo con ellos, ahora que había firmado el trato, donde la palabra valía tanto como la sangre en el camp de batalla, no podía darme el lujo de abandonarlos.
-Vayan, los alcanzo en un rato…- me paré dirigiéndome perdida hacia la cocina, y ellos se fueron apresuradamente con el corazón en las manos.

//OFF: Perdonen el retraso, no volverá a pasar u.u