Casa Swan-Cullen

La tarde estaba callendo de lleno en el bosque de Forks, era un dia inusualemnete cálido, aunque el sol estaba oculto tras unas densas nubes. Me encontraba totalmente aburrida, tocando el piano en mi habitacion.
No estan ni Jacob, ni mamá... papá.... los demás estan paseando o cazando-mi menté se nubló y mis dedos se deslizaron a mi falda, inpidiendome seguir con mi melodia- Creo que ya es hora de descansar un momento.
Me levanté y acomodé un poco mi cabello en el espejo de mi cómoda, suspiré y salí de la habitacion. Caminé suavemente y me senté en una roca a unos metros de mi casa, cerrando los ojos y dejando que los pocos rayos de sol que se filtraban dieran de lleno en mi pálida piel.

En cierto modo me había venido bien venir a este pueblo, tan tranquilo y pacífico. No había mucha actividad en la comisaría, así que decidí ir a dar un paseo por el bosque y explorarlo más a fondo, cosa que no había hecho antes. Esta vez no quería cazar (ya lo había hecho el día anterior), solo mimetizarme con el bosque y sentirme más libre. Corría sin dirección alguna, oliendo todo el ambiente y observando hasta la mas pequeña gota de agua. Entonces llegué a lo que parecía ser una casa, de construcción rústica, pero fuerte y bella. Y, al lado de la casa, había una joven, que por su aspecto no parecía mayor de edad, sentada sobre una roca. Por mis fosas nasales entró un olor muy agradable, pero no me sucedía lo mismo que con la sangre humana. Entonces caí en la cuenta de que esa chica podía ser Renesmee, la "pequeña" de la familia Cullen, una semivampira. Decidí que este podría ser un buen momento para iniciar mi contacto con esa familia (vine aquí expresamente para eso), y me acerqué a ella para presentarme.

Mis pensamientos iban y venian de forma simultanea, las preocupaciones por los Vulturi, el abandono repentino de mis padres y la ausencia inexplicable de Jacob. Una nube se movió y pude sentir el sol de lleno junto con una brisa, la cual trajó hasta a mi el aroma de un vampiro. Instintivamente abrí los ojos y salté hacia atrás, tomandome el cuello con una mano. Miré el lugar del bosque donde provenia ese aroma y pude notar a un joven de cabello negro y ojos dorados mirámdome, me snetí totalmente estúpida de haber reaccionado de ese modo, pero aun tenia en mi mente mi batalla con Chelsea de hacia unos dias, y las heridas.
-Oh... lo siento -miré al joven y relajé mi posicion- ¿Quien eres?

La chica se asustó, era normal, no debería haber sido tan sigiloso. Le contesté:
-Oh, lo siento si te he asustado -me disculpé-, soy Thomas Edward Lovegood, pero me llama Eddie, supongo que tu eres Renesmee Cullen, no? Me acerqué con precaución, era muy incomodo hablar desde tan lejos.

Me relajé completamente y sonrei, solía ser muy sociable y en verdad me gustaba conocer genté. Di un saltó hacia adelante, para observar detalladamente el chico, era un joven muy apuesto.
-Solo estaba... desprevenida -sentí como unas pequeñas marchae en mis brazos descubiertos me quemaban al sentir mi verdadero pensamiento- Eddie... ¿Cómo sabes de mi? -lo miré curiosa, peor no tenia pinta de ser alguien peligroso, auqneu debia ser precavida- Me dicen Nessie, mucho gusto- di un saltó nuevamente y quedé solo a un metro de su rostro.

Por fin conocí a un Cullen! Además se le veía muy sociable y simpática. Decidí contarle por qué vine a Forks.
-Bueno, verás...soy un vampiro vegetariano y tengo, digamos...problemas para controlar mi sed. Un viejo amigo de Madrid, que es donde vivía antes, me dijo que aquí vivía una familia de vampiros vegetarianos, cuyo patriarca es muy sabio y comprensivo. He venido para pedirle al doctor Carlisle que me ayude con mi problema. Mi amigo tambien me contó muchas cosas sobre la família Cullen, por eso sabía tu nombre.

Lo escuché atentamente, se veia en sus ojos y sus facciones una felicidades que se me transmitió y le sonreí. Hablaba con vlemencia hacia Carlisle y por lo que dijo tambien sabía mi historia y la del resto de mi familia.
-¿Haz... venido desde España? - me acerqué a él y coloqué mi mano en su mejilla, para poder estudiar más sus ojos- Tienes... un dorado bastante brillante, no parece que tuvieras problemas... o al menos que no has probado la sangre humana en bastante tiempo. - Aunque todos los vegetarianos tengan la mirada en ese tono, su color ámbar es... sumamente hipnótico. Lo miré horrorizada y quité mi mano se du rostro, creyendo que habia transmitido mi pensamiento inconcientemente- ¿Quieres.. psasar? Mi abuelo no está.... peor puedes esperarlo y te contaré algunas historias si lo deseas.

Me puso la mano en la mejilla, y en ese momento pude ver todo lo que ella había sufrido en sus primeros años de vida, los vulturi tenían en el punto de mira a su familia desde su nacimiento, y ella no quería que les pasara nada. Ella intentó entregar su vida para salvarlos, y eso le honraba. También pude escuchar lo que ella pensaba, pero parecía un poco avergonzada por habérmelo mostrado, así que era mejor hacer como si no hubiera sentido nada.
-De...de acuerdo, supongo que toda información me vendrá bien, pero antes...debo decirte que... al tocarme la mejilla permitiste que yo pudiera ver tus más oscuros secretos y recuerdos, debí decirtelo antes.

Lo miré asustada ¿Cómo se le habia pasado semejante detalle?. Todos esos recuerdos, mis miedos... mi batalla con Chelsea hacia unos dias cuando habia desgarrado mi cuerpo para que perdiera el control... todo habia sido expuesto a ese extraño. Lo miré ofendida y le dí una sonora cachetada en la mejilla.
-Tal vez pudiste haberlo mencionado.... -suspiré y luego volvi a mirarlo, divertida- Lo siento... igual, no tengo nada muy interesante. Mi don es transmitir pensamientos, sueños recuerdos... también a través del tacto. Aunque creo que ya lo haz notado.... -voltée al cielo y luego a la casa, dirigiendome a la entrada- Pasa, será mejor charlar adentro , hay mucho para conversar ahora que leiste mis secretos...

Me pegó una cachetada, aunque no me hizo daño, pero no me quejé, se me había pasado un detalle muy importante. La seguí a dentro de la casa y me disculpé:
-Lo siento, debí habértelo comentado, en cierto modo iba a decirtelo, pero no me diste oportunidad. Pero no te averguenzes, este don me permite comprender mejor la situación de las personas y ponerme en su papel, y...no es por meterme en tu vida, pero pienso que tu has sufrido demasiado para lo joven que eres, y no te lo mereces -intentaba comprenderle, y en cierto módo ayudarle, no se merecía tal sufrimiento.

Parecia bastante sincero, y su rostro reflejaba algo de preocupación. Caminé por la sala, rodeé el sillon y le hice seña para que se siente.
-Si es... verdad, es decir, tengo ocho años... pero como pudiste ver hemos tenido vatios enfrentamientos con los Vulturi.... y hace unos dias me encontré con una de sus integrantes y hemos tenido una batalla. -me apoyé contra el cuero negro y quedé mirandolo- Pero no haz venido a hablar de mi... ¿Quieres saber la historia de Carlisle y de como se volvió vegetariano?

-Si, por favor, todo lo que me cuentes me puede ayudar.
Me senté en el sillón que ella señaló y me acomodé para escuchar la historia.

Me acomodé en la cabezera del sillon donde mi invitado se habia sentado y busqué en mi mente un resumen lo bastante facil para contarle.
-Bueno, para no entrar en demasiados detalles... desde que a Carlisle lo convirtieron él tuvo en claro que jamás probaría la sangre humana, su amor por las personas hizo que pudier sobrevivir desde sus primeros dias como neofito hasta ahora con abstinencia total. Su... deseo era salvar vidas, así que ignoró la sed que le producía la sangre humana y trabajó en varios hospitales... poco a poco fue conociendo y transformando a los que ahora se conocen como "Los Cullen- Hale" y siempre les enseñó que hay que estar unido al lado humano para evitar caer en actos inhumanos - me detuvé por unos instantes y volví a observarlo, parecia tan preocupado y a la vez atento que captó mi atención- Si tu en verdad deseas no hacerle daño a los humanos lo vas a lograr, es dificil... incluso para mí que soy mitad humana... pero nada es imposible si en verdad lo crees asi. -volvi a sonreirle y tomé su rostro nuevamente con mi mano, si ya habia visto mis secretos no habia problema con vovler a tocarlo. Aunque mi piel fuer avariaos grados más caliente que la suya, aun asi sentia una calidez de su interior que la animaba a sentir afecto por aquel ser que apenas conocia.

La historia de Carlisle era más intensa de lo que conocía, era realmente un ejemplo para mi y lo que yo quería llegar a ser.
Me volvió a tocar el rostro con su mano, podía sentir como la temperatura de su cuerpo era más alta, por tener sangre. Pero no me sentía incómodo ni con ganas de morderle, era muy diferente a tocar a un humano. Si ella no tenía miedo a que yo pudiera ver sus secretos, yo no tenía por qué tener miedo a lo que me iba a encontrar dentro de su mente, así que decidí explorarla un poco más. Pude ver sus recuerdos, tanto los buenos como los malos; sus miedos y deseos; y la gente a la que quería y a la que odiaba; cerré los ojos y pude visualizar la cara de sus padres, de sus "tíos", sus abuelos... realmente los Cullen eran una gran familia, una familia como la que a mí me hubiera gustado tener.
-Tu mente es realmente increíble -fue lo único que pude decir, abrumado por todo lo que había visto-, y tu vida también lo es.
Y acaricié su cálida mano, que estaba sobre mi rostro.

Al escuchar su cometario no supe porque pero inmediatemnte vinieron a mi mente todos los malos recuerdos y bajé la mirada al tiempo que quitaba la mano de su mejilla. Me levanté suavemente y comencé a caminar hacia la cocina.
-Si en verdad haz... haz visto todo sabrás que no lo es. Tengo una familia increible, pero eso no quita que sea una de las únicas en mi especie... no se nada sobre mi futuro y todo e completamente incierto para mi -tomé un poco de aire y me apoyé de espaldas a él en el marco de la puerta- tengo la apariencia de un vampiro, la sangre corre por mis venas como un humano y mi temperatura es un de licántropo...
Estuve un rato en silencio, no esperando su opinión si no intentando relajarme un poco, él no tenia porque escuchar todos mis problemas ni mis inquietudes.
-Lo siento.... no queria descargarme con vos...

Ella se desahogó y dijo todo lo que pensaba, por un momento no me importó ser su "puching-ball", porque, en el poco tiempo que conocía a aquella chica, mi mundo empezó a cambiar. Sentí la necesitada de acercarme a ella, y, cuando nuestros cuerpos casi se podían rozar, le dije:
-Escucharte hablar no es ninguna molestia, al contrario, si tu necesitas desahogarte...me encanta escuchar tu voz -y le abracé, no se si para que se sintiera mejor, o para sentirme mejor yo.

Mientras miraba los rayos de sol que entraban por la ventana de la cocina sentí que iba acercándose a mi, cada paso impulsaba hacia mi su aroma tan frio pero a la vez tan cálido. Se paró detrás de mi y su voz perfecta de vampiro resonó por todo el lugar aunque solo estuviera susurrando.Era tan estraño... hasta ese momento jamás me habia dejado encantar por la voz d eun vampiro, por su belleza sobre humana o en la perfeccion de su aroma. De repente, sus brazos me separaron de la pared y me estrechó contra su pecho. Mi sangré se congeló por una décima de segundos, me habia tomado por la espalda, asi qu eno podia ver que me habia ruborizado, aunque seguramente sentía el pequeño cambio en el flujo de mi sangre a través de mi cuerpo.
-Eddie... muchas gracias, se que solo viniste a buscar información y ayuda...- suspiré y me di vuelta, para poder abrazarlo tambien. Lo tomé por la espalda, con la fuerza de mi lado humano- Gracias... ¿tienes penssado.... quedarte un tiempo en Forks o pensabas marcharte?

Pude sentir como se ruborizaba, y esbocé una sonrisa. Se giró y por un momento ver aquellos maravillosos ojos marrones que enmarcaban su cara.
-De momento me quedaré, hasta que supere mis problemas -no sabía si la idea de que me fuera no le gustaba, pero de todas formas lo intenté arreglar- . Y si en mi estancia aquí me gusta el ambiente y la compañía, supongo que me quedaré.
Me separé un poco de ella para poder mirarle a la cara, y no pude evitar sonreír al ver su bellísimo rostro.

Parecia que iba calculando sus palabras a medida que las decia, y eso era bueno, habia mucha gente que hablaba sin pensar no meditar su verdadera reflexión. Por unos instantes se detuvo a mirarme a los ojos y pude sentir un cariño muy reconfortable y tierno. Hacia bastante que no conocia a alguien tan especial como aquel vampiro.
-Entonces espero que te guste la compañia, porque sé que lograrás controlar tus instintos por completo- le sonreí para infundirle confianza y luego poco a poco fui apartandome de él. Le devolvi una sonrisa a la suya tan efusiva y radiante y entré en la cocina- Me dijiste que trabajasbas en la policia, que habias estado en la comisaria de Forks, ¿Conoces a Charlie Swan? -tomé una manzana y la mordi al tiempo que me sentaba en la mesada y dejaba que él hablara un poco.

Se puso a comer una manzana, la fruta prohibida..."que suerte poder comer" pensé.
-Si, el jefe de policía, si tengo bien entendido es tu abuelo, no? debo llevarme bien con el jefe....

Miré como se detuo en mi comida, la verdad que estaba siendo muy descortés al saciar mi habmbre de ese modo, encima que él tenia prioblemas para controlarse. Asentí a su comentario y continue comiendo, avergonzada.
-Si... él sabe que yo no soy humana y que los Cullen.... bueno tampoco, pero no sabe de los vampiros y todo eso, lo mantenemos al margen por seguridad...- levanté la manzana y dije de forma baja y cortada- En verdad... esto no esta rico, pero no me apetece cazar...pero si tu quieres ir a ver si encontramos algo te acompaño.... - esperé su respuesta y volvi a meter la fruta en mi boca.

Vi como se avergonzó por comer la manzana, en realidad no me molestaba, solo era un poco de envidia sana.
-No hace falta, de todas formas ya cacé ayer, tan solo, al verte comer...siento que por eso eres bastante afortunada. Y lo de tu abuelo...supongo que queréis protegerlo de los Vulturi, no es así? Solo los he visto una vez, y no quisiera repetir la experiencia -los Vulturi podían llegar a ser demasiado crueles-.

Bajé la vista y deposité la fruta ya terminada sobre la mesada.
-Si... y de él mismo claro... -lo pensé unos segundos y luego volví mi mirada hacia él- No recuerdo que nadie halla tenido una visita agradable con ellos en toda la historia...- miré mis brazos, solo una lineas rozadas por encima de mi pálida piel, pero haca unos dias atrás habian sido unas grandes marcas que ensangrentaron todo una calle de Por Angeles. Me estremecí unos instantes- Igual.... nada pasará, la unica que se encuentra en la zona es Chelsea y la próxima vez que la vea no va a salir viva, fui muy despistada la vez anterior...-sin darme cuenta habia cerrado ambos puños a ambos lados de mi cuerpo y estaba demasiado tensa. Al notarlo intenté relajarme, no me ecnontraba sola y ya era la segunda vez que habia concentrado la conversacion en MIS problemas.

Vi como se miraba los brazos, en los cuales tenía unas pequeñas cicatrices, al parecer de una pelea con esa tal Chelsea. Al hablar del tema se ponía muy tensa, así que decidí que intentaría tranquilizarla.
-No se puede esperar nada bueno de ellos...son terriblemente crueles, han perdido toda su "parte humana". Pero todo el mundo tiene su punto débil...solo es cuestión de encontrar el suyo.

-Chelsea... si me atacó es porque o la mandó marco, o ya no les soy de utilidad... hace muchos años ellos vinieron a luchar, pero dedicieron no hacerlo porque me consideraban interesante por ser casi única en mi especie... -respiré hondo y volteé a la ventana- Segun lo que tengo entendido ellos no lastimarian a mis padres, ni a Alice ni a Carlisle por sus dones... pero los demás no corremos esa "suerte" ya que no servimos para su juego... Por eso Chelsea me atacó, y la verdad no me arrepiento haber luchado con ella, solo estoy deprimida porque hice mi mayor esfuerzo y no fue necesario para detenerla -loobservé unos segundos y cerré mi boca, saltando al suelo- Igual esto no te concierne, asi que no te preocupes. No dejaré que me mate muy facilmente -me rei y le guiñé un ojo como una niña a pesar que el tema no sea precisamente para un niño.