Casa Swan-Cullen

Era una persona estupenda, no le importaba que solo nos conociamos hacia algunas horas... estaba por todos los medios intentando consolarme y se hacia cargo de todas mis angustias. Me hallaba cansada de todo aquello, queria ser una niña normal.... queria dejar todos los problemas de lado y olvidarme por un momento de aquellos embrollos. Pero no podia hacerlo, él tenia razón, todos esperaban de mi que pudiera soportar todo como la adulta que psicologicamente era, debia ser fuerte y soportar, soportar por ellos. Debia hacerme cargo de las cosas y dejar de mostrarle a él a una pequeña desconsolada y melancolica, él tambien necesitaba mi ayuda y de esa manera no podia hacer nada.
-Eddie... - lo solté un poco e intenté sonreir- tienes razón, ya se que hemos vivido cosas peores.... y ademas en estos momentos lo que menos necesita mi familia es que yo me quiebre de esta manera... -miré sus ojos dorados y tambien recordé la llamada desesperada de Lily, debia continuar con aquello. Lo solté y comencé a caminar por la habitación, a una velocidad mayor a la de un humano, guardando cosas y ordenando los libros.- En realidad, jamás soy asi tan... depresiva - me rei- prometo que conocerás a la verdadera Nessie, y mañana mismo empezaremos con tus clases de autocontrol

-Te promento que seré un buen alumno y no te estresaré -me acerqué a ella y puse cara de niño bueno-, y eso de ver a la verdadera Nessie...si es tan tierna como la que ví hasta ahora, no puedo esperar a verla -le guiñé un ojo.

Me rei por su actitud divertida y me volvi a la escalera.
-No se si más tierna, pero puedo asegurarte que más divertida... y tal vez un poco más madura en sus sentimientos y emociones... -me detuve a pensar en todas las veces que habia discutido con Jacob porque él terminaba siendo un niño al lado de mi actitus madura, como siempre terminaba recriminandome que era por mi lado vampiro- ¿Sabes? Ya oscureció y no hay mucho para hacer digamos... fuera de la casa, pero podriamos empezar tu enseñansa con la parte psicologica... por ejemplo... -me acerqué a él por la espalda y en un movimiento rápido le tomé fuertemente los brazos y los mantuve apresados contra su espalda- ¿Mi aroma te causa la misma sensacion que la de un humano?- acerqué mi cuello a sus dientes pero lo mantuve inmovil.

Ella mantenía mis brazos aferrados a mi espalda, y su cuello a unos centímetros de mi boca. Se estaba arriesgando demasiado y yo no quería hacerle daño, pero la tentación era demasiado fuerte. Inhalé una bocanada de aire, que se mezclaba con su dulce olor, con la suerte de que no me causaba la conmoción del olor de sangre humana, aunque valía más no correr más riesgos, y aparté la cara.
-Tienes suerte de ser medio vampira -le miré con una sonrisa maligna, bromeando-, si no, no habrías durado mucho -solté la presa que ella había formado en mis brazos y con un ágil movimiento le hice tropezar un poco, para que, de espaldas, cayera sobre mi brazo. Bajé mi boca hasta su cuello y lo besé.

Me rei al escuchar su respuesta, por supuesto que sabia que mi olor no era tan delecioso ni tentador como el de un humano; pero queria animarme y en verdad fue muy divertido haberlo intentado. Sentí algo que chocaba contra mi tobillo y cai hacia atrás unas milesimas de segundo, cuando Eddie me tomó firmemente en sus brazos y me acercó hasta él, al punto que comenzó a besarme el cuello. Era una sensación completamente extraña, sentia un cosquilleo en todo mi cuerpo y cada célula más viva que la anterior. Ese gesto era el arma más sensual que tenia un vampiro, y mi lado humano estaba exitante por el contacto que habia en mi piel. Sufrí un brusco cambio en mis manos, aferrandolo fuertemente por los hombros, era una accion completamente peligrosa si no lograba contenerme.
-¡Eddie basta!- lo empujé y salté hacia atrás, me hallaba toda acalorada y ruborizada. Estaba avergonzada pero era mejor advertirle- no vuelvas a hacer eso.... recuerda que una parte de mi es humana, y seria demasiado peligroso que me deje arrastrar por esa parte... incluso más peligroso que si mi lado vampiro fuera el que se fortaleciera....

Se apartó de mí y me gritó, por qué? Después pensé en lo que estaba haciendo...fui un estúpido. Era normal que se apartara de mí, podía ser muy peligroso. Me sentí como un monstruo y me derrumbé, me senté en el suelo con la cabeza entre las manos.
-Soy...soy un monstruo. Un maldito monstruo! No quiero...no quiero hacerte daño, aléjate de mí, por favor,no quiero que sufras por mi culpa -tenía la sensación de estar llorando, pero eso era imposible.

El calor aprisionado en mis mejillas y en todo mi cuerpo se fue desvaneciendo de forma repentina cuando vi como toda su compostura se derrumbaba por mi comentario. Me acerqué a él, de forma dulce pero no como antes, no queria provocarlo y menos en ese momento.
-No seas tonto, no me harás daño -me arrodillé junto a él y le mostre mis sentimientos, ya que no me encontraba asustada solo que jamás un chico me habia tratado como él y mi lado humano podria haber reaccionado de forma muy poco eficiente- ¿Sabes? Eso que hiciste y esto de..."llorar" son actitudes humanas, y eso es buenisimo porque te mantienen unido a tu lado vivo y es la primer leccion para tu autocontrol. Felicitaciones -me aperté un poco de él, aun arrodillada, y le dediqué una fabulosa sonrisa.

Ella intentaba animarme, pero yo tenía la sensación de que eso sería algo imposible, al menos en ese momento.
-No quiero hacerle daño a nadie, no me lo perdonaría nunca -la miré y pensé que ya tenía suficientes problemas para contarle yo los míos-. Ahora soy yo el depresivo, -intenté sonreír y me levanté del suelo- pero no te atormentaré con mis problemas de vampiro pesado, te lo prometo -creí que sería mejor cambiar de tema a algo más alegre-. Ahora que pienso, no he tenido tiempo de ver todos estos maravillosos bosques que hay por la zona, además he oído que hay muchos prados muy hermosos. Tu podrías enseñarme todo esto y hacer de "guía turístico" para mí, por favor? Será una buena forma de relajarse un poco.

Al principio no parecia haberme creido, pero poco a poco fue sonriendo hasta casi hacerme creer que toda su angustia habia pasado.
-Embustero- me rei y me levanté del suelo- Ya es muy tarde para pasear, aunque... bueno tampoco es que haya mucho que hacer encerrados aqui...-miré a mi alrededor y luego volvi hacia él, inclinandome con una mano extendida hacia su mejilla- No tengas miedo de hablar conmigo... nos conocemos muy poco, pero en verdad es bueno descargarte... ya se que es un tormento para culquiera que siga la dieta vegetariana creer que es un monstruo y que puede dañar a la gente que se encuentra a su alrededor... pero creeme que tu lo superaras, y yo no estoy en peligro.-me senté en el sillón y dejé caer la cabeza contra el respaldo- Hablamos, luego te mostraré algo muy hermoso

Tenía curiosidad por saber que era lo que me quería mostrar, pero primero decidí explicar algo para suavizar el ambiente.
-Quieres que te explique algo? Pues, no se...ah! ya se, te explicaré como fue mi primer día al entrar en el cuerpo de policía. Nada más entrar allí nos asignaron un comando en el que teníamos que detener a un grupo de narcotraficantes que distribuían por la zona. Yo no tenía ni idea de lo que debía hacer, y menos cuando tenía que usar un arma. Cuando llegamos al edificio me pusieron una pistola en la mano y me dijeron que entrara cuando me lo dijeran. Al entrar vimos que ese no era el piso correcto y eso era una oficina, nos tuvimos que disculpar y los narcotraficantes huyeron. Nada fuera de lo normal -bromee-. Eso es lo mas "tranquilo" que me pasó en mi vida de policía.

Aun sabiendo que estaba intentando distraerme por todos los medios no pude evitar desarmarme de la risa ante su anecdota. Tomé mi estómago con ambas manos y cai de costado en el sillon, olvidando el resto.
-Ya en serio- me detuve, recostado en el sillon y lo miré seria- Sabes a lo que me referia...no tienes porque ponerte tan... melodramático, no ibas a lastimarme y no me asusté... seria muy estupido tenerle medio a los vampiros cuando tu familia completa lo son. -me sneté sobre el sillon y me dirigí a la escalera, haciendole seña para que me siguiera- En realidad, te alejé por otro motivo, pero tampoco seria muy bueno que te acostumbres a tomar "posiciones vampiricas" -caminé por el pasillo hasta que me paré en una puerta lila con un cartel.- Osea, no hay una escuela para vampiros pero si te tengo que dar clases dejame decirte que lo primero es lo teorico, y tu vas bastante bien manteniendo tu lado humano -entré y dejé la puerta para que me siguiera. Mi habitacion se dividia en la gran cama de dos plazas con acolchado rosado, una cómoda, un escritorio y un piano de cola de estilo antiguo. Me senté en él y comencé a tocar- Ahora dime, ¿Cual es el motivo por el que decidiste no beber sangre humana?

Se sentó frente al piano y comenzó a tocar una dulce melodía.
-Pues...no estoy seguro. Siempre he creído en que nunca se le debe arrebatar a nadie el derecho a vivir, ni siquiera si él se lo ha arrebatado antes a alguien. Porque si olvidara que las personas a las que mataría tienen una vida, si olvidara que yo se la estuviera arrebatando, podría matar. Pero no quiero, y no puedo olvidarlo, eso es lo que me hace pensar antes de matar, eso es lo que me dice: le estas quitando la vida a alguien, no tienes ese derecho -me dejé llevar por mis pensamientos y por la melodía, y me sinceré.

Lo miré y sonrei, sin dejar de tocar la sinfonia, se estaba sincerando yal mismo tiempo descubirendo los verdaderos motivos qu elo habian llevado a estar aqui hoy. Le hice señá con la cabeza para que se siente en la cama y miré hacia el espejo, donde la imagen de una adolescente pálida me observaba.
-Eso esta bueno... aunque creo que aun hay muchas mas cosas por decubrir, peor que la sirás viendo poco a poco con el aprendizaje...-la chica aun me observaba, pero yo podia ver más en ella que lo que reflejaba, su angustia, sus miedos y sus preocupaciones... toda la confusión que la invadia al haber conocido ha ese exéntrico y diferente vampiro. Noté que me habia colgado y dejé de tocar, girando sobre mi misma para mirar a Eddie- Mi familia dice que ellos no beben sangre humana porque te despoja de la poca alma que aun conservan despues de la transformación... hunde tu corazón en la oscuridad y solo vives para satisfacer tu sed. Ni tampoco, porque no es vivir... además cuando ellos se transformaron alguien les quitó su vida, y ellos no quieren hacer algo por lo que estuvieron enojados tanto tiempo. Seria algo demasiado hipócrita....- pensé en mi y tal vez él tambien lo hiciera, me levanté y me acerqué a la ventana- Bueno, y yo... aunque no tuve una vida normal antes de esto.. igual creo en todos sus ideales, su forma de vida... tampoco quiere convertirme en un monstruo desalmado.... además una mitad mia es humana y seria muy traumatico creo... -me rei y extendí mi mano hacia él, haciendole seña que continue hablando.

Me senté sobre la cama y continué hablando:
-En cierto modo es eso... no quiero acabar como un vulgar monstruo que "vive" para matar, no quiero que mi estado de ánimo dependa de si en ese momento he saciado mi sed o no. Quiero que mi existencia sea lo más parecida posible a lo que fue mi vida -me vinieron a la cabeza recuerdos muy felices-. Sabes? Yo de pequeño siempre creí que los demás niños eran afortunados porque sus padres les compraban todos sus caprichos, y que yo era un desgraciado. Pero ahora me doy cuenta de que era afortunado solo por tener eso, una vida.
Me levanté y caminé hacia el piano, me senté en la banqueta y comencé a tocar una suave melodía. El piano no era mi especialidad pero algo sabía.

Estaba sumisa viendo el atardecer a través de la ventana, pero salí d emi trance cuando Eddie comenzó a tocar algunas notas en el piano. Cada tanto alguna nota se le escapaba y me rei por lo bajo, acercándome y me senté a su lado en el taburete, tomé sus manos y la empujé para comenzar a tocar.
-¿Tambien deberé enseñarte musica? -me burlé y luego continue buscando en mi mente algo para continuar con la charla- Todos los humanos son unos hipócritas, siempre quejandose de sus desgracias en comparación con los demas, buscando cada detalle y no viven... porque estan pendientes de reclamar y celarle todo a los demás. Nunca ven que aunque algunos demuestren ser fabulosos, felices y con grandes cosas su alma esta marchita y son infelices... viven depresivos porque no tienen idea sobre que les pasará mañana, no posee amor ni alguien a su lado que los cuide y vele por ellos, pero claro.. nadie ve ni aprecia esas cosas.... -me detuve por unos segundos en seco y volví a la ventana para recibiri los ultimos rayos de sol de ese dia- Todos creen que ser vampiro es una desgracia.. pero para mi es una oportunidad única que se les da solo a algunos para que sepan la verdadera clave de la existencia, para que puedan apreciar todo lo que nos da la vida y nunca vemos...

Esscuché todo lo que decía y me di cuenta de que yo veía mi transformación como el fin de algo, de mi vida; pero lo que ella dijo me hizo ver que podía ser el principio, el principio de mi existencia. En ese momento decidí que lucharía todo lo que pudiera por poder ser un vampiro "vegetariano", y lo conseguiría. Sonreí ante esa idea y se lo dije:
-Voy a esforzarme al máximo por no beber sangre humana, y por vivir mi existencia disfrutándola y apreciandola lo más posible.
Y seguí intentando tocar el piano, aunque esta vez con su ayuda.

Le sonrei abiertamente a sus palabras, era el primer logro para ambos. Me senté sobre el piano y lo observé por unos instantes en silencio.
-No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso.... me haces dar cuenta que lo que digo y pienso, todoas las ideas que hay en mi, tienen un sentido y un mensaje que debe ser transmitido.. y no solo algo intangible - miré hacia el pequeño escritorio que habia en mi recámara, donde habia unos cuantos libros que habia escrito a partir de investigaciones de Carlisle. Esos ultimos 8 años me habia estado interesando más por ayudar a mis padres a buscar y transformar vampiros a nuestro estilo de vida que por mi propia existencia, y en este ultimo tiempo me habia dado cueta que habia crecido tanto que pronto seria una vampira por completo y mi cuerpo jamás cambiaria. -¿sabes? Dentro de poco me volveré una vampira completa, seré como cualquier otro y tal vez hasta caiga en las mismas tentaciones, ideas.... pero si eso pasa primero quiero expresar todo lo que estudié y siento que deben saber los de nuesrtra especie...

-Puedes contar conmigo para lo que necesites -quise mostrarle mi apoyo-, se que conseguirás lo que te propones. Pude ver que eres muy fuerte, pero no debes guardarte los problemas para ti sola, piensa que la gente de tu alrededor que te quiere te ayudará. Ojalá me dejaras ayudarte -pensé.
Miré mi reloj y vi que era muy tarde, yo todavía tenía que arreglar un par de detalles del traslado y tenía que hacerlo para la mañana siguiente, además tenía algo que hacer...
-Debo irme ya, pero si quieres mañana nos podemos ver -le ofrecí.

Miré hacia mi mesa de luz, a un pequeño reloj dorado que Rosalie me habia regalado de su viaje a Madrid y asentí, tomando un campera de la cama.
-Si, tienes razón... se nos ha hecho demasiado tarde, mejor vernos.. -mañana- en otro momento...- le sonrei y sali de la habitacion, tomandolo por el brazo para empujarlo hacia afuera - Vamos que no querrás conocer a mi padre en mi habitación, ¿no? -bromee

Era ya tarde, llegue a casa después de bastante tiempo fuera, y tenía ganas de ver a mi familia, a Bella, a mi pequeña...los amaba con todo mi corazón, si es que tenía de eso. Tuve que solucionar unos problemas con los Denali y me ausenté con Carlisle, pero él iría a la consulta antes de volver a casa. Casi inconscientemente, corría todo lo que podía y a mi imaginación me venían imágenes de mi esposa y mi hija, Renesmee... cuanto habría crecido desde entonces? Ya no crecía a la velocidad de antes, pero no podía subestimarla.
Cuando me aproximaba a la casa, pude sentir el olor tan agradable de mi pequeña híbrida y... olor a vampiro. Cómo? No parecía el olor de Bella, ni el de mis hermanas ni mi madre, podría ser un Vulturi? Me acerqué con precaución y subí a un árbol, desde el que pude ver a mi hija hablando con un vampiro totalmente desconocido para mi, su vestimenta no era la típica en un Vulturi, pero no debía fiarme, entonces presté atención a lo que decían y a lo que pensaba el chico. Se estaban despidiendo y decían de quedar en otro momento, y ambos querían que fuera pronto. A él parecía agradarle la compañía de mi hija, un pretendiente? No estaba muy al tanto de la relación entre Nessie y Jake, así que indagaría más en ello. Pero ahora debía entrar y ver su reacción. Bajé del árbol y llegué a la puerta principal, abrí como si no pasara nada y saludé en voz alta para que me oyeran. Subí las escaleras y saludé tranquilamente.
-Hola pequeña! Que tal estuviste sin mi? -giré la cabeza y miré al chico- Encantado, soy Edward, y tu debes ser...? -observé sus facciones detenidamente, tenia aspecto de tener 17 o 18 años, y en sus ojos pude ver que no era del todo "carnívoro", seguramente no llevaría mucho tiempo con la dieta de sangre animal. Él estaba nervioso, y se le pasaban por la cabeza mil formas de saludarme, intentando escoger la más idónea. Dejé que se inspirara.

Iba arrastrando a Eddie hacia afuera de mi habitacion cuando escuché la puerta principal y los pies veloces de mi padre subiendo la escalera mientrassu voz resonaba por toda la casa, ¿Cómo era posible no haberme percatado de su presencia antes? ¿Tanto me habia concentrado en mi acompañante como para ignorar de ese modo el resto del mundo? Intenté, con todas mis fuerzas, contener todos los pensamientos de esa tarde. Sonrei y corrí hacia su encuentro, salté hacia sus petreos brazos y lo tomé por detras del cuello fuertemente.
-¡¡¡¡Papa!!! -al estirar de ese modo los brazos las heridas que me habia ocasionado Chelsea dias atrás me ardieron como si las hubiera abierto nuevamente con un hierro, contuve un grito y le transmití por pensamientos a mi padre que luego le explicaria la causa. Él es bueno, pero no lo toques. Tiene un don. Me alejé unos centimetros de él para darle aire y dejarle ver el parnorama- Papá él es.. Tomas Edward Lovegood, vino a buscar nuestra ayuda para acostumbrase a beber sangre animal.... pero mejor dejo que se presente él...

Suponía que él ya había visto que tenía un don, así que no hice ademán de darle la mano.
-Encantado, señor Cullen. Como ha dicho su hija, vine hasta aquí con la intención de que me ayudaran a combatir mi sed; Renesmee fue muy amable y intentó ayudarme -quise remarcar la bondad que demostró Nessie-. Mi principal objetivo era conocerles a usted y al señor Carlisle.
Él era tal y como me lo imaginaba, con aspecto juvenil, pese a tener más de cien años, cabello cobrizo, ojos de color ocre y muy misteriosos... cuantos secretos albergaban? La verdad, descubrirlos no era mi principal preocupación.

Yo le resultaba misterioso, pero no tanto como él a mi.
-Pues aquí me tienes, te aseguro que podemos ayudarte, pero sabes que lo tienes que poner todo de tu parte -y le sonreí desafiándole, tras lo cual miré a mi hija-, en cuanto a ti...tienes que contarme lo que ha sucedido en mi ausencia, y si te han cuidado bien tus tías -le guiñé un ojo.

Miré y noté la mirada que intercambiaron, era una advertencia de que si en realidad estaba dispuesto a seguir nuestra dieta debia esforzarse al máximo. Luego escuché su ultima frase y bajé la mirada disimuladamente.
-La verdad... hay novedades... -intenté acomodar todas las noticias en mi cabeza- Hay nuevos lobos y Jacob aun no aparece de su viaje asi que debemos hacernos cargos de explicarles el tratado.. hay nuevas semivampiros y... -me levanté las mangas del sueter para que vea las lineas rosadas de mis brazos- me encontré a Chelsea hace unos dias en Port Angeles, tuvimos una batalla.... pero no te preocupes, no quiero que te enojes.. -lo tomé fuertemente de ambos brazos para sostenerlo en su lugar y qu eno decida salir en ese instante a buscar a la Vulturi- Pero supongo que tienes muchas cosas que contar, y debes querer aprovechar a hablar con Eddie... ¿no?

Sus últimas palabras no tuvieron cabida en mi cabeza a partir de lo que me dijo sobre Chelsea.
-Que...te ha atacado? Esa sanguijuela retorcida te ha atacado? Dónde está? -Mi cuerpo temblaba agresivamente, pero no podía perder el control en ese momento. No quería mostrar debilidad, menos aún si aquel vampiro que estaba frente a mi necesitaba ver que nosotros éramos fuertes- Lo siento, vengo muy estresado de ver a los Denali. Eddie, por favor, llámame Edward -le dije amablemente- ya es muy tarde, pero...si tu problema es urgente, tengo toda la noche para ayudarte.