Volviendo a casa... (atardecer, libre)

Estaba aterrizando mi vuelo dandome ah ver un bello atardecer, combinando con mi persona.
Resultaba mas facil irme en vuelo ya que traia bastantes bolsas, seria horrible que se dañara alguna. Claro que tambien traia algunos pequeños detalles para las chicas ya que los chicos seguramente todavia no volverian, aun asi ya tendria tiempo de sobra.

Venian siendo zapatos para Alice, accesorios para Esmee, Un hermoso dije para Ness, y ropa para Bella. Ya que ah ella le faltaba aquel buen gusto en la ropa que ah mi me sobraba.
Empezamos ah bajar, iva vestida con una blusa ah cuadros tipo leñador, ajustada junto con unos jeans y unos zapatos abiertos, obviamente las miradas no se hicieron esperar.

Me encantaba esa cara de estupefaccion en los hombres, y en las mujeres esa enviadia y admiracion.
Al fin llegue a la casa, deje las bolsas a un lado, buscando las llaves, me desespere un poco pero al fin logre encontrarlas, abri y todo estaba en total silencio.

-¿Hola?...- pronuncie en voz alta mientras cerraba la puerta.

Mantenía mi mente alejada de mis problemas, ahora el cerebro estaba desconectado completamente, lo único que deseaba en ese preciso instante era cazar a ese siervo que tomaba agua tan pacíficamente.
Salte sobre mi presa y la devore pacientemente, saboreando y agradeciendo el parar de aquel ardor en mi garganta. Escondí al ciervo en un lugar donde ningún humano se atreviera a buscar y luego regrese a pasos acompasados por el mismo camino que me había traído hasta ese lugar tan hermoso.

Admiraba el cielo grisáceo que comenzaba a tomar unos tonos rojizos, naranjas y purpuras. La noche se acercaba lentamente.
El viento soplaba con delicadeza, estremeciendo mis cortos cabellos negros como el carbón. Traía consigo aromas que yo conocía perfectamente bien, todos distintivos de un bosque en calma, sin ningún humano a los alrededores, y ningún vampiro.

Mientras admiraba el pacifico lugarcito que me había encontrado pensaba, nuevamente, en todos los problemas que estaban presentes en mi familia.

El primer punto era que estábamos dispersos, la gran mayoría, solo sabía que Bella y Nessie estaba en casa, en cuanto a mis demás hermanos se encontraban paseando o de caza. Irme a Denali a visitar a nuestros primos no había sido mi mejor idea después de todo. Y ese simple error de mi parte había acarreado el comienzo de todos nuestros problemas.

Si en vez de estar disfrutando de unas vacaciones en Alaska con mis primos ahora no estaría pasando esto. Tal vez debí quedarme en casa junto con Bella y Nessie, dejarles toda la responsabilidad encima a ellas solas no era correcto. Varios vampiros carnívoros habían entrado y salido de Forks como se les pegaba la gana, y quebrantado las reglas con los licántropos.

Si me hubiera quedado las Vulturis no estarían, ahora, investigando sobre los demás vampiros. Existían tantas visiones que estaba teniendo y que no podía decirle a nadie por temor a engrandecer este problema, pero silenciar tampo estaba bien. Pero si Bella se alteraba eso solamente me servía para ponerme los nervios de punta.

Ahora Sulpicia y sus secretarias buscaban a aquellos vampiros carnívoros para que se les unieran y estos cedían ante su petición, con tal de destruir nuestra familia, entonces era el momento de que también reuniera a los que nos apoyaban, la guerra era inevitable.

Me sentía como aquel ciervo débil y pequeño, sin Jasper a mi lado no era nada, no estaba completa, estaba a la mitad; necesitaba a mi soporte, alguien que me alentara. Era claro que también necesitaba de mi hermana y mis dos hermanos, de mis padres adoptivos, de todos ellos, estar juntos otra vez era primordial pero ¿Cómo volver a reunirlos? No tenía idea, estaban tan alejados unos de los otros y separarnos nosotras tres era un gran riesgo que no me atrevía a correr.

Mientras pensaba en eso vi una imagen tan clara y magnifica que me hizo sonreír ampliamente. Rosalie regresaba cargada de bolsas con sus compras, lo de menos eran los regalos, lo importante era que estaba ahí y eso ya era de ayuda.

Corría gran velocidad por el bosque, pareciendo una sombra entre los árboles. Llegue rápidamente a casa y ella también entraba por la puerta delantera. Camine a pasos rápidos y entre por detrás. Escuche claramente su voz angelical buscando a los demás.

-¡Rosalie!-Grite eufórica mientras me adentraba a la sala y la veía, tan espectacular como siempre había estado- ¡Te he extrañado, no sabes cuanto!-Musite en el mismo tono y con la amplia sonrisa en mi rostro.

-Nunca puede ser una sorpresa contigo pequeña!..- dije riendome y abrazandola, como no extrañar aquella hermana tan unica.
Deje ah un lado las bolsas llenas de regalos, solo dejando en mis manos los zapatos que habia elegido para ella, eran 5 pares y eran hermosos.

-Yo tambien te eh extrañado, de hecho te traje algo....- resultaba estupido decirselo, ella ya lo sabia.

-Y que tal mi ausencia, ningun problema?...- dije mientras se los entregaba, aun manteniedo aquella sonrisa que se me dibujaba en el rostro cuando llevaba tiempo de no verlos, y siempre habia una calida bienvenida, era como decirme a mi misma: "hogar dulce hogar"

Rosalie se mostró tan cálida y cariñosa como lo era con nosotros. Mostro una sonrisa llena de alegría, la que yo le devolví con la misma alegría.
Extrañar a los míos era como la muerte, ahora que la tenía a mi lado me sentía con un soporte más en esta situación.

Camino con pasos decididos, soltando todas las bolsas y manteniendo unas cuantas en sus delicadas manos, las cuales tenían unos zapatos que me encantaban y que harían juego con algunos de mis atuendos. Me paso sus brazos por el cuello, en forma de un cálido abrazo y yo se lo devolví en forma de bienvenida.
-Me encantan, muchas gracias, estoy segura que harán juego con algunas cosas que tengo por ahí. Y yo también te traje algo, todo está acomodado en tu closet.- Musite con una radiante sonrisa en mi rostro.

Su última pregunto hizo que mi mente se olvidara de banalidades y regresara a la realidad. Ella no estaba enterada de las nuevas noticias y estaba segura que tal vez se pondría un poco fría y molesta cuando se lo dijera.
Mi rostro tomo la frialdad de hielo y la tensión que antes había tenido. Suspire y cerré los ojos fuertemente, era mejor hacérselo saber.

-Nada está bien Rose.-Suspire y camine hacia el sillón blanco, dejándome caer dramáticamente.- Ellos han venido por Nessie, se la quieren llevar para tentarnos a una posible batalla y estoy segura que esta vez será peor que la última.

Me sentia tan bien en mi hogar, estaba casi completa y eso me hacia sentirme fuerte. Hasta qque se me ocurrio preguntar aquello y escuche que nada estaba bien, al principio pense que Alice bromeaba, hasta que vi su cara llena de tension y el tono de frialdad con que lo decia.

Escuche atentamente si pasaban cosas graves, esta vez los Vulturis volverian y esta vez no para aniquilarnos, no para pelear, si no para llevarse a aquella que todos amabamos, ah Nessie.
Me quede atonita un minuto aproximadamente pense en que pasaria si esto sucediera, pdrian con nosotros? incluyendo las esposas? como la ultima vez pero ahora todos colaboran en esto? Mi cabeza no dejaba de preguntarse aquellas cosas.

Hize una cara de pocos amigos, me sente ah un costado de Alice, y seguia en silencios unos minutos hasta que pense que en vez de seguir asi, deviamos de buscar soluciones, planes, estrategias, si no pudieron arrebatarnosla una vez, tampoco podrian esta.
-Para cuando tienen planeado hacerlo? Tenemos tiempo? Ya hay algun plan?...- le pregunte un poco mas calmada ah Alice.

Mire las expresiones de mi hermana sin verla a la cara, las imágenes del futuro era precisas, inigualables, certeras.

Reacciono como yo, estaba pensando cómo eran las cosas de graves, y al igual que Bella y yo buscaba una solución, tal vez llamar de vuelta a todos aquellos que ya nos habían apoyado una vez. Estaba casi segura de que Benjamín y Tía estarían encantados de ayudarnos, al igual que el clan de Zafrina, los rumanos no estaban en mis expectativas pero seguro se enterarían y llegarían como la vez pasada, los que estaban más que asegurados eran los de Denali, incondicionales.

Rosalie se acercó con calma y se sentó a mi lado, el silencio se volvió temible y sepulcral como si la casa siguiera abandonada, luego me ataco con preguntas que eran de vital importancia. Inteligentes. Esa era una actitud que me era de gran ayuda, no como la de Bella que era de nerviosismo total, que nublaba mis pensamientos.

-Aún no está decidido, pero lo veré cuando sea el momento, ya lo sabes. Y están juntando vampiros carnívoros que les ayuden. Percibí que en el prado se encontraron con uno, no lo vi lo supe por su olor. Y están en busca de Matthew Baker, no sé si les ayude o no. El aún no lo decide.- Musite con la mirada perdida. No tenía visiones pero mis pensamientos me tenían absorta.