Soluciones y enemistades (Renesmee, Nikole, Severina, Libre) Noche

Reinaba una paz magestuosa en la gran casa blanca, rodeada de los arboles y unas exquisitas flores daba la apariencia de un castillo para princesas y hadas. Nos acercamoa con una velocidad increible, y al frenar perdí todo punto de visión porque me sacudí violentamente hacia adelante. Miré a la vampira de forma hostil y luego a la humana que se hallaba en el asiento de atrás.
-Mejor que se comporten, ambas. Carlisle es muy bueno y amable, pero dudo que no se enoje si alguien quiere arruinar su paz. -suspiré y bajé del auto, fijando la vista en las ventanas. Algunas estaban cerradas y muy pocas luces se veian en distintos puntos de la casa. El olor de mis abuelos era tenue, y el de mis padres se sentia lejano en el bosque. Tal vez mis tios estuvieran cerca o Alice pudiera ver nuestra llegada e iria a mi rescate. Comencé a subir el porche, con un paos lento y respirando para calmar mis nervios y el enojo que esas dos... criaturas me habian provocado. Pero más al fondo, más profundo y agudo era el sentimiento de saber que jacob, mi Jacob nos habia traicionado al contarle a una humana nuestros secretos. ¿Que le esperaria a él por su traicion? ¿Que deberiamos hacer con esa humana? Con los Vulturi cercas y con las noticas que esa joven de ojos escarlatas nos traia, ¿deberias convertirla o... matarla?

La humana no podría huir en medio de la noche por aquel bosque pero aun así no estaba de más estar precavida, la nnieta de Carlisle estaba hecha una fiera y eso era ventaja pues podría maniuparle si era necesario.

Había sido una torpeza y sentencia de muerte por parte del estupido ese de Jacob Black, Carlisle me había comentado su tratado con los perros y sabía bien que yo no trabajaba para los Volturi sino por cuenta propia y no quería que cualquier humanucho supiese de nuestra existencia.

-A nadie le agradara la noticia, a tu padre menos que nadie-sentencie a la castaña mientras entrabamos a la casa de los Cullen. Miré a la humana con recelo puesto que no dijo nada y me puse a la par de Carlie-Carlisle es mi amigo así que no me vengas con tus advertencias, lo mejor será que ustedes dos se pongan las pilas y dejen de hacer estupideces.

Al llegar a una pequeña salita suspiré y tomé asiento mirando a las dos adolescentes que tenía frennte a mi.

-Tomen asiento, es hora de que les cuente una pequeña historia, puede que antes de cenar ustedes dos aprendan una lección y aprendan a valorar lo que tienen-fulminé a ambas con la mirada sabiendo que iban a sentarse.

Bajé a la salita al notar la presencia de alguien más en la casa, estaba yo solo en mi habitación cuando pude sentir a mi hija, a la vampira carnívora, Nikole y... una humana? Me olía muy raro y sentí que debía intervenir. Parecía que la vampira iba a contar algo a mi hija y a la humana, que por lo que escuché ya sabía todo lo relacionado con los vampiros y lobos -como no, se lo contó Jacob, ese lobo ya me estaba tocando las narices-, así que mejor era avisar a Nikole de mi presencia, no quería conflictos.

-Te aseguro, querida Nikole, que mi hija valora muy bien lo que tiene, no necesita sermones -le dije a la vampira, nada más entrar a sala, fingiendo una sonrisa que me costó mucho aguantar, estaba preocupado-. En cuanto a ella -me dirigí a la humana-, espero no tener que intervenir en vuestros asuntos, pero sabes que no se pueden cazar humanos en Forks.

Entré a la casa arrastrando literalmente los pies, me tenia cansada la actitiud mandona y egocentrica de la vampira nueva. Miré la sala, estaba oscuro asi que encendí la luz para que la humana no tropezara, deberia pregunatrle su nombre para dejar de llamarla "la humana" en mi fuero interno, ya que si lo decia en voz alta seria más que una confirmación. Miré alrededor mientras isnpiraba, el olor de mi familia era penetrante pero ninguno se hallaba en la planta baja, aunque podia sentir un leve ruido de pasos en la planta más alta. Observé como la vampira tomaba comodamente asiento y me vivnieron ganas de echarla de la casa, pero sabia que debia asumir todo mi autocontrol para no actuar precipitadamente en presencia de la chica. caminé y empujé a la morocha hacia uno de los cómodos sillones blancos que se hallaban en el centro del comedor y agudicé el oido ¿Como era capaz que la vampira no habia sentido la presencia de mi padre? Sus palabras se tornaron insoportables, tediosas... parecia dispuesta a hacer herbir la sangre dentro de mi cuerpo pero cuando estaba apretando mis puños contra el inmoviliario mi papá bajó las escaleras, acercandose cuatelosamente a la vampira. Mencionó la casa, mis ojos estaban abiertos por la sorpresa de que lo haya mencionado tan abiertamente ¿Acaso ya habia leido la mente de la humana?.
-Papa...-me acerqué a él y lo abracé, colgandomme de su cuello- Es bueno que hayas venido... Nikole queria hablar con Carlisle acerca de Volterra.. y como verás tenemos compañia extra, y no hubiera sido muy... bueno haberla dejado sola en Forks a mitad de la noche ¿No?

Mi hija me abrazó y hundí la cabeza entre su sedoso cabello, que tenía el olor más maravilloso que se puede imaginar. Observé a la humana mientras deshacía el abrazo, ella estaba asustada, normal. Debía, al menos, tranquilizarla, para poder hablar.

-Bueno, al menos me presentaré -me acerqué a ella, extendiendo la mano para presentarme- Soy Edward Cullen, el padre de Renesmee, aunque resulte difícil de creer. Respecto a tu seguridad, no te preocupes, al menos por parte de mi familia, no te haremos daño, ni a ti ni a nadie de tu familia.

Solté un bufido y no pude creer lo comodos que eran los Cullen con los humanos pero que esperaba del vampiro que estaba casado con una neofita.

-Vamos Edward, por tu familia deberías saber que esta chica sabe demasiado, tal vez no la matemos-dije mirando a la humana-pero a ese idiota del perro, en cuánto a la historia no es más que para que se den cuenta que no todos elegimos esta vida por placer, y creo que no serás la excepción Edward, yo me converti en lo que soy despues de ser abusada sexualmente por el imbecil que me convirtio, despues de que asesinno a la unica persona que en verdad me amaba-me giré y miré a la humana-ustedes creen que nosotros somos los malos, ustedes se sienten con derechos para juzgarnos y ustedes no son perfectos asi como lo unico perfecto en nosotros es nuestra apariencia.- terminé de fulminarla con la mirada y luego me dirigi a Edward y su hija.-ustedes tampoco se las den de santos, volveré cuando este Carlisle, con permiso.
Tomé mis llaves d ela mesita y caminé hacía la puerta con ganas de largarme de ese pueblo donde los humanos y vampiros se codeaban con perros y eso los hacía creer que eran mejor que los demás.

Miraba con curiosidad cada movimiento y palabra que los interpelados intercambiaban. En cuanto a Nikole cada vez me desiquilibraba mñas su forma de actuar y hablar ¿Es que acaso los vampiros podian volverse locos? Su historia sin duda era tragica pero no entendia cual era su objetivo, y aunque lo mejor era que permaneciera a la vigilia dejé que se marchara porque me estaba poniendo de terrible humor. Observé a la humana, que al menos ahora sabia su nombre, sus facciones cambiaban claremente según los segundos que transcurrian:al entrar en contacto con mi padre un escalofrio recorrio su brazo e hizo unamueca de.. ¿Desconformidad? ¿pero que esperaba?, miró por unos segundos la puerta principal demasiado seria y tranquila, por ultimo se quedó en su propio pensamiento, y auque no podia saber que pensaba, sabia quien si podria. Miré a mi padre, el cual solo estaba a unos centimetros de la chica y moví los labios para que ella no siguiera nuestra conversacion.
-Dime que pasa por su cabeza ahora, ¿Que esperaba sentir al tocarte? ¿Esta asustada? ¿Planea algo?-decidí no abusar de mi suerte con tantas preguntas o ella en un descuido podria descubirme. La tomé del brazo y la aparté un poco del sillón, sentandome a su lado. Luego me moví hacia mi papa y susurré- ¿Nos traes un te caliente pa? Severina debe tener frio. -me quedé expectante, atenta a sus respuestas.

Mientras esperaba la respuesta de mi papá fue la humana quien habló, se levantó del sillon y tartamudeó un poco hasta que logró formular las palabras que tanto trabajo parecian llevarle. Queria irse, y saltaba sin necesidar de poder conocer tan perfectamente las facciones humanas que se hallaba incomoda.
-Esta bien, nadie va a obligarte a quedarte con nosotros..... y si, supongo que tu familia se preocupará -me levanté del sillón y sin siquiera preguntarselo a mi papá tomé las llaves de su volvo que estaban en una mesa cerca de la cocina. Esa chica estaba metida en un buen lio, sabiendo la verdad sobre nosotros y además sobre los lobos... hacia dias que no sabia desde los Vulturi, incluso luego de que Chelsea me atacara, pero con Nikole merodeando no podia estar segura. Tomé una campera que habia de mi tia Rosalie en el sillón, una chaqueta larga color violeta de tela demasiado fina para mi gusto. Me acerqué a la chica y apoyé mi mano en su brazo- No voy a dejarte sola, no quiero alarmarte pero creo que sería bueno tenerte bajo vigilia hasta que las cosas se calmen- no queria asustarla, pero sabia que ella tenia muy claro que a partir de ese momento su vida no seria para nada normal ni tranquila. La empujé hacia fuera, en dirección al auto de mi padre que estaba lejos de la casa, resguardado bajo el pequeño techo del garage. La hice subir al copiloto y yo lo hice por el lado del volante, arrancando de forma exagerada el motor- Mi nombre es Renesmee, pero puedes llamarme Nessie -miré al frente mientras aumentaba la velocidad, pero le dediqué una sonrisa- Te prometo que nada te pasará, esta noche tendras buena compañia - y en ese momento nos dirigimos al lugar donde la habia conocido horas antes.