Congelando el tiempo (Dmitry, libre. Noche)

Confort. Paz. Alivio, esos eran los sentimientos que tenia en el presiso momento. Salir de Forks habia sido la mejor idea que habia tenido. Nunca habia deseado salir de un lugar tal y como lo sentia en esos instantes. La omnipresencia de Matt y Rosalie me asfixiaban, sentia que cada segundo que pasara en ese pueblo insignificante me ahogaba lentamente.
Paris, la urbe de la moda, ahi podria disfrutar de mi tiempo a solas, sin los vampiros acechando mis movimientos constantemente. Acosandome.
La sed era desgarradora, cada segundo que pasaba se volvia un suplicio, calvario. Mis ojos, habitualemnte de un color carmesin, se volvian negros como la inminente noche con forme pasaban los segundos poco importantes.
Esa noche saldria a cazar a un pobre iluso que se dejara seducir. Vesti un vestido strapless color rojo que se aderia perfectamente a mi cuerpo y unas zapatillas del mismo color. Mi disfraz era perfecto solo faltaba encontrar a la presa.
Deambule un rato por el centro de Paris, viendo la hermosa vista que me brindaba la Torre Eiffel iluminada con luces dejando ver cada detalle. Me quede mirando la Torre magnificente, sin hacer ni decir nada, solo deseaba respirar tranquilidad.

Había acordado con un amigo que no veía hacía ya mucho tiempo, juntarme a hablar de ciertos temas. Por lo que viaje a París esperando encontrarlo donde vivía.
Satisfecho, iba por las calles de aquella hermosa ciudad. Apreciando la antigua arquitectura.
Mientras avanzaba enfrente de la gran y majestuosa Torre Eifel, note un aroma peculiar. Un aroma que pocos quisieran conocer. Carnívoro.
La fuente de ese exquisito olor era una joven. Que, mirando la torre con gesto de satisfacción, atraía a cualquier hombre.
Cuando avance unos pasos, note con claridad que se trataba de una joven que ya había visto antes, pero no recordaba el nombre.
Buenas noches señorita.- dije estando ya a unos tres metros detrás de ella.
La luz de los faroles iluminaban su perfecta piel y sus excitados ojos. Sedienta. -pensé para mi mismo.

Admiraba la inminencia, la magnificencia con la que estaba hecho cada pequeño detalle de la arquitectura. Una maravilla. Sonreí para mis adentros.
Los aromas flotaban en el aire congeniando y bailoteando a mí alrededor. Perfumes de alta calidad, comida, velas aromáticas, y el exquisito aroma de los humanos... Un uno nuevo, pero predecible. Cerca de mi había otro vampiro carnívoro, su presencia era tangible.
Los sonidos de risas, música, autos, y demás se mezclaban pero podía escuchar con más fuerza un andar suave que se acercaba cada instante a mí, acortando su distancia de la mía. Preferí ignorar por completo los pasos, cualquiera podía acercarse a donde yo estaba. El aroma se hizo más fuerte y pronunciado, no quería compañía esa noche pero el ya estaba ahí justo a mi lado.
Su voz entro por mis oídos dejando toda calma atrás. Era melodiosa y perfecta, como se debía suponer. Me volví lentamente a encarar al vampiro.
Era un conocido, físicamente pero su aroma no coincida para nada con él y menos sus ojos escarlatas. Musculoso y enorme, con su piel pálida y rasgos perfectos, el cabello castaño muy claro formaba chinos peinados a al perfección... Pero esos ojos no coincidían para nada. Era el chico que me había encontrado en la casa de Renesmee Cullen, donde todos eran vampiros, incluido el, solo Betmany, Matt y yo éramos los "malos" del lugar.
No recordaba su nombre, ni siquiera había prestado atención a su presencia ese día.
Voltee la vista nuevamente a la Torre y me puse el abrigo color beige que daba abajo de mi rodilla.-Hola.- Dije secamente y algo aburrida.- ¿Que te trae por aquí...?- Dude un momento. No recordaba nada, absolutamente nada de él, ni siquiera si había llegado a participar en aquella conversación que habíamos tenido con los seudovampiros vegetarianos.- Disculpa ¿Cuál es tu nombre?

Note en su voz algo de desprecio.
Solo paseaba, pero verdaderamente me llamaste la atención.- dije colocando mis manos en los bolsillos.
Mi nombre es Dmitry Záitsev, ¿el tuyo es...?.- mi mirada volteo al momento en el que dos vehículos estuvieron a centímetros de chocar.
Seguía notando en sus gestos, algo de desprecio, aburrimiento y desinterés.
¿Te molesto? ¿arruino tu velada?.- dije mirándole con sinceros ojos.

Mi mirada bailoteaba desde su posición hasta la calle, iba y venía. Tenía dos opciones. La primera seria correrlo para que me dejara disfrutar de mi soledad y si hacia eso me aburriría pasados los minutos. O podía desenfadarme un poco platicando con él.
Nuestras miradas se enlazaron una fracción de segundo. En sus ojos carmesí podía ver la sinceridad con la que hablaba,. Era una persona tan fácil de leer, y ese era su punto débil. Nunca dejes ver tus verdaderos sentimientos, emociones e intenciones y mucho menos a una vampira carnívora, excéntrica y cruel como yo.- Katherine Owen.- Musite mi nombre con un tono más amable.- Y no me molestas para nada, más bien mi velada era aburrida y sin sentido.- Sonreí con dulzura.
Ahora albergaba la duda en mi ¿Qué le había llevado a cambiar su estilo de alimentación? Aun tenía esa perfecta imagen, como si hubiese tomado una foto de él en el instante en el que nos encontramos alguna vez, de sus ojos color dorados. Tal vez si se lo preguntaba el se lo tomara a mal y podría atacarme y ahora que me encontraba indefensa sin mi don y con la garganta desgarrando y quemándome. - ¿Qué te hizo cambiar de alimentación, Dmitry? - Pregunte con mucha curiosidad.

En el momento en el que la mujer pregunto sobre mi alimentación, recordé el día en el que probé sangre humana nuevamente.
Era molesto, no se ganaba nada tomando sangre animal...siempre se estaba insatisfecho.- dije sonriendo.
¿Y vos porque desdiste tomar sangre humana?- mencione luego de unos segundos.

Claro uno se cansaba de lo poco dulce que resultaba ser la sangre de los animales y esta misma jamás paraba la quemazón, solo la reducía en cierta parte, y la de los humanos... Simplemente era un éxtasis, el vino de los dioses.
Alguna vez yo había intentado llevar una vida como vampira vegetariana pero era asquerosa aquella inpulcra sangre y la tentación de la sangre de los humanos siempre estaba latente en mi. Así que comprendía a la perfección lo que el había sentido y su cambio tan drástico de alimentación.
El chico comenzaba a agradarme en cierta forma, por lo menos no pensaba igual que antes, cuando había tratado de proteger a la humana que se había presentado en la mansión blanca y pulcra, inmaculada.
Existió un segundo fugaz de silencio, solo el ruido de la ciudad y algunos corazones latiendo cerca. Este mismo se quebranto al escuchar la voz melodiosa y dulce del corpulento y perfecto vampiro que se encontraba a mi lado. Sonreí con malicia y clave mi mirada con la de él, olvidándome completamente de los humanos, la ciudad y mi sed inminente.-Desde siempre, aun que alguna vez probé la sangre de animales... Pero es un asco. Mas aparte esa dieta de animales no queda con mi personalidad.- Inquirí con la misma malicia que infundían mis ojos y me perfecta sonrisa.

Sonreí ante su planteo. 'No queda con mi personalidad', por lo visto era una persona que se guiaba por lo que quería y no por lo que creía bien o mal. O sea, una persona feliz, si es que no sentía remordimiento por lo que hacia... pero en ese momento no parecía muy contenta.
¿Te parece si paseamos un poco?- dije clavando mi mirada en sus perfectos ojos carmesí con una sonrisa confiada.
Si estábamos mucho tiempo quietos en un mismo lugar, rodeado de humanos, quizá me volvería la sed.

Parecíamos dos perfectas estatuas talladas con todo el amor y paciencia del mundo ahí postrados viéndonos el uno al otro. Asentí ante su petición, sería lo mejor ya que los humanos podrían sospechar cosas inadecuadas y estúpidas, pero en cierto modo con algo de verdad.
Comencé a caminar con ambas manos en las bolsas de mi abrigo. Escuchaba mis tacones resonar con sutileza y los pasos de el que me acompañaba. Íbamos a una magnitud sumamente lenta, era desesperante pero no podíamos hacer otra cosa más que comportarnos como "personas".
Las calles estaban iluminadas por un sin fin de restaurantes de elite impresionante. Los humanos ya no sabían como malgastar su dinero, ni su tiempo tan corto e insignificante.
Tenía muchas dudas y tanta curiosidad sobre este vampiro, demasiada para mi gusto.-No tú eras amigo de "la hermosa Rosalie Hale y su encantadora familia".- Musite con diversión y cierto desdén al mencionar a la barbie sin cerebro que tanto me desagradaba.

Para nada. Yo era amigo de Carlisle, pero no creo que siga siendo de su agrado en esta forma.- dije sonriendo.
Nuestra diferencia de tamaño se hizo notable cuando empezamos a caminar. Podía ver tranquilamente detrás de ella solo levantando un poco la cabeza.
Y... contame, ¿que haces en París?- mi pregunta quizá le molestaba, pero sentía curiosidad de la vida de esa hermosa y perfecta joven.

Alce ambas cejas. Ni idea de quién era ese tal Carlisle pero debía suponer que era igual a la barbie.
Me sentí un poco incomoda y agobiada al notar que el era mucho muy alto. Tenía que alzar la cabeza y la vista para poder verle mejor a los ojos, incluso con aquellos zapatos que traía puestos me veía como un gnomo de jardín. Normalmente yo era la alta en algunos casos, porque también Matt era alto pero no tanto.
¿Qué hacía en Paris? Sonreí algo molesta. La razón de que me alejara de Forks era la patética barbie con su arrogancia y su sentido de mandar a todo el que se le atravesara. Y manipulaba a la perfección al estúpido de Matt, otro punto por el que había salido de ese sitio estupefacto.- Estar residiendo en un solo lugar me aburre y tu sabes que ahí no dejan cazar, son tan territoriales esos tontos vegetarianos.- Dije con cierto tono agrio.- ¿Y cuál es la razón de que tú te encuentres en este sitio?

Note algo mal cuando la mujer hablaba. Como si estuviese analizando lo que decía.
Debía ver a una persona, pero...puede esperar.- dije sonriendo.
Los aromas de las diferentes personas se sentían en el aire. Parecía que incitaban, me tentaban cada vez mas.
¿Que hay de esos dos vampiros carnívoros que estaban con vos el día en el que nos vimos en la mansión Cullen?- dije intrigado.

Aun sentía la paz fluyendo por todo mi cuerpo, la presencia del vampiro no me molestaba para nada. Generalmente me gustaba estar sola y despreciaba toda compañía. Pero al aparecer era débil en algunos casos y este era uno de ellos.
Nos acercamos a una zona un poco aglomerada, personas iban y venían a pasos diferentes. Cada que pasaban nos miraban con los ojos desorbitados, claro que no era normal ver a dos personas de tal magnitud de belleza, gráciles y elegantes. Trataba de ignorar los aromas que flotaban y bailaban en el aire incitándome, induciéndome, arrastrándome a que desgarrar sus frágiles gargantas y succionar el elixir de la vida que tanto anhelaba. La quemazón se volvía más intensa con forme pensaba en drenar la sangre de los humanos y viendo sus venas palpitar dentro de sus gargantas.
Nuevamente la voz del vampiro me distrajo por completo dejando en segundo plano la quemazón en mi garganta.
Trataba y creía que ya había logrado dejar atrás el tema de Matt y la barbie, lo deseaba pero eso parecía imposible, siempre había que estar recordándolos, aun estaban presentes. No debía contestar esa pregunta, mas sin en cambio tenia la necesidad de hacerlo.- Betmany es una amiga, muy agradable por cierto.- Dije sonriendo.
¿Que debía decirle de Matt? ¿La verdad o mentirle? Sopesaba ambas ideas sin saber cual elegir, Tarde unos segundos en contestarle, la duda estaba a flote.-Y Matt…-Fruncí el ceño y deje de sonreír inmediatamente al nombrarlo, sentía una leve punzada de dolor pero la ansiedad era más grande.- El es un conocido, no muy agradable, espero comprendas. Y solo anda tras Rosalie, como un perrito faldero. Eso es lo que te puedo decir de ellos.

Note que cuando pronunciaba 'Matt' dejo un espacio y sentí un cambio en sus gestos, por lo visto era algo mas que solo un conocido.
Ok, solo amigos.- dije asintiendo con la cabeza.
Mientras caminábamos, note como los insulsos y repugnantes humanos observaban a mi acompañante. Idiotas- dije para mi mismo mientras reía.
Iba a realizar otra pregunta, pero el sonido de mi movil me gano. Era mi amigo. Bah...que sepa entender.- pensé para mi mismo.

Algunos humanos se encontraban con mi mirada fesciandos en cierto modo. Ignoraba a esos pobres alimentos, solo eran eso alimento.
Me desagradaba por completo la idea que concebia mi mente, una imagen poco complaciente y estupefacta. Queria correrla pero no podia llegaba a mi poco a poco, la imagen de la barbie con Matt, la odiaba pero no podia hacer nada.
Mi compañero solto una leve carcajada, sutil y poco audible. Me volvi para ver de lo que se reia para comprender lo que le causaba tanta gracia. El chico comenzaba a hablar cuando su telefono sono ganandole la palabra. Tal vez tenia cosas mejores que andar caminando con una vampira sedieta.-Veo que te presionan ¿No deberias ir para que no se moleste?

Cuando observe a mi compañera, note en ella algo de enojo y frustración. -¿Le había molestado la pregunta que había hecho?. Por ahora no iba a acotar nada.
Por favor, no se molestara, y si se molesta, bueno, su problema.
Mientras caminábamos compenetrados, nos fuimos alejando de la multitud. La luminosidad se iba perdiendo y el silencio se hacia mas grande. Los aromas iban desapareciendo junto con mi tentación.
Aunque me costaba preguntar, dije- ¿Volvemos?

Reí ante su comentario y me encogí de hombros. Poco a poco nos alejamos del bullicio, el tiempo con el chico pasaba volando como si no existiera en realidad.
La zona en la que estábamos era más despejada, silenciosa y con cada paso se volvía más oscura. Si fuera humana y estuviera acompañada por un chico como el tendría miedo y volvería por donde vine, pero en este caso no temía, confiaba en el aun que apenas si supiera su nombre y nada mas. Me detuve bajo un farol que iluminaba una banca solitaria y también era la más apartada de los humanos y sus tentadores aromas. -Prefiero estar lejos de los humanos- Musite mientras tomaba asiento en la banquita de color blanco.
Existió u episodio de silencio total, solo el canturrear del aire que soplaba y jugueteaba con mi cabello. Los sonidos se volvían más lejanos conforme pasaba el tiempo.- ¿Como es que llegaste a esta vida?-Pregunte con los ojos llenos de dudas y curiosidad. Anhelaba saber todo sobre él.

Su ultimo comentario me había tomado por sorpresa.
Es una larga historia...en la cual, los protagonistas son la ira, el odio y la venganza.
Durante la segunda guerra mundial, cuando los alemanes atacaron lo que hoy es Rusia, mataron a mi familia. Mi odio se acrecentó y conocí a una 'persona', que me ofreció otro estilo de vida, con el cual me podía defender y hasta hacer daño sin problemas.
Los recuerdos surgieron luego de unos cuantos días de tranquilidad, pero esta vez era diferente... no me molestaba en lo mas mínimo, no me torturaban esos pensamientos. Sonreí ante ese acontecimiento tan peculiar.
¿Y vos? ¿Como llegaste a ser lo que sos hoy en día?- dije mirándole a los ojos.

Preste toda la atencion que tenia concentrada en cada una de sus palabras. En cierto modo las historias que contabamos ninguna tenia un final feliz o por lo menos todos habiamos sufrido fatalidades que hasta ahora ya podiamos ver como si estuvieran empañados los espejos. Pero mis 216 años de vida lo recompensaban. No me iba a dejar doblegar por le sufrimiento ni por la ira.
El chico hizo la misma pregunta a mi persona. Sonrei y alce una ceja, un gesto tipico del vampiro que tanto me atraia y se me habia pegado.- Veras yo vivia en Inglaterra, mi familia era de la alta alcurnia. Tenia mucho dinero. mi vida no podia ser mas perfecta, mis padres me adoraba y tenia un encantador hermano, los adoraba de verdad. Y como en aquellas epocas resultaba ser una estupida tenia la ilucion de tener una familia exactamente igual a la mia. y un dia llego un joven extranjero del cual quede perdidamente enamorada y al poco tiempo me case con el. Pero como ya lo e dicho era una estupida, dejaba que el me golpeara y em engañara, aun no comprendo como es que seguia con el , tla vez el estatus y lo que pensara la gente, en fin. Me embarace, eso me iluciono, habia sido lo mejor que me habia pasado y el nunca dejo de golpearme. Queria que abortara y me golpeo hasta que se canso...Mi dama de compañia me encontro moribunda y me convirtio, de ahi mate a mi amrido y a su amante. Ahora no hago nada mas que divertirme con los hombres...humanos solamente.-Conte toda mi historia en un extenso resumen, mientras las imagenes se atropeyaban por pasar al mismo tiempo.

'Humanos solamente', me causo gracia que haya acotado eso. Delante mio tenia una típica vampiresa carnívora, según lo que daba a entender, claro.
Me quede en silencio sin mucho que decir. La luna, firme en el cielo, largaba una luz blanca que se impregnaba en toda la ciudad, o por lo menos en la parte menos iluminada.
Las voces y gritos de los humanos se hicieron lejanos, pero aun así se escuchaban.
¿Que estabas haciendo sola en aquel lugar? -dije mirándole a los ojos.

Conteplaba el cielo despajado y replato de estrellas brillantes e infinitamente lejanas. La luna resplandecia iluminando todo lo que tenia frente a ella. Era una noche sumamente hermosa y sin igual, cada noche era especial dependiendo de su beleza. Existio otro segundo eterno de silencio. Respiraba su aroma cercano, era todo lo que envolvia. Nuevamente hablo con su voz perfecta y amable. Lo mire a los ojos escarlatas tan brillantes que tenia en ese preciso momento y le sonrei.- Buscaba paz, y estar lejos de todo lo que me molesta e irrita.- Musite susrrando.

La pequeña brisa movía mis pelos y acariciaba mi dura piel. Se sentía todo verdaderamente calmo.
Observe a mi compañera esperando una respuesta, y cuando lo hizo me intrigo.
¿Que te molesta e irrita?- pregunte frunciendo las cejas.

Desvie mi mirada para encontrarme con el enorme vacio del espacio, repleto de estrellas brillando y presumiendo su hermosura en lo mas infinito. Lejnas y apacibles,a si estaba ellas, lejos de los problemas que rodeaban a los insignificantes seres humanos o incluso a los inmortales. Podia sentir la mirada de Dmitry clavada en mi rostro, escrutando mis gestos, ademanes y movimientos.
Una suave brisa golpeo de lleno mi cara, jugueteando con mis cabellos largos y chinos, del color del carbon. Unos cuantos cabellos revoloteaban en mi rostro. El silvido leve del viento trajo consigo unos aromas exuberantes de humanos que se encontraban en esa direccion. Hice caso omiso ya que toda mi mente estaba acupada en una sola persona y a sus preguntas llenas de curiosidad.- Me irritan los vampiros que creen ser dioses y creen tener el poder, mandato de los demas. Como es el caso de la barbie sin cerebro de Rosalie. Tambien me molestan los seudovampiros que se creen dueños de las zonas y no te dejan cazar, como es el caso de tus amigos los Cullen.- Musite con agritud al mencionar aquellos insolentes y repugnables vampiros, si asi se les podia llamar ya que negaban completamente su naturaleza.
Me voltee y enlace nuevamente la mirada con el fortachon.- no entiendo como es que una persona como tu pierde su tiempo con un ser tan poco interesante como yo. Creo que ya te e aburrido, Dmitry cariño.

Una leve risa salio de mi cuando dijo su ultimo comentario.
No me aburres Kathy, si te puedo llamar así. Es mas, todo lo contrario, me divierto. La verdad fue pura suerte encontrarte, y por ahora no me arrepiento.- dije sonriendo.
¿Los Cullen? ¿Mis amigos?, solo me relacionaba con Carlisle y Nessie, pero esta ultima, después de ese día, me odiaba. Y Carlisle...no se que pasara con el.
Mi mirada siguió la de Katherine y se junto con las estrellas.

Un escalofrio recorio todo mi cuerpo al escuchar mensionar de sus labios "Kathie". Nadie jamas me habia vuelto a llamar de esa forma desde que era humana. Pero que mas daba, si no le tomaba importacina no me molestaria en lo absoluto.- Si asi quieres decirme...- Musite perdiendo mi mirada una vez mas en el infinito espacio que se abria frente a nuestros ojos.
Solte una leve carcajada cuando escuche lo que decia. Normalmente nadie querria estar cerca de mi, a menos que fuera Matt y sus intenciones. El problema estaba en que su curiosidad era exagerada y podia decir cosas que normalmente no decia. Otro problema era que me sentia agusto con su presencia, una cosa igualmente rara. Este vampiro me hacia sentir paz y calma. La aderia de el.
Y aun que quisiera negarlo comenzaba a gustarme en algun vago sentido. Desde la vez que nos habiamos encontrado en la mansion habia notado algo especial en el, pero aun no lo desifraba.
Nos quedamos un tiempo en silencio, escuchaba su respiracion y ahi estaba toda mi concentracion.- Es raro, jamas me habia sentido tan... ¿Como decirlo?... Tranquila y calamada en compañia de un vampiro..-Susurre tan bajo que solo el pudiera escucharme.