Solo son encuentros (tarde, soleado, libre)

Port Ángeles fue solo una parada para comprar un nuevo atuendo, este que traía ya me había cansado. Vestía un pantalón negro y entubado, una blusa morada, que se adhería perfectamente a mi cuerpo escultural, y una chamarra de cuero negra, para cubrir mi piel de los rayos del sol que relucían en su apogeo, muy alto en el cielo. Los lentes negros que poseía ocultaban mis ojos rojos y, tal vez, amenazadores. Algo llamo mi atención, en el ambiente flotaba un olor particular y que yo conocía de ante mano. Camine con pasos despreocupados hasta encontrarme con la hibrida Callen, esa niña que ni me agradaba ni me caía mal. Me le quede viendo con desde, detrás de las gafas. Esperaba no se encontrara cerca la rubiecita que tanto odiaba.

No tenia malos precentimientos, y cuando volteé, a mis espaldas se encontraba una figura de vestimentas negras y anteojos en el mismo tono. Su cabello, su figura, todo era inconfundible.. Katherine. Tomé con más firmeza la cartera que llevaba y me volteé hacia ella, saludandoa pero sin moverme de la sombra que proporcionaban los mercados.
-Kathe, hace tiempo ya no te veia... ¿Que te ha traido por aqui?-sonrei amablemente. Ella ni me molestaba ni me agradaba, no tenia nada en contra de ella y jamás nos habia traido problemas con los humanos de Forks, asi que que la trataria normalmente- Lo se, en Forks no hay gran variedad de tiendas y lugares para salir... te aburres y debes renovar guardarropas como mis tias

La niña se encontraba en total clama, sin preocupación alguna que inundara su pequeño ser. Camine unos pasos hasta esconderme por completo de los rayos de sol que se encontraban conmigo. Pase la lengua por mis labios, saboreando aun la sangre de aquel humano a quien le había arrebatado la vida. Era imposible que ni se perturbara con mi sola presencia, que mal había obrado por no andar cazando humanos de lo contrario todo sería diferente, eso podría arreglarse rápidamente. Pero como ya lo había dicho, esta niña no me molestaba ni en lo más mínimo, solo su insoportable tía Rosalie. Mire a todos lados, echando una observada rápida, memorizando y cerciorándome que no estuviera cerca la rubia desagradable.-Renesmee.-Musite con desinterés, con un tono indiferente y aburrido.-En parte eso es cierto, linda. Y otra es que Forks en si es aburrió.-Dije con serenidad y la misma indiferencia.
Aburrido, ese era el término perfecto para aquel pueblo tan pacífico y casi vacío de aventuras. Entrecerré los ojos, ¿Qué pasaría si la niña jamás regresara a casa? ¿O si lo hiciese pero sin un miembro de su adorado ser? Molestar a Rosalie era mi objetivo y ya que no estaba aquí...-¿Dónde está tu linda madre Bella? ¿O tus preciosas tías, Alice y Rosalie?-Inquirí con una sonrisa pícara dibujándose en mi rostro.

Ella me miraba con una ceja en alto, como sorprendida por la serenidad que desprendia mi rostro terso oculto tras la sombra. Se acercó a mi y me corri, para dejarle espacio en la vereda, mientars el olor a la sangre fresca se exparcia por nuestro alrededor, escapándose a los debiles olfatos de los humanos. Me observaba detenidamente mientras yo, para hacerme la desentendida, volteaba hacia las tiendas y me puse a observar ropa, hasta que su voz seria me llamó cureosando. Por lo visto solo demostraba desinteres por Forks y con estar alli, pero decirle que se marchara si eso era lo que pensaba podia disgustarla. Suspiré y solo sonrei,como una respuesta a su primer parte del discurso, pero cuando sus ojos comenzaron a buscar a mi alrededor, murmuré entre risas:
-Lo cierto es que no lo se, he salido sola a pasear, mis tias deben estar con sus esposos entre ellas de compras. Lo mismo con mamá, aunque en su caso más probablemente esta con mi abuela.- la sonrisa seguia impecable en mi rostro, mientras ella aun tenia en su rostro esos gestos de curiosidad malévola que solo buscaban problemas. -¿Y vos, sola?

Mi sonrisa se desdibujo poco a poco, ese día de verdad todo me desinteresaba por completo. La niña miraba a su alrededor huyendo de mis ojos, mientras yo escrutaba su rostro lleno de paz y conformidad. Su pequeño rostro de niña se ilumino con una sonrisa llena de diversión, no entendía que le había causado tanta gracia, pero no me debatiría por eso.
Abrí los ojos como platos a causa de la sorpresa con la que me había salido. Una cosa totalmente increíble, inimaginable por sus acciones y ademanes. "Mis tías deben estar con sus esposos". Esas palabras resonaron una y otra vez dentro de mi cabeza, haciendo un eco interminable. Era imposible que Rosalie estuviera casada, o no tanto, pero si era casada ¿porque demonios andaba coqueteándole a Matt? ¿Sería un simple juego? ¿O solamente quería colmar mi paciencia haciendo tales fechorías?
Solté una carcajada llena de diversión y malicia, no podía creer que anduviera por ahí engañando a su marido. Ella tan decorosa y santa que pretendía verse, mortificada por mis "fechorías" corriendo a los brazos de Matt y resultaba que simplemente actuaba. Me preguntaba que diría su esposo de tales actos cometidos por ella, tal vez Matt estaría en peligro...Pero daba igual, él se lo había buscado.-Si, sí, estoy completamente sola mí querida Nessie. Así que no tienes por qué agobiarte cariño, prometo no hacer ningún mal el día de hoy...A decir verdad no tengo ganas de hacer nada malo, raro en mi pero así es. Solo quiero platicar y dar un pequeño paseo ¿Me acompañas?-Musite con amabilidad y una pequeña sonrisa amable y dulce. Ahora debía ser buena y portarme bien si quería que la niña se encontrara en confianza y así poder sacar más información sobre su espléndida tía.

Cuando pronuncié mis palabras ladee la cabeza haci ami bolso y rebusqué en él mi pequeño móvil, pero incluso asi pude notar la risa que se escapaba entre los rojos labios de Kathe, y aunque inteté ver la razón disimulando entes mis pestañas, ella parecia divertirse con un chiste interno. Mis manos capturaron el aparato plateado y en él revisé rápidamente unos mensajes para ver hasta que hora podia seguir por alli paseando, por lo que su repentina invitación me sorprendió, peor intenté no adelantar mi respuesta a través de mis expresiones. Lo pensé de forma inmediata, ovbiamente hacer un paseo por Port Angeles con una carnivora no era un plan establecido, pero ta vez podria sacar no solo información si no acercarme a ella.
-Mmmm claro, aunque me gustaria que sea en auto, el sol cada vez esta más fuerte y seria peligroso- sonrei mientras con un gesto sutil señalaba la cochera de donde sobresalia mi auto plateado con vidrios poraluzados. Tomé más fuerte las bolsas que llevaba luego de unas visitas a unas cuantas tiendas y añadí:- No creo que vayas a lastimarme, no preguntaba por eso en realidad

Enarqué una ceja, fina y perfecta. Me interesaban más otras cosas que andar perdiendo mi tiempo en esconderme de los humanos y sus débiles ojos, que podían notar mi piel resplandecer bajo los rayos de sol que se impactaban sobre de ella.-Esta bien, de acuerdo escondámonos de los rayos de sol para que no sospechen nada.- Musité con tono desenfadado. Mire el auto plateado que sobre salía de entre los demás y que debía pertenecerle. Si iríamos no me subiría a esa cosa. Mire del otro lado de la calle, donde se posaba mi magnificente y ostentoso BMW convertible, de color negro, elegante y pudiente. - No es por ofender cariño, pero si vamos a dar una vuelta tendrá que ser en mí auto, ya que el tuyo no me complace en lo absoluto.- Dije con cierto toque de arrogancia.- Y no debes fiarte de personas como yo tan fácilmente.- Añadí con tono burlón y divertido.

Ovbiamente la idea de someterse a mis normas habituales para no levantar sospechas no le agradaba, asi que solo susurré:
-No te lo digo porque to fuera a detenerte, solo que creeme que enfrentarse con toda la guardia Vulturi no es agradable-miré hacia un lado distraida y me dispuse a cruzar la calle, pero me detuvo su comentario hacia mi auto. La verdad no me apetecía en lo más minimo hacer eso, y cada vez se iban más mis ganas de conversar con aquella mujer que en cualquier momento podía cambiar su humor e intentar atacarme. Agradecí su comentario ultimo y también rei- La verdad no veo porque no fiarme de ti, ninguna de las dos influye en la vida de la otra y no tenemos nada que nos una o separe
No podia dejar de admitir que su figura era capaz de someter a cualquiera, porque la furia y el encanto se mezclaban en cada particula de su esencia. Un ruido llamó mi atención distraida cuando un hombre se acercó a mi y tomó mi brazo con una fuerza extraordinaria para un humano. Volteé hacia él, un hombre morocho de vestimentas azules y rostro serio. Documentos de identificación por favor murmuró y mis ojos se abrireron como platos
-Disculpe, ¿pero porque los precisa? No es normal que a civiles se les pida si no estan levantando sospechas...-mi voz temblaba porque temia lo que la mujer podria decir, pero en ese momento mi mente simplemente se nubló y esperó su reacción.

No estaba dispuesta a irme en su automóvil, no me sentía cómoda, así de simple. Después comenzó a hablar sobre los vulturis... Esos seres que se imponían y que causaban terror en ciertos vampiros e híbridos, como era el caso de ella, por lo que a mi respectaba, me daban igual. En vez de entrar en insulsos pleitos podríamos tomar un bendito taxi me nos llevara a un sitio menos concurrido, lleno del bullicio. Estaba dispuesta a cualquier cosa para sacarle información sobre su tía, que tanto aborrecía.
Comencé a caminar tras de ella cuando un hombre de musculatura notable, portando un uniforme azul tomo a la pequeña del brazo con una fuerza impresionante. Sonreí burlona por lo que veía y escuchaba. Era gracioso que un hombre se pusiera al tanto con una niña, esos hombres suelen causar respeto y miedo frente a demás humanos, tal cual como los Vulturis. Pero si quería que la niña comenzara a confiar tendría que ayudarle en este momento tan embarazoso. Di un par de pasos para posarme frente al humano, le tome delicadamente del brazo para llamar su atención. Baje mis lentes oscuros dejando ver mis ojos escarlata y sonreí deslumbrante y perfectamente.- Le pido una disculpa, oficial, pero esta nena viene conmigo no tiene nada que mostrarle. Por el momento soy su tutora y no hemos causado ningún problema, se lo puedo asegurar.- Inquirí con voz aterciopelada y seductora. Ahora el hombre parpadeaba sorprendido, note como la sangre subía a sus mejillas pálidas y descoloridas. Asintió un par de veces y se fue, no deseaba matarlo ahí, aunque bien podía hacerlo.- Ahora, que te parece si mejor tomamos un taxi, ya que no te veo con demasiada confianza.- Volví a hablar para la hibrida que estaba ahí presente.

Pareció una profesional escapando del hombre que son autoridad y seriedad nos pedia que nos identificaramos. Ella se interpuso entre nosostros y provocando que el hombre acelerara su latido inconscientemente, nos salvó de la situación, riendose por lo bajo y lanzándome miradas divertirtidas.
Yo me preocupaba por ti, idiota La miré levantando una cega por su inquisición, ¿es que seguia insistiendo en lo del taxi? Entendia y al mismo tiempo no, sus intenciones para alejarnos del centro de la ciudad, peor me preocupaba porque podriamos estar en cualquier confitería u entre tanta gente dudaba que alguien se interesara en escucharnos. Suspiré y decidí que a mi tambien me convendría seguir con aquella farsa.
-Okei querida Kathe- me acerqué a la acera e hice seña a un taxista que venia divertido bailando al compás de una música escandolasamente alta.- Los humanos parecen sordos
El muchacho paró en seco con un chirrido que algunos hombres, incluyendo el policia, voltearon hacia nosotras. Miré a la mujer que parecia enojada y sonrei.- Tu idea, subes primero

En arqueé una ceja perfecta y mire al hombre irse algo atontado. Los humanos siempre estúpidos y sin sentido alguno, con sus patéticas vidas derrochándolas al "máximo". Con el miedo constante en sus mentecitas de la inevitable muerte. Solo algunos teníamos la dicha de haberla burlado y no nos volvería tocar, o simplemente era nuestro destino ser como éramos, una raza superior.
La escuincla camino más a la acera y para a un tipo que bailaba estúpidamente en su taxi. Esperaba a que, como la buena niña que era, subiese primero, pero no fue así. ¿Qué pretendes hacer?, dije para mi mientras entrecerraba los ojos. Me encogí de hombros y asentí, tomándola del brazo y jalándola para que entrara enseguida de mí, no la perdería de mi lado ni un insignificante momento.- Como tu conoces más aquí decidirás a donde iremos.- Dije con seriedad mientras me volvía a poner mis lentes.

//Kathe perdona pero admito que me re atraso en este rol y encima ahora me voy de viaje, no quiero dejarte colgada asi que cierro y cuando vuelva si queres seguimos, asi tenes el rol para poder completar los dos permitidos con alguien más.