Añorando tu perdón (mañana nublada, Luna)

Llevaba días espiándola desde afuera de su casa, mirándole entrar, salir, escuchando su voz, me extrañaba que nadie hubiera notado mi presencia.
Uno de esos días me llego un rumor, ella y su hermano irían a la escuela, realmente no sabia la razón, ella podría saber mas que todos los maestros de aquel lugar juntos, pero tal vez el niño si lo necesitaba, y ella iría para cuidar que no decidiera desayunar adolescentes.
Una magnifica idea se me ocurrió de pronto, al parecer ni Roberto ni Andres irían con ella, así que era el momento justo para abordarla, comenzar de nuevo, estaba seguro de que no me rechazaría.
La seguí hasta aquel lugar, cuidando que nadie me viera. Socializo un poco, Ness, y un chico el cual no me dio buena espina. Después apareció su hermano, y luego entraron al lugar, de donde no salieron por horas, una gran desesperación se estaba apoderando de mi hasta que la vi salir, al parecer era la hora del almuerzo y ta ves ella no quería convivir con los humanos.
Debía apresurarme porque en cualquier momento llegaría Franco.
Corrí hacia ella, y la tome de un brazo, y automáticamente al encontrarse nuestro ojos sonreí.
-Hola- quería decirle tanto que no sabia que decir- jeje esto es tan absurdo, pero lo haré fácil y rápido, pues ya sabes que te extraño y que estoy perdidamente enamorado de ti, así que no es necesario decirlo aunque ya lo hice, ahora, ya que no me has respondido, o no e aceptado tu respuesta, vuelvo a pedir tu perdón, prometo no intentar nada que no sea una pacifica amistad contigo, - mire al suelo y de inmediato volví a mirarla- que dices?

El dia había transcurrido lentamente,los maestros fingían o creían saber a la perfección el tema que nos daban, pero a mi criterio muy pocos estaban en lo correcto.
Nuestros compañeros eran curiosos hacian todo tipo de preguntas: de donde eramos, donde estaban nuestros padres, si eramos realmente gemelos por que nos habíamos mudado, incluso querían saber si teníamos alguna relación con alguien; nunca me habían prestado tanta atención, así que cuando dio la hora del almuerzo salí volando hacia el estacionamiento, donde esperaría a Franco.
Camine un poco hacia el bosque, hasta que alguien me lo impidió, supuse que era alguno de los muchos chicos que habían pasado toda la mañana entrevistándome, o tal ves mi hermano.
Ninguna de mis opciones era correcta, pues al voltear me encontré con ese rostro que hacia que todo mi cuerpo pareciera de gelatina,siempre era grato mirarlo, pero ahora se suponía estaba molesta con el, así que la sonrisa que estaba por dibujarse en mi cara la borre de inmediato.
Escuche atenta lo que me decía; tal ves tenia razón, podríamos ser grandes amigos, asi que deje mi sonrisa salir y acepte.
-Solo amigos eh, si intentas acercarte demasiado, te alejo de una vez por todas. Cuanto tiempo llevas parado aquí eh?

Esperaba un rechazo, o que aceptara y me fuera indiferente, pero no, accedió de buena gana, hasta me devolvió la sonrisa, con ese simple gesto con el que me hacia el día.
Seria difícil no "acercarme demasiado", en este preciso momento quería besar sus dulces labios, o al menos abrazarla, pero lograría mostrarle que era bueno, y obedecería sus instrucciones.
-Perfecto, solo amigos, con eso me conformo- iba ser estúpido decirle la verdad, pero lo haría, de hoy en adelante seria sincero, no mas mentiras ni nada- llevo aquí todo el día, desde que te vi salir de tu casa, porque para serte franco, llevo días vigilandote desde el bosque, a donde vas ahí estoy, todo el tiempo como tu sombra, y no te lo digo para que te sientas mal, o para que creas que estoy loco, lo estoy, si ya lo sabes, pero he decidido decirte toda la verdad. Ademas así cuido que Paula no te haga ningún daño, por cierto, hablando de ella, no es solo mi amiga, supongo te diste cuenta, con ella desde siempre e mantenido una relación abierta, cuando nos vemos hacemos todo tipo de cosas que no creo que quieras saber, el problema es que ella al parecer esta obsesionada conmigo, y esperaba que nunca me enamorara de nadie, y así debía de ser, pero apareciste tu, y quiere deshacerse de ti. Así que no dejare de cuidarte día y noche, aunque lo pidas.

Ya había notado cierto aroma rondando mi casa pero no le había tomado importancia, simplemente lo ignore.
-Si ya me había dado cuenta de ello desde que apareció esa... mujer, por ello la ignore, no necesitaba pasar mas tiempo con ella para darme cuenta de que para ella soy un obstáculo con el que va acabar, pero descuida, no se lo permitiré, soy mucho mayor que tu Antonio, por lo tanto mas inteligente y ágil, puedes cuidarme lo que quieras, me da lo mismo, pero debes saber que he vuelto con Roberto, así que atente a las consecuencias, si hay un enfrentamiento, estaré de su lado, y mas te vale no hacerle daño, el no posee un don tan magnifico como el tuyo, así que no te aproveches de ello,- podía imaginar a Roberto consumiéndose lentamente entre el fuego que Antonio creaba, era desgarradora la imagen- y recuerda tu y yo solo somos amigos.

No recordaba como me había escapado de los amiguitos de mi hermana, pero ahora me encontraba muy cerca de una zona escolar, tenia hambre, hacia mucho que no bebía nada de sangre, y sin que yo lo pensara, mi cuerpo actuaba instintivamente, como si tuviese instalado un radar de sangre, y me llevo al lugar mas concurrido.
Seria fácil conseguirla, era simples adolescentes deviluchos, sencillo.
Baje de los arboles, para visualizar mas la cercanía.
Los mas próximos eran una pareja, seguramente estaban coqueteándose o algo por el estilo, sencillo, atacaría primero a el, lo dejaría en el suelo y de inmediato a ella.
Corrí lo mas rápido que pude y tire al chico, fue ahí cuando no te que mi locura no me había dejado ver que no era humano, y tampoco la chica, no emanaban ese aroma.
Me levante de inmediato, era VERGONZOSO.
Mire al chico y de inmediato a su acompañante, aun peor, ella no era cualquier vampiresa, era Luna, de quien había estado huyendo todo este tiempo, procurando no toparmela, era lógico que pasaría, pero pude evitarlo, y ahora la encontraba aquí imposibilitada para escapar, totalmente cegada por mi locura y mi sed.
-Maldición!!!- dije mientras me daba tres golpecitos en mi frente- tenias que ser tu.

En parte me sentía alagado "magnifico don", por otro estaba dolido, cualquier esperanza de volver con mi ángel había desaparecido, ella había escogido, debí saberlo, el tenia grandes posibilidades de ganar, la conocía mas entre otras cosas, Andres y yo eramos casi unos desconocidos para ella comparados con Roberto; estaba bien, lo aceptaba, no había perdido contra Andres lo que me alentaba, prácticamente yo estaba en segundo lugar, tenia la dicha de alguna vez haber besado sus labios y tener un fugaz romance con ella "MI GRAN AMOR".
-Claro Luna, entiendo,- dije mientras le sonreía dulcemente- y tal ves si le explico la situación dejara que yo sea tu guarda espaldas, tal ves piense que debo hacerlo como castigo por haber traído tal peligro hacia ti - trate de contenerme pero mi mano se poso sobre su mejilla, no me aproximaría a ella, solo quería tocarla, sin romper el vinculo que acabábamos de formar como amigos.
Me gustaba tenerla cerca con esa distancia tan corta, eso me hacia añorarla aun mas, valorando su amor que se me escapo.
Sin percatarme de ningún cambio algo cayo sobre mi, tomando ventaja de que estaba totalmente anonadado con Luna. Permanecí un momento en el suelo intentando comprender que había sucedido hasta que escuche una tercera voz, gire mi cabeza para ver de quien se trataba.
Una hermosa mujer con un extraño parecido al de mi ángel, eran casi idénticas, solo algunos rasgos las diferenciaban, aun así era tan hermosa como Luna, a quien miraba con desprecio casi odio y repulsión; lo reprobaba, como alguien podía ver así a mi amor. Era como si un ángel y un demonio estuvieran a punto de tener una riña a muerte; trate de borrar esa imagen de mi mente y me levante de un salto quedando justo en medio de ambas, no dejaría que ella le hiciera daño a Luna.
-Vaya, que modo tan original de hacer una entrada, no cree? -dije en el tono mas cortes que de momento me salio.

En cierta forma Antonio tenia razón, al parecer el hecho de odiarlo tanto había causado que lo conociera perfectamente, podía escuchar a Roberto completamente furioso gritándole que era su deber cuidarme por haber traído a la arpía esa.
Estaba a punto de soltar una carcajada cuando coloco una de sus manos sobre mi mejilla, lo que causo que me pusiera muy nerviosa, cualquier mínimo roce hacia que perdiera el control olvidando que me había prometido quedarme con Roberto eternamente.
No podía dejarme llevar así que gire mi cabeza en otra dirección alejando su mano de ella. Fue entonces cuando algo o alguien se abalanzo sobre Antonio, en lo primero que pensé fue Roberto, pero me di cuenta pronto que no se trataba de el. Era una mujer, o algo así, era un vampiro, y por alguna razón había atacado a Antonio, tal ves se trataba de un antiguo amor en busca de venganza o algo parecido. Pensé tantas cosas en tan pocos segundos.
En cuanto se levanto la reconocí de inmediato, como no hacerlo, era mi hermana y yo la seguía amando igual que siempre, sin ningún rencor, pero ella, a diferencia de mi me odiaba, se le veía en los ojos, no necesitaba oír lo que dijo para darme cuenta de ello. Aun así, el escucharla me causo un gran dolor que hizo que diera un paso hacia atrás y bajara la mirada, me dolía que me odiara, no sabia si había sido así siempre y lo ocultaba muy bien, o ahora el hecho de reencontrarme hacia que me odiara.
Antonio se percato de el odio de mi hermana hacia mi y se coloco en medio de las dos, y yo con un brazo lo moví un poco para poder mírala bien.
-Hola Sendra, lamento haberme cruzado en tu camino, pero así son las cosas, el mundo es muy pequeño, y había grandes posibilidades de volvernos a encontrar o es que ya me creías muerta?

De inmediato el vampiro creo se puso como barrera entre Luna y yo, al parecer se me notaba mucho el odio que le tenia. Aun con toda la gracia que me causo su gesto, el recuerdo de Andreu llego a mi mente, como mil cuchillos atravesándome.
Pero no lograba entender, si el vampiro con el cual había tenido la desdicha de cruzarme hace un momento dijo que Luna era su pareja, que hacia con este ahora.
Entonces tuve una grandiosa idea, si yo tuve que cargar con ella durante tanto tiempo, haría que ella me pagara de igual forma.
-Como crees hermanita, jamas, de hecho tu padre me trajo aquí para el reencuentro o algo parecido, estaba ansiosa por volver a verte, - entonces mire a el vampiro- y dime, el es con quien compartes tu tiempo?

Mientras Luna y Sendra, quien al parecer era la hermana de esta se "saludaban"; me permití echar un vistazo mas profundo sobre esta ultima, lo cual me permitió fascinarme aun mas, si Luna llenaba las expectativas, Sendra lo hacia aun mas, sus ojos escarlata resaltaban entre su piel blanca, y con esa ropa tan delgada, se alcanzaban a ver un poco sus pequeños pechos, aun mas pequeños que los de Luna, y esa perfecta curvatura de su cintura, ademas con ese toque de frialdad que tenia perfectamente dibujado en el rostro le daba un aspecto misterioso y sexy a la ves. WOW era todo lo que podía decir al respecto.
Estaba boquiabierto cuando ella miro en mi dirección, apenas pude comprender lo que decía, y sin siquiera pensarlo, me adelante a Luna y conteste.
-No, solo somos buenos amigos, pero permiteme presentarme, soy Antonio Laurel, y tu?

De un instante a otro Sendra había cambiado de parecer, lo cual me emocionaba mucho, juntas de nuevo, y todo gracias a Max, le debía mucho sin lugar a dudas. Ademas parecía que Antonio acababa de encontrar con quien reemplazarme, ahora los problemas serian con Andreu y no con Roberto lo que me parecía fascinante, al parecer los problemas se habían terminado.
Sonreí mientras escuchaba lo que Antonio respondía, entonces la campana para volver a clases sonó, los dejaría solos para conocerse un rato, sabiendo que Antonio no la dejaría ir a ningún lado.
-Oh, rayos, debo volver a clase, pero los veo aquí a la salida si?,- tome del hombro a Antonio sonriendole abiertamente- te encargo mucho a mi hermana si?
Y sin esperar respuestas salí disparada hacia la escuela.

No me había dado cuenta de que el amigo de Luna estaba totalmente anonadado conmigo hasta que lo mire, nunca nadie me había visto de esa forma, ni siquiera Andreu cuando me veía desnuda; el siempre era tan correcto, tan formal, que aveces hasta me aburría. Y ahora este vampiro me mira así, incluso vestida, sabia que mi ropa era traslucida pero casi siempre la traía así.
El respondió a mi pregunta de golpe, como informándome que el estaba solo y dispuesto a formar algo.
Lo mire con cierto desdén, entonces mi hermana se despidió, no me sentía segura con el aquí, mirándome de esa forma, así que fingiría no haberlo notado.
-Mucho gusto Antonio, yo soy Sendra Peñalver, la hermana mayor de Luna. Supongo nunca ha hablado de mi, si no no tendrías esa cara de impresión, estarías preparado para recibir la sorpresa.

El que Luna nos dejara solos fue grandioso, ahora estaba mas que contento, escucharla era aun mas satisfactorio que escuchar a Luna, como si escondiera algo y yo traara de descifrarlo.
-No, lamentablemente ella jamas dijo que tenia una hermana aun mas hermosa que ella, pero me da un gusto tremendo conocerte Sendra. Tanta hermosura es casi inconcebible, me pregunto si no estoy muerto o si estoy soñando, aun que lo dudo, ningun sueño igualaria tanta hermodura, es imposible. - gracias a un arbol que estaba justo detras de ella pude crear una jaula percecta con mis brazos, esperaba no asustarla, pero queria comermela a bsos - Y dime Sendra, que podemos hacer con tanto tiempo libre tu y yo solos - entonces mis labios fueron directo a los suyos, sin siquiera pedir autorizacion, solo esperando que ella me debolbiera del beso y asi pasar a lo siguiente.

Evidentemente el estaba muy interesado en mi, llegando a la exageración, y hacia esa clase de expresiones para "hacer sentir bien a la mujer", tal y como todos los hombres hacían, lo cual, usualmente, odiaba pero esta ves fue diferente, su alago me agrado, en parte porque yo sabia que era mucho mas hermosa que Luna, en otra no sabia porque, solo sentí bien.
Sabia perfectamente a lo que se refería con eso de que haríamos con tanto tiempo libre, lo veía en sus ojos que se alimentaban con el simple hecho de verme.
La respuesta mas acertada seria "no se tu, pero yo iré a conocer el bosque en lo que da la hora de salida y fingir que estuvimos juntos todo este tiempo, para hacerle creer a mi hermana que cumpliste con lo que te pidió", pero Antonio se abalanzo sobre mi, impidiéndome cualquier ruta de escape fácil, pues yo podía liberarme de el de muchas otras formas, pero no quise.
Recibí de buena gana su beso, y se lo devolví sin demora.
Sentía una dulce calidez emanando de lo mas profundo de mi ser, algo irreconocible.
Mis manos se dejaron llevar por estas sensaciones y se metieron por debajo de su camisa, haciéndola deshilacharse mientras estas subían lentamente desde su cadera hasta su perfecto pecho.
Lo siguiente, fueron resultados de nuestros actos incontrolados.

Por favor, si no quieren sanciones revisen que estan en un colegio donde no se permiten vampiros carnivoros y además para seguir con sus post deben poner +18, eviten baneos.

Todo paso como un rayo, de un instante a otro ya habían pasado las horas y nos encontrábamos charlando del porque eramos lo que eramos, un par de vampiros carnívoros, sin destino y sin nadie en el mundo.
La hora de la salida de los chicos humanos se acercaba, y yo no iba dejar que Luna me arrebatara a su hermana, de la cual ya estaba perdidamente enamorado.
En cuanto sonó el timbre, sin contarle de mis locos planes, la cargue entre mis brazos, y corrí sin dirección.
No sabia que hacer, no sabia si ella estaba molesta por haber tomado una decisión sin su consentimiento.
Así que en cuanto llegara al río pararía, y le preguntaría sobre lo que pensaba sobre nuestra huida, pero antes no pararía por nada.