De paso. (Victoria Boisieu, libre,medio día)

Iba camino a la Torre, luego de haber llegado en acuerdo con Vicky para hablar del asunto que la dejó perpleja la noche anterior, ahora ya temía cosas que presentía, y tambián planeaba la forma más benévola. Me preocupaba por pensar en ello que igual reconocía mis deberes ahora:"Ir camino al futuro es algo subjetivo que te come poco a poco, que te cega por unos instantes; es algo que nos hace olvidar que no sólo podemos ver hacia adelante, sino que nos mantiene viendo hacia esa dirección que permanece llena de incertidumbre. Por eso, he decidido ver hacia mis costados, y me he dado cuenta que no estoy sólo, sino que voy junto con quienes aprecio, y quienes me dan su apoyo incondicional; y también por eso me atrevo a dirigirme a paso apresurado hacia ese telón negro, para descubrir que hay más allá.
Ahora ya no es sólo mi vida la que debo proteger, sino la de Nessie y la manada, ya no me encuentro sólo, debo ser la base de la pirámide, la que la sostiene y la mantiene en equilibrio; ya no respiro y pienso sólo para mí y mi satisfacción, sino por Sabrina, Nessie, Victoria, debo hacer el esfuerzo por no dejar caer ésa pirámide"
Ya cerca de la Torre alenté el paso, esperaba que Victoria no tardara mucho en llegar. Mientras yo memorizaba y trataba de descifrar mi vida, tomé asiento a unos cuantos metros de mi meta, me senté sobre la tierra fértil y húmeda del bosque, sobre el hojarrazco que se extendía a las anchuras de los confines del bosque verduzco que me envolvía casi a diario.

Tras éllo me puse a rebuscar con mis sentidos una señal de ella, pero nada era perseptible, nada que denotara vida agena al bosque: el viento resoplaba a la distancia de manera indiferente, en todas direcciones y con la misma fuerza; el aroma húmedo, frío, templado, de árbol maduro, musgo, helecho, lluvia fresca, de lobo, de tranquilidad, en sí: de algo natural; y una vista panorámica que no mostraba mas que el danzar de las hojas hacia los cuatro puntos cardinales, un sol que penetraba en las entrañas del bosque de forma peresoza, un pequeño pajarillo que reposaba sobre una rama lejana de un coloso verde. Me bastaba presencier aquello para relajar la prisa de mi pensamiento.