Descansando de las compras (Nublado, tarde, libre)

-Bueno... creo que ya no queda más nada- mientras volvia a doblar la pequeña lista de articulos de la farmacia y el almacén, me senté en un banco algo delicado que se hallaba a un costado de la pequeña plaza del pueblo. Suspiré y miré el cielo, completamente gris y por vertir su agua sobre el lugar. Ese dia habia sido extrañamente normal, solo compras. Me recosté hacia atrás y me concentré en la brisa golpeando entre la hierba y las flores que desprendían sus petálos, hasta que entre todo eso vino un nuevo olor hacia mi.

Me encontraba recorriendo el pueblo, observando y memorizando todo. Un nuevo comienzo... - pensaba para mi.
Mientras caminaba con las manos en los bolsillos en la vereda algo transitada, reconocí un olor algo suave. Avance unos metros y me encontré con la fuente de ese aroma, Renesmee. Estaba recostada en un banco algo viejo con cara de cansancio.
Renesmee, buenas tardes.- dije sonriendo.

Al bajar la mirada, me encontré con unos ojos claros y brillantes como el sol, en un rostro pálido y perfecto.
-Dmitri...¿Cómo has estado?- le dediqué una gran sonrisa y subiendo uno d emis pies al banco para impulsarme me acerqué a él y besé su mejilla. El banco crujió con el movimiento y una risa se escapó de entre mis dientes mientras volvia a sentarme.-Llamame Nessie, mi nombre es... muy feo-me corrí hacia un lado por si queria sentarse y moví tambien unos paquetes a mis pies.

Estoy bien, intentando amigarme con la sociedad de este pequeño pueblo.- dije sonriendo. Me dio el lugar para sentarme, y así lo hice.
¿Y tu Nessie? ¿Como la estas pasando? te noto algo cansada, ¿necesitas ayuda?- dije mirando las grandes bolsas que llevaba.

¿ Amigándose con los ciudadanos? Lo lamenté por él, ya que en ese pueblo de mentalidades tan cerradas y abiertos a tantas leyendas, eran demasiado desconfiados con criaturas blancas y perfectas.
-Yo bien, teniendo un día normal... solo compré comidas y medicamentos, elementos que Carlisle siempre lleva al hospital para usar-suspiré y miré las bosas con desgano, ya que aunque la tranquilidad era necesaria me aburria un poco la monotomia y las actividades humanas. Miré un poco su semblante mientras él observaba curiosamente mis bolsas, tenia algunas marcas y heridas que ragaban su piel añeja... ¿Habia participado de alguna pelea? ¿Cuales eran el origen de esas cicatrices? Me distraje tanto con mis pensamientos sobre su pasado que me tomó por sorpresa su pregunta-No creo, en realidad estoy acostumbrada y repartiré las cosas por el centro nomás... ¿Y vos que vas a hacer hoy?

Note como su mirada se depositaba en mi frente. Probablemente en mis cicatrices.
Son heridas de guerra- dije sonriendo mientras señalaba mi cara
Yo planeo visitar el bosque, necesito tranquilidad. Quiero pensar claramente muchas cosas.- mis gestos se volvieron algo serios y voltee mi mirada hacia sus ojos color chocolate.
¿Y vos?

-¿De guerra?-claro, seguramente no peleitas como yo estaba acostumbrada, practicas de luchas con mi familia, peleas con los lobos, revolcadas con algun carnivoro desobediente... a lo que él se referia era otro mundo, algo de lo que yo podia leer en los libros o informarme por relatos o anecdotas, pero que jamás iba a comprender. La angustia me invadió y me quitó una porción de aire, porque se instaló en mi garganta, sofocandome. Me costó mucho bajar a la fuerza ese nudo para recuperar la compostura y poder responder medianamente normal y sin que se de cuenta lo que me habia sucedido, lo cual se hacia realmente dificil con sus ojos clavados en mi.- No se... no creo que vaya al bosque porque hoy es mi dia sin guardia y ya me estaba cansando de tanto verde... tal vez siga haciendo compras o vaya a alguna ciudad cercana a comprar...-realmente sentia curiosidad por saber sobre su historia, pero decidí que se lo preguntaría más adelante o cuando halla más confianza.

Si, guerra...- intente luchar en mi interior para no recordar todas esas escenas que volvían a mi cabeza cada vez que hablaba de ello.
No pude evitar mostrar un gesto de angustia y soledad cuando respondí.
Ok, entonces no creo que nos veamos hoy.- dije sonriendo, volviendo al presente.

Sus gestos al pronunciar sus unicos y cortantes fonemas fueron lejanas y tristes, lo que continuó sembrando en mi esa angustia profunda hacia esa criatura que parecia bondadosa y de corazón arrepentido. En verdad queria ayudarlo, aunque por socializar con extraño siempre terminaba en peleas o situaciones molestas, ese dia solo debia ser secretaria de mis abuelos y disfrutar un poco de la ciudad.
-Supongo... aunque si te quedas un tiempo me gustaria tener una conversación contigo, bueno no solo conmigo, podrias informarme con mi familia...hay tratados, información.. y cosas que seguramente pueden serte utiles para vivir pacificamente entre nosotros..

Su cara demostraba tristeza y angustia. ¿Quizá por haberle dicho lo de la guerra...? deberia haberme callado.
Seria un placer. Ademas, me vendría muy bien. Se que existen unos pactos entre los lobos y los vampiros aquí, pero no se en que constan.- dije intentando sonreir.

Tenia una sonrisa radiante que estaba casi pegada a sus mejillas en cada instante que volteaba a verlo, por lo que me parecia muy agradable. De cierta manera me hace acordar a mis tios, o más bien a mi abuelo.. son personas que no ven la inmortalidad como la muerte, si no como un nuevo comienzo... de mentalidades tan abietas También le sonreí y agregué a su comentario:
-Si, además de tratados con los lobos hay digamos, tratados internos, o algunos que hemos hecho con los Vulturi...-suspiré y acomodé las bolsas color madera que se iban callendo del banco con cara de fastidio. -Entonces....-dije mientras me acomodaba las bolsas- ¿quieres que te explique las normas hoy o prefieres tener tu dia tranquilo en el bosque?

Al instante en el que escuche la palabra Vulturi, no pude evitar mostrarme con aspecto serio y grave.
Detuve la caida de una de las bolsas y se la entregue.
Como a vos te parezca mas comodo.- Malditos Vulturi... pensaba para mis adentros. Nunca voy a olvidarles, ni lo que intentaron hacerme. ¿Como es que estan en todas?

Su cara de pronto reflejó una gran roca inmaculada en toda la seriedad terrenal, con la distancia y los recuerdos grabados en cada partícula de su rostro de granito. ¿Que habré dicho tan grabe como para que él reaccionara de ese modo?
-Yo en realidad normalmente tengo guardia so ayudo a los lobos en La Push con los nuevos, pero para alli no pueden ir vampiros asi que no puedo invitarte alla- mi mirada fue algo triste, pero sabia que no habia excepciones al tratado, salvo yo. levanté la vista hacia él y extendi mi mano de temperatura descomunal para tomar la bolsa que habia recogido por mi, y al hacerlo la rocé con su piel de la temperatura de un glaciar, retirando la mano al instante. Realmente a mi no me molestaba, pero por ahi Dmitri no estaba acostumbrado a una piel de temperatura ardiente, como la de un lobo.- Lo siento.. bueno lo de los tratados es necesario, asi que me acompañas hoy a hacer mandados o puedo citarte a que nos veamos esta noche en la mansión o en mi casa...-pero en ese momento que pensaba sobre si se hallaba incomodo o algo pude percebir sobre su aroma una pequeña escencia extraña...

Cuando su mano rozo la mía, sentí su calor, como con Sabrina esa misma mañana. Se sentía tan humano, tan...bien.
No tengo derecho a decidir eso, como te parezca mas cómodo. Elegí vos.- le dije mientras fingía una sonrisa. La idea de los Vulturi me había quedado en la cabeza y no la podía sacar.

Su voz definitivamente me decia algo que su rostro no podia expresar, o tal vez era lo opuesto, pero de todas maneras decidí no interrogarlo. Me paré y tomé las bolsas, con su caballerosidad no sabia si demostraba que queria excusarse de mi para poder irse al bosque o no queria demostrar interés por acompañarme. Me incliné un poco en forma de reverencia, ya que si él jugaria a lo formal, yo me pondria a su altura.
-Me gustaria contar con tu presencia y poder tener una amena plática... pero si tus planes eran otros, no quiero formar una controversia. De todos modos deberé tener esa charla contigo, pero como eres la visita, decidirás vos cuando quieres vernos.- mi voz era suave y de manera adulta, tal como mi padre me había indicado cual era el modo correcto de hablar apropiadamente, y más con vampiros "viejos" que tal vez les costaba más adaptarse a la "modernidad". me ruboricé ante aquel pensamiento de tratar de anciano al chico tan guapo y joven que tenia enfrente, más que todo por ser inapropiado y hasta grosero

Me levante casi igual de rápido que la joven que tenia sentada al lado, cualquier persona 'común' hubiese creído que fue al mismo tiempo. La ayude con las bolsas y dedico una reverencia.
Te veo algo ocupada ahora... Así que ¿Te parece mañana a la noche?- dije lo mas respetuosamente demostrando una pequeña pero cálida sonrisa.
Mis vista se posó sobre sus hermosos ojos color chocolate, su piel y labios. No eran como los de los vampiros...estos eran tan humanos...

Su posición se podria decir que, complementaba la mia de forma casi cronometrada. Cada paso, respiro o sonrisa. Pero por lo visto en lo que no coordinábamos era en planes, por lo que solo asentí y le dediqué una sonrisa de cortesia. En verdad pasar un dia en una compañía agradable me hubiera sentado realmente bien Suspiré, entre amargada y caprichosa, sacando del bolsillo de mi campera la llave del auto que me habian regalado mis padres hacia unos años, el cual usaba poco para no "llamar la atencion".
-Bueno.... claro, si quieres puedes pasarte por el bosque mañana y arreglamos- mientars decia eso aun mantenia mi sonrisa, pero mis ojso revolteaban al rededor entre los humanos que paseando se quedaban mirándonos con cara de asombro.

Sus sonrisas eran muy agradables. Pero en un momento me dio la sensación de que estaba disgustada con algo, aunque si así lo fuese, lo oculto muy bien.
Seria un placer tener una buena conversación con vos.- dije sonriendo con los ojos entrecerrados.
Mientras sonreia saco unas llaves, que por su diseño, supuse que eran de un auto.
¿Ya conduce la joven que tengo en frente? - pensaba sorprendido. Claro... en la región rural donde yo vivía, la gente era muy humilde, por lo tanto, unas pocas familias tenían vehículos, y jamas se lo prestarían a los jóvenes.

Después de dormir aproximadamente doce horas en el hotel por mi exhausto viaje, salí a dar una vuelta para conocer el pueblo por mi mismo ya que se me había olvidado preguntarle a aquella chica de piel blanca y cabello negro que con mucha dificultad podía recordar su nombre..¿Será Sev....Ser..Serevina? no...era..Serenita..si era serena pero no era su nombre..Dios como voy a preguntar por alguien que ni siquiera puedo recordar cómo se llamaba...Decía para mis adentros mientras caminaba sin rumbo alguno.
Después de caminar casi media hora, cuando estaba por volverme vi a dos personas que al parecer estaban a punto de marcharse del lugar.. estando a tan solo dos cuadras, salí corriendo al punto de encuentro. No sé si fue mi impulso quien me impidió reconocer el ruido del auto que doblo en la esquina.. ya en la mitad de la calle intenté esquivarlo pero era tarde..lo tenía prácticamente encima, por lo que me dio tiempo solo a estirar mi mano en dirección a las personas que se hallaban todavía a larga distancia y grité- Hey!- con un esfuerzo inútil ya que al parecer el auto no me había visto, y si así fuera no habría podido frenar a tiempo debido a la gran velocidad que llevaba..

Asentí como buena niña a la despedida de mi acompañante y vi como observaba con curiosidad las llaves que tenia en mi mano, a lo que iba a responderle la causa de estas, pero no tuve oportunidad. Detrás de él observé como un joven del pueblo doblaba a toda velocidad en su auto de carroceria pesada, como si se hallara en una pista de carreras Estupido niño, ¿Cómo los humanos menosprecian tanto su propia vida? Pero mi pensamiento fue cortado nuevamente cuando una voz gruesa gritó en nuestra dirección. Esta era de un chico de piel bastante pálida y pelo negro, que nos veia a nosotros mientras el auto se acercaba a su cuerpo. Va a.. chocarselo... En ese momento mi mente se dividió en dos, la parte racional que me recordaba que todos los dias alguien muere; y la que me decia que no podia dejar morir a alguien delante de mis ojos. Él ya tenia clavado los ojos en nosotros hace rato, ¿Nos conocerá? ¿Solo siente curiosidad como cualquiera de esos humanso que paseaban y nos observaban? Mi razonamiento fue completamente rápido y confuso, pero recordé un detalle: Un accidente implica sangre... no solo esta Dmitri que aunque sea vegetariano jamás te ha contado si ha tenido problemas con su dieta, los carnívoros estaban cerca, demasiado... El conductor del auto parecia que aun no habia notado que delante de él habia un chico, asi que eso fue el punto culminante para decidirme.. Nadie lo notaria. Le entregué las bolsas al vegetariano a mi lado, junto con las llaves del auto, y corrí lo más veloz que pude, casi invisible, hasta que alcancé al joven y lo tomé por la cintura. Era más alto que yo y demasiado corpulento, pero lo pude sostener entre mis finos brazos y dando un salto ambos caímos en la vereda del otro lado, en una pequeña abertura entre dos viejos edificios. El lugar era estrecho y oscuro pero pude ver al muchacho mirándome mientras mis manos aun lo sostenían de forma algo posesiva contra mi cuerpo. El auto pasó detras nuestro, sin percibirse de todo lo sucedido delante de él, solo Dmitri habia observado todo. Menuda forma de revelar un secreto...

Tome las bolsas y las llaves de la mano de Renesmee y voltee rápidamente. Pude ver como ella tomaba al pobre humano y lo llevaba hacia un pequeño callejón a una velocidad sobrehumana. Analice con la mirada a la pequeña población que iba de acá para allá, pero nadie pareció notar lo que acababa de suceder.
Camine lo mas rápido posible sin llamar la atención y llegue al lugar en donde se encontraban Nessie y el humano. Acomode las bolsas contra una de las paredes y ayude al humano a enderezarse.
Mire a la híbrida con los ojos bien abiertos y luego mi mirada fue hacia el humano.
¿Estas bien?- no espere su respuesta y luego me dirigí a Nessie. -¿Y vos?- dije mirándole.
Deberías tener mas cuidado pequeño.- me relaje un poco y le sonreí.

Dmitri habia llegado a nuestro lado mientras analizaba al chico, pero este tenia una irada perdida y parecia aturdido.
-¿Estas bien? ¿Estas mareado o se te bajó la presión?- Tal vez en el salto se pegó la cabeza... Lo tomé por los brazos y lo hice sentarse en el piso al tiempo que miraba a mi amigo de ojos dorados y asentia levemente, intentando calmar la preocupación que yo misma habia provocado al saltar hacia el auto.- Me encuentro bien, pero él parece confundido... antes reaccionó realmente rápido porque son solo unos empujones corrió fuera del circuito del vehiculo...
mentir perfecta y descaradamente, una habilidad vampirica que no usaba mucho pero era de gran utilidad para estos momentos. Mis ojos chocolates de niña buscaron los ojos del muchacho en mis brazos y me arrojé suavemente hacia adelante para que se recostara en el frio cemento del callejón.
-Recuestate porfavor, nosotros nos encargaremos de que estes bien

//Dmitri arreglamos con Quim que iba a hacer que se desmaya y luego seguimos en el hospital, ecepto que cambie de opinión al postear, luego me dices si sigues con nosotros o no

Ver ese débil humano tirado en el piso semiinconsciente me tentaba.
Contrólate Dmitry...no puedo hacer nada en esa situación, Renesmee seria un gran problema.- pensaba para mi mismo.
Me levante sin ningún tipo de expresión en la cara y quede mirando a los jóvenes que había cerca mio.
¿Que hacemos ahora?

Con los ojos entreabiertos vi como se acercaba aquella muchacha que estaba una cuadra de distancia y como asentía su mano sobre mi hombro, en ese momento no sé si fue un flash back o un sueño pero había podido recordar como mi madre me recostaba sobre la cama para que me durmiera mientras me contaba un cuento ya que estábamos bajo mucha tensión por la guerra que se había desatado en mi pueblo para ese entonces. Al final del cuento escuche la voz de mi madre diciendo “despierta hijo”..fue algo irónico ya que los cuentos son para dormir no para despertar.
Retomando la consciencia pude ver como la niña de ojos marrones y rasgos delicados, junto con el chico rubio que tenia los brazos de un boxeador y de ojos dorados, me reposaban sobre la pared..Entonces recordé.. Ese auto iba a arrollarme..¿ Como puede ser posible?… ¿estaré muerto? Al darme cuenta de la situación desperté agitado, tenía demasiado calor y mi corazón palpitaba 10 veces por segundo, exaltado me solté de los jóvenes y haciendo palanca con mis brazos y pies me tire hacia atrás y casi gritándoles les dije-¿Dónde estoy?¿Quiénes son?-

Me sorprendi completamente cuando mi amigo puso sus ojos en blanco y comenzó a alejarse un poco, con la voz algo extraña, como si contuviera en parte la respiración. Preocupada, aspiré el aire y revisé al chico, peor no parecia que sangrara o algo por el estilo.
-No se, tal vez no debi interponerme, al fin de cuenta es el destino y todos los dias mueren personas, pero ahora solo nos queda llevarlo al hospital.-mi voz era tan baja y rapida para asegurarme que solo Dmitri entendiera, que llegue a creer que estaria mareando más al chico. De repente, este pareció reaccionar de su trance, pero lo hizo de manera brusca e histerica, al punto que también me alejé de él asustada.
-Por favor camate-mi voz era suave, recortada en un rostro sereno y algo aturdida tambien. Su corazón va... demasiado rápido, y esta tan debil.... Mis pensamientos comenzaban a desviase al tener frente a mi una imagen tan vulnerable, pero usé todo mi autocontrol y aprendizaje para acercarme a él y recorrer con mi mano su mejilla de forma dulce- Mi nombre es Renesmee Cullen, aunque puedes llamarme Nessie... y estas en un callejón al lado de la calle, ya que tuviste que saltar cuando el auto no disminuyó la velocidad... Necesitas descansar, si quieres podemos llevarte al hospital