Casualidades no tan casuales (mañana humeda, Katherine)

Después de tanto andar por el mundo, recuperando mi fortuna, casándome con ancianos millonarios, para después matarlos y quedarme con sus inmensas fortunas, haciéndome de fama, saliendo en revistas, asistiendo a grandes eventos, llegue a un pueblucho cerca de Seattle, Forks un lugar hiper aburrido, sin chiste, y sin gente interesante, los únicos ricos, según mi informante, eran Los Cullen, una familia de vampiros vegetarianos, igual de aburridos, cazar animales no tenia chiste, la adrenalina venia al matar a un humano, el solo hecho de ver su cara al notar que no le estabas besando el cuello.
Pero en fin, eso no era lo peor, aquí el clima era muy húmedo, algo que no favorecía del todo a mi hermoso cabello, algo que en verdad me molestaba.
De pronto escuche algo, alguien corría en mi dirección, odiaba las sorpresas, así que quien le daría la sorpresa seria yo, así que corrí a su alcance.
Ojala que no fuera uno de esos Cullen, seguro empezarían con un sermón reglas absurdas que no quería ni oír, y menos respetar; pero si era un humano, me entretendría un ratito.
Casi caigo de la impresión de ver quien venia corriendo, increíble que ella estuviera en el mismo lugar que yo.
-Que hace una asquerosa sanguijuela como tu en un lugar tan patético como este?- dije en el tono burlón con que solía hablarle desde que la conocí - no me digas que ya te aburriste de todo, y para ti este es el lugar que hace juego contigo.

Corria velozmente por el boquecillo de Forks que ya estaba comenzando a memorizar. El viento golpeaba mi cara de lleno y jugando con mi cabello liso y largo, a causa de la velocidad a la que iba. Los aromas golpeaban mi cara brindandome una sensacion de completa libertad. Mi mente por fin se encontraba en blanco, nada que pensar, habia desconectado el cerebro. Aun tenía en mente lo que acababa de hacer en Seattle, sentía el sabor de la sangre de humano en mi paladar.
Estaba tan absorta en mis pensamientos sanguinarios que no percibi que alguien estaba presente hasta que me la tope de frente. Me quede perpleja y confundida ya que mi mente estaba en blanco totalmente. Su voz entro por mis oidos resonando un millon de veces por mi cabeza.Que hace una asquerosa sanguijuela como tu en un lugar tan patético como este. Parpadee atonita ¿Quien demonios se creia para tratarme de esa forma? La analice detalladamente y comprendi que era mi mejor amiga. Sonrei abiertamente y no pude evitar lanzarme a abrazarle. -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Marie!!!!!!- Grite con euforia. Y solte una carcajada.- Por dios me conoces mejor que nadie. Solo estoy aqui por simple divercion, pero tu has de estar muriendo de aburricion como para haber llegado a este infierno.

Ella estaba tan sorprendida como yo, "Marie", seguía siendo la misma Kathe de siempre. Recibí su tierno abrazo, hace mucho que no la veía y seguía estando igual de hermosa que siempre, o tal ves mas, con ese dulce aroma a sangre que provenía de su boca.
-La verdad que si, estaba almorzandome a un pobre infeliz en Seattle y en un tris tras estaba en este pueblo muerto, que es peor a mi, no es mi culpa que este muerto, ¿pero acaso sera tu culpa?- la mire mientras levantaba una de mis cejas- te comiste al pueblo completo?

Era tal y como la recordaba, tanto fisicamente como emocional y sentimentalmente. sonrei ante sus comentarios burlescos.-Claro que si...¿Que caso tiene esta inmortalidad si no puedes disfrutarla al maximo?.- Sonrei con verdadera malicia. ahora me sentia sumamente feliz y completa. Extrañaba a mi "dama de compañia" que mas que eso era mi amiga y mi complice. siempre ayudandome en todo lo que habia necesitado. Tenia tantas y tantas cosas que decirle pero debia tomar el tiempo para saber que habia sido de ella. Aun con mis porblemas seguramente terminaria cortandome la cabeza, sabia lo que diria o por lo menos lo que pensaria: "¿Te has vuelto loca, cierto? ¿Como puedes decir que estas enamorada? Eso ya lo habias dicho antes y mira lo que te paso... Lo peor es que es de dos vampiros que ni te merecen", para ella nadie era suficiente bueno para mi, sabia lo sobréprotectora que se había puesto desde lo de Edmond. -tu sabes que siempre me agrada tenerte cerca...¿Pero que haces aqui?

-Me creerías si te digo que estoy probando a lo que sabe el aburrimiento?- la mire unos instantes, a ver que cara ponía con mi estúpido comentario, y después seguí- miento, hace unos días estuve en Seattle, pues mi ultimo maridito, Henrry, un pobre rico que quería que tuviéramos 20 hijos, que no se de donde se los quería sacar, si no con pastillitas se prendía el pobre, hasta me mando a algo de inseminación artificial, claro que "convencí" a quien lo practico para que no lo hiciera y le dijera a el que si, la cosa es que el anciano tenia tantas ganas de tener buen sexo que se metió no se cuantas pastillas que "le dio un infarto" o eso le hice creer a la prensa, y ahora supuesta mente estoy en un retiro para superar lo de mi Henrry, que "tanto" me dolió su muerte. Pero tu me conoces, solo vine aquí a esconderme unos días, o que me perdieran la pista, y después seguir haciendo de las mías. - dije en mi tono habitual de desencanto.

Siempre sarcastica. Sonrei de lado al escuchar todo lo que decia, en cierta forma ella era como mi maestra. Ambas jugabamos con hombres humanos... Pero no de la misma manera. Yo duraba mas tiempo con ellos y mi don me ayudaba al desenlaze, la "tragica" muerte. Inevitable.
Negue. Saque. Corri la idea de verla lejos de mi despues de tantos siglos. Por lo menos debia seguir con su trabajo, mi "niñera". -Creo que es mejor guardar luto por tu marido, que se encuentre en las manos de dios.- Musite afligida, haciendo desaparecer mi sonrisa y entristecioendo mis ojos.- Un año por lo menos de luto.- Solte una gran caecajada al ver su cara. Era increible que creyera esa zarta de estupideces, ni yo hice eso con Edmond.

Era agradable estar con Kathe, era de las pocas personas que no me regañaban por hacer lo que hacia con los humanos, tal ves era porque me comprendía perfectamente, era lógico después de lo que paso con el bastardo ese, los hombres no se merecían mas.
-Mírame, claro que le guardo el debido luto, traigo puesta esta ropa negra de diseñador, que no es mas que suficiente?, ese anciano no puede pedir mas después de todo lo que le he dado, hasta me sale debiendo, que mujer tan hermosa como yo accede a casarse con un casi vegetal, y estar ahí todas las noches escuchándole, intentando hacer que mínimo su cosa arrugada cobre vida un mini segundo, nadie, ni por todo el dinero del mundo, y yo lo hice querida, durante un mes, fue un verdadero infierno, jajajajajaja.

Frunci el ceño y cerre los ojos. Movi la cabeza de un lado al otro, alejando toda imagen que se atreviera a pasar por mi cabeza. Siempre tan explicita, dando mas detalles de los necesarios.- Marie, ten pudor. Por dios.- Sonrei burlona al hacerle el comentrio.- No hablemos mas de humanos, son simple comida. Nada mas, sin importancial alguna.
Comence a caminar direccion a mi cabaña, ahora solitaria.

No me regañaba pero pedía un poco menos información.
-Cálmate, lo has hecho así que por favor, no me vengas con tonterías Kathe,- camine tras ella, sin saber a donde íbamos- solo quería platicarte mis anécdotas, pero bueno si no quieres oírme pues buscare a quien contarle. Por que no me dices que haces aquí, y por que andas tan rara, no eres la misma sanguijuela que transforme hace tan poco jejejejejeje.

Escuchaba sus suaves pasos de tras de mi. Me pare de golpe me volvi para verla. Todo era cierto, haciamos exactamente lo mismo. Sonrei con verdadera malicia, no eramos muy diferentes. Sus palabras me hicieron recordar aquellos años, ya tan añejos y borrosos. Parecia como si fuera ayer cuando me veia con un vestido y sombrero de poca, muy diferente al ahora.-Que viejos tiempos... Y que bueno que ya no vivimos en esa epoca. Yo solo vine para desaburrirme, ya sabes que no me gusta estar en un lugar varaa, atrapada. Y acabo de llegar de París, tal vez la nostalgia de ese lugar me hace "rara".- sonrei burlona.

No, esa no era mi Kath, podía sentirlo, me ocultaba algo, algo la tenia mal, "dañadita", no mantendría mucho tiempo su secreto, debía contármelo todo, ¿quien maldita sea venia a un pueblo aburrido a desaburrirse?, en otro momento se lo sacaría, ahora le seguiría el jueguito.
-Joder que si han pasado los años, eso de andar por ahí con los senos hasta el cuello no era algo grato, o intentar apretar algo parecido al mármol con ese maldito corset, ahora estas ropas son mas fáciles de usar, mas ajustables, no somos vosotras quienes debemos ajustarnos a ellas. Cambiando de tema, ¿cuando dejaras este lugar tan aburrido y deprimente?o es que ya te has instalado acá?

Sus palabras resonaron en mi cabeza una y otra vez, constantemente. Salir del pueblo era lo mejor, estar ahi simplemente me agobiaba mas me tenia alerta todo el dia, con desesparacion y ansiedad carcomiendome a cada segundo lento, voraz y lastimero. Rehui la mirada de la de Marie, no queria que viera por el espejo de mi alma todo lo que pasaba en mi interioro.-Cierto, muy cierto. Y si me voy de el tedio, solamente estaba esperando a alguien pero aun no llega y ni llegara.- Claro que nunca llegaria, era estupido creer que Matt se apareceria.

Era increible la desesperacion que corria por mi cuerpo. Queria ver a Katherine no podia mas, la sed podia esperar, simplemente no era la misma agonia. Segui el delicioso aroma de Katherine, que me envolvia en unas sensaciones nuevas y exitantes. Pronto vi una cabaña, este lugar era nuevo por completo pero el aroma de Katherine seguia mas adelante y no me alejaria hasta dar con mi objetivo.
Mientras corria seguia pensando en la actitud del vampiro. escondia algo lo sabia ¿Que escondia? Ese seria mi proposito, saber que escondia le vampiro.
Cuanto ams me acercaba a la cabaña el olor se hacia mas intenso y las vi. Dos hermosas mujeres conversando. Paula y Kathy. Mi rostro se ilumino al volver a ver a mi Katherine, la agonia ya estaba desapareciendo conforme acortaba la distancia entre ella y yo.-¡¡¡Kathy!!! Cariño cuanto tiempo sin verte.-Musite con una sonrisa en mi rostro y abriendo los rbazos.- Paula que bueno es volver a verte.

Asi perfecto, cuando menos lo nesecitaba ahi estaba presente. Aparecio de la nada con una sonrisa iluminandole el rostro, dandole un toque angelical, no queria que estuviera ahi, queria que se largara lo mas lejos posible de mi ¿Por que estaba molestando?
Me mostre fria e indiferente, me reusaba a que el vampiro jugara conmigo y mis tontos sentimientos.-Matthew ¿que haces aqui?.-Musite en el tono mas frio que pude emplear. Odiaba que me llamara Kathy, no podia hacerlo pero ya lo estaba llevando acabo, tocaba un punto sensible. Y como rayos conocia a Marie, eso no me agradaba mas.

INTERRUPCIÓN, de pronto apareció el chico ese que acababa de conocer, el que estaba enamorado de mi Kath, entonces todo encajo, o tenia una posible pista, este tipo era quien tenia a Kath con esa cara de angustia que tanto me estaba desesperando.
-Oh, si, igual, un gusto Matt, - dije sonriendole, aun que el hecho de pensar que el le causaba angustia a mi amiga, podía significar que le estaba haciendo daño, muy dudoso puesto que quien con esa cara de perro menso podía hacerle daño a quien amaba?- saben que?, voy a ir a cazar por ahí, te veo al rato Kath.- tenia que darles su espacio.

No, todo iba de mal en peor. Si Marie se iba me perderia por completo, necesitaba el muelle donde amarrar mi barco. La tome del brazo y le reproche con la mirada.-No te vallas.-Sumplique, no queria estar sola con el vampiro.-El que se va es el.-Musite en el mismo tono frio. ¿Como planeba mi propia amiga abandonarme a mi suerte con aquel vampiro? Que cruel e insensata se habia vuelto Marie, mi confidente y ahora me abandonaba a mi suerte.

Sonrei muy complacido al saber que em quedaria solo con mi Kathy, la nesecitaba sin interrupciones constantes, la queria para mi y no se la compartiria ni a su amiga.
Pero Katherine no pensaba lo mismo que yo, el hilo de sus pensamientos no seguia el mio, queria romper toda relacion conmigo, destrozandome e hiriendome.-¿Que te pasa Kathy?.-Musite en tono angustiado, por que esa actitud tan agria conmigo cuando normalmente era fria pero no tanto. ¿Que le habia hecho cambiar de opinion sobre mi?

Estaba a punto de echar a correr y salir de ese lugar, pero algo me lo impidió, la mano de Kath agarrada fuertemente a mi brazo, ¿acaso ella no quería estar con el?, me miro suplicando con los ojos, bien, me quedaría, si ella lo quería estaba bien, el por el, en cambio, pedía lo contrario.
Me quedaría solamente haciendo acto de presencia, pues no tenia que decir, ni modo de reclamarle algo al tipo de lo que ni yo sabia nada de nada.

Como era de esperarse, Paula como buena amiga decidió quedarse y por más que yo le rogara y me hincara suplicando que nos dejara solos no lo haría, aunque me ridiculizara ante ellas suplicando un poco de privacidad. Simplemente no lo haría y yo pronto me di por vencido, ahora esperaba que no se entrometiera en cosas que no le incumbían. Las palabras de Kathy habían perdido aquella severidad, apartando las agujas que antes había utilizado para desgarrar mi corazón y sentimientos con su devastadora frialdad. Nuestras miradas se encontraron, envolviéndose en una sola. Su expresión se tornó diferente, ya no había tanta frialdad ahora era cautelosa, estaba esperando algo de mi parte, lo presentía. Suspire, llenando mis pulmones hasta el máximo y solté todo el aire en casi un gemido. Era increíble que me destrozara por la indiferencia de una mujer, jamás lo había hecho y ahora que lo hacía comenzaba a cansarme, pero en parte yo tenía la culpa de aquella actitud tan fría por su parte ya que jamás le daba señas de que me interesara. Siempre había tomado a las mujeres como un jugo, un pasatiempo y Kathy lo había visto, tal vez por eso su actitud conmigo, temía a que ella fuera un juego. Lo mejor sería ser más directo.- Tu bien sabes que solo estoy aquí por ti, Katherine, no hay otra cosa que me retenga en este pueblo inmundo… No es otra cosa que tú y solo tu ¿Qué no lo ves?- Dije con ternura y amor, cosas que jamás había denotado antes.- ¿Podrías pedirle a Paula que nos dejara un momento a solas? -Pedí. Rogué. Implore.

Por supuesto, yo quería largarme de ahí, "si si, los dejo solos, díganse o háganse lo que quieran, pero sin mi para verlo u oírlo" no era de mi agrado ver algo como esto, la declaración de amor de un vampiro a otro, mas desagradable aun que fuera hacia mi Kath, muy vergonzoso para mi, tal ves ella sentía igual.
Así que mire a Kath en forma de suplica, estaba segura de que no me dejaría ir, aun así un intento no estaría mal.

El solo hecho de escucharlo fue como un "en sus marcas listos fuera", y salí corriendo, recordando sus instrucciones, lo suficientemente cerca, si aun podía oír sus cursilerias, así sabría cuando me necesitaría pero no estaría ahí estorbando, mirando la cara de ambos, a punto de morirme de la risa por las cosas que decía Matt, ahora podía mofarme pero sin que el lo supiera.
Me detuve como a unos 20 metros, a ver si encontraba una buena presa por ahí, así cubriría dos cosas: mi hambre y la seguridad de Kath.