Roma, hermoso lugar. (Mañana nublada. Katherine, libre)

Estaba claro que este no era un buen día. Todo corría en la dirección perfecta con Dmitry, pero la aparición repentina de Matt lo hecho todo a perder. Cuando creía que las cosas no podían ir peor, que simplemente no se me podrán salir de las manos, sucedió exactamente todo lo opuesto. Las cosas suceden por una sola cosa. La vida siempre tiene destinado para ti un final que no puedes cambiar, aunque lo desees con todas tus fuerzas, aunque seas un inmortal y creas tenerlo todo. El poder y la influencia de todo, simplemente te vez pequeño cuando no hay otra alternativa, otra opción.
Los brazos de Matt comenzaban a dejar de aprisionarme, con un paso deliberadamente lento, indeciso incluso. La impaciencia de Dmitry se lo trago por completo y termino por ir a mi rescate. Sentí, de golpe, que Matt ya no estaba cerca ni un milímetro más. Ahora volaba por los aires a causa de la fuerza con al que el otro vampiro lo había empujado. La reacción de Matt era esperada, se volvió amenazante, su mirada era cruel, indiferente y hostil contra Dmitry, que estaba pocos pasos de mí. Matt volvía a acercarse con decisión, sin temor alguno.
Di unos pasos decididos para postrarme en medio de los dos, la pelea se desataría antes de lo que podía esperar, pero no sería mala idea tratar de apaciguar a los dos. Puse una mano sobre el pecho de Dmitry para detener cualquier movimiento que planeara hacer y la otra sobre el pecho de Matt, que ya estaba demasiado cerca, y que tenía las mismas intenciones.-No existe la necesidad de que peleemos ¿Estamos de acuerdo?-Inquirí con mis miradas volando de una vampiro al otro. Sin amenaza alguna, con amabilidad y toda la tranquilidad que me fuera posible.

El astuto vampiro comenzaba a avanzar hacia nosotros, tense mis músculos y me prepare para darle su merecido. Eso con mucho gusto lo hubiese cumplido si no hubiese sido que Katherine me freno.
Tenia toda la razón. No era necesario pelear, nos podría ver algún humano y eso significaría problemas...
Tome consciencia y me calme. Todo estaba tan bien y de golpe apareció Matt y arruino todo. Eso me frustraba. Pero logre calmarme.
Tienes razón Katherine, no hay necesidad.- dije suspirando. Afloje mis músculos y dirigí mi mirada hacia el vampiro.
Mira Matt, disculpa, pero en todo caso la que debe decidir es Katherine, y cada uno, si la ama, debe de aceptar su decisión, de lo contrario lo único que ganaría seria su odio.- Creí saber lo que diría el vampiro: 'Tu no me das ordenes a mi' o algo así. La verdad era complicado hablar con ese hombre.
Su cambio de dieta hizo que se vuelva mas débil, Katherine estaba en contra de todo tipo de lucha y yo no tenia ánimos para pelear. Esas razones eran suficientes para no combatir.

No cabía ni la menor duda que el cobarde ahí ya había salido a la luz, ese Dmitry y su aire de superioridad... Si muy cierto tenía músculos y hasta de más, pero no tenía la astucia e inteligencia que yo gozaba plenamente y ahora más aclarada por esa alimentación tan asquerosa. Se hubiera desatado una batalla sino hubiera sido por que Kathy nos frenó en seco, y como era debido yo no la lastimaría, no a mi razón de existir. Su voz sonó con una tranquilidad que llego hasta mi conmoviendo cada célula de mi ser, solo porque ella lo pedía no causaría ningún problema... No por ahora.-No te conviene hacerme enfadar, Dmitry.- Las últimas palabras que había dicho fueron de una forma despectiva y frívola, pero sin perder la aparente tranquilidad que me envolvía. Me asalto por completo la incredulidad, me le quede viendo con el rostro lleno de una inexpresión total, solo mantenía una ceja elevada, para luego dejar entre ver una sonrisa burlona. Realmente lo que menos me importaba era meterme en líos por un tonto como ese vampiro.-Ok, ok, está bien, ok cariño. Solo porque tú me lo pides.-Musite mientras veía a Kathy.-Veo que sigues siendo un ser pacifico, "amigo".-Mi tono de voz era divertido, aunque la situación no tuviera nada de ello, pero valía probar, llamar de aquella forma la atención de Romeo.

Sentí una tranquilidad inmensa cuando ambos vampiros se tranquilizaron, mi intento había dado frutos. Pero ese vampiro llamado Matt solo intentaba llevar esta conversación a algo más intrépido y peligroso para los dos, si deseaba que lo mataran yo no lo detendría, a ninguno de los dos. Voltee a ver con una mirada de total inconformidad, no era debido decir aquellas cosa cuando ni siquiera conocía a Dmitry.-Y yo puedo observar en ti que sigues siendo el mismo egoísta y altanero, Matt.-Dije con media sonrisa dibujándose en mi rostro.
Aun existía la inmensa duda del por qué el vampiro había cambiado de dieta tan repentinamente. De Dmitry ya lo sabía y lo comprendía a la perfección, pero de Matt no lograba comprenderlo por completo. ¿Se habría casado de matar a humanos? ¿Deseaba redimir su camino, tener un alma y ser más civilizado? ¿Un intento fallido de humano? Tal cual como los Cullen... Entre cerré los ojos al recordar a aquellos vampiros vegetariano y caritativos, tratando de ayudar a los humanos y sus insignificantes vidas. Cada una de las que había conocido tenían la misma idea, Alice, Bella, Renesmee y Rosalie... Escuche el "clic" en mi cabeza, el foco se había prendido en mi interior. Ahora comprendía por que cambiaba de dieta.-Tu dieta la cambiaste por ella ¿no?-Dije con tono acido, reclamando. Escuche el rechinar de mis dientes y lo fulmine con la mirada. Claro no existía otra razón para que hubiera cambiado de dieta más que por esa estúpida vampira de cabellos rubios y ademanes de superioridad.- ¡Contesta! Es por esa estúpida de Rosalie ¿Verdad?-Volví a insistir ahora cerrando los puños y esperando su respuesta.

Tac, tac, tac... estaba aburrida de tanto caminar, de no hablar con nadie conocido, Por más consuelo que haya encontrado en las prendas de última moda que conseguí para el duende de Alice, no bastaba.... Suspiré rendida, decidida a pulular un rato más y luego vería lo mejor. Pero....en ese momento fue cuando escuché esa voz nombrarme e insultarme. No pude evitar reirme y apurar el paso. -Ejem...-carraspeé con entusiasmo, interrumpiendo, para que den con mi presencia -¿Qué tal cariño?- le sonreí radiante a la vampira y luego a Matt, notando un extraño acontecimiento, una diferencia. La sorpresa se apoderó de mí y no pude disimular,él estaba diferente. Pero, también estaba el otro, Dmitry, había platicado un par de veces con él, mientras nos encontrábamos en medio de una disputa, pero hubiera jurado que era vegetariano, ahora sus ojos eran escarlatas como los de Owen. -Veo que me perdí un par de cosas mientras iba de shopping, ¿Problemas amorosos Kath?- Cuando concluí, me di cuanta que en realidad no tenía motivo alguno de estar ahí y de que esa chica realmente tenía problemas. Esperaba con entusiasmo estúpido que ya no me odiara por eso fui lo más amable posible, aunque siempre mantuve mi distancia ya que su olor no era de mi agrado. Matt, era radiante hasta enojado, pero también mantuve distancia con él, por las dudas...

Katherine se enojo bastante cuando la idea de que Rosalie, esa vegetariana que estaba en la mansión aquel día, estaba implicada con Matt. La verdad, no me sorprendía.
Tome a Katherine por el hombro y la acaricie. -Tranquila, como vos dijiste, no hay necesidad de pelear.
En eso, apareció la tal Rosalie. Sus palabras sonaban tan soberbias.
Me quede callado prestando atención a los movimientos de los vampiros.

Enarqué una ceja ante los comentarios de Kathy, en realidad tenía toda la razón. Aparentemente había cambiado mi dieta por circunstancias de las que luego le explicaría. Exploto. Salían chispas de sus ojos escarlatas y de sus labios salían palabras iracundas, teñidas de veneno. Sonreí y negué con la cabeza.-Kathy, cariño, no fue por ell...-No termine de decir nada por que el aroma dulzón de Rosalie comenzaba a envolverme, carraspeo un par de veces para así llamar nuestra atención, su voz tersa y con sonido a campanillas me distrajo por completo, atravesando el espacio que existía entre ella y nosotros. Respire profundamente, que momento tan más adecuado habíamos escogido para encontrarnos. Me volví a ver a la vampira que nos miraba con cautela, al tanto de cada uno de nuestros movimientos.-Rose, linda, cuanto tiempo sin verte.-Musite con dulzura y amabilidad, con ese tono que siempre usaba para ella, y que claro no era igual al que usaba con Kathy. Camine hasta posarme frente a ella y tome su mano besándola levemente. Esto no era más que un error, mostrar aprecio hacía Rosalie en frente de Katherine me daba la completa desventaja y más si no le explicaba a Katherine en lo que consistían mis planes. Todo podía salirse de mis manos en cualquier momento y no estaba dispuesto a perder a Katherine, no tan fácilmente.

Al sentir las caricias que me brindaba Dmitry sentía la paz volver a mí, poco a poco. Esperaría la explicación que Matt tuviera, tratar de convencerme era difícil, tal vez lo lograra tal vez no.
El aroma dulzón de un nuevo vampiro acercándose nos envolvió de pronto y la voz que lo acompaño quebranto por completo esa paz que ya había obtenido. Esa vampira hizo acto de presencia, como si de solo nombrarla aparecía mágicamente. Carraspeo un par de veces para llamar nuestra atención, siempre queriendo ser el centro del universo y de todos a su alrededor. Trate de no enfurecerme, sin perder los ojos de Matt, solo lo miraría a él y a Dmitry, ella no valía la pena, no gastaría mi valioso tiempo. Pero era imposible su sola presencia me molestaba del todo y los actos del vampiro para con ella me molestaban aún más. ¿Cómo había sido posible que salir huyendo del pueblo aburrido para tratar de buscar paz y tranquilidad hubiera sido solo un intento fallido? Se suponía que escapaba de ellos y del tremendo coraje que me causaban, pero ahí estaban queriéndome hacer la vida imposible una y otra y otra vez.
Pelearme con ella no era una opción y hasta yo misma había frenado una posible pelea entre Dmitry y Matt. Suspire un par de veces y cerré los ojos con fuerza y determinación, no le seguiría el jueguito por el momento, tendría que aclarar asuntos con ella después. Camine hasta donde Dmitry y me cruce de brazos, fulminando a Rosalie y Matt con la mirada.-Ya veo que la respuesta es sí.-Dije con amargura a Matt.- Y a ti no te debo de dar ninguna explicación de mis asuntos personales. Me dirigí a la vampira sin mirarla, con arrogancia y desdén.

Me sentía extraña, por primera vez. El chico Dimitry estaba pendiente de Owen, Matt, a parte de estar a la defensiva, estaba dando explicaciones? Al parecer me había perdido de algo.
La perfecta escultura de hombre, se dirigió a mi con una voz tenue y dulcemente etérea, mientras tomaba mi mano y la besaba suavemente. A pesar de que no lo sentí falso, fue extraño. Me frustraba el echo de estar en medio de una situación y no comprender nada...-Lo mismo digo querido Matt...- le regalé una sonrisa sencilla y tan radiante como lo era mi presencia. Al fin y al cabo se lo merecía. Su aroma de menta fresca me trajo recuerdos y me regaló inconscientemente una pizca de comodidad en medio de esa súbita reunión.
Los pasos de Owen fueron firmes y fuertes, tomó lugar al lado del vampiro ahora carnívoro. Pero, no comprendía ya que estaban bastante cerca. ¿Katherine no era pareja de Matt? Su voz prominente me despabiló. -En realidad fue por cortesía, no tengo deseos de conocer tus problemas- me dirigí con detenimiento, neutralmente. -Matt, lamento interrumpir su reunión, no me resistí... ¿Desde cuando tus ojos son de ese color? ¿Que sucedió?- perfectos como él, ahora eran de color de la miel. Su mirada parecía tener dulzura líquida, tan impactante como emocionante... -Veo que vos también sufriste un cambio...- me dirigí al vampiro que estaba al lado de Katherine con respeto, ya que su aspecto me obligaba a comportarme así.

Matt y la vegetariana se llevaban demasiado bien, demasiado cortés. Era de suponer que tenían algo.
Abrase a Katherine cuando se acerco con esa mirada de odio hacia los otros vampiros y asentí hacia el comentario que Rosalie me había hecho.
La verdad que no entendía que era lo que estaba haciendo Matt...intentaba conquistar a Katherine, pero al mismo tiempo era tan servicial con Rosalie.
Mi mirada era tranquila y pasiva, pero eso no quería decir que estaba bien alerta.

En realidad la respuesta era no. Yo no cambiaba mi dieta por Rosalie sino por otros planes de los cuales ella se enteraría después, a solas, cuando los vampiros que bien podían ser un peligro para mi trampa, estuvieran lejos, si alguno de ellos dos se enterara tendría que morir.
Ahora ella me veía con reproche y culpándome de alguna cosa. Explicaciones, explicaciones. Tener que darlas era demasiado difícil y más en partida doble.-Ya te lo advertí una vez Dmitry.- Musite en tono frio y áspero.- Y les daré una breve explicación del por qué cambie de dieta... Sucede que me e cansado de matar humanos, siento que no tengo alma, he sido un ser malo y quiero remediarlo. Por eso cambie de dieta, por eso y algunas otras cosas más.- Musite con una leve sonrisa y una mirada significativa a Rosalie y otra más a Katherine.

Mire a otro lado, tratando de ignorar a la Barbie y Matt, que se proporcionaban gestos dulces y simpatizando completamente. Los celos corroían mi ser, carcomiéndome por dentro. Sentí los brazos de Dmitry ejercer fuerza alrededor de mi cintura, pero aun así no lograba conciliar la paz que él tanto me brindaba, ahora solo era inútil.
Aun con toda mi furia y orgullo tuve que mirar a Matt nuevamente ahora que explicaba porque el cambio de su dieta, que en cierto modo me causaba mucha curiosidad saberlo.
Escuche con toda la atención, puse los ojos en blanco y bufe, no decía más que estupideces. ¿Él tenía conciencia? ¿Pretendía ser bueno? ¿Se había cansado de la sangre humana? Solté una carcajada llena de burla y diversión. Esto no era más que una tomada de pelo. Me estaba timando. Bufándose a lo grande. Me deshice de los brazos de Dmitry con un movimiento grácil y lleno de cuidado para que no lo tomara a mal, y me encamine hasta posarme frente a Matt, dándole la espalda a Rosalie.-Por dios Matt... ¿A qué estás jugando? ¿A quién pretendes engañar?-Musite aun con burla y una gran sonrisa en mi semblante.

-Matt... lo lamento, creo que se puede tomar tranquilamente esa decisión, pero es imposible hacerlo de un día para el otro- Su versión no era creíble, lo notaba algo nervioso y me molestaba mucho que se sienta incómodo, pero mucho más me molestaban las mentiras. Abracé mi pecho y me corrí rapidamente al momento que Owen se acercaba demasiado a Matt, luego de soltarse de la prisión que significaban los brazos de aquel vampiro. Arrugué mi nariz, no entendía porque me resultaba extremadamente desagradable su olor. Que peste... pensé. Ella le habló en tono burlón, Ingrata... se lo mucho que te mueres por él... Pero, callé a pesar de querer saber por qué estaba con el otro vampiro si en realidad lo "quería" a Matt.
Con atrevimiento a mi altura, acoté mi pensamiento. -Cariño... por qué te haces tanto problema?- me dirigí con ironía a Kath -En fin, es la decisión de él. No puedes hacer más que respetarla...- Aguantando la respiración con gestos exagerados a propósito me acerqué un tanto a ella -Además... -continué con tono más bajo -debo felicitarte! jamás creí que alguien podía llegar a fijarse en vos...pero, veo que me equivoque. Sobre gustos no hay nada escritos- le dije con mucho entusiasmo y una hermosa sonrisa. Acomodé mi cabello en mis hombros al momento que le indicaba por medio de una seña a Dmitry. No quería pelear, pero quería conocer su reacción, ver cuál era su punto débil.
Hermosa, tal cuál siempre yo lo había sido, me deslicé con cautela tan solo unos pasos lejos de ella, solo por si acaso.

Sonreí una vez más y negué con la cabeza. Esa vampira me conocía muy bien, simplemente planes y nada más. Fruncí el ceño ante los comentario de Rosalie sobre mi dieta, claro no era fácil pero la llevaría por simple propósito.-No es una broma, encantos. Y Rose, yo lo que me propongo lo cumplo...Aunque debo admitir que esto es algo duro, pero ya tiene algo de tiempo con esto, sino mal recuerdo tu y yo no nos hemos visto desde hace mucho y nos perdimos de varias cosas.- Musite sin perder la amabilidad y la dulzura que acompañaban mi voz.
Abrí los ojos como platos al escuchar lo que le decía Rosalie a Katherine. No hagas estupideces, Rosalie, te puede matar y yo no la puedo controlar tan fácilmente. Tome las muñecas de Katherine con vehemencia, por si se sobresaltaba ante las palabras llenas de veneno de Rosalie, y me aleje unos cuantos pasos por si así lo hacía, arrastrándola conmigo.
Entrecerré más los ojos, ¿Cómo podía sacar esas deducciones tan insulsas? No conocía a Katherine, no sabía cómo era y no todo se basaba en el físico, aunque Kathy era igual de hermosa que Rose.- Rose... Por favor, no la tientes a que te haga daño.- Suplique.
Me acerque al oído de Katherine, hablando en un susurro por lo más bajo, donde solamente ella me escuchara.- Tengo tantas cosas que explicarte...Pero ahora no se puede, será otro momento.-Dije en el mismo susurro.- Y te pido de favor que te controles, querida, tu mima has dicho que no tiene caso pelear.- Le reprimí con voz serena y en un tono más alto.

Bien, en este embrollo, yo tenia algo de participación, pero no me apetecía quedarme a discutir.
Creo que iba a ser mejor para las tres personas que yo me valla.
Katherine, hermosa, me voy. No tiene sentido que me quede.
Dirigí mi mirada a Matt.
Matt, siento todos los problemas que te he causado. No volverá a suceder.
Hice una reverencia hacia la vegetariana, pegue media vuelta y desaparecí de ese lugar.

-No, Dmitry...- con velocidad inhumana los tomé por su brazo en un contacto imperceptible, lo mínimo y necesario. Luego automáticamente lo solté volviendo a cruzar los míos, pero ahora en otro lugar mucho más alejado. Era rápido... -La que está fuera de lugar soy yo...-le dirigí una mirada arrogante a Matt -Los secretos y los misterios no me agradan, y parece que nadie está dispuesto a llevar una conversación fluida, yo me voy- Imaginé que no quería apartarse de la carnívora Owen, y la verdad que no quería involucrarme en un lío o en problemas sin sentido, completamente estúpidos, Yo me largo, tengo mejores cosas que hacer que pedir explicaciones a personas insulsas...que no estás dispuestas a darlas...
Tomé mi cartera de razo con seguridad y con una vuelta colmada de gracia, le di la espalda al Dmitry -Adios encantos...- los saludé con la mano mientras les sonreía fastidiada; renaudé mi paso y me fuí alejando, dejando que mi perfume impactara en sus alrededores con presencia. Vampiro Idiota, quedate con tu Kat...Idiota

Sonreí burlón, que se largara él me daba igual, si moría o no, también. Pero que Rosalie se fuera era un punto totalmente en contra. Corrí hasta posarme a su lado y la tome delicadamente del brazo.- Rose, querida, no guardo ningún te guardo ningún secreto, no a ti.- Musité en el tono más amable y viéndole a los ojos.- Es que no quiero que otras personas se enteren de mi vida. ¿Qué te perece si tú y yo damos una vuelta y te cuento todo?- Pregunte y suplique, no me denigraba en lo absoluto. Rogarle era lo mejor que podía hacer en estos precisos momentos, luego aclararía ciertas cosas con Kathy.

Todo comenzaba a amortiguarse. Los vampiros de cabellos rubios se marchaban, agradecía que Rosalie se largara, pero Dmitry... Tenía la sensación que jamás volvería verle, algo, una chispa de intuición. No dije nada a su despedida, que parecía ser permanente, solo asentí y sonreí.
Matt acompañaba a Rosalie a dar una vuelta, me enfurecía pero eran sus decisiones, solamente confusas, pero le pertenecían. Me voltee y camine en dirección contraria a los tres vampiros, con dos sensaciones. La primera, sentía que esta era la última vez que vería a Dmitry. Y la segunda, las palabras de Matt resonando en mi cabeza mil veces, le tendría que ver de nuevo para aclarar esos puntos.