Un peligroso encuentro (Maria, libre, mañana soleada)

Este lugar parecía peor que un cementerio, estaba solo, y donde había gente no podía ir porque corría el riesgo de desayunarme a alguien y que terminara pagandolo con mi vida, la cual ahora no quería que se acabara.
Llegue hasta donde había comenzado todo esto, el rió, donde hasta hace unas semanas me azotaba contra las rocas estúpidamente. Mire mi reflejo, vestida con todas esas prendas costosas que Luna me había comprado para no parecer pordiosera, no lucia como antes, con mis cabellos enmarañados y mis ropas traslucidas, que dejaban ver mas de lo necesario según los humanos, no me importaba, pero a ella si, y si quería hacerle creer que quería volver a ser como ella, tenia que cooperar.
Levante la mirada, volver o no al bosque, volver o no a casa, mi mirada se quedo en un punto negro que se acercaba, era una persona, o mas bien un vampiro, al parecer venia en mi dirección corriendo a un buena velocidad.
Cuando estuvo lo suficiente cerca pude notar con mas detalle sus rasgos, tenia apariencia de mujer, era bella, como todos nosotros, su piel era un poco apiñonada, pero pálida, era raro. Su hermoso cabello negro hondeaba rápidamente, tenia un gesto molesto, que hubiera espantado a un humano añadido a sus ojos rojos.
Me quede esperando a que llegara hasta mi, que quería?

Estaba aburrida, todo esto del secuestro de la niña me traía con los pelos de punta, volví a Forks junto con Matt para descansar de ese lugar tan congelado y sin gente para comer.
Me dejo sola un momento para cazar a gusto cada quien por su lado.
Cuando por fin termine de alimentarme volví al bosque de Forks.
Había demasiada paz en el aire, como si de pronto todos hubieran muerto, algo muy extraño, usualmente había vampiros "vegetarianos" por el bosque alimentándose de algún animal inocente.
Ya había olvidado lo monótono que era este lugar.
Llegue al tan pacifico río, que incluso parecía estar lleno de agua perezosa, con ella llego un aroma conocido, Lunita andaba cerca, mire en todas las direcciones y no la halle, tal ves si corría en dirección contraria al cause del río, la encontraría.
Corrí hasta que la vi, algo lejana, pero en segundos llegaría hasta donde se encontraba. Me miraba como si nunca antes lo hubiera echo, diferente a aquella única vez, con desinterés pero con algo de odio, lógicamente porque supuso que yo era algo mas que una amiga de Antonio, ahora parecía querer conocerme. Cuando estuve a pocos metros vi que había algo diferente en ella, y no era solo una cosa, eran varias, sus ojos ya no tenían ese liquido color que delataba su débil forma de ser, ahora tenían un rojo muy intenso, que novedoso, en estos pocos días la niña había decidido alimentarse de lo que debía.Pero había lago mas, parecía mas flacucha de lo que la recordaba y sus pequeños pechos ahora eran mínimos, muy extraño.
Cuando me pare a pocos centímetros de ella llego la mas grande diferencia, era alta, pocos centímetros mas que yo, tal ves los mismo que le faltaban para alcanzarme aquella ocasión que la vi.
-Wow Lunita querida, parece que el echo de cambiar tu vida aburrida por la de un vampiro común y corriente te cambio y mucho, desapareció tu cuerpecillo de adolescente, no sabia que eso fuera posible, pero parecía que si, las sorpresas que nos da esta vida no crees?

Una mas, que raro, ahora con estas ropas me parecía aun mas a Luna, pero que gracioso fue escucharla, fingiendo ser bromista pero con la voz repleta de odio, que le había echo Luna para que ella la odiara de ese modo.
Muy gracioso y estúpido lo que decía, quien podría creer que un vampiro cambiara la forma de su cuerpo por comer animales o humanos, estúpido estúpido estúpido, al parecer tenia en lugar de cerebro una bola de mierda en la cabeza.
No sabia que contestarle, dejarla que siguiera pensando estupideces o sacarla de su error, la primera opción tal ves me dejaría ver que tanto odiaba a Luna, la segunda podía tener dos finales, o me decía porque la odiaba o simplemente se iba viendo que no era yo quien había creído.
-Cuerpecillo de adolescente?-la mire incrédula, era al menos 10 centímetros mas pequeña que yo - vaya, en que te molestaba que yo tuviese un cuerpo de una niña?, prefieres que tenga un super desarrollado cuerpo como tu?- no era necesario conocerla para saber que era un de esas tan famosas mujeres fáciles, tenia muy marcada la facha, la forma de vestir, caminar, hablar, hasta sus ojos lo tenían, claro tenia un cuerpo sexy, el arma perfecta - quieres que te haga competencia en tu negocio de vendedora de caricias inmortal? - dije con malicia, no iba dejar que ofendiera a mi hermana, en el fondo la amaba, y una prostituta cualquiera no iba venir a molestarla.

Corría pensativo por el bosque. Luna era la dueña de mis pensamientos en esos momentos. No sabía qué tipo de pesquisas había hecho con esa insólita visita, tal vez estaba más cerca de la verdad y no se daba cuenta... O sí. Entonces debía ser más cuidadoso la próxima vez, envolver mi destacable efluvio con los de Katherine, Paula, Amelia y Anya era una cosa imperdonable.
Suspire y me detuve pensativo en qué hacer si las cosas se ponían grisáceas. El viento trajo hasta mí el efluvio de Paula acompañado de otro igualmente dulzor. Sendra. Claro la desquiciada hermana de Luna era un buen pretexto. Sonreí con malicia, ya había encontrado un clavo del cual agarrarme.
Corrí en dirección al aroma. Salí de un costado de donde estaba las vampiras, frente a frente. Paula era más baja que Sendra, muy impresionante. ¿Cómo sería de alta Luna si se hubiera terminado de desarrollar? Tal vez más que su hermana, tal vez de mi estatura.
Enarqué una ceja y me cruce de brazos recargándome en un gigantesco árbol mirando el enfrentamiento que tenían ambas vampiras. Seguramente Paula creía que esa era Luna.
Era cierto, Paula creía que esa era Luna. Solté una carcajada estruendosa al escuchar las ofensas dirigidas a Paula. Negué con la cabeza y me encamine hasta posarme a un costado de Paula y rodeándola de los hombros.-No seas tan grosera, pequeña. Porque si ella desea arrancarte la cabeza yo no la detendré, prefiero echarme encima a tu familia a que a mi Katherine.- Musite en tono de burla mientras la miraba desde el pedestal de donde estaba. Al parecer de lejos se veía muy alta, pero de frente no lo era tanto.

Esperaba la respuesta de ... como quiera que se llamara, a mi dulce defensa de mi hermanita, por la cual me estaba haciendo pasar, seguro que ella no podría defenderse de la manera que se debía, siempre había sido muy frágil y no le gustaba hacer enfadar a la gente, pero ese no era mi caso, yo le iba decir sus cosas a esta cosa.
Una carcajada me saco de onda, conocía esa "risa", Mattew Baker, pero que lindo recuerdo vino a mi mente, el y su guarda espaldas, Katherine, pero que interesante encuentro.
Apenas gire mi cabeza para escucharle acercarse hasta nosotras.
Al parecer era famoso en este pueblecillo, por lo que a quien tenia enfrente la conocía, y al parecer era algo muy allegado a su guarda espaldas puesto que esta se pondría mal si el dejaba que yo, por alguna extraña razón, le hiciera daño. Lamentablemente el sabia que yo no era Luna, ya lo tenia muy claro, y seguramente se lo haría saber a ella.
Rasque mi frente, no entendía, que le había echo creer a el que yo quería arrancarle la cabeza a eso, si con ella o sin ella seria lo mismo, al parecer lo único que valía, y eso para los hombres, era del cuello para abajo.
-Oh Matt, pero que crees que soy?, que te ha echo pensar que yo quiero hacerle daño?, yo estaba muy tranquila mirando el rió cuando ella decidió venir a "saludarme" cordialmente, aquí todo esta muy relajado, nadie le hará daño a nadie, verdad? - dije mirándola, no había por que darle explicaciones, pero debía saber que la que buscaba problemas aquí era ella, yo me encontraba en paz.

Era evidente que me odiaba, seguro era por Antonio, razón por la que yo en algún momento decidí que ella dejaría de existir, pero ahora ya no era el, era Andres, que no dejaba de pensar todo el tiempo en ella.
Este era un buen momento para hacer que desapareciera, solas, ella y yo, nadie se enteraría, ademas según yo estaba en Rusia, en uno de mis miles viajes, nadie me había visto llegar a Forks, nadie sospecharía de mi, ademas que nadie sabia que yo estaba locamente enamorada de Andres. Todos se preguntarían ¿quien habría querido hacerle daño a una persona tan dulce y buena como Luna? , pues yo, solo yo.
Si, claro que su cuerpo me molestaba, de principio eso era lo que había echo que Andres se fijara en ella, por su gran parecido con su gran amor de su vida humana, y si, ni yo podía fingir que básicamente eso fui hasta hace poco, una "vendedora de caricias" como ella había dicho, al menos yo no vendía una imagen falsa de mustia, la cual al parecer se acababa de quitar.
Masticaba cada una de sus palabras, encontrándole una respuesta a cada una cuando Matt apareció, quien sabe cuanto tiempo había estado ahí observando, pero se delato con una de esas carcajadas que tanto le caracterizaban.
Se paro junto a mi, como en forma de apoyo o que se yo, no lo había tenido tan cerca hasta ahora, en gran amor de mi mejor amiga ahora me protegía para no tener problemas con ella, que bonito; y mas bonito que pensó que la que quería hacerme daño era ella, y no al revés como en realidad era.
Levante una ceja escuchando lo que decía la "linda" Luna, tan cobarde, de inmediato defendiéndose, que aburrido.
-Si claro, como tu digas niña - dije en tono irónico, no desmentía a Matt, pero tampoco decía que ella tenia la razón, imparcial, Matt no me conocía del todo, pero sabia lo suficiente para saber quien de las dos era la que quería arrancarle la cabeza a la otra, ademas el no necesitaba enterarse de nuestros asuntos.

Nada bueno podía sacar si juntábamos a Sendra con Paula. Seguramente terminarían haciendo o tramando alguna cosa una en contra de la otra... No lograba saberlo a ciencia cierta, tal vez el rumbo tomaba un giro intensamente inesperado.
Deje caer mis brazos a los costados y los hombros relajados totalmente, no tenía nada de qué preocuparme... Nunca me había preocupado por nada y menos ahora.
Suspire y una sonrisa seductora y picara adorno mi rostro. Lamentaba tanto echarle a perder el teatrito a Sendra... La verdad me valía un comino, se lo echaría a perder de todos modos.- Sendra, cielo, sabemos que no era un pan de dios. En cambio tu hermana, Luna, sí que lo es...- Comencé a caminar de un lado a otro, poniendo mi mano en la barbilla y frunciendo el ceño, en gesto pensador.- Me pregunto algo... ¿Cuánto odias a tu hermana? ¿Qué serías capaz de hacer para dañarla?- Dije manteniendo la sonrisa llena de burla en mi gesto pensador. Me detuve y tome su rostro con ambas manos, clavándole la mirada- No te sorprendas, cielo, pero yo tuve un hermano y lo odie lo bastante como para matarlo yo mismo. Y soy un perfecto observador, así que ni te impresiones, esa es una de mis cualidades. Odias a tu hermana, lo supe desde el día en que te confundí con ella.- Sentencie con los ojos brillando de excitación. ¿Cómo no odiar a la oveja blanca?- Tu y yo somos más parecido de lo que piensas, somos las ovejas negras.
Solté el rostro de Sendra y me erguí, solo la mirada desde mi altura esperando a su respuesta.

Como es que aun creía que yo era Luna, en verdad era tonta, no podía creerlo, pero aquí tenia a su consejero quien la sacaría de su absurda confusión. En cuanto le escuche mencionar mi nombre fue como escuchar que rompían en trocitos mi libreto, sonreí abiertamente, mirando a la mujer, que tenia una cara de tonta al ver que le había tomado el pelo tan fácilmente, y sin siquiera haberlo planeado.
Ya que, no podía seguir fingiendo ser Luna toda la vida, no me salia bien. Aun así podía seguir mostrando le su cruel realidad a la mujerzuela.
Me quede mirándolo, tenia razón, cada palabra que decía estaba tan llena de seguridad que parecía que el me conocía desde hace mucho tiempo, o que habíamos tenido una larga charla. Nadie nunca me había hablado de ese modo, y mucho menos me habían obligado a prestarles atención de aquel modo, últimamente les causaba temor mi "locura", así que simplemente me ignoraban y se alejaban de mi.
Seguí sonriendo hasta que Matt termino su corto discurso, entonces regrese mi mirada a ella y le guiñe un ojo, no en forma de juego era mas bien un "ya viste que no soy Luna?", -lo se lo se Matthew, yo no soy un pan de dios, Luna y yo somos tan diferentes, pero tampoco me compares con ... - dije recordando que aun no sabia su nombre - bueno como se llame, y si, claro que la odio, y mas, pero quien le hará daño soy yo, no cual quier otra, y mientras ella este a salvo de mi amm como llamarle? "venganza", cuidare de que nadie se me adelante. Seguro comprendes, ya que dices que somos parecidos, al menos en eso. - fue entonces que me dio curiosidad saber que traía esa mujer en contra de mi hermana, seguro Matt podría aclarar mi duda - por cierto Matthew, tu sabes quien es ella, y por que quiere hacerle daño a mi hermana. Me gusta saber cual es mi competencia.

¿Sendra?, ahora entendía porque tantos pequeños detalles, pequeños pero importantes, que estúpida me sentía ahora al recordar lo que le había dicho sobre el cambio de su cuerpo, agradecía que Matt no hubiera escuchado esa tremenda tontería.
Escuche atentamente, al parecer ella era su hermana, quien la odiaba al igual que yo, pero no me dejaría hacerle el mas mínimo daño, y por lo visto ni en palabras podía hacerlo, pues ella la defendería a capa y espada, con tal de ser ella quien la destruyera, quería darse el gusto. Por ello Sendra me había agarrado tanto odio de repente, saber que yo podía robarle el triunfo no le agrado nada, pero yo podía ayudarla a lograrlo, seria mas sencillo.
-Soy Paula - dije obligandola a que dejara de ignorar que yo estaba presente, escuchando como se expresaba de mi frente a Matt - y ahora que ya te divertiste viendo mi confusión, déjame decirte que como ya notaste, compartimos un gran odio hacia tu hermana, del cual si, Matt esta enterado, es algo sumamente notorio, pero no creo que sepa la razón, pero antes de decírtela, por que no piensas que yo podría serte de gran ayuda para lograr tu objetivo, no me veas como una rival si no como una compañera - la mire llena de interés, no sabia que esperar, era una buena actriz, y ella no se hacia la mustia, usaba ese lindo rostro angelical para hacerse pasar por alguien dulce pero en el fondo estaba igual de podrida que Matt y yo - que dices, aceptas que nos unamos? - dije estirando una mano, esperando así sellar el pacto.

Venganza, siempre era dulce si la sabías disfrutar con delicadeza y paciencia. Ese era uno de los defectos de Katherine, ella no sabía cómo disfrutar de la dulce venganza, por mi parte la sabía disfrutar, había nacido disfrutándola y moriría -si algún día moría- disfrutándola.
Me cruce de brazos y enarqué una ceja, mi costumbre nunca había sido presentar a dos personas, era un total fastidios, si se querían conocer que se presentaran solas yo no lo haría.
Mire a una y luego a la otra, hasta que Paula se presentó, yo solo me encogí de hombros.
Ahora estaba claro lo que planeaban hacer, y había acertado en que no sería nada bueno. Lamentablemente ellas se estaban retrasando y yo me había adelantado, la carrera comenzaba. Ahora yo pasaba a afectar a Luna con el secuestro de Anya, el núcleo estaba perdido y sus componentes andaban sin saber qué hacer.
Lo que no entendía era porque Paula quería hacerle daño... Se lo preguntaría a Katherine después, seguro ella sabía mejor las cosas.
Solté una risita burlona mientras me pasaba una mano por el cabello.- Creo que me les he adelantado, damas. Verán yo no tengo ninguna aversión a Luna, lo contrario me agrada, pero está haciendo pesquisas de mis planes y eso me desagrada... Así que hice lo que tuve que hacer, es por eso que ahora anda corriendo por los bosque como loca en busca de la hibrida... ¿No es así Sendra?- Musite con diversión. Adoraba la idea de imaginarme a toda esa gran familia corriendo como completos desquiciados y todo gracias a mí.
De la nada se me ocurrió una fabulosa idea, yo los agrediera pero desde otra persona. Sendra quería vengarse de Luna y yo necesitaba usar a alguien como carnada. Sendra callo como anillo a mi dedo. Sería el cebo perfecto, no sospecharían nada de ella y ella cumpliría su misión, si la descubrían quien les aseguraba que me conocían, aparte la niña estaba advertida y seguía mi juego al pie de la letra. Todo esto no podía ser mejor.- Quieres dañar a Luna...Tengo un plan perfecto para ti, Sendra.- Musite con malicia.

Paula, como dijo llamarse, no entendió que no quería escuchar mas su vocesilla, simplemente quería saber como es que deseaba tanto como yo la muerte de mi hermana, y no quería oírlo de ella. Ademas que algo en la bola de mierda que tenia en lugar de cerebro le dijo que yo quería de su ayuda, pero que estupidez, mire un segundo su mano estirada en mi dirección - jajajajaja, pero que estupidez estas diciendo Paula, que te dice que yo quiero de tu ayuda, lo puedo hacer sola y sin ti estorbándome me sera mas fácil. - dije en un tono tan burlón que ni yo me conocía.
Después mire a Matt otro que se quiere incluir en mis planes, sonreí abiertamente al oír la parte que incluía a la híbrida esa -excelente Matt, la verdad no he preguntado que onda, pero nadie sospecha de ti, excelente, eso habla bien de ti, irte sin dejar huella, y debo agradecértelo, esa niña como me fastidiaba los tímpanos cada que llegaba de visita a casa de Luna, de menos ya les diste algo para hacer, no que un día se iban a quedar entumidos de no hacer nada - un plan perfecto para mi, amm vaya vaya, sonaba interesante, lo podría tomar en cuenta - a ver, dime, que plan tienes para mi.

Se ponía sus moños, perfecto, si no quería que nos uniéramos lo haría yo sola, cada quien por su lado, ya veríamos quien de las dos se daba el gusto de hacerlo primero, esperaba ser yo quien lo lograra primero para restregárselo y burlarme de ella por un buen rato.
Baje mi mano en cuanto escuche lo que dijo - perfecto, ya veremos quien lo hace primero Sendra.
Era raro escuchar que Matt también tenia el mismo interés que nosotras sobre Luna, y que el ya lo estaba llevando a cabo, aun que pensándolo bien, ademas de regalarle a su mejor amigo lo que mas quería, pasaba a dañar a esa linda familia. Me quede pensando un momento, en esa familia también estaba incluido Andres, así que probablemente el también andaba como loco buscando a la híbrida por todos lados, era lo único que lamentaba, verlo perjudicado por un acto así. Tal ves si me lo topaba tendría que preguntarle que hacia, y al contestarme podría salir algún gesto que me delatara. Mejor podría adelantarme a Sendra y seguir buscando a Luna. Yo no tenia nada mas que hacer aquí, Sendra no quería mi ayuda así que eso era todo.
-Ya que tu no eres Luna y tampoco quieres que te ayude, me retiro, al rato te veo Matt - dije rápidamente antes de comenzar a correr hacia donde yo recordaba quedaba la casa de Luna, esto debía ser rápido, en un par de horas salia mi vuelo de vuelta a San Petersburgo, donde vería a Matt nuevamente.

Polos opuestos se atraen, así como Katherine y yo. Y polos iguales se repelan, el caso de Paula y Sendra. Quizás si las ponía a convivir juntas terminarían matándose a sí mismas.
Enarqué ambas cejas perfectas, no me interesaba quien dañaba primero a Luna, el punto era que pararan sus pesquisas en contra de mi perfecta persona.
Paula desapareció entre el espeso bosque que se posaba frente de nosotros con una cara de pocos amigos, seguramente en busca de su rival. Asentí a su comentario y le sonreí con amabilidad.
Detestaba la idea de tener que volar a Rusia... ¿Porque habíamos ido a Rusia? Cierto, Katherine lo pidió, solo por eso.
Volví mis ojos dorados a Sendra, quien se interesaba por formar parte de mi plan.... Perfecto ahora tenía mi cebo, tal y como yo lo demandaba, así era esta vida de reyes y peones.
Le regale mi mejor sonrisa a Sendra, el exacto clon de Luna, y bese su mejilla con afecto, envolviéndome en su aroma a fresa.- No me llames Matthew, solo dos personas me dicen así... Mi madre que está muerta y Katherine, tu llámame Matt, si no es mucha molestia.- Musite con amabilidad inmaculada.- Ahora, yo soy la cosa más peligrosa que te puedes encontrar en tu vida. Es difícil escapar de mí. No tengo un don especial como otros, mi único don que siempre ha estado conmigo es el de la persuasión y el engaño. Y tu hermana cae ilusamente, todos creen que soy un voluble vegetariano, pero no es así...-¿Y eso a ella que le importaba?- En fin, fíjate tu estarás más cerca de ella y la veras sufrir, ella sufre si Franco sufre. Y ese neófito de verdad sufrirá por un largo tiempo, cuando la veas más vulnerable, puedes hacer lo que desees. Solo quiero que actúes como espía y te regocijes en su largo sufrimiento... ¿Qué mejor venganza que esa?

No comprendí su gesto de ternura, no le diría Matthew, pero solo era necesario que lo dijera,no su acto de ternura.
Después de esto puse atención a todo lo que me decía, la introducción y todo, parecía que lo tenia muy bien planeado desde hace tiempo.
-Vaya Matt, me entregas a mi hermana en charola de plata, que interesante, es una buena venganza, mirarla consumirse por la desdicha del otro, solo ella puede lograr adjudicarse el mal de los demás, muy torpe de su parte, al igual que caer en tu falsa identidad, te agradezco que hayas echo desaparecer a Anya, pero... - pensé unos momentos, una idea no tan loca llego a mi cabeza, o mas bien una duda - si a mi hermana que al parecer conoces mejor que a mi, la estas engañando vilmente, dejándome asesinarla sin remordimiento de tu parte, como se que a mi no me estas poniendo una trampa igual a la que dices ponerle a ella. ¿Como es que puedo confiar en ti?, incluso Paula sonaba mas interesada en este echo, y mas confiable, su odio es tan puro que hasta aroma tiene Pero tu no la odias, ¿solo quieres que la mate para que deje de desconfiar de ti?

.Instinto de supervivencia. Hasta mis fosas nasales llegaba el olor de la supervivencia que emanaba Sendra. La mire con un estupor fingido, no me sorprendía en lo absoluto que se sintiera de esa manera puesto que así es como debía sentirse frente a una persona tan sevicia como lo era yo.
Suspire y puse mi mano sobre mi mentón en gesto pensativo, frunciendo el ceño tanto que sentí que mis cejas se juntaban. Luego de unos segundos de pensar la mejor manera de explicar la situación levante una ceja perfecta y sonreí.-Mira, como ya te lo he hecho saber, no tengo ningún problema con tu hermana, de hecho me agrada y no me gustaría verla lastimada...Es como la hermana que nunca tuve, pero si interfiera en mis planes, entonces me está ganando como el peor de sus enemigos. Me vez tan amable y caballeroso, porque soy así, pero en el fondo si me desagradas mueres, lenta y agoniosamente. Así sucederá si tu linda hermana hace algo en mi contra y tú no disfrutaras de verla morir, sino yo. Así que por mi puedes aceptar el plan o no, puedes confabularte con Paula o conmigo. Solo tienes esas dos opciones, porque seamos realistas, tu sola no tienes ni la más mínima oportunidad.- Musite con frialdad, era cierto de lo contrario ya le hubiera hecho algún daño a su hermana.
Di media vuelta y comencé a caminar con lentitud hacia el bosque donde había aparecido, una lentitud tan deliberada solo para darle el tiempo suficiente a Sendra para detenerme y decirme su decisión, de lo contrario podía dejarme ir

Lo mire interesada, no comprendía, como es que todos llegaban a quererla, incluso el, vampiro sin escrúpulos, que al parecer la quería aniquilar por el simple echo de que se estaba enredando en sus planes.
Una de dos, aceptar, ayudarle y quitarle el trabajo de quitar a Luna de sus planes, o hacer lo que mi instinto materno, que tanto tiempo habían estado durmiendo, y protegerla de el, alejarla, insistir en dejar de buscar a la niña híbrida, que solo estorbaba y así protegerla del lado oscuro de Matt.
Lo mire alejarse, esperando mi respuesta, pero que arrogante, creyéndose un ídolo, pretendiendo controlar aquí y haya, no me agradaba y punto, al menos la otra era humilde, mas fácil de tratar, podía hacerla mi amiga, pero unirme a ella para acabar con mi hermana por despecho, lo cual era obvia razón por la que odiaba a mi hermana, ella era sexy, pero no se comparaba con todo lo que era Luna, un vampiro seguro la tenia así contra Luna.
-Esta bien Matt, Luna ya no se interpondrá en tus planes, mientras mas tiempo mantengas alejada a la niña esa de aquí, te lo agradeceré, nuestras vidas sin ella están mejor, aunque ellos aun no lo notan - lo mire esperando que me mirara, no le decía que la mataría, pero si que dejara de preocuparse de que ella lo descubriera.

Improbabilidades. Nunca sabes cuándo acertaras con el clavo correcto, tampoco sabes si ese clavo es solo un estorbo que debe desaparecer por el propio bien.
Las palabras de Sendra flotaron como notas musicales hasta mis oídos, no prometía matar a su hermana, no le deseaba ningún mal a esa vampira, pero no me conformaba con el hecho de que Sendra fuera quien se encargara de tal acto. En cambio estaba Paula, seguramente Sendra iría en busca de la mejor amiga de Kathy la cual estaba más a mi favor y me agradaba mucho más que Sendra.
Me detuve y mire por encima de mi hombro a la vampira, que se encontraba en el mismo lugar y le sonreí levemente.-Me parece considerado y te lo agradeceré en el futuro. Solo una última advertencia, linda, si llegas a traicionarme me las pagaras, no me conoces eso tenlo muy en cuenta. Y... ¿Me harías un favor? Si vez a Paula le dices que nuestro vuelo sale a las 3:50, que no llegue tarde.- Musite con un tono aburrido, de verdad era tedioso regresar a Rusia.- Nos vemos luego.
Comencé a caminar con la misma lentitud, perdiéndome en la maleza del bosque inmortal y sepulcral