Fingiendo estar bien (tarde, soleado. Libre)

Al llegar hacia ella tomo mis manos, tuve que pararme, despues de escuchar sus palabras, cuando estaba apunto de asentir acerca de no conocerla, escuche su nuevo lo que sus labios pronunciaban y quede deductiva durante un momento ¿Una oportunidad? ¿Una oportunidad hacia ella y una oportunidad para mi?, a que se referia, talvez una oportuidad a mi propia especie, pero no estaba segura, me libere de sus manos y corri hacia mi ropa, me coloque rapidamente mi blanco vestido y con mis sandalias en mano corri a travez de la arena, al llegar a un trozo de concreto coloque mis sandalias en mis pies y busque un arbol, y como si fuera un gato trepe en el, a decir verdad siempre me habia gustado hacerlo, talvez me ayudaba a pensar, en ese momento nesesitaba pensar bastantes cosas, deducir, investigar, pero por ahora tambien disfrutaria de el paisaje desde ese arbol, ademas del canto de las aves que en el se posaba, de nuevo me concetraba en un paisaje bello, ese dia era hermoso en cuelquier lugar lo era.

Solo unos segundos de mencionar mis palabras, vi los nervios y la duda florecer de ese encantador y angelical rostro. El frio de sus manos se esfumaron de las mias y sentí el agua que se abria a su paso golpear violentamente contra mi torso, el cual dirigí en direccion a la playa para ver a donde iba. Su vestido blanco voló delicadamente como seda, bailando sobre su piel del color de la nieve. Estaba totalmente desconcertada con su comportamiento.. ¿Asi eran tambien las niñas humanas? ¿O las hormonas de una niña inmortal la volvian inestable? La arena formó un remolino a su paso, veloz como un relampago, y fugáz como una estrella. Una briza asotó mi rostro y me trajo nuevamente a la realidad, volviendo a sentir las olas blancas que asotaban mi cadera, y el agua mexclada con al tierra corriendo entre msi dedos. ¿Que fue lo que habia dicho? ¿O mi forma de actuar..? Cuando desapareció de mi vista dejé pasar unos segundos y solté un suspiró de incomprension hacia aquella criatura. Miré una vez más el sol que comenzaba a bajar por el horizonte, y grabé esa pacífica imagen en mi mente para momentos en los que necesite tranquilizarme. Salí del agua con pasos lentos, arrastrando los pies contra la fuerza marina que se oponia a dejarme ir con facilidad, dejando atrás todo eso, incluso la arena fina que se coloba entre los poros de mis piernas olviendolas ásperas. Llegué a mi ropa, colocando el corto vestido chocolate y las sandalias que habia comprado para combinarle. Mi mente era un remolino, como el que Miku habia formado en la arena, un torbellino de confusión y desorientacion que oprimian mi mente y suprimian mis ideas. Finalmente, sin darle más vuelta decidí que lo mejor seria dejarla pensar, ya que seguramente su mente se encontraba tambien muy confundida. Caminé por la playa a paso lento, convirtiendolo nuevamente en un paseo, pero muy en el fondo sabiendo que las cosas habian comenzado a tomar otro rumbo.

//Cierro ¿?